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Viernes, 24 de mayo de 2019
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Tiempo de lectura: 4 minutos

A veces tengo fantasías en las que yo sucumbo con mi deseo secreto de convertirme en una puta con polla y muy mariquita y dejarme follar por todos los hombres con ganas. Mi gay-plan es algo que no suele fallarme y lo suelo comenzar cada vez de un modo muy inocente. Invito a los amigos -todos hemos cumplido la edad legal- a mi casa para ver películas, tranki, tranki.

Consiste en ver algunas series de Netflix que sé que les gustan y que ellos no suelen tener esta conexión. Lo que los amigos no saben es que también estoy descargando algunas películas porno usando una suscripción que me hice. Los invito y les digo que pueden invitar a su vez a otros amigos. Estas series suelen ponerlas a altas horas de la noche o solo están en Netflix, así que es una auténtica tentación poderlas ver a una hora accesible y darse una panzada de episodios.

Cuento lo que ocurrió la primera vez. Para ese día que venían tenía preparados unos aperitivos, bebidas y todo eso que a nosotros los jóvenes nos gusta. Los chicos llegan y empezamos a ver la primera serie. Está yendo bien con mucha conversación y bastante buen ambiente bromeando unos con otros. Después del sexto episodio les pregunté si alguien quería ver algo más durante un rato. Todo el mundo estuvo de acuerdo y yo les di una pista haciendo sonar antes de aparecer las imágenes el sonido de gemidos para que entendieran que era porno. Se impuso el silencio, ya que al aparecer las imágenes todo el mundo quedó hipnotizado por la chica a la que le daban tres tíos sin parar. Después de ver el video corto con la chica muy caliente, comenzaron a masajearse sus pollas por encima del deportivo.

Miré entorno a la sala y todo el mundo tenía las piernas abiertas y las erecciones notorias por debajo de sus deportivos. Me excitó saber que todos estábamos sentados con pollas duras esperando una razón para liberarlas. Hice el primer movimiento y me bajé la cremallera, me desabotoné los pantalones, saqué la polla dura para acariciarla y todos me miraban cómo llevaba mi mano sobre mi dura polla y uno a uno se sacaron su polla y empezaron a acariciarla.

¡Joder!, ¡qué caliente fue esto! Observé a cada tipo masturbándose su verga y yo me relamía los labios. Estaba mirando la dura polla de 8 pulgadas de Tom y luego nos miramos a los ojos él y yo con muy clara intención. Era como si estuviera en trance mientras me levantaba los pantalones y la camisa, me abrochaba y caminaba para arrodillarme entre las piernas abiertas de Tom. Extendí la mano y la puse alrededor de su dura polla para acariciarla. ¡Oh, qué caliente! La tenía dura, dura, parecía un palo de madera.

Tom comenzó a gemir y yo me incliné hacia adelante y tomé la cabeza de su polla en mi boca, la lamí y la chupé. Mmmm…, el presemen era verdaderamente delicioso. Entonces empecé a deslizar su polla por mi boca hasta la garganta, haciendo que me follara la boca. Yo estaba en medio del cielo. La polla de Tom empezó a latir y yo la metí profundamente en mi garganta para que se corriera y tragarme su semen directamente. Seguí chupando mientras él vaciaba la producción de sus huevos en mi boca.

Después de chupar su pene y ordeñarlo hasta dejarlo seco, solté su polla con la idea de tener una segunda oportunidad y dejar que se recuperara. Entonces miré por encima de mi hombro y los demás chicos estaban de pie o en cuclillas alrededor nuestro. Tomé la primera polla polla dura que tenía a mi derecha y la metí en mi boca, de pronto sentí unas manos en mi trasero y lo desnudó. Alguien me abrió las nalgas de par en par y expuso mi culo afeitado y mi agujero a la vista de todos como una clara invitación.

Era bastante obvio dado mi gran agujero afeitado que yo no era virgen. Había usado consoladores en mi culo durante años, pero esta era la primera señal de que estaba dispuesto a que me follaran por el delicioso agujero de mi culo. Me puse muy caliente sabiendo que mis amigos no sólo estaban mirando mi hoyo, sino que ahora sabían mi secreto de que me encantaba que alguien me penetrara mi hoyo.

Sentí un dedo que empujaba contra mi agujero desnudo y me relajé para dejarlo entrar. Entró y salió; luego fueron dos dedos, notaba que mi agujero se relajaba aún más para dejarlos entrar y mostrar lo suelto que estaba. Estaba tratando de concentrarme en la mamada que estaba dando, pero cuando sentí que una polla se deslizaba arriba y abajo de mi raja, seguí mamando la polla pero ponía atención a esa grata sorpresa. Con el precum lubricando mi hoyito, sentí la presión en la abertura de mi ano cuando una polla empezaba a deslizarse dentro de mí por primera vez. Mmmm… ¡pero, qué bueno, joder!. La polla se deslizó por mi agujero y se metió hacia dentro hasta que sentí la cabeza golpear contra la pared de mi próstata y las bolas golpeando campaneando en mi culo. ¡Wow, wow, wow…! Me sentía tan perfectamente bien…

Entonces la polla comenzó a deslizarse adentro y afuera, adentro y afuera sin parar y cada vez más rápido hasta ponerme, ahora sí, totalmente caliente con ganas y deseos y mi culo necesitaba más. Gemía yo a gritos mientras mi violador me follaba sudando a chorros. Podía oír el golpeteo de sus bolas contra mi trasero en cada embestida que me daba. Estaba gimiendo como una verdadera puta mientras mamaba una polla detrás de otra, todas tan duras y deseables. A la vez sentía que se iban intercambiando también las pollas en mi trasero. Con cada embestida de las duras vergas que entraban en mi culo, con más gusto me chupaba las que venían a follarme mi boca. ¡Mmmm…!, pasaron los ocho por delante y por detrás y alguno más de una vez.

Nunca me sentí más excitado que esta vez en que las pollas se vaciaban en mi culo, me sentía taponado y lleno y notaba que al salir una y entrar otra polla un reguero de semen discurría por mi culo, bajaba rozando mi perineo y por debajo del muslo, antes de llegar a la rodilla desde donde se depositaba en el suelo junto a mis pies. Cuando se secan los restos de lefa en el suelo me sirven para olerlos y rememorar en mi cabeza lo sucedido.

Encontré mi verdadera naturaleza y vocación, maricón perdido con agujeros disponibles. Y, a la vista del buen resultado, hasta hoy sigo haciéndolo a horas y en días que ellos me piden sesiones para ver series en mi casa. Por mi parte no me resulta difícil avisar a dos y ellos se encargan de invitar a otros y así caen siempre entre 7 y 10 chicos que me hacen disfrutar de mi vicio como ni imaginar podría.

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