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La lasciva vida de una maestra de escuela (Parte 3)
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Tiempo de lectura: 15 minutos

El deseo por mi hijo.

Ramón me proporcionó mucho placer, pero era costoso que se pusiera empalmada, no tanto como a mi esposo, pero solo una de cada tres veces era una erección natural. ¿Cómo descarté definitivamente a Ramón? Muy sencillo mi hijo pequeño Alberto se retornó temporalmente a casa y sin saber por qué cambié de objetivo… Deseaba al hijo de Ramón, pero en realidad mi pasión era más fuerte por el hijo que me hizo el albañil, MI ALBERTO. Disculpen semejante barbaridad pero no puedo morir con este secreto, necesito sacarlo.

Soy una mujer mayor con dos hijos, uno de 35 años y otro “pequeño” de 29 años muy guapo que se llama Alberto. No sé en qué momento de mi vida fue desarrollándose toda esta situación que he llegado a sentir deseos de estar con él entre sus brazos. Él vive conmigo desde hace unos meses ya que está juntando dinero en lo que su trabajo le permite mudarse a un lugar solo tras haberse separado de su pareja. En cierta parte me siento perversa en el mal sentido, por tener tantas fantasías sexuales con él aunque la excitación y la adrenalina que ya no sentía desde hace muchísimos años han vuelto, me siento motivada y menos cansada, con más ánimo y candente. Cuando él no se da cuenta yo constantemente le ando observando la entrepierna que me fascina como se le ve el paquete ovalado y abultado entre sus pantalones vaqueros o sus pantalones de vestir cuando está sentado, o incluso parado… debe tener el mismo talle que su “padre biológico”.

Es un chico fuerte, musculoso, fornido, bien proporcionado y huele muy rico, es muy adorable, todo un hombre, al que vi crecer poco a poco ante mis ojos aunque siempre fue con ternura. Mi marido me tiene totalmente desatendida desde hace años, y desde entonces no he tenido compañía viril se exceptuamos las aventuras de Ramón a base de viagra… pobrecillo en lo que se ha quedado. Pero al final respondió con una buena follada con eyaculación tremenda, fue un regalo la verdad, tampoco lo esperaba ya que no muchos se fijan en las mayores. Mi hijo es sumamente adorable conmigo, todo un caballero, me escucha, me valora, me confía (incluso temas de aspecto sexual), nos llevamos muy bien. No he podido o he sabido quitarme estos deseos.

Perdonen la vulgaridad pero no puedo hablar esto con todo el mundo más que sólo con mi mejor amiga a la cual me dice con una sonrisa que he enloquecido pero me apoya, así que trato de desahogarme por aquí, es una barbaridad, lo sé. A veces me lo imagino en tanga bailándome, o voy a su cuarto cuando él no está y agarro su ropa interior, pero sobre todo cuando voy a hacer la colada y huelo su ropa impregnada de su olor a macho, sudada, ya que el todo los días va a su gimnasio y le molesta usar bóxer de un día para otro… me los paso por la cara inhalando todo su aroma, eso me pone más cachonda.

La semana pasada cometí mi más grande pecado y fue verle completamente desnudo tras ducharse…, no pude resistirme al oír el agua de la ducha caer sobre su cuerpo y entré con la naturalidad que le da a una ser la madre de ese hombre…él no se inmutó al verme entrar, me miró y me dijo que por detrás no llegaba bien. Le ayudé a secarse la espalda, estaba bastante emocionada porque todo salió bien, le alcancé a tocar desnudo, con la mala suerte que he sentido mayores deseos por él, si mi crío hubiese querido me hubiera dejado tocar y hasta follar… ¡Es una bestia total!

