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Final de fiesta
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Tiempo de lectura: 21 minutos

Aunque Elena tuvo alguna reticencia en ceder a los deseos de sus suegros, la felicidad del día solo les daba la razón, celebrar la ceremonia y el banquete los jardines de su finca de la playa había sido un éxito. La de discusiones que había tenido con su ya marido Adrián por aquel motivo. Así andaba ensimismada, sentada con su traje blanco en el salón cuando llego su madre.

Lidia – pareces cansada

Elena – si mama, mucho

Lidia tenía 46 años, morena y esbelta, normalmente no llamaba la atención ya que su 1,56 no la hacía destacar, salvo por su pecho bastante generoso, el cual había heredado en parte su hija. Pero el traje de la boda dejaba a la vista su bonita figura y sus pechos habían sido la envidia de muchos en el coctel.

Elena – estoy reventada, el día, el baile, la bebida – dijo riendo. Elena era la copia de su madre pero agraciada con la juventud de su cuerpo.

Lidia – ya queda poco, bueno, o mucho, dependerá de tu marido – y rieron las dos por la ocurrencia

No tardaron en entrar sus suegros, Claudia y Arturo con Juan, su padre, y su marido. ¡Su marido! Aun le sonaba raro en su cabeza pero se acostumbraría rápido, Adrián era un cielo.

Claudia – Ya tendrás ganas de quitarte el vestido – dijo su suegra al sentarse frente a ella. La madre de su novio al igual que su suegro eran de la alta sociedad de la ciudad, y su porte lo mostraba a todas horas con su vestuario cuidado y adecuado, y para aquella ocasión no había defraudado con un precioso vestido corto que realzaba su belleza, no tan explosiva con su madre, ya que sus pechos no destacaban, pero si por su figura que repartía en 1,68 de altura.

Adrián – no te preocupes mama, ya se lo quitare yo

Y todos rieron

Luis entro con la bandeja en la mano, su sonrisa denotaba el trabajo bien hecho, era el encargado del catering, y dueño de la empresa, con 28 años había montado un negocio que esquivaba la crisis, la gente seguía casándose.

Arturo – un aplauso para los camareros

Todos aplaudieron a Luís, y este les fue entrando una copas de cava a cada uno.

Luis – encantado de haberles servido y que todo haya sido de su gusto

Arturo – ¿pero no brindas con nosotros?

Luis – no, por favor, ustedes son los protagonistas, eso sí, esta copa es la de la suerte, así que no deben dejar nada

Y con un brindes todos apuraron las copas

Elena – uf, esta es la que me faltaba

Luis retiro las copas mientras ellos seguían charlando de lo acontecido en aquel día, claro que poco a poco se fueron apagando las conversaciones y las miradas se quedaron ausentes. Elena observo asustada como uno a uno dejaban de hablar quedándose en un estado catatónico.

Elena – pero que os pasa, venga dejar de hacer el tonto – pero nadie respondió y una voz la sobresalto

Luis – no te preocupes Elena, está bien, drogados pero bien

Elena se levantó como queriendo hacer algo pero Luís blandió una pistola, y su cuerpo quedo helado

Luis – quietecita, venga vuelve a sentarte

Elena – pero que quiere – dijo entre sollozos

Luis – bueno, muchas cosas pero básicamente empezaremos por el dinero, esa idea de los sobres en la boda es una fuente de felicidad, así que dime dónde están.

Elena – no sé, se encargó Arturo de todo

Luis – a ver Arturo, donde está el dinero

Arturo – en la caja fuerte, arriba en el dormitorio del fondo, detrás del cuadro de caballos, la combinación es 20-8-49-47 – respondió Arturo de forma automática ante la sorpresa de Elena

Luis – ves, la droga hace maravillas, bien Elena, ahora…

Elena – por favor no nos hagáis daño, ya tenéis el dinero, por favor, no… –pero no dijo más porque la mano de Luís le cruzo la cara

Luis – la primera y la última vez que me interrumpes

Elena cogiéndose la cara lloro mientras Luís se sentaba a su lado, pero no tardó mucho en atender a los ruidos que se acercaban.

Carlo – ya está todo en la furgo y ya veo que aquí lo tienes todo controlado – dijo riéndose

En el salón habían entrado 2 de los camareros de la fiesta, Carlo y Tim

Tim – los demás ya se han ido, ya les he pagado

Luis – perfecto, pues nada, venga Elena desnúdate para nosotros

Elena se quedó de piedra

Luis – vaya tan habladora antes y ahora no dices nada

Ella solo pudo balbucear un por favor que provoca la risa de sus captores.

Luis – dime Arturo, te gustaría ver las tetas de tu nuera

Arturo – sí, me encantan sus tetas, y las de su madre también

Elena miro a Arturo con mirada de incredulidad, pero él seguía con su mirada perdida, como no sabiendo que es lo que pasaba, Luís la saco de su perplejidad.

Luis – has visto, aparte de tenerlos controlados, son sinceros, a ver Arturo, desnúdate

Arturo se levantó como un autómata y se despojó de toda la ropa ante todos sin ningún atisbo de vergüenza, dejando a la vista un pene de tamaño considerable semirrecto.

