Les ofrezco una disculpa por este tiempo sin escribir nada, pero he tenido algunas complicaciones que me impidieron hacerlo. También les quiero agradecer por leer mis anteriores relatos, espero seguir escribiendo por mucho tiempo y que me sigan leyendo. Sin más les contaré lo que pasó después de ese día tan terrible en mi vida.
Esa noche no pude dormir pensando en lo que había pasado, recordaba la situación en la que encontré a ese hombre que tantas cosas nuevas me hizo sentir sin saber el porqué, después venían a mi mente esos hombres tan desagradables y sentía un odio por ese hombre al cual culpaba de toda mi tragedia de ese horrible día, fue así que amaneció, sin más remedio me levanté para luego irme a duchar ya que aparte de todo no lo había hecho al regresar.
Cuando me estaba arreglando llegó Lola que al verme de inmediato se dio cuenta de que algo estaba mal, sin poder contenerme me puse a llorar mientras le contaba todo lo que me había pasado, ella trató de consolarme pero al mismo tiempo me dijo algo que me negaba a aceptar, me dijo que yo me había enamorado de ese hombre y por eso estaba así porque me dolía haberlo visto con otra en esa situación tan desagradable.
Yo entré en negación sin querer aceptar lo que ella decía pero al menos me desahogué con ella, después me ayudó a arreglarme para después irse, ese día fue tranquilo para mí pero en la noche sucedió algo increíble para mí, algunas noches me gustaba abrir la ventana para respirar aire fresco mientras veía las estrellas, pero esa noche fue diferente, algunas noches el jardinero se reunía con el chofer a platicar mientras bebían.
Esa noche fue una de esas, parecía todo normal hablando como siempre mientras yo los escuchaba sin que ellos lo supieran, siempre hablaban de trabajo o mujeres, el chofer era esposo de la cocinera mientras que el jardinero era viudo hace ya varios años, todo iba normal hasta que después de un rato empezaron a hablar de mi lo cual se me hizo muy extraño, era la primera vez que me mencionaban en sus conversaciones.
El jardinero le preguntó al chofer si me había visto llegar el día anterior a lo que respondió que no, se ve que se la cogieron bien venia caminando raro dijo el jardinero, el chofer solo se reía mientras el jardinero le preguntaba que se sentiría metérsela a una putita como yo, mientras el chofer le preguntaba entre risas si en serio se cogería a alguien como yo, de inmediato respondió pues claro si al patrón le gusta es por algo.
Claro porque es puto le respondió el chofer para luego decirle ya mejor vámonos a dormir ya estas borracho, pero el jardinero le respondió que no estaba borracho que se lo podía decir en sus cinco sentidos si quería al tiempo que se alejaban, yo cerré la ventana para luego irme a acostar, se me hacían muy graciosas las palabras del jardinero mientras a mi mente llegaba la idea de comprobar si él se atrevía a lo que dijo.
Una parte de mi me decía hazlo pero otra me decía no lo hagas puedes tener problemas, así estuve hasta que me dormí tan profundamente que cuando desperté ya eran más de las diez de la mañana, de inmediato me levanté me fui a duchar para luego arreglarme, mientras me arreglaba me decidí hacer lo que tanto me había hecho pensar la noche anterior, pensé en cómo hacerlo y pensé que debía empezar por la ropa.
Me puse una minifalda negra que apenas me cubría poco menos de media pierna, una blusa de tirantes del mismo color, junto con una tanga que hacia juego y los zapatos de tacón con correas, lo primero que hice fue bajar al jardín pero para mi sorpresa no estaban ni el chofer ni el jardinero, al no verlos entré a la casa donde el ama de llaves me dijo que el señor me esperaba en su despacho que fuera de prisa a lo que obedecí.
Entré dándole los buenos días al señor pero el solo me respondió pon el seguro en la puerta y acércate, así lo hice hasta quedar frente a él, mámame el pene, nunca lo había oído hablar así y era la segunda vez que me pedía algo para el así que tardé un poco en reaccionar, pero cuando lo hice me acerqué otro poco a el para luego arrodillarme frente a él, tomé su cinturón lo desabroché luego su pantalón para luego sacar su pene.
