Las semanas de examen son, literalmente, una condena. Recuerdas perfectamente cuando estudiabas en esas aulas, esas mismas asignaturas y casi con los mismos profesores, por eso tu nivel de empatía es enorme, lo que no resta sufrimiento. Durante toda la semana, metida en el cuarto, estudiando, haciendo ejercicios y sin tiempo para otra cosa que no sea cuadernos libros, calculadoras y viajes a la escuela, acumulan nervios y tensiones que nos afectan a ambos, pero hoy es viernes y esperas poder arrancarme de esa habitación. Te acercas despacito y me escuchas murmurar dentro.
– Esta la cena lista, laztana.
Te contesto un poco enfadada por haberme interrumpido que me acercare en 5 minutos y te vuelves a la cocina. Tardo más de 15 en aparecer, con cara de agotamiento. Te doy un besito y me sirves la cena, que devoro con rapidez.
– Bihotza, ¿Vemos esta noche la de Spiderman que no pudimos ver en el cine?
Con una mirada de reproche, te digo que estoy atascadísima con cálculo y que no tengo tiempo para eso. Dándome un suave besito, me aseguras que te sentaras a mi lado tras la cena y sacaremos juntos esos ejercicios. Tras largas horas de trabajo, nos metemos en la cama, cansados, pero con el trabajo hecho y nos quedamos dormidos en segundos y solo despertamos cuando el sol no nos permite seguir durmiendo.
Siempre supuse que la Universidad sería difícil, pero cuando tocan los exámenes es simplemente destructiva. El estudio presenta un caos organizado, libros, cuestionarios, lápices y bolígrafos. A pesar de ser sábado me escurrí temprano de nuestra habitación no sin antes darte un suave beso en la frente, agradeciendo toda la ayuda del día anterior. Inicio sesión en la portátil y abro el Messenger, con puntualidad inglesa se conectan mis dos amigos y compañeros de estudio. Hacemos un pequeño resumen del día anterior, mientras seguimos comparando resultados y planeando lo que sigue del día. Doy un sorbo al café expreso que prepare hace pocos minutos, sé que terminare con un reproche por no comer algo más sustancioso a estas horas de la mañana. Sin darnos cuenta entre ejercicios ya ha pasado una hora, por nuestra salud mental decidimos descansar un poco y conectarnos después de mediodía. Organizo un poco el desastre, nunca me ha gustado, pero en tiempo de exámenes no puedo evitar el caos estudiantil. Escucho movimientos fuera, sin duda ya te has despertado.
Al despertar y no verme te supones que he madrugado para seguir estudiando. Vas a la cocina, sin muchas ganas y haces un desayuno, sin ser muy abundante, pero que me aporte energía. Lo pones en una bandeja y me lo acercas a la habitación mientras planificas tu mañana, y posiblemente tú tarde. Me dejas el desayuno, dándome un beso, y te cambio de ropa y vas en busca de tu padre para trabajar algo en la huerta donde pasan toda la mañana. Llegas a casa y sigo en el cuarto. Mientras preparas un rico plato de arroz con pollo, te tomas un par de copas de vino tinto y te distraes con la tele. Cuando todo esta listo me llamas para comer.
-¿Qué tal todo princesa?
Veo el móvil luego de sentarme a la mesa, y me sorprendo de lo rápido que ha pasado el día. Cuando vuelves a preguntarme cómo voy salgo de mi ensimismamiento.
-Eh… digamos que bien, aunque ya sabes, todavía hay cosas que no terminamos de resolver, hoy estamos con programación y no nos termina de dar el controlador. Quedamos de mandar el archivo quien lo termine primero.
Inhalo el delicioso aroma del plato, mientras lo devoro con ganas y rapidez, te pido un poco más pues cargo un hambre canica, luego de terminar la comida demasiado rápido para tu gusto, me comentas que puedo hacer mala digestión. Hago un gesto con la mano restándole importancia. Y antes de que puedas hacer una réplica he desaparecido de nuevo en el estudio.
Te quedas solo en la mesa, viendo algo de TV y recogiéndolo todo. Al terminar te acercas a mi zona de estudio y me ves enfrascada entre libros. Te despides anunciándome que sales a pasear a lo que no recibes respuesta. Tras pasar toda la tarde en casa de tus aitas poniendo a punto la moto, regresas a casa de nuevo y me encuentras en el mismo sitio.
– Laztana, ¿Necesitas algo? Una nueva negativa y un nuevo paseo hasta la sala. Media hora después, preocupado te acercas de nuevo.
– Bihotza, ¿Estas bien? ¿Respiras? – Un gruñido por respuesta.
Tras esperar 45 min más en la sala, decides arrancarme de mi estado de aislamiento, sabiendo por sobrada experiencia que tanto tiempo no es bueno. Te acercas a mí y colocas tus manos sobre mis hombros, dando un suave masaje. Estoy muy contracturada. Un suave besito en la cabeza mientras tus manos siguen haciendo su trabajo. Tu cuerpo se pega al mío, y como cada vez que me das un masaje, termina en sexo guarrete y morboso, no puedes evitar excitarte, pero apartas esa idea de tu cabeza, aunque sabes que me vendría muy bien para relajarme.
– Mi niña… ¿quieres un poquito de leche?
Te miro con cara de pocos amigos, el estrés está haciendo mella en mí. “Laztana… tu solo piensas en eso” Digo señalando tu media erección que se marca perfectamente en tu pantalón. “Pero si yo hablaba de un vasito de leche con tus galletitas favoritas” respondes con cara de buen chico, te doy un suave beso en los labios apartándome y prometiéndote una recompensa luego de estos largos días. Estas plantado, decidido a no ceder en tu empeño de hacerme descansar. Te sientas en la cómoda silla donde he pasado prácticamente todo el día y me atraes hasta quedar sobre ti, empiezas con un pequeño sermón de lo perjudicial que puede ser esos maratones de estudio, pongo los ojos en blanco. Cuando escucho el característico sonido del Messenger reportando los mensajes de mis compis, me inclino hacia la portátil regalándote sin querer una provocativa visión de mi culito, apretado en unos pequeños shorts deportivos de color morado.
– Grrrrrrrrrrrrr
Sin poder evitarlo, me das una nalgada, más sonora que dolorosa. Esa tensión dentro de mis pantalones hace que aparezca otra tensión igual de fuerte dentro de los tuyos.
-¡Liante!
Puedo notar la dureza de tus pantalones, que crece debajo de mí mientras realizo mis actividades académicas. Tus manos se posan sobre mí culo y recorres cada milímetro.
-Si sigues así será mejor que te vayas. Digo un tanto mosqueada pero el rubor de mi rostro denota excitación que no puedo ocultarte
-¿De veras? ¿Es lo que quieres? Me susurras al oído mientras tus manos suben por mis caderas, presionándolas con suavidad y deslizándose lentamente hasta mi tripita.
– Esta pequeña ruge de hambre mi vida.
Tus manos, ya presionando mi vientre, suben en esta ocasión hacia arriba, buscando mis firmes y perfectos pechos.
