Así como se había acordado previamente, ella es una amiga que trabaja cerca de San Marcos, ya habíamos chateado previamente que si se daba la oportunidad, haríamos un trio a la hora del mediodía, tiempo que tenemos disponible por nuestros trabajos.
Yo soy José 30 años, mido 180 cm, trigueño, delgado pero con panza, mi pene es de tamaño normal, 15 cm y algo grueso dicen.
Ella Julia 30 años, mide 155 cm, chelita, delgada, de pechos normales y un rico y paradito culito.
Ella me contacto un día de semana, único tiempo disponible ya que ambos tenemos nuestras parejas y desde que nos conocimos, nos teníamos unas ganas de comernos inmensas, pero queríamos un encuentro en trio primero, algo que fuese el punto de partida, y ocurrió que un amigo de ella estaba interesado en hacer un trio, ella se le negó varias veces, hasta que le ofreció darle algo de dinero para hacer el encuentro, poniendo ella de condición que fuese yo el tercero.
Decidimos encontrarnos en la plaza san Jacinto, nos saludos en el supermercado y luego fuimos donde estaba el amigo de ella.
Ya al ubicarlo en el parque cerca de ahí, nos subimos a su vehículo y fuimos platicando en el camino, dirigiéndonos a un auto motel conocido de la zona de la colonia Monserrat.
Entramos y fuimos a la habitación, en este periodo no ocurrió nada emocionante, debido a que ella no quería que la fuésemos acariciando por discreción, pero nos acarició el pene a él y a mí por momentos mientras íbamos al motel; ya adentro quisimos tomar las cosas con calma, aunque la verdad íbamos bien excitados.
Por cierto, el amigo de ella tendría unos 45 años, al gordito y con un pene similar al mío, normalito.
Entre a bañarme yo primero para estar limpio para ella, luego salí ya desnudo y entro el amigo a hacer lo mismo, mientras tanto la ayude a ella a desvestirse mientras la besaba y entro al baño ella después.
Media vez salió ella, procedí a la acción yo primero, para besarla y mamarle los pechos, luego se unió el amigo que hacía lo mismo, decidí luego de unos minutos que ya era hora y la puse a ella a mamársela al amigo, mientras yo le comía la concha, riquísimo sentir eso tan mojado y pequeño, a pesar de haber tenido hijos, estaba súper apretadita y bien rosadita y depiladita de ahí.
Mi excitación subió y procedí a ponerle mi verga cerca de su rostro para que comenzara a mamarla también, cosa que hacía de maravilla, digna de una actriz porno, mamaba, chupaba, lamia y jugueteaba con ambas vergas como una experta, luego se inclinó para que su amigo fuese el primero en penetrarla.
Y ahí estábamos, en la orilla de la cama el amigo se la cogia duro, mientras que a mí la chupaba mientras jadeaba, seguimos así un rato hasta que decidí que fuese mi turno, la quite del amigo y la puse a mamar, mientras la puse de perrito y así se la metí de golpe, sintiendo el calor y estreches de esa conchita.
Así pasamos un rico rato, mientras cambiábamos de posiciones, y nos acostábamos en toda la cama, ella no quería nada de anal, aunque le podía meter un dedito y se sentía de lo más rico, no se animó a más, pero si término de una forma tan deliciosa mientras se la chupaba a él, a mí se me había bajado la erección, así que la empecé a dedear y a sacarle un rico orgasmo.
Luego de eso paso a mamármela yo tirado boca arriba y ella sobre mí, cuando me la tenía a punto, se sentó sobre ella y se la clavo solita, haciéndome sentir en la luna, mientras el amigo se recuperaba.
Luego se la saque y me puse en el respaldo de la cama, y ella comenzó a mamarla como si no hubiese mañana, hasta que termine en su boca de lo más rico.
Lo recibió todo, pero luego se lo saco. Fue de las mamadas más exquisitas que me han dado, luego nos acostamos todos cansados platicando un rato de proyectos y futuros encuentros, ya la hora del almuerzo de ambos iba a terminar, por lo que nos metimos a bañar el cuerpo y ellos aprovecharon a cogerse un rato más.
Ella y yo hemos quedado que haremos otros tríos o nos iremos a comer solitos muy pronto.
Este relato es real, y espero que se animen a contar sus experiencias.