Lo compartí con mi amiga íntima Charo y también se emocionó y estuvimos hablando un buen rato sobre él hasta que llegó a casa, al menos por eso no me siento tan sola. A veces mi hijo me ha dicho bromeando que parezco su esposa tras de él todo el tiempo y por eso he tratado de controlarme. Por otro lado, el hecho de ser su madre y ya abuela, me ha permitido esconder comentarios subidos de tono que le lanzo pero se podrían confundir con un amor de madre, le digo que es un bombón, mi hombre, mi tesoro, alabo su físico, le abrazo cariñosamente o le doy caricias en el pecho (incluso una vez le acaricie las piernas cerca de sus genitales en son de broma, cuando él se estaba quedando dormido en el sofá), besos en los cachetes cuando se va o regresa a casa o incluso le he llegado a comentar por ejemplo que su paquete no podría decepcionar a ninguna mujer ya que se le ve muy prometedor…

A veces él se medió incomoda y se va pero no pasa a más. No sabía qué iba a suceder en el futuro pero creía merecer ser feliz, de todas maneras no le hacía mal a nadie. Solo es un deseo que me ha surgido y por favor, traten de ponerse en mi lugar aunque entiendo que no todos pueden comprenden lo que siente… Una mujer, madre de dos jóvenes que se ve desatendida por su marido.

Reparé en mi hijo, pero no me atreví a dar el paso, hasta que lo sorprendí masturbándose frente al ordenador, mientras navegaba por Internet. Desde entonces me marqué el objetivo de aliviar a mi niño sea como sea, y de paso cubrir mis necesidades. Tenía un buen cuerpo a pesar de mis 58 años… lo conservaba porque hacía mucho ejercicio.

En mi vida nunca hice el amor con nada más que tres hombres, pero a los 17 años tuve una amiga con la cual pasé momentos inolvidables de placer, ya que ella era lesbiana y gozábamos cada vez que ella llegaba a la casa de mis padres a dormir, éramos inseparables, yo pensé que también era lesbiana, con el tiempo hicimos lo mismo con nuevas amigas lesbianas, la pasábamos muy bien, pero conocí a Eduardo, un hombre que nunca se enteró de mi atracción sexual y la verdad me enamoré de él, nunca hice el amor con él hasta casarnos, según yo para terminar con toda mi calentura y que fuera sólo suya hasta el día de nuestra noche de bodas, fue un error fatal ya que lo acostumbré a hacer el amor pocas veces, me casé muy joven nada más terminar la carrera a los 22 años, estaba maravillada con ese hombre.

Al año tuvimos a nuestro único primer hijo Emiliano, Eduardo creció procesionalmente y vivimos muchos años entre lujos y los placeres que da el dinero pero nuestra relación amorosa fracasó, con mucho una vez al mes teníamos relaciones sexuales, pasé de ser una caliente chica lesbiana a una frígida mujer. Seis años después en la reforma de la casa conocí al albañil Ramón, nunca había visto tipo tan macho y me lo follé, quitándome todas mis frustraciones de encima… me preñó y mi vida volvió a la rutina de mi marido. En estos días es un verdadero milagro que me “FOLLE”, ya no se le empalma, es imposible que se lo ponga dura conmigo aunque él afirma que no ha perdido facultades, así es que me folla con un consolador, se la mamo un rato y finalmente se corre… solo tiene 60 años pero está para el arrastre.

Desde hace unos meses tengo a Alberto en casa, quiere ahorrar para emanciparse definitivamente tras el fracaso de su última relación. Hace cosa de un año descubrí todo el sexo que se encuentra en internet. Mi hijo se pasaba las horas navegando, nosotros no sabíamos el por qué hasta que un día en el cual no esperaba mi regreso, entré al estudio de la casa y él se encontraba masturbándose…, al abrir la puerta él no se dio cuenta y yo no hice ningún ruido sólo me limité a observarlo y la verdad fue maravilloso, tenía la verga bien rica, muy grande, casi más que su “padre”, al que hacía bien poco pude probar por última vez, pero además era un cipote muy gordo… al igual que su padre lo tenía rollizo, lo veía más carnoso.

La vista era maravillosa, no pude distinguir qué era lo que veía en la pantalla por mi miopía, pero él lo estaba gozando, me sentí tan mal al estarlo espiando, pero no podía dejar de admirarlo, sus gemidos me hacían excitar más y pronto me empecé a calentar tremendamente, mis pezones saltaron duros y mis bragas se humedecieron sin parar, fue en ese momento donde recordé todas mis locuras de juventud con Ramón, y deseé tanto tener ese hermoso mástil entre mis piernas, quería gozarlo y que me volviera hacer mujer, pero era mi hijo y sólo sería una fantasía.