Oculto mi sonrojado rostro entre mi lisa cabellera color chocolate. El recorrido de tus manos ha logrado descolocarme, sumando la potentísima erección que se encaja perfectamente en mi culito mientras intento buscar una posición más cómoda. Te inclinas para besar mi cuello y tus manos acarician perezosamente mis pechos, mientras que tu erección se clava más en mi "Eres muy malo, sabes que tengo que estudiar…" conoces perfectamente ese tono de excitación en mi boca has ganado está partida.
"Mi niña… ya has estudiado suficiente por hoy…" Me susurras mordisqueando mis orejitas. "Si quieres, mañana le damos juntitos un empujón" Acompañas tus palabras con una suave nalgada.
Suelto un gritito y una mirada de reojo. Me inclino nuevamente, esta vez con otra finalidad, la de provocarte. Tu gruñido es una muestra de que lo estoy haciendo bien. Una nueva nalgada más sonora que nada hace que quede opaca por un instante la música que proviene de la habitación. "Eres un liante" susurro mientras besas mi cuello, en esta posición nos encontramos perfectamente acoplados, siento como tu polla lucha por romper las barreras de ropa que separan nuestros sexos.
"Recuerdo la última vez que lo hicimos aquí…"
"Mmmm, sí. Yo también lo recuerdo" Tus manos se deslizan por mi cintura, buscando mis firmes tetitas. Tu polla, dura como el diamante, presiona tus pantalones y los míos, ávida de entrar en su lugar preferido en el mundo. Consciente de la creciente excitación, no te conformas con el contacto a través de la ropa y cuelas tus manos bajo mi jersey, presionando mis pechos, sobre el sostén, que con un rápido movimiento consigues soltar para poder deleitarte con la tibieza de mi piel.
Te regalo una picara mirada, mientras presionas mis pezones causándome un gemido ahogado. Mi culito se mueve provocativo sobre tu polla que parece cada instante más dura, cosa difícil de creer, mi mente vuela al imaginar la próxima riada de leche, días de abstinencia tienen tus huevos sumamente cargados, y tu mirada pervertida demuestra que no me darás tregua hasta saciarte de mí. "mmmm que duro estas, ¿me vas a taladrar?" mi tono es meloso, sensual, algo aniñado cosa que te enloquece y te nubla el juicio, busco despertar tus instintos primarios, sexuales y disfrutar mucho de ello.
"Solo vengo a traerte la merienda, laztana" Tus bajan de nuevo por mi vientre, jugando con mi ombligo. Tus labios mordisquean mis orejitas causándome cosquillas. Firmemente apretado contra mí, tu polla presiona mi culito deseando liberarse. Tus dedos, bajan por mi vientre, y se meten bajo mis pantalones y bajo el elástico de mis braguitas acariciando ya mi imberbe y suave pubis. Cuando repasas la longitud de su almejita, compruebas con deleite de que ya estoy totalmente empapada. "Veo que la niñita quiere su golosina. ¿Quieres una txutxe? "
Mi dulce mirada solo significa una cosa, pienso liarte. En un rápido movimiento me separo de la deliciosa fricción, apoyo mi culete en el escritorio, me encuentro de pie entre tus piernas "ya sabes que no me gusta que me digas niñita sin el posesivo primero, creo que ahora me encuentro indispuesta" Cojo el móvil dejándote frito con mi acción y espero impaciente tu respuesta
"¡Pero bueno! Habrase visto MI pequeña insolente?!?!?!?! "
Me tomas en volandas y me cargas como un saco de patatas al hombro rumbo a la habitación lanzándome sobre la cama. "Ahora vas a ver lo que es bueno" Te lanzas sobre mí y empiezas a hacerme cosquillas, muchas cosquillas que provocan que me retuerza como una anguila.
Entre risas no detienes tu ataque, reímos y poco a poco tus manos se cuelan de manera más provocativa, con otro índole diferente al de hacerme reír. Has levantado mi jersey dejando expuesto mi plano abdomen y poco a poco vamos cayendo al deseo comiéndonos a besos. Tus traviesas manos pronto buscan de nuevo mi firme monte de venus, avanzando ya sin cautela ni recato. Un suave pellizquito, una delicada presión, un recorrido rápido de tanteo por toda la longitud de mi rajita y una incursión en mi cueva, que arranca un sonoro gemido. Llevas tus dedos a la boca para degustar mi esencia y de forma poco delicada me quito las vestimentas de la parte superior de mi cuerpo para lanzarte a devorar mis firmes y deliciosas tetitas. Mis manos presionan tu cabeza, sujetando tu cabellera. Tus dedos se cuelan dentro nuevamente haciéndome enloquecer. Puedo sentir tu potente erección. "Te tengo un desafío" susurro y veo gua ojos brillar, muerdo tus labios provocativamente. "5 minutos, si me haces correr en ese tiempo, haré lo que quieras y sino harás lo que yo quiera"
Sin perder tiempo, vas a por mis shorts y me los retiras de un solo tirón dejándome desnuda de cintura para abajo. Me volteas, dejando mi culito a la vista e inclinas mi cuerpo para que quede en la posición perfecta, y sin más rodeos, te lanzas a comer mi culo y mi rajita que está totalmente a tu alcance arrancándome un gritito de sorpresa, excitación y placer.
"¿Acaso no sabes que lo peor que puedes hacer es retarme a algo?"
Tu lengua se mueve frenética entre ambos objetos de deseo. Las horas de estudio hacen que este un poquito sudadita, pero eso solo hace potenciar el sabor y el deseo. Tus dedos vuelan, enterrándose en mi culito y presionando mi botoncito. Mis gritos van en aumento. Mis grititos de placer no se hacen esperar, el ataque es sorprendente y es difícil controlarme. Tus dedos y tu lengua están llevándome al máximo placer, pero intento resistir, cuando intento apartarme un poco un sonoro azotito no se hace esperar "eres un guarro pervertido" digo entre gemidos.
Con la cara empapada con mi flujo, relamiéndote con lujuria, me replicas: "No, soy un pervertido, y además, MUY GUARRO". Entierras de nuevo tu cara entre mis piernas, lamiendo y dedeando, provocando unos gritos cada vez más altos e intensos. Cuando metes el dedo corazón dentro de mi culito pego un respingo incapaz de contenerme. "Veras lo relajadita que vas a quedar" Mi cuerpo se ve invadido en el placer, siento tu dedo adentrándose en lo profundo de mi estrecho ano y mis grititos de placer, tus lamidas son potentes hacen que mis flujos aumenten en cantidad y llevándome al borde del éxtasis. "Pervertido" digo entre jadeos.
Enardecido por mi reto, buscas mi máximo placer. Tus dedos vuelan en mi culito y se intercalan con mi deliciosa rajita, rodeando y presionando mi clítoris. Cuando no son tus dedos, es tu boca la que lo succiona, presiona y lame. Mis uñas se clavan en tu cuero cabelludo presionándote contra mí y dejándote casi sin aire. Trato de mantener mi respiración controlada, miro el reloj todavía cuentas con un par de minutos pero creo que no resistiré mucho más tiempo "tu ganas" digo en un hilito de voz antes de que mi cuerpo se tense y libere un intenso orgasmo que te baña por completo.