No traía ropa interior así que de inmediato quedó frente a mi cara ese pene de un tamaño no muy grande totalmente flácido, acerqué poco a poco mi lengua para lamer despacio la punta de ese pene que parecía muerto, lo lamia como a un helado suave y despacio metiéndolo en mi boca poco a poco, sin notar cambio alguno lo metía por completo en mi boca para luego sacarlo repitiendo la operación hasta notar que reaccionaba.
De pronto comenzó a soltar gemidos mientras me decía así mi perrita, así mi zorrita que para eso te pago, me tomó de la cabeza con ambas manos para controlar mis movimientos, parecía otra persona y no aquel hombre serio que yo conocía, cada vez mas rápido sentía como se ponía firme dentro de mi boca al mismo tiempo que se notaba que había crecido, de mis ojos salían lagrimas por las arcadas que me daban.
Unos minutos después soltó en mi boca una gran cantidad de semen el cual tenía un sabor muy diferente a lo que había probado antes, no sé como describirlo pero era un poco desagradable, sin darme oportunidad de reaccionar me los tragué sin poder evitarlo, al mirarlo a la cara el tenia la mirada perdida como si estuviera en otro lugar, después de unos segundos empezó a reaccionar mirándome a los ojos en silencio.
Se acomodó su pantalón con mucha torpeza al mismo tiempo que me ordenó irme, le pregunté si estaba bien a lo que me ordenó marcharme nuevamente, esta vez así lo hice sin decir nada, subí a mi habitación y al verme la cara el maquillaje de los ojos estaba totalmente corrido por lo que decidí darme una ducha para luego arreglarme otra vez, no me quise quebrar tanto la cabeza con la ropa así que me puse un vestido corto gris con tirantes.
Apenas me llegaba arriba de la rodilla, la tanga era blanca y los zapatos eran de tacón descubiertos con broches, miré por la ventana para ver si el jardinero se encontraba trabajando y al verlo decidí bajar de inmediato, me daba mucha risa saber que yo le atraía pero no quería apresurarme por lo que todo lo hacía con precaución, me acerqué a él quedando de pie a su lado sin que el notara mi presencia.
Estuve ahí observándolo sin que el lo notara por unos minutos hasta que me miró diciendo me asustó señorita no la había visto, discúlpeme le dije mientras el no podía ocultar su asombro mientras me recorría de arriba abajo con la mirada, no se preocupe me dijo mientras volvía a su trabajo, yo me quedé ahí sin moverme mientras le preguntaba cosas acerca de las flores pero todo era un pretexto para seguir ahí.
A partir de ese día me pasaba gran parte del tiempo ahí con el platicando mientras el cada día tomaba más confianza, me miraba con descaro mientras el chofer y los demás se daban cuenta con cierto asombro de mi interés por estar ahí con el, no tenía nada que hacer así que nada me impedía pasar el tiempo ahí ya ni Lola me visitaba así que me pasaba los días completos con el y por las noches entraba a una sala de chat que encontré por casualidad.
En el chat habían muchos chicos la temática era chico busca chico pero yo ponía mi nombre de chica, la mayoría solo buscaba ciber sexo así que solo los bloqueaba pero hubo un hombre que me llamó mucho la atención, ya que buscaba a un chico precisamente en la ciudad en la que vivía yo, le escribí y él respondió al instante para luego tener una charla muy agradable con él, les confieso que no me lo esperaba.
Me contó que era casado pero que ya no le satisfacía su mujer y buscaba cumplir una fantasía que le quitaba el sueño, poco a poco le fui teniendo confianza hasta agregarlo a mi chat personal, era un hombre de 56 años, moreno, un poco gordo, cabello gris la verdad era muy feo pero muy agradable, era taxista su fantasía era tener sexo con otro hombre pero a mí no me hablaba de sexo solo me platicaba de su vida y cosas así.
