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July, mi vecina madura amiga de mi madre
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Tiempo de lectura: 11 minutos

Como ya os conté en otro relato siempre me han gustado y me gustan las mujeres maduras, son mi perdición y las que me gustaban a mis 18 años, hoy día a mis 43 me siguen gustando. Por este motivo siempre me he fijado en las que forman parte de mi vida, por ello y gracias a que mi persistencia y que tengo cierto atractivo, he podido cumplir varias de mis fantasías, suenan a historias típicas e inventadas pero mis historias son ciertas y reales.

July, mi vecina, siempre ha formado parte de mi vida, de niño era normal que estuviese en mi casa como yo en la suya, pues mi madre y ella eran amigas de toda la vida y de una edad similar. En aquel entonces estaba casada con Teo y tenían dos hijos. Una hija 5 años mayor que yo y un hijo dos años menor con el que me juntaba para jugar en casa de mi madre o en la de July.

Ya de niño mi manera de ver a July empezó a cambiar, cuando venía a casa a hablar con mi madre de sus cosas, yo iba a la cocina con ellas buscando colocarme en un sitio donde podía mirar a July sus piernas o el sujetador entre medio de los botones de su blusa. Mi vecina de entonces 38 años, me ponía cachondo

Así fue pasando el tiempo y mis miradas cada vez eran más intensas e indiscretas. Nuestra relación era buenísima pues a mí aparte de una mujer encantadora, me ponía muy cachondo y estaba seguro de que ella se había dado cuenta. Tal y como yo la buscaba siempre con la mirada, sería raro que no lo se enterase. Si coincidíamos en la escalera siempre subía detrás de ella sin quitar vista de su culo. Tiene un culo redondo y precioso, hoy día también, acompañado de unas preciosas piernas, unos pechos no muy grandes pero muy bonitos y muy guapa de cara.

Me fui dando cuenta de que su marido no la podía satisfacer pues él no podía subir peso por problemas de espalda y desde el coche la llamaba a ella para que bajara a por las cosas de peso para que las subiera, lógicamente si yo estaba en casa bajaba a ayudarla y así podía subir las escaleras con ella, detrás de ese cuerpazo que me ponía tan cachondo. Deseaba estrenarme con esa mujer, pero era complicado entrarle, porque es la gran amiga de mi madre y no quería meter la pata.

Yo seguía virgen y cada vez más cachondo con ella y con otras maduras cercanas, una que ya os conté y otras que os contaré en otros relatos, pero tenía claro que quería que mi primera vez fuera con July. Buscaba encontrarme con ella, subía a su casa con cualquier excusa tonta pero no me atrevía a dar el paso por vergüenza y miedo al rechazo y las consecuencias.

En todos estos años me había dado cuenta de que Teo, su marido, babeaba por mi madre, intentaba ligar con ella, aunque mi madre pasaba de él como de la mierda. Mi madre se quedó viuda muy joven y aunque nunca tuvo otra relación siempre tenía hombres merodeando a su alrededor y pasaba de ellos, como para no pasar del marido de su amiga.

Un día pasó lo inesperado yo venía del bar del barrio de echar unas birras y algún porrete a la 1:30 de la madrugada y cuál es mi sorpresa que coincido con July de camino. Nos dimos dos besos y empezamos a charlar. Yo venía animadete y al darle los besos la agarré por la cintura y la arrimé contra mí a lo que no opuso resistencia aunque antes de separarme de ella mi erección era notable. Me contó que venía de una cena en una sociedad con unas amigas de Pilates y que después habían ido a tomar algo por la ciudad. Enseguida me di cuenta de que ella también estaba animada y pensé en como entrarle en el paseo de apenas un kilómetro que nos quedaba hasta casa.

Empezamos a charlar y me di cuenta de que ella me miraba el bulto de mi paquete, pues mi empalmada era brutal, era difícil no darse cuenta por lo que intenté disimularla metiendo las manos en los bolsillos a lo que ella respondió sacando mi mano derecha para rodearla en su cintura y me dijo:

-Abrázame mi niño!

La rodeé con mi brazo y agarré de la cintura encantado y ella me miró el paquete y me guiñó el ojo sonriéndome. No me podía creer, no era cierto, es mi imaginación pensé, había imaginado tantas situaciones y tantas fantasías con esa mujer.

La conversación era normal hasta que me empezó a decir que yo tenía que ligar mucho porque era muy guapo y muy majo. Te las tienes que llevar de calle vecino me dijo mirándome otra vez el paquete y subiendo la vista hacia mi cara. Me sonroje y le dije que no que no ligaba nada que no me gustaban las chicas de mi edad

Ella me preguntó: -Como te gustan?

Le contesté: -Mayores

Ella me dijo: -Es normal que te gusten algo mayores que tú, pues eres muy joven tienes 18 y las veinteañeras te atraerán más vecino jajaja

Entre dudas bajé mi mano a su culo y le dije: -Me gustan más mayores July, no sé si decírtelo porque no sé si haré bien, me da vergüenza…

Me rodeó con su brazo izquierdo y metiendo su mano derecha en mi bolsillo derecho del pantalón acarició la mi polla dura suavemente y me dijo: Llevas años mirándome Sergio y poniéndote así de cachondo, sería imposible no haberme dado cuenta, pensaba que con el paso de los años ibas a dejar de hacerlo pero no ha sido así, soy muy mayor para ti. Podría ser tu madre. Aunque cierto es que gracias a tus miradas estos años me he seguido sintiendo mujer pues nunca me han mirado así, con ese deseo con el que tú lo has hecho.