Bebes, saboreas, lames y absorbes cada gotita del delicioso néctar que acabo de regalarte. Limpias mi sexo por completo, dejándolo reluciente de nuevo, y levantas tu cara, conectando nuestras miradas. Eres consciente de que tu rostro esta empapado por mis flujos, y me guiñas un ojo mientras me relames. Chupas el dedo que tenías profundamente enterrado en mi culito. “¿A que ahora te sientes mucho mejor?” Mientras asiento con un susurro, no puedes evitar esa mirada, esa sonrisa que tan bien conozco de alguien que está tramando algo. “¿Quieres que me cobre mi apuesta ahora o lo dejamos hasta después de cenar?”
Me enfurruño un poco y luego de relajarme, cruzo los brazos "eres un tramposo" digo mientras tomo tu camisa y me la coloco mientras te sigues relamiendo con mis jugos. "Vale después de comer, que tengo hambre, quiero un basaplatillo espectacular, te vez sexy cocinando" te saco la lengua mientras disfrutó de la suavidad de las sabanas. Me dejas relajadita en la cama mientras te acercas a la cocina. Abres la nevera y miras la mercancía. Ves varias cosillas que te hacen pensar. Empiezas a elaborar la cena. Una deliciosa ensalada de aguacate con langostinos y unas enormes setas, con picadillo de jamos y queso fundido que pondrás al horno. Añades algunas cosillas más a la receta que tienes que recordar del libro. Antes de que entre, preparas un par de cosillas más, a modo de sorpresa. Cuando entro en la cocina, te pillo justo metiendo las setas al horno, ya caliente como una fragua.
Medio dormitada me dirijo a la cocina y me entretengo con el espectáculo de verte cocinar, el olor que se cuela por todos lados me invade y hace que mis tripas rugan con fuerza. Mi mente aunque relajada trabaja a toda velocidad pensando en cómo cobraras tu apuesta. Tomo un poco de agua pues tengo la boca seca, te acercas a mí un instante y me abrazas por detrás haciendo que tu camisa se levante un poco, ambos reímos y con un suave beso en el cuello te separas, y continuas dando los últimos detalles. Enciendo la televisión y coloco los últimos capítulos de Steven Universe, serie que "muy amablemente" te hice ver "¡yo ya quiero que ser arme el jaleo!" me miras negando con la cabeza mientras cojo uno de mis peluches y te lanzó un beso al aire.
"Pon la mesa mi niña" Me dices mientras retocas los últimos detalles de la cena. Las ensaladas están listas, el pate de pistachos y pimiento rojo también. Las setas, terminan de dorarse en el horno. No puedes reprimir una malévola carcajada sabiendo lo que espera después. Abres una botella de txakoli, bien frío, que sirves en dos finas copas. "Por nosotros laztana"
Después del brindis "por nosotros", te escudriño con la mirada, analizo tus gestos y tu risa, no ha sido reconfortante "me das miedo cuando pones a trabajar esa mente perversa tuya" damos buena cuenta de la comida y disfrutamos del buen vino, "todo te quedó delicioso laztana, me ha encantado, mi masterchef" Tras la cena, sacas un pequeño pero delicioso flan de huevo casero que habías dejando enfriando en la nevera. Tomas una cucharilla y me la das en la boca, para seguidamente, besar mis labios. Terminado el postre, terminas de vaciar la botella llenado de nuevo nuestras copas.
"Eres preciosa nenita"
Tras apurar el último trago, me miras a los ojos. "Una sorpresita, bihotza" Me quedo mirándote con cara de sorprendida y un poco recelosa.
"¿Recuerdas cuando hace un par de semanas, hice una cena con los colegas, solo para chicos?"
"Ssi…."
"Pues…. hicimos una apuesta… y perdí"
De dentro de un armarito, sacas un frasco de cristal.
"Resulta, que, tras la cena, nos calentamos un poco con unos videos de una despedida de soltera a la que fue Ane, la sobrina de Fede, y…." Mi mirada se ensombrece por momentos, entornas los ojos y endurezco el semblante.
"Y bueno. Las chicas perdieron los papeles, y terminaron mamándole la polla, hasta que el chico se corrió como un bestia en la cara y boca de la pobre Ane… y la muchacha se lo trago todo, se relamió y le rebaño. Estábamos todos muy excitados, y alguno empezó a masturbarse mientras se buscaban videos similares. Los iban poniendo en la tele, y los videos, uf, eran muy pervertidos. No vimos como llego. El caso es que estábamos todos con las pollas al aire, masturbándonos viendo como Ane tragaba semen, y otros videos similares. Creo que fue el alcohol, pero… dijimos que a ver quién aguantaba más sin correrse. El que se vaciase, tenía que hacerlo en un bol, hasta que se corriesen todos. El que más aguantase, se llevaba el bote de 150€ que había sobrado, y el primero…" Me muestras el frasquito que tenías en las manos, donde se apreciaba claramente su contenido. "Tenía que beberse, o hacer que su chica lo beba, las 10 corridas enteras”
Te miro con sumo recelo y algo de enojo, me levanto de la silla y me voy al sofá haciéndome un ovillo "te jodes, yo no pienso beberme el semen de tus 'colegas' menudas fiestas te montas"
"Pero, mi vida, perdiste la apuesta. Esto es lo que yo quiero. Que seas mi esclava el resto del día. Y como primera orden, tienes que beberte esto. Pero…. además, tengo que grabarlo…."
Tomo el frasco con mis dedos inspeccionándolo con la luz "sinceramente lo que más me decepciona es que te hayas corrido de primero, supongo que no queda de otra, eso me gano por estar apostando" me resigno y te miro con algo de duda pero con un cierto brillo de quien sabe la verdad.
"Entiéndelo, vida. Con tus exámenes, el estrés, además, me imagine tu tripita llena de toda esta leche y me puse burro. Enga, quítate la parte de arriba de la ropa, para no mancharla y que quede mejor, dile unas palabritas a la cámara y tomate toooda la lechita. Si quieres también puedes jugar un poco con ella, como Ane, para demostrar que mi niña es la mejor "
"Que te ha encantado la zorrita esa ¿eh?" te saco el dedo del medio, mientras buscas la cámara "Chicos ahora os vais a deleitar como una chica disfruta la leche en verdad" lamo mis labios de manera perversa y te dedicó una mirada lasciva, abro el frasco y lo olfateo, hundo uno de mis dedos y lo empapo bien del líquido viscoso, acercó mi lengua y lo lamo con suma lascividad. Puedo notar como se va levantando en tus pantalones algo duro y delicioso. Continúo con mi espectáculo, jugando con mi lengua y devorando todo el contenido del frasco. Abro mi boca y dejo caer desde arriba y algunas caen cerca de mis labios y las llevo a mi boca. Cuando ya he terminado doy unas lamidas al frasco para dejarlo perfectamente limpio "y así es como se disfruta de la leche" colocas pausa al video y rompo a reír, "te recuerdo que cuando le gastamos la broma a Josu tu nos enseñaste, guiño el ojo, demasiado dulce para mi gusto" te saco la lengua "¿con que esclava?" digo y antes de responder te lanzo un cojín en la cara.