Luis – vaya, menuda polla, ¿no te gustaría chupársela Elena?

Elena – por favor, para ya

Luis – bueno, lidia, arrodíllate delante de Arturo y mámasela, y cuando te vayas a correr Arturo, lo haces en sus tetas.

Elena observo con horror como su madre se levantaba y hacia lo que le habían dicho, en un visto y no visto el pene de Arturo desapareció en la boca de su madre.

Luis – ¿te gusta Arturo?

Arturo – joder, claro, habrá chupado muchas pollas porque lo hace de vicio, que bueno

Luis – Adrián y juan, desnudaros también, y tu Claudia quítate el vestido

En un momento la actividad fue frenética, Adrián y juan se despojaron de los trajes y no tardaron en sentarse desnudos mientras Claudia dejaba a la vista un conjunto de lencería que hizo que Tim y leo silbaran. Aquello hizo que Elena viera algo que le había pasado desapercibido ensimismada como estaba con la escena, habían montado un par de cámaras que cubrían todo el salón.

Luis – como ves Elena, todos van a ser muy solícitos con mis deseos

Elena – ¿por qué nos hacéis esto?

Luis – porque podemos, dame tus bragas

Elena se resistía pero viendo el resultado de su primera negativa cedió, e intentando no dejar nada a la vista de las miradas lascivas de Tim y Carlo, que estaban frete a ella se deshizo de ellas. Luis las tomo en la mano oliéndolas descaradamente.

Luis – que bien hueles

Elena – cerdo

Luis – jajá, nos vamos a divertir

Arturo – no puedo más, me corro – y sacando su polla de la boca de lidia varios chorros de leche se estrellaron en el escote de lidia que lo recibió sin ningún tipo de reparo.

Luis – muy bien lidia, ahora quítate el vestido y vuelve a sentarte que tu hija le va a limpiar la polla a su suegro

Lidia como una autómata se despojó del vestido dejando a la vista otro placer oculto, su ropa interior volvió a arrancar gritos de aprobación. Mientras Elena, estaba pálida y petrificada en el sillón.

Luis – venga Elena, tu suegro necesita que le limpies la polla, no querrás hacerle ese feo

Elena – no por favor

Luis – tú lo has dicho, soy un cerdo, y los cerdos como yo hacen esas cosas, venga, aunque si te niegas podemos ir a cosas más fuertes.

Aquella amenaza le dio fuerzas, para levantarse y dirigirse a Arturo, su pene había perdido algo de su dureza pero aún se veía imponente, un rastro de leche había quedado pegado al troco y la punta estaba toda blanquecina. Se arrodillo lentamente y sus ojos quedaron frente a aquel espectáculo.

Luis – saca la lengua y comienza por eso – dijo señalándole el reguero de semen

Elena contacto con el resto y entre sollozos lo limpio, después de introdujo la cabeza del pene en la boca recibiendo el sabor acido en su interior, lo hizo rápido, y no dejo ningún rastro.

Luis – ves no ha sido tan terrible, venga Arturo, hazte una paja que tu nuera se ha quedado con ganas

Arturo comenzó a machacarse la polla rápidamente, Elena no se atrevía a moverse viendo como su suegro se masturbaba a unos centímetros de su cara, y esperando secretamente que su reciente orgasmo no le permitiera tener otra eyaculación, pero vio con horror como su pene volvía a ponerse duro ante ella y su cara se retiraba de aquel cañón que la apuntaba.

Luis – no Elena, abre la boca y prepárate, cuando se corra vas a comerte todo lo que salga por ahí, y si una sola gota se te cae se la corto delante de ti.

Elena pensaba que aquello no podía estar pasando, pero aun así abrió la boca, y se preparó para lo inevitable, su suegro bufaba como un toro, y su mano se movía a una velocidad de vértigo.

Arturo – me corro, si

Elena no quiso jugar con fuego y atrapa la punta del pene con su boca y dos descargas se alojaron en su boca mientras su suegro gemía de placer son el contacto de sus cálidos labios.

Luis – parece que te gusta, ¿quieres que se haga otra?

Elena – no, ya basta

Luis – siéntate Arturo

Luis le tendió la mano a Elena para levantarse y esta lo hizo sola y se dirigió al sillón

Luis – que genio, pero espera, siéntate pero no te sientes encima de la falda, pon tu culo en el sillón

Elena lo miro e hizo lo que le pedía, se sentía sin fuerzas para oponerse con toda su familia en manos de aquel degenerado.

Luis – Tim

Tim se desnudó, sus 27 años y su cuerpo fibrado salieron de golpe a flor de piel, Elena aterrorizada lo vio venir desnudo hacia ella y no podía escapar.

Luis – Ahora Tim te va a devolver el favor, es un experto comedor de coños

Elena miro suplicante a Luís, pero Tim ya había puesto la cabeza bajo de su falda besándole las piernas mientras ella intentaba retirarla con sus manos.

Luis – separa las piernas

Elena – no por favor

Luis se quedó mirándola con esa mirada fría y terrorífica, y la cabeza de Tim poco a poco se internó en sus muslos, mientras las manos de aquel hombre aferraban su desnudo culo y lo sacaban al borde del sillón, no tardo en sentir aquella lengua intrusa en su sexo.

