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Aventuras en el call center (Parte 4)
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Tiempo de lectura: 2 minutos

Mi pareja no había mostrado interés sexual en mi desde aquella vez en que no me había logrado correr, su comportamiento ya de por si lejano, se había vuelto formal, distante, indiferente. Y ya no hablábamos de separación, lo cual empeoraba la situación a mi parecer ya que se sentía como si era algo obvio.

Se concentró en sus estudios y en su trabajo, salía con sus amigas y ni siquiera me avisaba si no llegaba a casa. Para este entonces yo asumí que ella ya tenía a otro, así que continúe con mi vida alejándome también de ella.

De vuelta a mi trabajo mi relación con Barbie había aumentado mucho, tanta camarería y comodidad que la sentía más cercana a mí que cualquier otra persona, no me mal interpreten, habíamos tenido sexo, es verdad, lo había disfrutado como hace mucho tiempo que no, es correcto, me sentí libre no lo negaré, pero lo nuestro solo era amistad, no había espacio para el amor y aunque lo hubiera habido, ella era como el viento, mientras más intentaran poseerla más inútil seria, se escaparía por los dedos al intentar tomarla, además nuestros encuentros sexuales se debían mas a la casualidad que a algo planificado.

Una tarde en que estábamos en la zona de casilleros, ella sin previo aviso desabotono mi pantalón y empezó a chupármela sin preocuparse por nada, esto se había vuelto una costumbre que cada vez escalaba en exposición más nunca espere que lo fuera a hacer ahí. La sujete del cabello y la mire mientras ella mordía la separación del glande con el tronco y me miraba desafiante, yo empecé a mover mis caderas y solo introduje una y otra vez mi pene en su boca hasta correrme dentro y ella chupo hasta la última gota y se levantó a hablarme, con esa voz liviana como el viento y su aliento caliente chocando contra mi mejilla.

¿Quién habrá disfrutado mas el espectáculo, tu o ella?

Y volteándome a ver a mis espaldas estaba mi compañera gordita que al notar que la habíamos descubierto se alejó pidiendo disculpas. Barbie la detuvo de la mano y ella intento soltarse, alejándose de ella pero no la dejo y le dijo.

—¿Tú también quieres, verdad?

Yo estaba anonadado con esta actitud de ella, no sabía que el viento fuera a ser tan salvaje y dominante cuando se lo proponía, pero más me sorprendió la respuesta de la gordita, o mejor dicho, la ausencia de respuesta.

Barbie empezó a besar su rostro delicadamente y bajar hacia su cuello a la vez que desabotonaba su camisa, yo no entendía que pasaba pero mi pene ya estaba duro y pidiendo que me uniera, me acerque a ella y le mordí el cuello que quedaba libre y ella balbuceo un "No" me aleje inmediatamente pensando que a lo mejor ella no lo estaba disfrutando pero sus ojos dijeron otra cosa, estaba tan sonrojada que su piel blanca era roja y sus tetas ya al aire revelaban su figura descomunal, hermosa por naturaleza, deseable a mas no poder, Barbie la beso y sus lenguas se frotaron con un deseo incontrolable, mientras que su mano buscaba tomar mi pene, me acerque y deje que me masturbara mientras Barbie la masturbaba a ella con sus dedos. Se corrió profundamente tanto que su pantalón se manchó un poco y ella solo de vistió y se fue.

Barbie aún tenía la mano llena de sus jugos y la coloco entre nuestras bocas y procedimos a besarnos mientras saboreábamos los jugos de ella.

—Volverá —dijo ella

—Lo sé —le respondí.

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