Recoges el cojín y me lo lanzas, y te lanzas justo detrás para placarme. Nos enzarzamos en una pelea tipo WWE hasta que me inmovilizas en el sofá. Me das un suave beso en la boca saboreando el semen que me acabo de tomar. "si, es excesivamente dulce"
"Prefiero el tuyo" digo dándote una lamidita en la mejilla. Puedo sentir tu erección en mi muslo dado la íntima posición. Vuelves a darme otro beso, un poco más intenso pero cargado del mismo sentimiento "eres un guarro, por suerte te conozco demasiado bien" sonrío nuevamente y seguimos en la misma posición sin movernos, me tienes inmovilizada por lo que empiezo a refunfuñar un poco.
Te levantas, dejándome respirar. "Bueno vida, como me sigues debiendo una, por nuestra pequeña apuesta, he pensado convertirte en una pequeña zorrita. Ponte el vestidito de putilla, entra en la habitación, encendemos las velas y los leds rojos, y nos metemos en el rol de putilla, cliente, bwaa ha ha haaa"
"Vale, tu ganas está, soy de palabra, pero para la próxima no correrás con tanta suerte liante"
Me levanto y salgo corriendo a nuestra habitación esquivando un azotito que iba directo a mi nalga, me doy media vuelta y te saco la lengua. Retomo mi pequeña carrera hasta encerrarme en la habitación. Creo que es el momento adecuado para sacar a relucir ese pequeño conjunto que te he ocultado desde hace tiempo esperando la ocasión especial. Un pequeño vestido casi transparente de encaje de un color rosa suave que no deja mucho a la imaginación acompañado de un minúsculo tanguita del mismo color. Preparo el ambiente, encendiendo las luces y las velas que tienen un delicioso aroma a vainilla y canela.
Te sientas en el sofá, esperando a que me diga que estoy lista. Mientras, visualizas el video que acabamos de grabar y tu erección se violenta. La imagen es perfecta. Mi aniñada carita, el bol lleno de leche, y mi boca tragándolo todo sin dejar gota acompañado por mis comentarios. Cuando suena mi melodiosa voz, te acercas al cuarto con cautela para quedarte con la boca abierta al verme y sentir el ambiente.
"Hola, ¿Eres tú la putita que va a atenderme?"
No puedo evitar que mi rostro se torne de un color rojo ante tus palabras, bajo la mirada y asiento con un tímido "Si señor" con tus dedos tomando mi barbilla me haces levantar la mirada, tus ojos se han tornado de un color indescriptible oscuros de deseo, dirijo mi mirada un poco más abajo y la potente erección que se marca en tus pantalones delata perfectamente tus perversas intenciones, mientras me estudias con la mirada, me siento a la expectativa de tu siguiente movimiento
"Bueno, espero que seas una autentica guarrilla. Vamos a ver lo que sabes hacer. Baila para mi"
Busco la mezcla de música adecuada para la ocasión que pronto envuelve la habitación, en conjunto con las luces da una perspectiva sumamente erótica, me muevo con movimientos lentos y sensuales, dejándome llevar por la melodía, sintiendo las notas y dándote un gran espectáculo, el vestido se pega a mi piel remarcando todas mis curvas, me sigues con una atenta mirada, devorándome Te quedas con la boca abierta admirando el espectáculo. Vives con una diosa del streap teaase y no te habías dado cuenta. Con el dedo, me haces la seña de que me dé la vuelta para poder mirar el resto de mis curvas con total deleite.
"Vete quitándote la ropa, muuy despacito zorrita, pero no toda. Quiero quitarte tus braguitas con los dientes"
Acompañando mis movimientos eróticos me voy deshaciendo poco a poco del vestido, dándote una visión de mi espalda desnuda, juego con tu sentido de la vista, mostrando piel de la manera más erótica posible, mis movimientos lentos y sexys destacan mis caderas mientras el casi transparente vestido abandona mi piel. Me acercó a ti dándote el primer plano del tanguita rosa incrustado en mí culito.
Estas ciego de excitación. Tus manos se alargan para acariciar mi delicioso culito. Lo acaricias, lo palpas y le das una sonora nalgada. Tiras de la tanguita para que se meta aún más por la raja de mi culo. Miras hacia una de las cámaras web, consciente de que se está grabando todo y te ratificas en que fue una de las mejores inversiones que hemos ido haciendo. Empezamos instalando una en la entrada, para que nos avisara de cualquier apertura de puerta no controlada y eso te dio la idea de seguir.
El bajo coste de las cámaras y su facilidad de instalación, te animo a instalar 4 en la habitación, 1 en el baño y 3 más en la sala, para poder captar a la perfección cualquier sesión de sexo que realizáramos, por si se te olvidaba instalar el trípode. De esta forma, también, cuando estas en tus viajes, puedes ver como duermo, como me duchas o como…”
Empiezas a quitarte la parte superior de tu ropa, y los pantalones, dejándote tan solo con los bóxer y un enorme bulto bajo ellos, doblemente estimulado.
"Mira lo que tengo para ti… gorda, potente, muy sudada y con restos de orina, listos para que me lo limpies bien ¿Eres una zorrita sucia?"
Muerdo mi labio mientras me ofreces tu mástil completamente duro. "Si señor soy SU zorrita muy pero muy sucia" me arrodillo entre tus piernas y acacias mi cabello y mi rostro, y me empujas sutilmente hacia tu polla. Con mis dientes sujeto el elástico del bóxer y lo jalo para dejar al descubierto tu polla, que sale como resorte de su escondite. Con un poco de ayuda de mis manos termino de desaparecer tu ropa y te dedico una mirada lasciva de mí sonrojado rostro. Acerco mi boca a tu miembro, sin usar las manos 'como toda una profesional' y lo llevo a mi boca, unas cuantas lamidas para disfrutar de su sabor y luego la devoro, con una suave succión, voy chupando hasta que desaparece por completo, tus manos se posa en la parte trasera de mi cabeza para marcar el ritmo.
Con los ojos en blanco, tratas de recuperar el rumbo de la situación. Te pones de pie aprovechando un momento en el que saco tu polla de mi boca y tu grueso mástil golpea en mi barbilla. Me das un empujón y me tiras sobre la cama. Con rapidez, me volteas, dejándome boca arriba y me arrastras hasta dejar mi cabeza semi colgando del borde. Deslizas tu empapado glande por toda mi cara y me das algún golpecito con él en las mejillas y labios. Cuando intento protestar, metes de nuevo la polla dentro de mi boca y esta vez la presionas hasta el fondo. Siento la tensión de mis labios en tus huevos y eso casi te hace eyacular. Con una mano, desnudas mi torso y con la otra, presionas en mi fina garganta con suavidad para notar el bulto de tu polla. Mueves mi cabeza hacia atrás, un poquito más y la penetración oral se hace un poco más profunda, si cabe. Sacas tu polla para dejarme respirar y un hilito de saliva une el glande con mis labios en una imagen altamente pornográfica.