Elena no dejaba de repetir no, mientras su mente se derrumbaba con el trabajo de aquel hombre que concienzudamente exploraba cada milímetro de su intimidad.

Luis – lidia, ¿te masturbas?

Lidia – si

Luis – ¿porque tu marido no te satisface?

Lidia – sí, me quedo a medias, me consuelo yo sola

Luis – ¿y porque no se lo dices?

Lidia – me da vergüenza

Luis – hoy es un día de libertad, así que mete la mano en tu sexo y hazte un dedo

Lidia no tardo en obedecer y su mano se perdió dentro de tu braguita, sus dedos se movían dentro de ella y su cara reflejaba su placer.

Luis – hoy no estás en tu cama haciendo algo en silencio, disfruta como te gustaría

La boca de lidia se abrió y comenzó a gemir sonoramente, mientras Elena la miraba turbada con la reacción de su cuerpo, que comenzaba a reaccionar a las atenciones que recibía.

Luis observaba como la resistencia de Elena iba evaporándose, el no que salía de su boca como una letanía desapareció dejando solo una respiración agitada en la que de vez en cuando se atisbaba un gemido sordo y contenido, y su respiración hacia que su pecho deseara salirse de su vestido. El recogido de su pelo dejaba su cuello libre así que se acercó a ella y sus labios besaron la piel de la joven. Ella intento apartarse pero él la siguió hasta apoderarse de su cuello. Aquello consiguió arrancar el primer gemido sonoro de Elena, el cuello era su perdición y su cuerpo no pudo contenerse más, y comenzó a correrse en manos de aquellos dos hombres que la tenían perfectamente inmovilizada.

Elena – no, por, déjame, no, me, uf – balbuceaba mientras se corría sin remedio, noto la humedad de sus piernas y como la presión sobre su cuerpo desaparecía poco a poco.

Luis – ves, si al final te lo pasaras bien – dijo Luís riendo – a ver, Claudia, ¿te gusta chupar pollas?

Claudia – no, me da asco.

Luis – juan, túmbate en el suelo que Claudia te va a hacer una mamada

Juan se tumbó sobre el parqué y Claudia no tardo en hincarse de rodillas y tragarse el pene de juan que con sonoros gruñidos mostraba su aceptación de trabajo que le realizaban.

Luis – Claudia. Para un poco, y dime, ¿usas anticonceptivos?

Claudia – no

Luis – bueno, bájate las bragas, y sigue atendiendo a juan

Claudia arrodillada como estaba tiro de los elásticos de la parte inferior dejándolos a la altura de las rodillas y mostrando su parte posterior con todo su esplendor. No tardo Tim en ponerse detrás de él y apunto su pene a la entrada de su vagina.

Elena – por favor, no habéis tenido bastante, por favor

La frase se mezcló con el gemido gutural de juan vaciándose en la boca de Claudia.

Luis – vaya tu papi estaba necesitado, venga Claudia sigue, que parece que está necesitado, y tu madre ya ves, no ha dejado de tocarse, debe de tener el coño inundado.

Ciertamente la ropa interior de color salmón daba muestras de evidente humedad perfectamente visible, pero ello no era ningún impedimento para que siguiera dándose placer a la vista de todos. Mientras Tim acariciaba el sexo de Claudia proporcionándole de vez en cuando un azote en sus nalgas que era respondido con un quejido gutural.

Juan – así chupa, que bueno

Luis – ¿que tu mujer no te hace eso?

Juan – no

Luis – vaya padres Elenita, uno matándose a pajas y la otra también, ¿tú también te pajeas?

Elena – esto no puede estar pasando

Luis – Venga Claudia, empálate tú misma con la polla que tienes detrás, fóllate tú misma

Tim coloco su mene en la entrada y Claudia fue presionando hacia atrás, sin dejar de comerse la polla de juan, hasta que sus nalgas toparon con el cuerpo de su invasor, entonces comenzó a moverse rítmicamente. Tim observaba con cara de placer como aquella señora se lo follaba.

Tim – joder qué coño más caliente, así señora, que gustazo

Juan volvía a agitarse y con evidentes muestras de placer volvió a descargar en la boca de su recién estrenada familiar, y mientras esta no dejaba de moverse con una cadencia muy sensual hacia atrás, emitiendo ahora, liberada de su tarea bucal, fuertes gemidos de aprobación con cada envite.

Tim no dejaba de machacar sus nalgas que iban tomando un color rojizo que contrastaba con la blancura de su piel.

Tim – como folla esta tía, Luis

Luis – ya lo veo, ya

Elena miraba a su suegra, no entendía muy bien lo que pasaba, allí estaba aquella persona recta y moral, dando un espectáculo porno de lo más explosivo sin ningún atisbo de remordimiento. Y aun mas vergonzante era la más que evidente erección de Arturo y su marido, su padre no acompañaba debido al reciente trabajo de la protagonista del momento.

Luis – Adrián, ¿te gusta tu suegra?