Continué con el espectáculo y pocos minutos después, explotó en una eyaculación tremenda… vi cómo soltó chorros y chorros de semen los cuales no paraban de salir saltando largos por la fuerte presión. Fue maravilloso ver a mi querido hijo gozar de esa manera, cómo deseé haber sido yo la que con mis manos hiciera gozar a Alberto o los labios de mi coño los que arroparan el magnífico falo de mi niño. Rápidamente cerré con cuidado la puerta y regresé a la de entrada y fingí regresar a casa, abrí y cerré con fuerza la puerta y grité mi llegada, mi hijo me contestó desde el estudio, por un momento quise entrar a él pero sabía que lo encontraría muy excitado y preocupado de encontrarlo en ese estado y opté por subir a mi habitación…

-“Voy a ducharme cariño”, le grité.

-“Yo voy a salir…”, me contestó.

Entré a mi habitación me desnudé lentamente frente al espejo, mi corazón latía sin parar pude ver lo duro de mis pezones, como en muchos años no estaban así y mis bragas qué decir de ellas, estaban tan mojadas que sólo pensé en su rabo recio y largo horadándome dentro de mi coño…, así que me empecé a acariciar todo mi cuerpo, mis tetas, mi culo, mi coño. En segundos ya tenía dos dedos metidos en mi conejo hambriento y me acariciaba el culo todo esto imaginando que era el cipote de Alberto. Tomé mi consolador modelo Alex, me acosté y gozaba metiéndomelo hasta que gemí del gusto de mi acabada orgásmica.

Entré a la ducha y ahí tuve otro orgasmo, salí me vestí y fui directo al cuarto de mi hijo, a pesar de que una señora llega dos veces por semana a realizar la limpieza de la casa mi hijo se negó desde un principio y prefirió hacerlo él mismo en ese momento me enteré de la razón, ya había entrado muchas veces a su habitación pero nunca a husmear, tenía posters de algunas actrices en traje de baño pero nada fuera de lo normal, abrí su cajón y sólo encontré sus bóxer, busqué más adentro y nada, fui hacia el armario y encontré una caja con candado busqué por todos lados hasta que encontré la pequeña llave, abrí el candado y me llevé una grata sorpresa, revistas pornográficas, CD’s de videos porno (imagino que caseros), varias cajas de condones XL, en fin me di cuenta de que mi hijo era un follador tremendo, por los condones supe que mi hijo follaba con sus amigas y se gastaba una buena polla…, me imaginaba las locuras que tendrían los videos y ardía en deseos de verlos, guardé todo sin antes dejar de ver un momento esas riquísimas revistas, las ojeé y las dejé todo en su lugar… me fui a mi habitación a seguir masturbándome pensando en él, en años no había tenido tantos orgasmos como en ese día y mucho menos imaginándome que sería por mi hijo.

Me volví a duchar y esperé a mi marido e hijo para comer, sólo encargué comida por teléfono ya que todo el tiempo se me vino encima. Llegó mi marido y después apareció mi Alberto…, estaba nerviosa, no sabía si él se dio cuenta de que lo vi masturbarse pero no lo creo porque actuaba muy natural, comimos y mi marido regresó a trabajar.

-“Esta tarde voy a salir con mis amigos”, dijo mi hijo.

-“Oye cariño, porque no me dejas tu ordenador, necesito hacer algún trabajo en Word”, le supliqué.

-“De acuerdo ahí lo tienes, no tiene clave de acceso”.

-“Lo que necesito es que me enseñes a buscar por internet y poder descárgamelo para reflejarlo en un documento de office editable… no sé cómo se hace”.

En realidad quería descubrir qué veía en ese ordenador, ni siquiera entendía lo de Internet, pero en fin me empezó a enseñar lo básico cómo manejar Windows (crear y renombrar carpetas), Word (Cortar y pegar…) y como buscar archivos en internet. Traté de abrir alguna carpeta de él pero estaban protegidas con contraseñas y no pude leerlos, lo demás eran tareas, videos, fotografías de artistas. Al siguiente día me prometió enseñarme más sobre Internet. Llegó la noche cenamos y aún me sentía muy caliente intenté hacer el amor con mi marido pero éste estaba muy cansado, le reclamé y discutimos pero accedió a hacérmelo con el dildo… me estaba aburriendo esa vida monótona e insulsa que llevábamos… mi relación con mi marido era un fracaso y por todo lo que pasó con mi hijo, pensé que sería bueno gozar del sexo con otros hombres, y así no tener que ver nada con mi hijo ya que no era correcto.