"Ahora vas a ver lo guarro que puedo llegar a ser" Pones tus hinchados testículos sobre mis ojos, y los deslizas hacia delante, pasando por mi nariz, hasta mi boca.
"Saca tu lengua" Mi lengua recorre tus huevos, pero sigues avanzando y abres tus nalgas.
"¿Ves mi culo zorrita? Este sucio. Lo he dejado así, especialmente para ti. Límpialo"
Deslizas tu culo lentamente hasta que sientes la calidez de mi lengua en mi ano. "Así putita…. chúpalo bien. Déjalo limpito"
Mi lengua se cuela por tu orificio anal, puedo sentir la presión de tu cuerpo pidiendo más. Mi fino y largo dedo se introduce sin pedir permiso en tu ano para darle más intensidad a las lamidas que te estoy dando, lo retiro lentamente para que mi lengua lo sustituya y llegue lo más dentro posible, me dedico a lamer y chupar con intensidad y frenesí para darte el máximo placer.
Te debatas entre el deseo de enterrarte tu pollon hasta la garganta de nuevo o presionar tu culo contra mi cara. Esto se te esta yendo de las manos. Abres más tus nalgas y bajas tu culo, disfrutado de mis lamidas y tu succión que tan magistralmente hago. La habitación se llena de jadeos y respiraciones entre cortadas junto con los inconfundibles sonidos de succión. Mis dedos entran y salen de tu ano con rapidez, igual que mi lengua. Eres consciente de que si continúo así, te correrás sin remedio. Te sientas totalmente sobre mi cara y frotas tu culo contra ella, te levantas levemente de nuevo, retirándote un poco hacia atrás, lo mínimo para que la punta de tu verga presione mis labios, y en un desesperado empujón, la entierras de nuevo dentro de mi boca.
La presión de mi lengua es magistral. El roce de tus huevos en mis labios enloquecedor. Aun con un dedo levemente introducido dentro de tu ano, sacas tu polla para iniciar una potentísima eyaculación que me pilla por sorpresa. El primer chorro me pega de lleno en la barbilla, y los siguientes en mejillas, labios y lengua. Sin poder reprimirte, metes de nuevo tu polla en mi boca y presionas hasta el fondo, descargando los últimos chorretones de semen caliente dentro de mi garganta. Intentando no desmayarte, retiras suavemente tu polla, muy lentamente y descubriendo como sale brillante por la saliva. Cuando el glande aún está dentro de mi boca, sujeto el tronco y pego dos succiones más, extrayendo hasta la última gota de leche que queda dentro. Mi cara ha quedado cubierta de espeso y blanco semen. Con un gesto, me indicas que mires a las cámaras para que se vea bien claro, lo putita viciosa que soy.
Me deleito con las trazas de leche en mi rostro, lamiéndolas de la manera más erotica posible. Luego volteo a verte para que sigas disfrutando del espectáculo. Llevo cada gotita a mis labios y la succiono "en definitiva este es mi sabor favorito". Te tumbas a mi lado y me dedico a besar tu cuello, mordiendo suavemente, buscando excitarte nuevamente. "Ha pagado por el servicio completo mi señor, así que esto apenas acaba de empezar" susurro en tu oído. Sigo besándote y moviendo provocativamente mi culito dándote una placentera visión de cómo se mueve sensualmente, mis manos y mi boca no se quedan quietas y recorren cada rincón de tu cuerpo.
Con la verga fláccida, te dedicas a disfrutar de mis movimientos, de ver cómo me llevo los restos de leche a mi boca, y admirar como te relames como una gatita. Esa imagen provoca u nuevo latigazo de mi polla que se resiste a encogerse. Buscas mis labios, saboreando tus propios flujos en mi boca y lamiendo aquellas zonas que aun decoran mi preciosa cara. Tus manos, buscan mis pechos, y se aferran a ellos, firmes, perfectos. Pegas tu cuerpo al mío y muerdes suavemente mi cuello.
"Zorrita, veamos de lo que eres capaz"
Me siento a horcajadas sobre ti, besándote suavemente y de una manera lenta cosa se te encanta. Mí humedad cueva se restriega sobre tu polla ya en reposo. Posas tus manos en mi culito disfrutando de lo terso y firme que está. Busco excitarte nuevamente con mis suaves caricias
Cuando sientes la humedad de mi almejita no puedo contenerme. Te incorporas y me tumbas de espaldas. Abres mis piernas y acercas tu cara a mi cuello. Lo olfateas como si fueses un perro en busca de su presa. "hueles a putita"
Sigues olfateando, haciéndome cosquillas. Pasas tu nariz por mi cuello, mi fina garganta, mis firmes tetas, a las que das lametadas, haciendo que mis pezones se ericen y endurezcan como puntas de diamante. Continúas olisqueando mi cuerpo, detectando diversos y excitantes olores. "hueles a sudor, a excitación, a lujuria"
Tu nariz, ávida de deseo, baja por mi vientre y cambia a mis piernas, ligeramente elevadas. A estas alturas, latigazos eréctiles sacuden de nuevo tu polla. Ya captas los aromas de mis muslos, tu nariz está pegada a su cara interna, muy cerca ya de mi coñito tapado aun por esa fina tanguita. Cuando tu nariz llega a su objetivo, realizas una profunda inhalación, captando mi aroma, embriagándote con él y deseando beberme de nuevo.
"Hueles a sexo. Dime putita ¿Cuantos te han follado esta tarde? ¿Cuantas pollas han pasado por este coñito? ¿Cuantas se han vaciado dentro? Apesta a semen y flujo. Seguro que ni si quiera te has limpiado entre polla y polla y tienes todas las corridas ahí dentro" Tras pronunciar estas palabras, tu lengua se posa sobre mis braguitas, y mi increíble sabor te provoca una descarga de máxima excitación.
"Ud. es el cliente número 5 del día mi señor, puede disfrutar de mi coño lleno de leche de otros, le aseguro que su sabor es de lujo, será el mejor que haya probado alguna vez" tu lengua recorre descaradamente la braguita, primero la haces a un lado con tus dientes, dejando que la fina tela completamente húmeda te muestre todo el esplendor de mi cueva, su estado es de lo más apetecible con unos labios carnosos que denotan excitación, humedad, un clítoris inflamado, rojo y mojado. Lo admiras unos segundos antes de darme unas primeras lamidas que son de lo más electrizante. El sabor es de lo más delicioso. Aunque me haya corrido tan solo hace una hora, la excitación creciente solo hace multiplicar la potencia de mi sabor. Pasas tu lengua por mi rajita, de forma superficial, solo para provocarme, porque estas deseando arrancarme las bragas y… "si zorrita, se ve que tu coñito está bien usado. Puedo saborear el semen de tu coñito."
Sujetas el elástico de mi tanguita y lo deslizas con suavidad por mis muslos hasta retirarlo por completo. Después, te lo llevas a la nariz para poder olerlo y aspirar su delicioso aroma. "Y por lo que huelo, llevas un par de días sin cambiar tus braguitas. Eres una zorrita realmente guarrilla. Me encanta."