Adrián – ya lo creo esas tetas me vuelven loco, y me he hecho un montón de pajas a su salud

Elena miro a su marido con una mirada asesina pero este, siguió hablando

Adrián – y el culo que tiene más de una vez se lo hubiera partido a pollazos, a su hija le encanta.

Elena – eres un cabron

Luis – tranquila Elena, es sincero en contra de su voluntad, si tú estuvieras en su situación seguro que tendrías algo que le avergonzaría a él, ¿no?

Elena calló, no pudo evitar volver a recordar aquel día en que vio la polla de su suegro que se cambiaba en la habitación mientras ella pasaba por la puerta. Se quedó en la rendija que le daba visión embobada con el tamaño considerable del miembro que colgaba entre sus piernas. Aquello le provoco unas cuantas noches calenturientas fruto de su juventud.

Luis – el que calla otorga Elenita, venga Adrián, fóllate a tu suegra, que lo está deseando.

Elena – no por favor, eso no, hazme lo que quieras a mí, pero eso no – dijo Elena en tono de suplica

Luis – espera Adrián, venga quítate el vestido.

Si ya estaba atrapada, aquello ya no tenía salida, así que controlando sus nervios bajo la cremallera lateral del vestido y lo dejo caer a sus pies, quedando desnuda ante todos. Se tapó los pechos y su sexo provocando la risa de aquellos desgraciados.

Luis aparto el vestido del suelo y se fue desnudando lentamente escuchando los por favor lastimeros de Elena.

Luis – ¿Qué no quieres que te folle?

Elena – No por favor

Luis – bien – y le tendió la camiseta que acababa de quitarse – toma ponte esto y siéntate a mi lado

Elena de sentó, Luis se puso a su lado haciendo que reclinara su espalda contra él. Las manos de su captor atraparon sus pechos por encima de la camiseta provocando una reacción de rechazo. Carlo tráeme unas esposas.

Elena – no, me estaré quieta

Carlo se acercó con ellas

Luis – así no habrá tentación – y cogiendo suavemente su brazo se las ajusto – ¿te hacen daño? – y siguió con el otro sin esperar la contestación. La volvió a colocar de nuevo sobre si y sus manos volvieron a atrapas sus pechos duros y jóvenes, coronados por unos prominentes pezones que sobresalían a través del liviano tejido que la medio vestía.

Mientras Luis se propasaba con Elena, Claudia comenzó a correrse gimiendo sonoramente. Fue Tim entonces quien cogió el ritmo viendo que su pareja no controlaba ya el ritmo, asió sus caderas y comenzó un frenético mete y saca que solo consiguió elevar los gritos de ambos y ocultar el chapoteo que producía la unión de sus sexos. No tardo Tim en anunciar su corrida vaciándose en el interior de Claudia que cayó desmadejada al suelo cuando Tim la soltó. No tardo Elena en tenerlo frente a su cara.

Tim – venga, hazme lo mismo que a tu suegro

Elena que estaba soportando el sobo de Luis, no reacciono, hasta que oyó su voz en su oído.

Luis – venga preciosa

Elena – no por favor

Luis – Claudia, súbete las bragas y ven aquí a limpiarle la polla Tim.

Claudia no tardo en estar de rodillas ante Tim, y sin hacerle ascos se tragó el semirrecto pene de Tim embadurnado de semen y flujos, que no tardo en dejar brillante y ensalivado.

Luis –Adrián, fóllate a lidia a cuatro patas, así podrás disfrutas de sus tetas.

Adrián se levantó como un resorte, Elena intento hablar pero la mano de Luis le tapó la boca, y observo con horror como madre de arrodillaba apoyándose sobre el sillón y su marido le retiraba a un lado la braga encajando su pene en la entrada de su suegra.

Luis – con fuerza Adrián, lo está deseando

Adrián se la enterró de un solo envite haciendo que lidia diera un grito, no tardo en asir sus pechos mientras envestía salvajemente el coño de su suegra que gemía de placer cuando sentía como su sexo se llenaba. El griterío de la pareja contrastaba con las miradas ausentes del resto.

Luis – ¿si te suelto vas a estar calladita? – le dijo susurrando al oído a Elena que asintió sin esperanzas ya de salir de aquella.

Adrián no tardo en abrir el cierre del sujetador sus manos buscaron debajo de él los pechos exuberantes que le esperaban.

Lidia – dios, me corro si, que gusto – exclamo lidia mirando a su hija –como folla hija que gusto, ya entiendo porque te gusta tanto

Elena la miraba anonadada como el cuerpo de su madre recibía dichosa el continuo machaqueo de Adrián.

Luis – lidia, ¿tu marido usa condones?

Lidia – sí, uf, dios, que gusto

Luis – parece que tu maridito te va a dar un hermanito

Elena – por favor, no, eso no

Luis – solo sabes decir no, pero luego no cumples, dale duro Adrián

Elena – hare lo que me pidas, te lo prometo pero páralos por favor – dijo entre sollozos Elena

Luis – Carlo, ocupa el lugar de Adrián, que Adrián le va a follar la boca a su mujer

Carlo que andaba desnudo ya hacia un rato encajo su polla en el coño de lidia nada más dejarlo Adrián.

