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Mi primera vez con una madura
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Tiempo de lectura: 3 minutos

Me presento, me llamo Carlos y tengo 18 años de edad, soy un poco tímido así que esta es la primera vez que me atrevo a escribir un relato en la web sobre alguna experiencia personal, además lo que voy a relatar ocurrió hace apenas un par de días. Espero les guste.

Todo comenzó una tarde en el instituto cuando se publicaron las convocatorias para los intercambios estudiantiles, yo cumplía con los requisitos para ser elegible pero la verdad yo no estaba tan interesado y me daba un poco igual, hasta que después de mucho insistirme unos compañeros lograron convencerme. Esa misma noche comencé a ver las instituciones de destino, finalmente después de ver la lista y analizar las opciones que tenía disponibles elijo Brasil debido que solamente hablo español y portugués y también debido a que me llamaba la atención la cultura de aquel país.

Finalmente el día llega y mi vuelo despega hacia Brasil, una vez que llego soy recibido en la casa de una familia local (papa, mama y una hija) de inmediato me quede sorprendido con lo que vi, frente a mi estaba toda una hembra (piel morena, aproximadamente 1,70 de altura, piernas largas y unos tetas que me dejaron boquiabierto, probablemente tenía unos 30 – 39 años) y su hija había salido con sus mismos encantos (además de que ambas solo vestían una playera y un pequeño short, probablemente por el clima tan caluroso que hacía en la región. En ese momento sentí que mis pantalones se me habían apretado de la entrepierna. Después de eso la familia me mostró muy amablemente su casa y me mostraron la habitación donde yo me quedaría.

Paso aproximadamente una semana y todo transcurría de manera normal, me iba bien en la nueva escuela, me la llevaba bien con todos, etc., cuando un día la señora Francisca me pidió que arreglara el lavabo del baño, yo no tuve ningún problema ya que sabía algo de fontanería, pasaron los días y la señora Francisca me día más favores (arregla esto arregla aquello, etc.) algo que se me hizo raro es que la señora Francisca se me quedaba observando una gran cantidad de tiempo y al parecer me coqueteaba, quizá era porque su marido no estaba la mayoría del tiempo ya que él se la pasaba trabajando.

Un día la señora Francisca me pide que arregle una de las patas de su cama ya que se había quebrado, finalmente voy al cuarto y mientras estoy revisando escucho el cerrojo de la puerta del cuarto. La señora Francisca me sienta al borde de la cama y ella esta enfrene de mi y me dice:

-Creo que es momento de conocernos mejor, veras, mi marido ya no me complace y estoy buscando alguien que me satisfaga y creo que lo he encontrado.

– (intento levantarme e irme) Lo siento señora Francisca pero yo no puedo hacer eso, creo que es incorrecto y además no tengo experiencia.

– ¿Como?, no tienes experiencia. Me encanta la carne fresca.

La señora Francisca me ordena que me desvista.

-¡Esta es mi casa y tienes que obedecer mis reglas!

Finalmente quedo solamente con mi bóxer, la señora Francisca ordene que me siente a la orilla de la cama.

-Descuida, no tengas miedo, me encantan los chicos sin experiencia, sobre todo tan jóvenes como tú.

La señora Francisca introduce su mano dentro de mi bóxer y empieza a masturbarme de una forma suave y constante.

-¿Cómo se siente?

-De maravilla.

La señora Francisca me quita en bóxer se levanta y se despoja de toda su ropa me enseña su enorme culo, lo coloca frente a mi cara y me dice lo siguiente:

F:-¿Te gusta?

Yo:-Me encanta

F:-Me alegra que te guste “El ordeñador”

Yo-¿Por qué el ordeñador?

F:-Pronto lo sabrás

Ya le había visto el culo antes pero nunca antes tan cerca y desnudo, esta era mi primera vez y no estaba seguro de si iba a poder con tanto. Coloca su enorme culo sobre mi verga que ella previamente había parado, se sienta y comienza a contonear su culo de un lado a otro de una forma suave y poco a poco va aumentando la rapidez y la intensidad, toma mis manos y las coloca en sus caderas y después las sube a sus tetas:

-Tócalas, acarícialas, no tengas miedo.

Después de 10 minutos siento que estoy a punto de venirme y mi verga se había entumecido, acalambrado o algo así, no se sentía bien, me sentía exhausto.

-Señora Francisca no me siento bien.

-Descuida es algo normal, a los hombres les pasa mucho conmigo, en especial a los principiantes como tu, con el paso del tiempo te acostumbraras.

Finalmente mi leche sale disparada directo al culo de Francisca mientras ella gime, se excita más y empieza a mover el culo con más intensidad y felicidad, mientras yo alcanzo a ver cómo un poco de mi leche chorreaba de ese hermosos culo, me sorprendí demasiado cuando vi que mi verga había quedado atrapada en medio de esas nalgas y no la podía sacar mientras seguía brotando leche, Francisca tenía mi verga a su disposición.

-Así me gusta, pronto aprenderás a ser un macho de verdad para que puedas complacer de la manera que se merece a una hembra como yo.

No les voy mentir, aún sigo un poco adolorido de la verga y de mi pelvis, aunque para ser honesto la verdad es que me gusto.

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