El viernes cuando mi hijo se fue a una entrevista de trabajo, fui directamente por los videos… dios era maravilloso, en uno salían dos chicas jóvenes, muy bonitas y delgadas, besándose y desnudándose, chupándose todo el cuerpo, un tipo se acercó a ellas de inmediato lo despojaron de su ropa y le mamaron el enorme mostrenco rico que portaba, él se las folló como todo un maestro, lo que más me encantó fue cuando les daba por el culo, y luego cómo se tragaban su semen las dos, el video continuó yo terminé masturbándome riquísimo mientras veía el video deseando a mi hijo, y decidí cambiar el rumbo de mi vida tenía que follar con mi hijo.

Me bañé y sólo me dejé mi bata de baño esperando su regreso, cuando llegó le dije que me enseñara cómo manejar el Internet, me explicó cómo entrar a páginas, cómo buscarlas… entre otras cosas, todo enfocado a mis materias docentes claro (Recordar que soy maestra de escuela). No dejaba de mirarme la abertura de mi bata que mostraba un poco mis tetas y marcaba mis pezones hinchados de placer, pude notar su erección y eso me encantó, había excitado a mi hijo. Cuando él se fue con sus amigos lo primero que hice fue buscar la palabra “incesto”…, y ahí encontré la página de relatos eróticos… empecé a leer todos los relatos, las fotos, los videos y las Webcams, y todo me encantó, comprendí por qué mi hijo se pasaba las horas conectado a Internet.

Los relatos de incesto me dieron valor e ideas de cómo follar con mi hijo y no dudé en hacer un plan para lograrlo. Lo más curioso fue que el correo electrónico lo tenía abierto con la clave automatizada, no pude contenerme para ver qué y con quién se escribía. Iba pasando mensajes de amigos y sobre su trabajo, búsquedas de empresas y por fin un mensaje que me llamó la atención.

Asunto. Como es mi mujer madura favorita

“Como por ejemplo una madurita que sea madre, una mujer mayor pero que aún se mantiene activa, no como su marido que suele estar para el desahucio… ellas dicen que las follan poco o nada. Así que mientras que éste se encuentra en el bar echándose una partida a las cartas en el bar, yo le suelo hacer compañía y algunas veces surge, sobre todo me relajo con ella los viernes y los domingos por la tarde cuando voy a visitarla, ya sabes cómo son las mujeres de esa generación… están acostumbras a que el hombre sea quien ponga y disponga. Aún tiene un chochito muy cálido. Son los mejores coños que te puedes follar: acogedores, cariñosos, sumisos y tragones, y como ya no están en edad fértil no hay problema que la puedas preñar, se dejan follar a pelo sin condón… la pones y la clavas hasta que dé de si tu rabo hasta los huevos.

Ya imaginas que la sensación es única cuando la estás follando porque sientes toda la calidez de sus esponjosa y lubricada vagina en tu capullo… se te pone a reventar. Y para acabar una buena lechada toda para adentro en lo más hondo de su útero para que no se saga una gota…, se pone las bragas y faena acabada a esperar a su marido. Después cena con su esposo… madre mía el morbo que da saber que tiene toda tu leche caliente metida en su coño y tratando con su marido como si no hubiera pasado nada con la vagina atorada de lefa… ¡Esas mujeres son únicas! Y si además son tu madre, no te digo a donde se eleva el morbo y el placer.

Después un poco de tele en el sofá con su marido que pronto se queda grogui, y yo para casa con los huevos aliviados. Por supuesto un beso con lengua de despedida sin que se note mucho y no sospeche el cornudo del padre… menudo calzonazos trabajando como un mulo para mantener a la familia y el hijo llenando a su esposa de placer y leche espesa, pero para eso están los hijos primogénitos o los amigos de estos.”

Me quedé impresionada a mi hijo le van las maduras como su madre, vamos que no tendría ningún reparo de follarme…, me puse cardiaca. Después leí de su otro interlocutor otro comentario en respuesta, y éste si se lo hacía con su madre por lo que decía…, debía estar asesorando a Alberto para animarlo a follarme.