Carlo – vaya yegua, joder

Luis – venga Adrián – le dijo mientras incorporaba a Elena plantándola frente a la pringosa polla de su marido. Esta abrió la boca y comenzó a chupar pero Adrián le atrapo la cabeza por la nuca e introdujo su pene casi por completo y comenzó a moverse dentro de su boca. – ¿alguna vez te ha dejado follarle la boca?

Adrián – no nunca. Dios que gusto, no voy a poder aguantar mucho más, entre el coño de su madre y esto estoy que reviendo, me corro, ya ya

La polla de Adrián comenzó a escupir chorros de semen, llevaban más de una semana sin sexo por los preparativos y su herramienta tenia excedente, hasta cinco descargas inundaron la garganta de Elena, que no tuvo más opción que tragar rápidamente para no ahogarse. Adrián bufaba mientras los últimos coletazos de su corrida se depositaban en el paladar de su mujer.

Luis – ya te has tomado el postre, así que límpiala bien.

Mientras Elena se afanaba el limpiar el mástil de su marido, su madre berreaba de placer a manos de Carlo, el cual le había atrapado el pelo para incorporarla mientras su otra mano pellizcaba y amasaba sus tetas, y entre sus caricias tampoco faltaban algunos cachetes sobre sus hermosos pechos. Y eso entre embestidas de su polla que barrenaba sin piedad su sexo.

Carlo – toma, toma, toma – y encajando profundamente su herramienta comenzó a verter en su interior su caliente semen en copiosos disparos – sí, que ganas tenia de descargar joder, me tenéis toda la noche de mirón.

Luis – no te quejes que ya llevas más que yo

Carlo – jajaja, si, venga lidia, ponte el sujetador y siéntate

Luis – venga Adrián, ves al lado de tu suegra y siéntate y tu Elena – le quito las esposas – te vas a sentar sobre mi polla y te vas a follar tu solita.

Elena quiso responder pero sabía que no había escapatoria, así que como a cámara lenta dispuso sus rodillas en el sillón a cada lado de Luis, y decidida a acabar con la tortura agarro la tiesa y gorda polla de Luis y la llevo a su entrada, y comenzó a sentarse sobre ella despacio. Mientras eso sucedía Luis comenzó a morderle los pechos, dejando marcas evidentes, y provocando que su intento de evitarlo se transformó en que la polla de Luis se encajó hasta el fondo de su intimidad.

Luis – uf, que estrechita estas, y caliente, venga comienza a moverte

Elena comenzó despacio, lentamente, quería controlar su cuerpo y no darle el espectáculo de su disfrute, pero aquel hierro candente recorría sin descanso todo su excitado interior. No tardo en comenzar a sentir como su cuerpo comenzaba a entregarse, su sexo era un hormigueo de sensaciones que en cualquier momento la obviaría y tendría vida propia.

Luis – venga preciosa – dijo Luis mientras se recreaba tiernamente en su pezón derecho mientras sus manos recorrían suavemente la espalda de su víctima , y noto como los movimientos de Elena eran más erráticos, su cuerpo se pegó al suyo mientras el movimiento de caderas rápido y enérgico sustituyo al cadencioso sube y baja inicial.

Elena comenzó a correrse, su vagina parecía querer exprimir a su intruso con periódicos espasmos que la llevaban al éxtasis, exteriorizado con contenidos gemidos de placer, y cuando su ritmo comenzó a descompasarse fue Luis el que agarrándola fuertemente de las nalgas comenzó a embestirla con movimientos secos, lo cual provoco una continuación de su orgasmo, oía bufar a Luis, y entendió que estaba próximo al orgasmo, e intento en vano separarse. Luis lo esperaba y la abrazo fuertemente mientras aceleraba el ritmo hasta estallar en lo más profundo de la novia que sabiendo que su interior había sido regado abundantemente lloro desconsoladamente en brazos de su placentero violador.

Luis la aparto de encima suya quedándose sentada a su lado.

Elena – ¿porque no me diste droga como a los otros?

Luis – la novia no debe perderse nada del día más feliz de su vida, así que venga límpiamela – dijo Luis mirando a Elena que lo miraba con cara desencajada, como no se movía, el la agarro del pelo y la llevo a su polla, la cual engullo sumisa – ves así, uf que boca más caliente tienes.

Tim no perdió la oportunidad sentándose detrás de Elena que por su posición había dejado su parte trasera expuesta y sin mucho problema comenzó a introducir su pene en el rezumante coño de su víctima. Elena intento levantarse pero Luis ya la tenía bien sujeta y no tardo en verse ensartada de nuevo completamente.

Luis – tu sigue chupando – dijo Luis encarando de nuevo su polla a la boca de Elena – hoy te vamos a rellenar así que vete haciendo a la idea.

Tim no tardó mucho en coger una buena postura y su cadencia hacia que Elena no tuviera que hacer mucho esfuerzo para introducirse el pene de Luis que bailaba en su boca desbocadamente. Y tampoco tardo en ir poniendo rojo el culo de la novia como antes había hecho con su suegra.

Tim – joder con la novia que estrechito lo tiene

Luis – sí, su novio no le da lo que necesita

Tim – se nota – dijo riendo

Las manazas de Tim sobaban las maltrechas tetas de Elena que solo pensaba en que todo acabara cuanto antes, y se alegró cuando noto como Tim aceleraba su ritmo revelando la cercanía de su clímax.