Mientras yo le contaba lo que quería de mi, había veces en las que me decía que era muy linda, que le gustaría cumplir su fantasía conmigo yo solo le enviaba emoticones de risa pero nunca le decía nada, pasaron dos semanas en las que yo no salía en mi día libre ni había vuelto a tener algo ni con el señor ni con nadie, todo mi tiempo lo usaba en esas dos actividades pero la verdad ya me estaba cansando, el jardinero parecía no atreverse a cumplir con lo que decía.
Mientras que el taxista parecía decidido a cumplir su fantasía conmigo y cada día me convencía mas para ayudarlo, cada vez que hablaba con el se desahogaba conmigo diciéndome que ya no podía vivir mas así, que las cosas con su mujer cada día eran perores, que los únicos momentos felices eran cuando chateaba conmigo, yo me sentía con mucha presión cada que me decía que lo haría muy feliz si nos conociéramos en persona.
Una noche yo sentía una gran frustración debido a que mis insinuaciones con el jardinero no habían tenido éxito, sentía que todo ese tiempo se había ido a la basura y solo quería platicar con alguien así que le escribí a la única persona con la que me sentía en confianza, le escribí al taxista pero esta vez su respuesta tardó mucho en llegar, cuando estaba por dormirme el taxista me contestó disculpándose por no haber respondido antes.
Me dijo que había salido lejos de la ciudad, que apenas llegó se conectó para terminar el día de una linda manera, la verdad era muy halagador, me hacía sentir importante pero de nuevo me volvió a presionar con conocernos, esta vez lo pensé bien y para su sorpresa le dije que si, el no lo podía creer así que me preguntó si hablaba en serio lo cual le confirmé, le dije que el próximo domingo nos veríamos en un centro comercial.
El se puso muy contento pero creo que no le gustó mucho cuando le dije que si nos veíamos no significaba que yo me fuera a acostar con él, tardó mucho en contestarme diciendo que entendía, que él solo quería conocerme y no me iba a obligar a nada que yo no quisiera, se despidió de mi diciendo que se iría a dormir que estaba cansado, yo hice lo mismo ya que era muy tarde la verdad sentía mucho cansancio pero era más la frustración.
Al otro día me levanté para tomar una decisión mientras me arreglaba, decidí olvidar mi plan con el jardinero, pensaba que solo habían sido palabras de borrachos así que no me iba a ocupar mas en ese tema, los siguientes días fueron muy aburridos teniendo que pasármela en mi habitación solo pensando tonterías y es que aunque no lo había mencionado antes no podía dejar de pensar en aquel hombre por el que sufría.
Pasaron los días llegando el sábado justo un día para ir a aquella cita tan ansiada para el taxista aunque no estaba segura de si yo sentía lo mismo, esa noche no podía dormir por los nervios, era muy extraño que yo sintiera nervios por cosas así pero los sentía por lo que me decidí a salir al jardín, ya era de madrugada por lo que hacía un poco de frio, llevaba un camisón que me llegaba arriba de las rodillas junto con una bata y unos zapatos de plataforma.
Había luz en el jardín pero no alcanzaba para alumbrar por completo el área, todo era silencio mientras observaba las flores del jardín, sin esperarlo una mano me tomó por sorpresa cubriendo mi boca mientras que otra me tomaba por la cintura, intenté gritar pero un shhh acompañado de un tranquila soy yo que salía de una voz conocida me tranquilizó un poco, era el jardinero que claramente estaba ebrio soltándome al instante, de inmediato me di la vuela quedando frente a el, me asustó le dije con enfado pero el se disculpó diciendo que no fue su intención, le dije que no se preocupara mientras notaba su respiración muy agitada, poco a poco se acercó a mí.
Me puse muy nerviosa mientras el casi rosaba su pecho con el mío, intenté irme pero el me abrazó con fuerza rodeándome con sus brazos, yo estaba temblando mientras el me decía yo se que tu quieres lo mismo que yo no te resistas, besando mi cuello con desesperación, nos pueden ver le decía yo y el pareció darme la razón diciendo vamos a un lugar donde nadie nos va a encontrar mientras me tomaba de la mano mientras yo lo seguía.