“Menudo coñazo tiene mi madre, anda que no disfruto follándoselo todos los días que me deja. Además mi madre es de las que permite correrme dentro, así que en cada polvo acaba con el coño lleno de leche de su hijo. Gracias a que voy de vez en cuando por la casa materna se siente más joven y deseada, me dice. Ha rejuvenecido desde que lo hicimos la primera vez. Le gusta abrirse de piernas y que su hijo la folle en la postura del misionero, a cuatro patas le da reparo, pero también le doy con un poco de insistencia cuando la tengo bien cachonda. Bueno, y que termine dentro de su coño lleno de semen, total, a su edad es imposible quedarse preñada como tú dices, y nada supera a una buena corrida interna a pelo, sin condones ni monsergas, sentir el calor y la humedad de su chocho directamente en tu polla.

La primera vez mientras me corría dentro de su coño mi leche iba chorreando, era impresionante, se me puso el pulso a mil al notar como la llenaba. Además entonces lo tenía sin depilar, con mucho pelo. Acerqué mi verga a su cara y me hizo una mamada mientras se tocaba el coño antes de empezar. Se tumbó en la cama y abrió las piernas, yo le metí toda mi polla esquivando todo su matorral de pelos hasta introducirla al completo. Mi madre es silenciosa, es de esa generación que folla sin gemir interiorizando su gozo, pero se le nota lo cachonda que está lubricando como una bestia.

Luego le doy la vuelta y sigo follándomela viendo su culazo. Otras veces se sube sobre mi rabo, hasta que no aguanto más tocando y chupando sus tetas y empiezo a eyacular dentro de ella. Todas las semanas se queda con mi regalo dentro. Incluso me hace una limpieza final con una mamada para tragarse todo lo que había quedado”

Cerré su correo y me marché volando a hacerme una soberana paja, no lo pude evitar, chorreaba como una adolescente pensando en eso jóvenes pendientes de sus madres. Esa misma noche entré al estudio con Alberto frete a su ordenador, no sé si veía una página de sexo pero se encrespó…, entré despacio y me senté en sus piernas y por fin pude sentir lo duro de su polla ya que lo alcanzaba a rozar, estaba muy tenso pero yo actué natural y le dije que su padre tenía mucho trabajo y que quería salir a la playa a pasar unos días en el chalet de Tarragona, él me dijo que sería maravilloso, le di un beso en la mejilla y le dije que lo arreglaría todo.

Hablé con mi marido y por su puesto él dijo que iría sin nosotros, le dije que saldríamos el próximo jueves y regresaríamos el domingo de la semana siguiente, fui a la habitación de mi hijo y cuando entré el olor a semen era intenso, mi niño se había masturbado, llevaba sólo mi bata de seda para dormir, mis pezones se marcaron en la fina tela, él se dio cuenta y no apartó su vista de ellos, me acerqué a su cama y me senté en ella, mis nalgas sintieron entre las sabanas una revista, me imagino que mi hijo estaba masturbándose con alguna pornográfica y no le dio tiempo de guardarla, me dieron ganas de sacarla y descubrirlo para ver su reacción pero no lo hice, preferí seguir con mi plan.

-“El jueves nos vamos a la playa tú yo solo, papá no puede venir, tiene mucho trabajo”. Él me sonrió.

-“De acuerdo, me va a gustar estar contigo a solas en la playa, relajaditos los dos”.

Lo tomé de la mano y le di un beso en la mejilla muy cerca de la comisura… “¡Ya verás cómo nos los pasamos muy bien!”, me encantó la forma que disimuladamente me veía mis senos, me imaginaba su hermoso cipote erecto bajo las sabanas y por un momento estuve a punto de despojarlo de las sabanas y chupárselo pero me contuve. Al siguiente día fui a la estación de Sans a sacar los billete de tren, recordé que en el centro comercial que me pillaba de paso, había una tienda de ropa con una señora mucho mayor, de la cual todas mis amigas decían que era lesbiana y me pareció buena idea jugar un poco con ella, y recordar mis tiempos de lesbiana, llegué a la tienda ya casi para la salida a la comida, la señora se llama Martha y me dijo que estaba a punto de cerrar, le comenté que era una urgencia ya que saldría de viaje, me acerqué a su oído y le dije…

-“¡Ayúdame voy a salir con mi amante y quiero lucir bella para él!”, le brillaron los ojos y despidió a sus empleadas una vez cumplida la hora de cierre, les dijo que se fueran que ella me atendería.