Tim – sí, toma leche, toma – dijo Tim lanzando su leche dentro del coño de Elena que en silencio había tenido dos orgasmo más, pero la vergüenza y la polla de Luis en la boca los oculto.

Tim salió de Elena y se fue directo a donde estaba sentada Claudia pidiéndole que le limpiara la polla, cosa que Claudia se dispuso a hacer sin ningún reparo.

Luis – venga Carlo te toca

Carlo – creía que no me iba a tocar nunca, que ganas tengo de follármela

Luis – pues toda tuya

Carlo se dirigió con su poya tiesa, de largo la más grande de ellos, hacia Elena, le tendió la mano y la hizo levantarse haciéndola ir detrás del sillón donde estaba sentada. Con tranquilidad cogió las esposas y se las puso dejándole las manos por detrás de la espalda y la hizo apoyarse sobre el estómago en el respaldo, inclinándola hacia delante. En aquella postura su trasero quedo totalmente expuesto a su agresor, no tardo en notar como la cabeza de su herramienta pugnaba por introducirse en ella, pero la extrema lubricación hizo que su invasor no tuviera problemas en ensartarla completamente, haciéndola exclamar un gemido sonoro.

Después de que Carlo enfundara su pene en el interior de aquel deseado coño, la saco lentamente disfrutando de los sonidos que emitía Elena con la operación, todo el tronco estaba bañado con abundante líquido, y cuando la tuvo fuera la encaro al otro agujero que tenía disponible.

Elena noto la presión sobre su ano e intento en vano resistirse

Elena – no por favor, ahí no – grito Elena

Pero Carlo no atendía a nada, presiono y el ano de Elena, acostumbrado a ese tipo de práctica poco a poco fue cediendo al empuje alojando la cabeza invasora, Carlo entonces la retiro y aprovechado la dilatación embadurnó la entrada con los restos húmedos que pringaban su polla. Repitió la operación varias veces introduciendo cada vez un poco más su polla y sin hacer caso a las suplicas y ruegos que escuchaba.

Carlo – de ahí ya no va a salir, y ahora vas a saber cómo se folla un culo de verdad, te vas a acordar toda tu vida – y sin más la embistió llevando su polla hasta lo más profundo del culo de su desventurada compañera. Elena emitió un grito y se sintió rota, y más cuando noto las manos de Carlo agarrándole las tetas, mientras comenzaba a embestirla con saña.

Cada golpe hacia que Elena emitiera un quejido con la boca abierta no acostumbrándose aun a aquel monstruo que barrenaba sus entrañas, aunque en su interior temía la reacción de su cuerpo. Cuando era enculada por Adrián tenía unos orgasmos descontrolados que no querría regalar a aquellos cerdos.

Luis andaba totalmente empalmado después del trabajo oral que había recibido, y viendo el espectáculo decidió no quedarse quieto. Cogió a lidia y la hizo quitarse la ropa interior que la cubría y la puso en la misma postura que su hija y a su lado.

Luis – me has dado envidia cabron

Carlo – pues venga, rómpele el culo a la mama

Luis jugo con sus dedos en la entrada trasera de lidia arrancando sus quejidos, era virgen y él lo notaba, pero embardunó con saliva la entrada y su polla, y lentamente comenzó a trabajar el orificio que poco a poco fue cediendo a sus deseos, y los quejidos de lidia se mezclaron con los de su hija llenado la habitación.

El culo de lidia recibía sin problemas la polla de Luis, así que decidió divertirse un poco más

Luis – ven Álvaro, lidia está deseando que le des por culo, verdad lidia

Lidia – si Álvaro, dame por culo

Álvaro se levantó, y cuando se retiró Luis, le clavo la polla sin ninguna delicadeza, arrancando un grito que no le detuvo, todo lo contrario, agarro sus caderas y comenzó a embestirla.

Luis entonces decidió completar la escena con Claudia que siguió los mismos pasos que lidia, y en su caso fue juan quien acabo dentro de su maltrecho culo.

Elena ya era un trapo en manos de su agresor, su cuerpo había vuelto a decidir ir por libre y se deshacía con cada envite de su trasero, incluso creyó oírse decir algún si o más, en la nube en la que se encontraba, cosa que no era una ilusión, realmente lo estaba diciendo lo cual excito todavía mas a Carlo, que no tenía compasión de ella.

De pronto la polla desapareció de su culo y entro de forma violenta en su sexo, y oyó como gritaba Carlo, revelándole que de nuevo su sexo había sido regado abundantemente y hasta el fondo. Carlo se retiró y fui Luis, tremendamente excitado por sus recientes torturas de culo de las madres que la embistió por el culo y de un golpe se la enterró hasta el fondo comenzando a moverse rápidamente, y no duro mucho, al minuto repetía la operación de su compañero y se vaciaba en el sexo de la novia.

Luis – venga Arturo, este culito lo está esperando – dijo señalándole el culo de su nuera, y sacando su pene de la madre se dirigió a la hija, embistiéndola sin ninguna delicadeza.