Me llevó a donde guardaban las herramientas lo cual me sorprendió ya que había un colchón un poco sucio, me dijo que el se quedaba a dormir algunas veces ahí cuando no quería que lo molestaran, le dije que si el estaba consciente de lo que yo era pero su respuesta fue volver a besarme con desenfreno, al tiempo que me abrazaba con fuerza recorriendo desde mi espalda hasta mis nalgas una y otra vez sin parar.
Estuvo así varios minutos en los que eh de reconocer me estaba excitando mucho para mi sorpresa, poco a poco fue deslizando mi bata hasta dejarla caer mientras yo quería que siguiera así, pero pasó lo contrario y se detuvo para quitarse la playera que traía puesta, a pesar de su edad se veía muy fuerte pero el momento más impactante no solo de esa noche sino de mi vida estaba por venir cuando empezó a bajarse el pantalón.
Casi a tirones lo fue bajando junto con su ropa intima hasta dejar salir como resorte el pene más hermoso que yo haya visto en mi vida, tenía un tamaño normal pero lo impresionante era su grosor, estaba circuncidado por lo que tenia totalmente expuesta una cabeza como yo le llamo impresionante, estaba completamente erecto como preparado para lo que venía, me subí al colchón para luego sin que él se lo espera arrodillarme frente a el.
Tomé su pene con mi mano derecha pero en verdad les digo que no lo podía abarcar, comencé a masturbarlo despacio haciendo que el se sorprendiera con cada uno de mis movimientos, poco a poco fui acercando mi lengua para probarlo como tratando de imaginar cómo iba a caber todo eso en mi boca, poco a poco traté de hacerlo pero mi boca no abría mas así que solo la punta entraba mientras que lo recorría con mi lengua.
El me detuvo un instante para sacarme el camisón dejándome solo con la tanga aparte de los zapatos, empezó a tocar mi pecho mientras yo seguía con mi lengua en ese pene que casi quemaba de tan caliente que lo sentía, en un instante sin previo aviso se apartó de mi sin decir nada, yo sabía que el momento por el cual no había tenido tiempo de preocuparme había llegado haciéndome reaccionar y preocuparme.
Voltéate dijo sin perder el tiempo lo cual dudé en hacer pero al ver su cara no pude resistirme, despacio me di la vuelta hasta dejar frente a el mis nalgas totalmente expuestas a su disposición, el seguía sin perder el tiempo tomando mi tanga de inmediato para bajarla un poco ya que estando en cuatro no la podía sacar por completo, no sé como trató de acomodarse pero como si se le fuera a terminar el tiempo trató de meterlo sin éxito.
No pudo ni abrir mi ano un poco se veía que no tenía experiencia en eso por lo que pensé en cómo ayudarlo, notando que el principal impedimento era la tanga que me impedía separar las piernas así que me la quité, después pensé en que si me dejaba caer sobre el colchón con las piernas abiertas y las nalgas levantadas separadas con mis manos iba a ser más fácil, tomando esa posición dejé que el volviera a intentarlo.
Volvió a acomodarse tras de mi para luego tratar de meterlo, esta vez consiguió entrar un poco pero el dolor era igual o más fuerte al de la primera vez, traté de aguantar ahogando mis gritos contra el colchón pero el dolor era insoportable así que me dejé caer haciendo que lo poco que ya había entrado saliera de inmediato, casi lloraba del dolor pero el parecía no rendirse, me quedé acostado de lado mirando su cara de incertidumbre.
Arrodillado con esa bestia llena de venas que tenia por pene entre su mano me miraba mientras yo no sabía qué hacer, lo único que se me ocurrió fue acostarme boca arriba acomodándome con los pies a cada lado de sus caderas, el entendió lo que yo quería y tomó mis piernas para abrirlas levantándolas quedando expuesto de nuevo mi ano a su merced, volvió a acomodar su pene para meterlo empujando con fuerza como si tuviera prisa.
Lo único que se me ocurrió fue tomar la bata que estaba a mi alcance para morderla para ahogar los gritos que estaban por salir de mi boca, poco a poco fue taladrando mi ano haciéndome sentir un enorme dolor que a la vez me hacía sentir como si me echaran un balde de agua helada, de mis ojos salían lagrimas sin que lo pudiera evitar y llegó el punto en el que empecé a sentir como mis fuerzas se iban de mi cuerpo.