-“Amiga tu sí que sabes convencer”, me dijo.

-“Lo que pasa es que es mi primera cita con otro hombre fuera del matrimonio… y quiero excitarlo mucho”.

-“No te preocupes querida yo te ayudo, dime qué te gustaría”, al mismo tiempo que cerraba la tienda.

-“No lo sé, quiero algo muy sexy, vamos a ir a la playa y quiero tenerlo excitado todo el tiempo”.

-“Mira tengo este vestido pruébatelo”.

Entré al probador y dejé la puerta abierta y me desnudé dentro poco a poco, ella no dejaba de mirarme quedé sólo en bragas y me coloqué el vestido, me dijo que me quedaba muy bien y era cierto tenía un escote en todo el pecho sólo me cubría mi senos y la espalda estaba abierta y me llegaba sólo unos centímetros abajo de mis nalgas, se acercó y me acomodó la parte de arriba alcanzando a rozar mi pezón…, saltaron erguidos de inmediato…

-“Con este vestido querida levantas a un muerto”, sonreímos. “Dices que vas a ir a la playa, pruébate este traje de baño”.

Nuevamente estaba desnuda me quité las bragas, ella ya no disimulaba nada, me veía con lujuria y yo estaba con mis pezones erectos y empezaba a humedecerme, era una tanga minúsculo apenas me cubría con un pequeño triangulo, todos mis vellos salían disparados, el sostén apenas me tapaba con esos pequeños triángulos mis pezones que son espectaculares cuando se pone duros…, y mi culo se tragaba todo el delgado hilo dejando al descubierto mis nalgas.

-“Date la vuelta querida”, lo hice lentamente ella se acercó a acomodarme mi sostén para cubrir bien los pezones rozándolos nuevamente, me sentía en la gloria… “Amor con este traje no solo excitas a un muerto, a cualquier mujer la dejas con ganas de comerte toda”.

-“A cualquier mujer no creo, tendría que ser lesbiana o bisexual”.

Tienes razón las demás te verían con envidia, pero nosotras con admiración, de verdad te ves muy sexy, pero tenemos que hacer algo con estos vellos…, me temblaron las piernas ya que con su mano me acarició mis vellos…

-“Amor tienes que rasúratelos” (ciertamente no me rasuraba en varios meses y me salían muchos). “Cuando quieras te ayudo…”.

Me quede ahí parada sorprendida, mi juego de excitarla me había ganado, ahora las dos estábamos muy excitadas, me empezó a acariciar mi coño, solté un gemido el cual tapó con un beso… tenía experiencia de varios años de aquellos juegos juveniles con mis amigas, pero ahora estaba besándome con una mujer que me había convertido en bisexual, su beso fue húmedo, rico, pasaba su lengua junto a la mía. Me acarició el culo, me chupó y mordió mis pezones, no dejaba de acariciar mi coñito todo mojado, yo sólo seguía besándola y mis manos fueron a parar a su culo ya flácido por la edad pero no menos rico y excitante para mí.

No sé cómo pero ya estaba desnuda y yo a ella ya le había quitado su vestido, tenía a una mujer en bragas gozando con ella, sus tetas le colgaban por la edad, pero su tamaño lo compensaba ya que eran enormes con unos pezones grandísimos y oscuros, unas bragas blancas y más húmedas cada vez que le acariciaba, de inmediato ella se agachó y me dio la mamada más rica en años

Yo gemía, le tomaba de la cabeza empujándola más hacia mí, le jalaba sus duros y grandes pezones, ella subía y me seguía mordiendo mis tetas y me besaba, no tardé nada en tener un orgasmo delicioso, ella se levantó y me ofreció sus pezones comiéndomelos sin parar, le quité sus bragas, ahora era mi turno y bajé a comerme toda su vulva hinchada, la cual chorreaba jugos riquísimos por todo mi rostro, le metía mis dedos ella gritaba sin pena, dio un salto cuando le metí un dedo en el culo, a la muy puta le gustaba, me mojó toda al llegar a su orgasmo. Después de correrse, me puso en cuatro patas y hundió su boca en mi culo, metiéndome uno y hasta dos dedos en mi culo, me estaba destrozando, tenía años que nadie me daba por el culo, me dolía tanto que casi no podía soportarlo, me decía…