Luis – así Arturo, te gusta darle por el culo a tu nuera, eh

Arturo – si joder, que ganas tenia

Arturo clavaba su polla en las entrañas de Elena con un ritmo que arrancaba los gemidos de placer de Elena, que seguía totalmente entregada a su tortura, y más aún cuando con los gritos de su suegro noto como un líquido caliente regaba sus entrañas. Pero no tardo en notar como otra polla la invadía.

Luis – venga juan, dale, que tu hija necesita más polla

Elena supo que su padre también la violaba, noto como su pene entraba en su interior y sus manos agarraban su cintura para comenzar sus movimientos, y no fue lo peor, ya que además oía sus expresiones de places con cada golpe de cadera. Además su cuerpo no entendió de aberraciones, y siguió descargando oleadas de placer que la hacían gemir sin poder controlarse.

Luis –dale duro que le gusta

Juan redoblo su intensidad pero no tardo en lanzar su semen en el interior de su niña que noto de nuevo como su interior se calentaba por la eyaculación de su padre.

Cuando paro y Elena fue más consciente de lo que le rodeaba, oyó los gemidos de Claudia, la cual estaba siendo sodomizada por su hijo. Luis le había puesto el culo de su madre en bandeja y lo taladraba sin ningún rastro de compasión.

Luis – ¿te gusta?

Adrián – que culo más estrecho, es delicioso, no creo que tarde en correrme

Luis – ¿y no te gustaría llenarle el culo de leche a tu suegra?

Adrián observo el culo de lidia y no se lo pensó, saco su mástil y lo ensarto en lidia mientras bramaba de placer y escuchaba los quejidos de ella al sentirse de nuevo traspasada. No tuvo mucho tiempo ya que sus cojones decidieron vaciarse en el interior de aquel culo tan deseado.

Luis – ven Claudia, ¿qué te parece el culo de lidia?

Claudia se incorporó y observo con cara de desagrado el abierto culo con los restos de semen y heces que había dejado su hijo.

Claudia – es asqueroso

Luis – cierto cierto, así que pon tu boca sobre él y límpialo, métele la legua, y que tu mano masturbe a lidia, es tu invitada y debes atenderla

Claudia pese a la cara de asco, no tardo en explorar con su boca el culo de lidia, que noto como la caliente lengua recorría el exterior de su orificio trasero para después introducirse cada es mas en él, y si ello no fuera suficiente unos dedos atraparon su hinchado clítoris haciéndola gemir.

Luis se dirigió entonces a Elena quitándole las esposas e incorporándola la llevo hasta sentarla en el sillón al lado de su madre que se corría desesperadamente con las atenciones de Claudia.

Luis de nuevo a su lado comenzó a hablarle mientras la humedad era demasiado evidente bajo su cuerpo, donde la gravedad comenzaba a hacer salir de su cuerpo la cantidad ingente de semen que habían depositado en ella.

Luis – ¿a que nunca habías follado tanto?

Elena – os vamos a denunciar – dijo sacando fuerzas de no sabía donde

Luis – bueno, sí, estaríais en vuestro derecho pero, dos cosas, todos estos no se acordaran de nada, y en unas horas no quedara ni rastro de la droga en su cuerpo, y por otro, en los videos que nos llevaremos, convenientemente editados, se verán escenas totalmente incestuosas y aberrantes de sexo en familia, y totalmente consentido. Una denuncia haría que esas imágenes saltaran de ordenador en ordenador de amigos conocidos y familiares. Así que es mejor que ni lo pienses.

Elena se quedó pensativa sabiendo que tenía razón, y en ello estaba cuando observo que Carlo se acercaba con un vaso.

Luis – bueno, esto ya ha acabado, tomate esto y en 10 minutos estarás durmiendo, cuando despiertes dentro de unas diez horas ya tendrás tiempo de decidir qué haces.

Elena miro el vaso con recelo, pero después de todo lo que le habían hecho poco más podrían hacerle, así que lo bebió sabiendo que en nada estaría dormida y alejada de aquella locura.

Luis – bien Elena, ahora los demás dormirán también, y nos iremos.

Elena poco a poco se perdió en la oscuridad, descansando del intenso día de su boda.

DOS MESES DESPUÉS

Elena se había levantado tarde, hacia una semana que se había confirmado su embarazo y se aprovechaba de ello. Acabo con el desayuno que le había dejado preparado su marido Adrián, y se dirigió a la ducha en la que se volvió a perder más de una hora. Cuando por fin anduvo visible, salió a recoger el correo, sentándose en porche de la piscina para leerlo tranquilamente. Como siempre, facturas e invitaciones poblaban el correo, pero en esta ocasión, una carta grande y sin remitente destacaba entre todas. La abrió curiosa y apareció una caja con un DVD dentro con el texto Boda de Elena.