"Casi acierta, no son dos, son tres días sin cambiarlas, a algunos guarros como Ud. les encanta el olor y las conservan" Mi mirada te atrae, y te cuelas nuevamente entre mis piernas, lamiendo suavemente toda mi intimidad, desde mi prieto ano hasta mi botoncito, el cual presionas suavemente y das pequeños círculos sobre él, cosa que me enloquece y lo sabes bien, lo siguiente que puedes percibir es mis manos entre tu cabello animándote a ir más allá y darme más placer. Mientras estas con tu cabeza entre mis piernas, saboreando los restos de todas esas pollas que se han descargado sobre mí, separas aún más mis piernas para tener libre y total acceso a mi vibrante coñito. Levantas tu cara empapada con mis flujos para observar mi cara desquiciada.
"Eres una putilla muy guarra… y me encanta." Tomas mi tanguita y te lo pones por el cuello como si fuese un collar, para poder olerlo a placer. Tu verga, va tomando tamaño, grosor y dureza a cada momento, y ya está lista para un segundo asalto.
Noto tu dureza y te detengo un instante, me incorporo y te tumbo sobre la cama con un suave movimiento. Coloco la tanga cubriendo tu rostro, tomo tus manos mientras te beso el cuello con demencia y te dejas hacer hipnotizado por mi olor, sonrió para mí, moviéndome sensualmente "click" cuando intentas moverte tus manos se encuentran inmovilizadas con unas esposas que deje preparada ante de que entrarás "este es el servicio completo mi señor, disfrute" El movimiento de las esposas te ha pillado desprevenido. Ha sido una sorpresa total. Intentas zafarte de ellas, sin éxito. "Putita, tienes dos opciones. Quitarme las esposas y exponerte a un castigo leve, o dejármelas puestas y currártelo muuucho. Pero, ten en cuenta que si las mantienes, y fallas estarás corriendo un enorme riesgo"
"¿Qué es la vida sin un poco de riesgo?" mi risa triunfal no hace más que mosquearte, me dedico a disfrutarte, mientras pueda abusar de ti, sé que en cuanto de libres lo pagare caro, pero estoy dispuesta a asumir el riesgo. Me levanto y busco entre nuestros juguetes unas cuantas cosas. Me sigues atento con la mirada. Tomo el lubricante sabor chocolate, lo esparzo a la perfección en cada uno de los juguetes. Te muestro dos plug anal de metal uno está decorado con una cola de conejo y la otra una joya color rosa, comparo los dos como quien busca una gran respuesta "Ahora que lo pienso, creo que por lo blanco de tu piel el rosa hace un bello contraste. Antes de que puedas protestar el plug se desliza fácilmente por tu esfínter "Vaya se nota que tienes un culito tragón, este de acá es para mí" te doy un primer plano de mi anito tragando el plug "¡Mira la mojadita que estoy!"
Con el plug insertado en tu culo, intentas zafarte de tus esposas, pero te quedas hipnotizado admirando como desaparece el otro plug por mi apretado ano provocando un latigazo en tu polla que no pasa inadvertido para mí. Mueves tus piernas con rapidez para intentar hacerme una presa pero soy más rápida que tú. "Ya puede ser un servicio oro putita…"
Veo el movimiento en tu polla "Creo que le ha gustado el plug caballero" sonrió maliciosamente y empiezo a bailar nuevamente para ti, sé que una de las cosas que más detestas es poder ver y no tocarme. Me acerco a ti y te doy un suave beso en la punta de la nariz. Me siento a horcajadas sobre ti, sobre tu polla pero sin introducirla en mi interior. Muevo mi culete para provocarte otro poco más. Sin duda estoy jugando con fuego y me fascina.
Tener tan cerca de tu cara ese culito y no poder hincarle el diente te está enloqueciendo. Tensas las esposas, pero sabes que es inútil forzarlas. Nos las dio tu amigo Andoni directas del almacén de la ertzaintza. Con máxima resignación, cierras tus ojos para no alimentar más tu lujuria y esperas con menguante paciencia mi próximo movimiento. "Putita, más te vale mantenerme aquí atado, porque como me sueltes, vas a ver lo que es una guarrería"
"Hablas demasiado para ser un cautivo, creo que necesitas modales" hago una bola con la tanguita y cuando estas protestando la meto en tu boca "Ya sabes calladito te ves más bonito" Juego con tus tetillas presionándolas suavemente, puedes sentir como los flujos empapan tu polla por completo, puedo ver esa necesidad primitiva en tus ojos. Te está tomando por sorpresa esta vena domínate, pero… te gusta. El sabor de mis braguitas en tu boca multiplica las ganas de follarme de forma salvaje. Mis flujos, su calidez, su olor, el roce de mi sexo sobre el tuyo, multiplica tú ya desatada lujuria. Solo te queda, dejarte hacer. Noto tu cara de placer por el delicioso roce de nuestros sexos. Me levantó de golpe y tomo el móvil y comienzo a tomarte fotos, muchas "Si tuvieras unas orejas de perrito" lanzo el móvil a tu lado, "Eres mío" susurro mientras dejo mis dientes perfectamente marcado, "Miraaaa que lindo te ves" y rio con ganas.
"Si, mi ama, soy totalmente tuyo" No sabes cómo, pero he conseguido darle la vuelta a los roles, y sin darte cuenta te encuentras tatamente sumiso a mi voluntad.
"Soy tu perrito obediente" Pronuncias las palabras con sumisión, pero en el fondo de tu mente, no puedo evitar pensar: (de momento)
Noto el brillo en tus ojos "Tengo que pensar cómo puedo jugar contigo, eres un liante…" sonrió maliciosamente "Para ti lo peor es no tocar" digo mientras mis largos y suaves dedos recorren tu polla de manera suave y casi sin sentirse "Voy a disfrutar mucho esto"
Tensas las cadenas nuevamente, buscando soltarte, aunque sea de casualidad, pero es imposible. Mi cuerpo no está al alcance de tuyo. Dejas que te toque, que te acaricie y disfrutas de la sensación de verte sometido.
"Venga, zorrita, cómeme la polla. Ahora tienes la oportunidad de hacerlo sin ahogarte"
Me coloco sobre ti, pero con una nueva malicia, mi coñito está en primer plano para tu disfrute, para que veas como el plug se entierra en mí ano, pero lo suficientemente lejos para mantener mis flujos lejos de tu lengua. Mi boca se dedica a disfrutar de su biberón favorito, y mis finos dedos juegan con el plug en tu culo " pobre señor atado y sin tocar" meneo mi culito un poco más para llevarte al borde del delirio estás al límite.
Sientes mi boca en tu endurecido pollón, de nuevo erecto, gordo y venoso. Deseando perforar mi coñito, mi culito, pero con tus manos atadas solo puedes, dejarte hacer y dejar que los gemidos y gruñidos se escapen de tu boca. Elevas tus caderas para que tu polla entre más en mi boca, me separo negando con un dedo y sacándote la lengua. Me siento sobre ti, dejándome caer lentamente y envolviendo tu mástil con mi prieto coñito. Suspiro de placer al tenerlo todo enterrado en mí, jugueteo con el vello de tu pecho. Mis movimientos hacen que ambos plug tanto el tuyo como el mío se entierren un poco más
"pierde gracia" digo antes de que escuches un clic nuevamente "¡Pobre de mí!"