De pronto el se detuvo haciéndome creer que ya había entrado por completo para después sacarlo un poco, pero lo que en verdad el quería hacer era tomar impulso para meterlo por completo, bastó que repitiera un par de veces esa misma acción para que con un fuerte empujón entrara por completo, todo se volvió oscuro para mí y mis piernas dejaron de responderme, sentí como si me hubiera roto algo por dentro.
Pero el no se preocupó por mi siguiendo en lo suyo empezó a sacarlo un poco para luego meterlo repitiendo esta acción una y otra vez, su velocidad iba en aumento mientras yo empezaba a recuperar mis cinco sentidos, el estaba sobre mi sosteniéndose con sus brazos sobre el colchón, sus embestidas cada vez eran más fuertes al grado de que se empezó a oír un clap clap como si aplaudieran, mi corazón latía cada vez más rápido al igual que aumentaba mi respiración, sentía como rosaba su abdomen contra mi pene y mis testículos al tiempo que algo nuevo se hacía sentir en mi interior.
De pronto se detuvo para sorpresivamente empezar a lamer mis senos lo que era muy agradable para mí, de repente movía sus caderas como recordándome que aun lo tenía dentro, pero después entendí que el estaba por venirse y se detuvo para evitarlo, sentía su aliento caliente sobre mis senos lo que provocaba un placer hasta ese momento desconocido para mi, sorpresivamente fue sacando su pene hasta dejarlo fuera.
Parecía que esta vez el quería tomar la iniciativa, me tomó del pie izquierdo para girarme boca abajo acto seguido me separó las piernas flexionando mis rodillas quedando en posición lo más parecida a una rana, se volvió a acomodar tras de mí para volver a penetrar mi ya maltratado ano, lo empezó a meter despacio pero con facilidad comparado a los intentos anteriores pero aun sentí un leve dolor.
Esta vez se apoyó sobre mi espalda con sus manos para empezar a moverse de adentro afuera esta vez con gran velocidad desde el principio, el sonido como de aplausos volvió con intensidad mientras sus testículos chocaban con los míos, su respiración se alcanzaba a sentir sobre mi espalda haciéndome erizar la piel, mi corazón palpitaba sin control y mi pene parecía estallar estaba totalmente excitado casi en otro planeta.
De pronto vinieron a mi mente todos esos días que pasé tratando de seducir al jardinero, luego el dolor que había sentido esa noche y supe que todo había valido la pena, con mucho placer pero a la vez con un gran dolor en mi pene me vine después de mucho tiempo de no hacerlo, esta vez sentía mi cuerpo hervir mientras mis músculos se tensaban provocándome calambres en las piernas ni siquiera recuerdo si ahogué mis gemidos.
El seguía con sus movimientos a una gran velocidad lo que me indicaba que estaba por venirse, unas embestidas después llenó mi interior de una gran cantidad de su semen caliente, se detuvo después de unas embestidas mas mientras seguía gimiendo como loco sin control alguno, poco a poco sentía como iba saliendo de mi interior hasta quedar fuera, después el se acostó a mi lado mirando al techo totalmente en silencio.
Yo estiré las piernas para descansar esperando pasaran los calambres mientras me acostaba de lado para verlo, fue cuando caí en cuenta de un par de cosas, una no usamos condón y dos su pene estaba literalmente cubierto de sangre, eso me aterró pero ya no había marcha atrás ahora me tenía que preocupar de que nadie supiera lo que sucedió rogando en verdad para que no me tocara tener sexo esos días.
Cuando nos dimos cuenta estaba amaneciendo así que me vestí para irme antes de que me viera alguien, después de ese día volvimos a encontrarnos en varias ocasiones y en situaciones de mucho riesgo que tengan por seguro les contaré, ya en mi habitación me metí a la ducha y al salir recordé mi cita con el taxista pero obvio no podía ir así por lo que le llamé para disculparme diciéndole que se lo recompensaría después.
Pero todo eso se los cuento la próxima, gracias por leerme hasta pronto.