-“Eres una puta cabrona, te gusta zorra, te gusta que te jodan por el culo”, me daba nalgadas fuertes en el culo, que me lo dejaron rojo y sensible, no paraba la muy cabrona me estaba violando riquísimo y tuve un orgasmo interminable, y acabé toda golpeada en el culo. Me dejó ahí parada como toda una puta, excitada…

-“Amor mañana vienes para rasúrate estos vellos para que al cabrón de tu amante lo dejes erecto todo el día de lo hermosa que te verás y de paso traigo unos juguetes para que gocemos más”

La besé, me vestí y salí de la tienda sin el vestido y traje de baño que llegué a comprar, tendría que regresar mañana por ella y para ver que sorpresa me tendría, entré a un restaurante pedí un vodka y en cada trago que le daba me venían imágenes de mi hijo dándome por el culo, haciéndome su amante, su caliente esclava, no sé cuánto tiempo estuve en las nubes mojada deseando tener ya a mi hijo haciéndome suya, entré al baño del restaurante y me masturbé de nuevo, salí y me fui a casa, apenas podía conducir… esa mujer me dejó rendida.

El jueves iría con mi hijo a la playa y todo lo tendría planeado para gozar con él, haría que él me pidiera a gritos que folláramos… lo haría el amante perfecto, ya que no tendría que salir de casa para gozar con él. Sin duda Alberto debía de estar muy necesitado después de romper con su pareja y llevar tres meses picoteando y poco…, así que debía de estar bien cargado de testosterona, energía juvenil y mucha leche en sus duros huevos. Deseaba tanto que pasaran los días rápido y que llegara el día de nuestra partida, regresé a la tienda a la misma hora ahí estaba esperándome Martha, pero ahora estaba una amiga suya, muy delgada, con cabello negro, muy alta, se veía muy elegante con un vestido negro, no tenía casi nada de donde tomar, pero se le marcaban muchísimo sus pezones, cerró la puerta y me dijo…

-“Amor esta es Susana, ella nos va a ayudar a rasurarte, vamos desnúdate sexy para nosotras”

Y así lo hice, me desnudé para ellas, lo hice muy sensual Susana se acercó a mí y me besó, me hizo sentar y sacó todo lo necesario para rasurarme, me abrió las piernas y acarició mi chochito, yo me mordía los labios de la sensación tan excitante al estarme rasurando, en minutos estaba totalmente sin vellos, de inmediato las dos me hicieron un show particular, las veía besándose, tocándose todo el cuerpo, masturbándome riquísimo, fue increíble, verlas gozando de esa manera, el contraste de los dos cuerpos era hermoso, una con grandes tetas y culo y otra casi lisa pero con unos pezones puntiagudos me tenía súper mojada.

No resistí y me uní a ellas, las tres gozamos tremendo, llevaban consoladores dobles, vibradores, una pollas enormes, los usamos por todos lados, las tres éramos machos para cada una de nosotras, fue increíble todo lo que hicimos, sólo en las películas de mi hijo vi algo así, puedo decir que nunca dejaría de hacerlo, de verdad nunca lo haría.

Me regalaron el falo más grande de recuerdo de nuestra cachonda amistad, para que siempre las recordara, me llevé el vestido y el minúsculo traje de baño, en mi plan no estaba salir con ese traje el primer día, así que entré a otra tienda a buscar uno menos escandaloso, pero también de dos piezas y que me quedara ajustado, entré a buscar sujetadores y bragas muy sensuales y transparentes, busqué una braguita transparente negra con encajes para ponérmela con mi vestido.

Y por fin llegó el jueves, como todos ya sabéis con 58 años la menopausia se instaló hace tiempo en mi cuerpo, pero lejos de quitarme las ganas y dejarme seca, ahora que mis días fértiles habían pasado, podría gozar de mi hijo sin el uso del condón ni riesgo de quedar preñada de él.

CONTINÚA…

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