Escuchas el ruido, pero no puedes creerte lo que significa. Mueves lentamente tus manos, libres de su prisión y te quedas mirándome sin entender. Detectas un leve encogimiento de hombros y cuando tus manos se mueven para aprisionarte de nuevo, te mueves con la energía de un resorte y antes de que me dé cuenta, estoy tumbada boca abajo, sobre la cama, sintiendo el peso de tu cuerpo sobre mi espalda. "Debiste mantenerme sujeto" Me susurras mientras mordisqueas mi cuello, y con tus fuertes piernas, abres las mías. "Debiste esperar hasta que estuviese agotado" Tu polla se abre paso entre mis piernas y se deslizan entre mis nalgas.
"Ahora ya es demasiado tarde" Deslizas tus manos por mis hombros, presionándolos con fuerza medida. Tus dedos dejan surcos en mi espalda, hasta llegar a mis nalgas, amasándolas. Las abres todo lo que dan de sí, quitas el plug, dejando a la vista el rosado imberbe y apretado ano y mi babeante rajita. Acoplas tu boca a mi culo, saboreándolo. Tu lengua se abre paso en mi ano intentando colarse dentro. Cuando la retiras para saborear mi almejita, cálida, sin pelitos, te deleitas con la cantidad de flujo que suelta.
Te apartas un poco, abriendo de nuevo mis nalgas, para que la cámara capte a perfección de mi delicioso culo y te sitúas de nuevo detrás. Sujetas el glande de tu polla con firmeza, rozando tanto la entrada de mi ano, como la de mi rajita, alternando uno y otro "Pito, pito, colorito… "
Internamente me debato lo acertado de mi decisión, pero ya el mal esta hecho no puedo evitar mojarme mucho más cuando siento tu dura polla recorriendo mis dos agujeritos, con la incertidumbre de saber por cual comenzará el ataque, punteas ambas entradas. Tus manos me sujetan con firmeza, con un poco de fuerza y lo profundo de tu respiración solo denota lo nublado que estas por la excitación "Prepárate putita" Dejas caer un último hilito de saliva sobre mi ano. Segundos después, tu glande lo alcanza y lo empuja en mi interior. Tu polla se desliza muy lentamente dentro de mí.
"Estas muy apretada putita" me susurras al oído cuando la mitad de tu verga está dentro de mi arrancándome un gemido. Continuas empujado lenta pero implacablemente hasta que tus huevos presionan mis abiertas nalgas, momento en el que te arqueas un poco más y das un último empujón. Es imposible enterrarla más en mi interior. Te mantienes así unos segundos, disfrutado de mi calor. De la presión de mi cerrado culito, de mis movimientos de contracción que presionan tu polla.
Siento como tu polla me llena por completo, invadiendo mi prieto anito. Como tus huevos chocan con mis nalgas, la presión es increíble, totalmente delirante. Suspiro y dejo escapar unos gemiditos de placer. Tus movimientos lentos, intensos, algo rudos. Puedo sentir como te clavas cada vez un poco más como si eso fuese posible Con tu polla firmemente enterrada dentro de mí, me das una sonora nalgada.
"¿Te gusta putita? ¿Te gusta que te follen el culo?" Mis intentos de hablar son silenciados con profundas estocadas que me arrancan gemidos y grititos. Abres mis nalgas de nuevo, todo lo que puedes, para excitarte con la impresionante vista de mi pequeño culo tragándose tu polla hasta los huevos, aprovechando la pausa para darme una sonora nalgada. "No me has contestado. ¿Qué te follan más, este prieto culito, o tu pequeña rajita?"
"Por mi culito" digo en apenas un susurro, que se mezcla con el gritito producido por otra sonora nalgada "Eres un cabrón" digo con mas ánimos, y siento como tu polla se entierra más en mi anito con fuerza, jadeo de placer, no lo puedo evitar, los flujos corren por mi rajita a más no poder.
Tus estocadas cada vez son más fuertes y rápidas. Sientes la deliciosa presión sobre tu polla que te catapultan al éxtasis del placer. Te retiras momentáneamente, sacando tu polla por completo de mi culo, y abres bien mis nalgas. La imagen de mi empapado sexo, con gotitas de flujo resbalando por mis muslos te provocan un latigazo en la polla. La imagen de mi ano, abierto, cerrándose con celeridad, te provoca otro.
Sin poder evitarlo, te lanzas a devorar mi sexo. Repasando, presionando todo el recorrido desde mi botoncito, adentrándote en las profundidades de mi coñito, extrayendo hacia tus labios el delicioso néctar, y continuando el camino hasta mi palpitante ano, ya completamente cerrado. Te incorporas de nuevo y punteas mi ano con tu glande, penetrándome profundamente. Arrancando un gritito de excitación. Tras unas cuantas profundas penetraciones, te retiras de mi ano, para follar mi rajita desde atrás. Sientes la elevada temperatura, la humedad y las contracciones de un inminente orgasmo.
La posición es perfecta, tu polla entra hasta lo más profundo de mí, la presión de mi rajita atrapando tu polla es exquisita, el calor, el roce, los flujos todo me lleva a mi punto máximo, elevo mis caderas para intensificar la profundidad, el ritmo es delirante, absorbente. Y cuando arremetes con tu próxima estocada un potente squirt baña por completo tu mástil en incontables convulsiones de placer
"Wow putita, sí que estabas excitada” Mis flujos resbalan por mis piernas tanto como por las tuyas. Dudas entre detenerte a beber mis flujos o continuar con la follada, pero la excitación es tan grande que, en realidad, no te puedes detener. Tus embestidas son cada vez mayores, con más fuerza, con más determinación. Sientes llegar tu propio orgasmo y sientes que será gigantesco.
"Eres un cabrón" digo con un toque de malicia entre gemidos, las embestidas son potentes, fuertes, con una intensidad que me sorprende, el cómo entras en mi cuevita, el roce de tu mástil abriéndome sin cesar, mi cuerpo responde estupendamente a los estímulos que me provocas, siento como tus dedos se aferran más a mis caderas. El movimiento tan característico tuyo cuando estas a punto de correrte se hace presente y presiono las paredes de mi coñito para darte más placer.
"Si, lo soy" Logras contestar entre jadeos con cada fuerte golpe de cadera. Sientes acercarse el momento. Abres mis nalgas para poder deleitarte con mi rosado anito y ver como mi coño se traga tu polla. Sin poder retrasarlo más, tus dedos aprietan mis nalgas en el momento de la eyaculación. El primer chorro inunda por competo la entrada de mi coñito, los siguientes, impregnan incontrolables mis labios vaginales, mi culito y parte de mi espalda. Cuando cesan las convulsiones, intentando recobrar el aliento, frotas tu glande contra mi coñito, empujando con malicia los grumitos de espesa leche hacia el interior. La imagen no puede ser más morbosa ni más pornográfica. Un auténtico creampie. Trazos de leche caliente saliendo de mi rajita, mi ano, totalmente tapado en semen, y, un par de trazos de blanco esperma y múltiples gotas adornan mi espalda.
