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Mi segunda experiencia con una trans
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Tiempo de lectura: 4 minutos

Hola. Hace tiempo que no escribo en esta página, por dos razones: 1) no he podido, y 2) no tenía otras experiencias para contarles.

Tuve otras experiencias, y justo ahora tengo un poco de tiempo, pues mi señora fue a hacer unos mandados. Por lo que ahora entro de lleno a contarles la siguiente de varias experiencias que tuve desde mi última vez, con la primer trans.

Después de haber estado con la primera trans me gustó. Y mucho.

Entonces entré en páginas web de trans y encontré unas cuantas, justo de Uruguay.

Le dí un click a una de ellas, y aparecieron varias fotos de trans. Desde muy hermosas hasta algunas no tanto.

Elegí unas 4 que me gustaron: G., T., S. Y B. Todas ellas tenían fotos de sus colas, senos y 3, de éstas 4, agregaron fotos de sus penes. Uau. Ver esos cuerpos femeninos con esos "pedazos", me encantaron. Las empecé a desear a ellas y sus penes.

Llamé a G y arreglamos vernos una mañana, pues justo podía "evadirme" de mi señora.

Un día antes de encontrarnos le mandé un wapp diciéndole que la estaba deseando y mucho, y que me habían gustado todas sus fotos. TODAS.

Llegado el día fui a su casa, nos saludamos, me hizo pasar a la pieza donde había una cama de dos plazas.

– “Así que te gustaron todas mis fotos. ¿Pero todas, amor?”

– “Sí, G., absolutamente TODAS”, le recalqué.

Y yo empecé a sacarme la ropa.

– "Bueno bueno…Te estás sacando toda la ropa…", y se sonrió.

– "Sí", le contesté y seguí desvistiéndome. Una vez desnudo me acosté en la cama y me di cuenta que no había comprado preservativo.

– “Uuy, no compré preservativos!!!”

– “No importa, amor, yo tengo.

Fue a la mesita de luz abrió el cajón, sacó un preservativo y me lo puso en mi pene que ya estaba que reventaba.

– "¡¡¡Bueno bueno mi amor, estás caliente eh!!!"

– "Sííí", le contesté.

Me quedé acostado y ella se puso a un costado mío con las piernas perpendiculares a mi cuerpo. La empecé a besar y ella agarró mi mano derecha y la llevó hasta su pija, la cual agarré y no la solté. Movió su cabeza y me dio un hermoso beso de lengua. Yo seguía agarrando su pija.

Entonces ella se acercó a la mesita de luz, sacó otro preservativo, y se lo puso.

– "¿Qué querés que haga?", me preguntó.

– "Que me la chupes", le contesté.

Entonces empezó a chupármela y en cada mamada que hacía iba poniéndose paralela a mi cuerpo hasta que quedamos pegados. Ella chupando y yo con su pedazo frente a mi boca.

– "Ay, amor, ahora chupámela a mí, por favorrr", me dijo

– "Bueno, como quieras”, le contesté.

Agarré con mi mano derecha su pija, me la quedé observando, a ese hermoso tibio pedazo de carne que tenía delante de mí. Ni muy larga, ni muy corta, pero un grosor divino, y me la llevé a mi boca como en cámara lenta. Comencé a chupársela, a saborearla, a pesar del gusto del preservativo. Le pasaba la lengua por todo su tronco y ella hacía lo mismo con mi pija. En un momento me dieron ganas de mordérsela un poco.

– "Ay, amor, no me la muerdas", me dijo.

– "mpermdón", le contesté con la boca llena porque no quería dejar de chupársela.

Era tanta la calentura que yo tenía, que acabé en seguida.

– "Ay noooo…Yo quería seguir. Perdoname", le dije, acomodándome en la cama y poniendo mi cabeza sobre una de las almohadas.

– "¿Y no querés que te coja yo a vos?", me dijo sentándose al lado mío y poniendo su pija sobre mi cintura.

Se la agarré con mi mano derecha, y mientras la miraba a sus ojos, comencé a pajearla, y le pregunté:

– "¿Tú querés?"

No me contestó nada. Sacó de un tirón la almohada sobre la que estaba apoyada mi cabeza y la puso debajo de mis caderas, quedando mi cola más levantadita. Se arrodilló contra mi cola. Acercó su cara a la mía y comenzó a besarme el cuello, mi oreja izquierda hasta llegar a mi boca, para darme un rápido pero potente beso de lengua, y yo sintiendo su pija sobre mi abdomen. Mientras, con los dedos de la mano izquierda jugaba alrededor de mi ano, hasta que en un momento, me metió en él, uno de sus dedos. La miré a los ojos como pidiéndole que me cojiera ya, en ese momento.

Continuando arrodillada estiró su cuerpo, y de la mesita de luz, tomó un pomo, lo abrió con su mano derecha, sacó el dedo de mi culo, se puso pomada en dos dedos y me la pasó por alrededor y dentro de mi ya latiente culo. Yo estaba que volaba. Movía mis caderas para arriba, abajo, a los costados, esperando que me metiera su tan anhelada pija.

Una vez con esa pomada puesta, levantó rápidamente mis piernas para que mi culo quedara a la altura de su pija. Yo apoyé mis pantorrillas sobre sus hombros, dejándole mi culo a su disposición.

Ubicó la pija en el agujero del placer, y sin más, en décimas de segundo, me la metió absolutamente toda, adentro mío. Qué placer!!

– "Ay… ufff"

– "¿Te dolió? ", me preguntó.

– "Ay. Sí"

– "¿Pero te gusta?", preguntó.

– "Aayy. Sí, mi amor. Mucho.", le contesté mientras con mi mano derecha quería tantear cuán adentro mío estaba su pija. Ella se dio cuenta y me dijo:

– "Está toda adentro, amor ", y empezó a "bombearme" fuertemente.

Subía y bajaba con frenesí. Casi en forma salvaje, diría yo.

– "te voy a dar toda la leche. ¿Querés??"

– "Siiiii… dámela… aunque no me quede tu leche en mi cola."

Y continuó bombeándome cada vez más fuerte e intenso, y yo trataba de seguirlo al compás con mis caderas.

Mis manos recorrían sus hombros, su espalda hasta llegar a sus nalgas donde las apretaba más contra mí, como para que no quedara ningún pedazo de su pija fuera de mi culo.

– "Está toda adentro mi amor. No te preocupes ", me decía. "¿Te gusta amor? ", me preguntaba sin dejar de cogerme.

– "Si mi amor, sí. Seguí. Cógeme. Dame tu lechita. …"

– "Ahí va mi amor… ahí va toda mmmi lecheeeaaagghh"

Y siguió moviéndose lentamente. Muy lentamente.

– “Ay. Mi amor, me hiciste gozar como hace tiempo no gozaba. Sos divina”, le dije, y nos dimos un hermoso beso de lengua. Abrazados.

Fuertemente abrazados, sin que ella me sacara la pija de mi culo. Entonces empecé a mover mi cintura por si ella quería seguir cogiéndome.

– "Mi amor, la verdad quisiera seguir cogiéndote, pero hoy no tengo mucho tiempo. La próxima vez que vengas, prometo cogerte más de una vez".

Sacó su pija muy despacio "Ay nooo", dije, pero de a poco la sacó toda. Se sacó el preservativo y mostrándomelo me dijo:

– "Acá está toda la leche", y el preservativo era larguísimo por la cantidad de leche eyaculada por G.

Nos levantamos, nos aseamos y quedamos que volvería a llamarla para volver a pasar un muy buen rato. Y lo hicimos.

[email protected]

 

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