Se extrañó muchísimo, ya que el video de la boda lo recogieron poco después del viaje de novios, pero pensando en que igual era una rectificación, se apresuró a entrar en el salón y visionarlo. Lo introdujo en el DVD y con el mando en la mano se sentó en el sillón, esperando el menú que no tardo en salir, en la pantalla aparecían dos menús, uno subtitulado como película y otro con escenas, así que rápidamente fue a escenas pero todas las fotos de pre visualización estaban en negro así que le dio a visionar la primera. Después de unos segundos en negro apareció un cartel

CONFESIÓN

En la pantalla aparecía ella vestida de novia y comenzó a hablar

Elena – Hola, hoy es el día de mi boda, bueno, ya me he casado, y ahora que he descubierto lo depravados que son en mi familia y en la de mi marido voy a empezar a disfrutar yo también, así que me he traído a unos camareros a la habitación.

Elena no salía de su asombro, y más cuando al acabar la frase ella se fue hacia abajo, y al seguirla la cámara apareció una polla que empezó a chupar con deseo. Elena paro la secuencia con los nervios a flor de piel, aquello debía ser un montaje para chantajearla a ella o a su marido, no podía ser ella.

Sin atinar mucho busco otra escena, otra vez fundido en negro y un nuevo cartel “PAPA ME DA SU REGALO”, la imagen de su cara desencajada apareció en el televisor.

Elena – así así, dame más, que gusto, como follas, cabron

Al abrirse el plano Elena quedo pálida, Su padre estaba detrás de ella follándola

Juan – que culo tienes zorrita

Elena – te gusta follarte mi culo

Juan – si me. . .

Elena paro el video. Se intentó convencer que aquello no era real, pero las escenas eran demasiado explicitas, así que armándose de valor pincho otra y el cartel ya la sobresalto, “CABALGANDO”

Su cara de placer pese a su sorpresa volvió a llenar el plasma y sus gemidos la habitación, su cuerpo desnudo solo era roto por su velo de novia, y este cimbreaba sin descanso

Elena – dios que polla tienes, me estas matando

Arturo – así así, sigue moviéndote, que manera de cabalgar

Elena – me corro sí, me corro

Arturo – dios que gusto, te voy a llenar le leche

Elena – sí, venga vamos

Arturo mientras emitió un grito que le hizo entender a Elena que se había corrido cosa que corroboro cuando al cabo de un rato la cámara enfocaba por detrás a Elena y se veía como la polla disminuía de tamaño y al liberar su sexo este rezumaba la eyaculación.

La pantalla volvió a fundirse en negro y Elena no daba crédito, eran ellos pero no recordaba nada, repaso escena tras escena horrorizándose más, los tres camareros, Adrián, Arturo y su padre la habían follado, pero no solo a ella, sino a su madre y a Claudia, escenas lésbicas, filiales, tríos y orgias, y todo con una expresión de felicidad y disfrute que no entendía. Y al final lo más terrible de todo era pensar que, viendo aquello su embarazo podía ser de cualquiera.

El sonido del teléfono la saco de sus negros pensamientos.

Lidia – ¿hija?

Elena – Ah, sí, hola mama

Lidia – te pasa algo

Elena – no, dime

Lidia – no es como decirte esto, pero tengo que darte una noticia, y no te enfades

Elena – ¿enfadarme? ¿Por qué?

Lidia – estoy embarazada – dijo rápidamente – no me digas porque, por que tomamos todas las precauciones, pero ha pasado

Elena forzó la alegría, y le siguió la cuerda a su madre, pero en su mente veía las imágenes de su madre follada por todos, pidiendo más, y estuvo a punto de vomitar, y andaba en esas tribulaciones cuando vio sonar el móvil y leyó el nombre de Claudia en el visor.

Elena – mama, tengo una llamada en el móvil, ahora te llamo yo – colgó para poder atender el móvil temiéndose lo peor

Elena pulso la tecla y contesto

Elena – ¿sí?

Claudia – hola hija, como estas – siempre la trato como tal, y pensar que la tuvo entre sus piernas comiéndole el sexo

Elena – bien y tu

Claudia – bien supongo, ¿tú me ves vieja?

Elena – para nada, que solo tienes 45, ya quisiera estar como tu cuando llegue a esa edad

Claudia – ¿y para ser madre?

Elena – ¿estas embarazada?

Claudia – sí, no veas que sorpresa nos hemos llevado, tu suegro esta encantadísimo

Joder, pensó, y mientras charlaba en modo automático con su suegra, veía a su suegra follada a cuatro patas por Adrián, dios que locura. Cuanto colgó decidió ver el DVD entero, llenado la habitación de imágenes y sonidos que la abstrajeron totalmente. Y cuando el ultimo fundido en negro acabo con el fin de rigor, se levantó convencida que aquello no podía salir de allí, cogió el DVD y lo puso de nuevo en la caja, y se dio cuenta que allí en el interior había lo que parecía el nombre de una empresa con su teléfono y email, quizás ellos son los que montaron el video y podrían decirle quien lo encargo.

Nerviosa llamo, y al tercer tono alguien descolgó al otro lado

Elena – hola, mire es que he recibido un DVD y quisiera saber. . .

Luis – Elenita, preciosa, quieres contratar un catering?

Elena colgó con los ojos vidriosos, si lo que vivió el día de su boda fue terrible aquello era todavía peor, y no sabía si aún habría otro nivel todavía más oscuro. Y en esos pensamientos su mano se perdió en su sexo para evadirse, como hacía varias veces al día.

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