La sensación es de completa llenura, siento mi rajita completamente llena de tu leche, el morbo de sentir como la empujas más me hace soltar un gruñidito de placer. Me remuevo sintiendo lo llena que me has dejado "Uhm mira como me has dejado guarro" te inclinas hacia adelante clavando más la leche en mi interior, muerdes suavemente mi cuello mientras que coges el móvil para tomar unas cuantas fotos.
"Eres una autentica cedita, putita" Me dices mientras sacas una foto, tras otra con el móvil. Acercándote a mi almejita rebosante de leche, para que se vea bien. Disparas unas cuantas fotos, sobre todo, primeros planos de mi cuerpo sudoroso, poniendo especial atención en las partes cubiertas con tu semen. Miras a las cámaras, para comprobar que todo ha sido grabado y sonríes con malicia. "Estas fotos irán de cabeza a mi perfil de tumbrl para que todo el mundo sepa lo zorrita viciosa que eres."
"¡Eres un cabrón!" digo ya más relajada, entrando en ese estado de media consciencia después del sexo "Anda guarro, usa esa lengua tuya para algo realmente productivo y límpiame"
Con una sonrisa lobuna en tus labios, tomas de la mesita una cuchara sopera. Con cuidado, vas recogiendo de mi culito los restos de tu simiente. El olor, mezcla de sexo y semen, impregna tus fosas nasales alimentando tu lujuria. Metes levemente la cuchara en mi rajita, y presionas los labios con suavidad, para hacer que salga toda la lechita. Mueves la cuchara con cuidado, para que no se derrame nada. "A ver quien se va a tomar su merienda… vamos nenita…. que viene el avioooon…" Acompañas tus cantarines palabras con el típico movimiento que se les hace a los niños "Abre tu boquita…"
Abro mi boca y atrapo la cuchara en mis labios, succiono toda la mezcla de flujos que alberga, lamo mi labio superior y luego abro mi boquita para que veas que me he tomado todo "esta vez no te compartí" digo con una falsa pena y luego te saco la lengua, cojo el móvil y paro la sesión de fotos "Eres un pervertido laztana…" Sonrío ampliamente "Por eso te amo jajajajaja"
"¿Acaso crees que hemos terminado zorrita?" Me besas en los labios, detectando tu propio sabor. "Tengo sed, y tu… seguro que necesitas ir al baño"
"Mmm eres un guarro" me llevas de la mano hasta el baño y entramos en la ducha, no pierdes tiempo en posicionarte y aunque no puedo evitar sonrojarme el pis sale sin detenerse
Es una sensación nueva para ti, pero disfrutas del cálido fluido que sale de mi coñito. Acercas tu cara y dejas que se empape, abres tu boca, y dejas que se llene y rebose. Cuando estoy terminando, acoplas tu boca a mi almejita y te deleitas con la perversión de disfrutar de la situación. Cuando termino, te dedicas a limpiarme por completo, cualquier resto de pisete y semen que pudiera quedar en mi sexo y no puedes evitar tragártelo. Mi cara, completamente rojita, trata de fundirse con el entorno.
"Lo has hecho muy bien, zorrita" dices mientras te levantas, deslizando un dedo por mi cuerpo, desde mi coñito, subiendo por mi vientre, rodeando mis pechos y terminando en mi barbilla.
"Estas hecho un guarro" digo abrazándote y ocultando mi rostro en tu pecho, levantas mi barbilla y me das un suave beso y noto en tu mirada que no das todavía por finalizado la sesión de sexo intenso "Eres un cochino" suelto en una risita y aprovechó de morder tu cuello.
Inclinas el cuello para facilitarme el acceso. Tras unos segundos, te separas levemente de mí. "Tenemos algo pendiente, zorrita" Pones tus manos en mis hombros, y presionas con suavidad, pero firmeza, obligándome a agacharme de nuevo hasta que mi cabeza queda a la altura perfecta. Justo un poquito por debajo de tu polla.
"Ahora me toca a mí, regar tu preciosa carita de nena"
Te miro con una mirada cargada de morbo, no sin antes darle una lamida a tu polla saboreando la mezcla de los residuos de flujos y el sudor, y sin mucho esperar comienzas a regarme con tu polla todo el rostro. "Abre la boquita" dices en un tono suave con un deje de mandón lo hago y apuntas allí un chorro y sigues disfrutando de esa lluvia dorada.
No me puedes creer lo que está pasando. Tienes la polla en tu mano, apuntando el dorado fluido hacia mi boca. Nunca habías hecho nada así de depravado. Ves que mi boca se va llenando poco a poco. Mi cara de excitación te hace pegar un pequeño latigazo eréctil en la polla que hace que moje mi carita sin pretenderlo.
Degusto el fluido y cuando has terminado también tienes un deje de sonrojo en tu rostro. Rodeo tu cuello con uno de mis brazos, con el otro dejo correr el agua, te beso con intensidad el cual correspondes igual "Te amo guarrete"
Tras el beso, enciendes el agua caliente de la ducha y dejas que tome temperatura y diriges los chorros hacia mí. Aclaras bien mi menudo cuerpo y después el tuyo. Dejas la alcachofa en si sitio y te aplicas una buena cantidad de gel de baño en la esponja que segundos después recorre mi cuerpo.
Nos tiramos más de 15 minutos en la ducha, disfrutando del agua calentita y de la fragancia del gel hasta que, con pereza, cierras la llave del agua y me indicas con la cabeza que te alcances la toalla. Tras secarnos, aplicas en mi cuerpo las cremas hidratantes, que tan suave me dejan y tanto perfuman, hasta que, finalmente, nos dirigimos de nuevo a la habitación. Allí, buscas en tu cartera, y sacando un billete de 50€ lo dejas encima de la cama.
"Te lo has ganado zorrita."
Cojo mi pijama de oso y me coloco la parte superior, salgo corriendo a guardar el billete antes de que puedas quitármelo. Regreso y ya estas tumbado en la cama "Y cuéntame laztana ¿Qué has hecho toda esta tarde que no cogías el móvil?" suelto una risita, me encanta liarte.
"Trabajar…. ¿Y tú? ¿Qué has estado haciendo?" Me miras de forma inquisitiva, muy fija, estudiando mis reacciones, de la misma forma que lo haría un policía con sus detenidos. "¿Cómo has pasado la tarde?"
Me tumbo en la cama dejando que se levante un poco el pijama "Pues aquí estudiando… mañana acompáñame a comprar unas xuxes y mi cereal" sonrío plenamente "Ha sido un día muy productivo"
"Mañana es domingo, laztana" Sonríes maliciosamente ante la carita que pongo. "Habrá que esperar hasta el lunes ¿Por qué dices que ha sido día productivo?"
"Aquí entre nosotros… perder una apuesta no está mal… A la final salí ganando" suelto una carcajada mientras muerdo tu brazo.