-Me pones mucho July, le dije mientras sobaba su culo acercando mi mano a la raja. Como se lo tiene que pasar Teo con semejante mujer, hay hombres con suerte

-Si tú supieras Sergio

-Que vecina? Cuéntame

-No hay nada que contar Sergio, nada de nada, ni me mira. Hace al menos 10 años que ni me toca.

-Que me dices July? No te folla? Siéntate conmigo aquí en este banco y cuéntame

-No Sergio solo me pide que me desnude delante suyo mientras se pajea esa polla que ni se levanta y se la tengo que acabar de menear yo. Esa es nuestra vida sexual, bueno la suya porque la mía es inexistente, hace tanto tiempo que no siento nada de gusto ahí abajo y lo poco que he sentido siempre me lo he hecho yo porque Teo jamás se ha preocupado por mí excitación y nunca ha conseguido complacerme. Dice que no lo puede hacer porque le duele la espalda, aunque ya antes de la hernia no lo intentaba tampoco porque las últimas veces no se le ponía dura y nunca ha ido al médico.

-Valiente gilipollas!! Aparte de egoísta el tío mierda. Pues a mi madre bien que la mira babeando

-Qué me dices Sergio? A tu madre?

-Sí, la repasa de arriba abajo cada vez que la ve pero ya sabes como es mi madre y lo torea sin cabrearse. Fíjate ya verás.

-Si, me voy a fijar, el muy cerdo.

Entonces me lancé, la abracé contra mí y busqué su boca, la encontré aunque cerrada mientras mi lengua buscaba entrar en su boca, por fin entrelazamos nuestras lenguas mientras yo, que no me creía lo que estaba pasando, empecé a manosear sus pechos por encima de la blusa al principio para enseguida acariciarlos por dentro suavemente. Entonces le cogí la mano y la lleve a mi paquete y le dije:

-July, ves lo dura que me la pones?

Ella acariciándola por encima del pantalón me dijo:

-Jooo vecino!! Qué cosa más dura, mi marido nunca la ha tenido así…

-Pues yo llevo años con ella así por ti. Quiero estrenarla contigo, llevo muchos años deseándote

-Eres virgen Sergio?

-Si July, lo soy y siempre he pensado que me desvirgaría contigo.

-Buuuff!! Vecinooo!!! Exclamó cuando mi mano bajó derecha a su entrepierna y empezó a acariciar su raja por encima del pantalón de tela con el dedo corazón profundizando en su coño

-Para Sergio por favor!! No sigas que no puede ser.

Entonces empezó con que no puede ser, que mi madre es su amiga además que está casada y si nos pillan que va a pasar. Se levantó y paré de intentarlo, el respeto que le tengo es muy grande.

-Vale July, lo entiendo dije, si no quieres que pase, no pasará.

Seguimos andando hacia casa mientras ella seguía encontrando lo que a mí me parecían excusas de moralidad porque a la vista estaba que los dos queríamos lo mismo. Mientras yo seguía empalmadísimo pensando en el pajote que le iba a dedicar en un rato. Llegando al portal le dije:

-Que pena que no quieras vecina, pero bueno si cambias de opinión ya sabes que por mí encantado.

-Mira Sergio, te mereces algo mejor que yo, soy muy mayor para ti y además llevo muchos años sin que nadie me toque.

Entonces le contesté indignado:

-Tu si que te mereces algo mejor! No al baboso ese egoísta que no sabe el mujeron que tiene y encima de no satisfacerte te ha degradado como mujer pensando solo en el y respecto a la edad que sepas que me ponen las mujeres maduras y atractivas y tú lo eres.

-Mira Sergio, yo también llevo desde hace 3 o 4 años fijándome en ti y en cómo me buscas y en el bulto que se te pone cuando me tienes delante, en cómo me miras y deseas. Me haces sentir mujer.

-Entonces que problema hay. Hazme un hombre y siéntete mujer, lo mereces.

Abrí el portal le dejé pasar y al llegar al primer descansillo de la escalera la abracé por detrás rozando mi polla en su culo y le dije al oído. Esto es por ti y estará así tantas veces como quieras. Enséñame y aprenderé contigo July. Te deseo! Hagámoslo aunque sea una vez, no se enterará nadie de verdad.

Ella asintió con la cabeza mientras para mí sorpresa empezó a restregar su culo contra mí polla.

-Siiiii. Nos lo merecemos. El sábado y domingo estoy sola, Teo se va todo el finde de caza y mis hijos a pasar 15 días al pueblo, iba a ir con ellos pero cambiaré de planes y me quedaré poniendo alguna excusa para quedarme.

Se dio la vuelta nos besamos, nos sobamos mutuamente y yo me quedé en el 2°izda que es donde yo vivo y ella subió al 3° derecha mientras yo me quedé mirando como movía ese cuerpo que tanto me ponía. Ella giró su cabeza sabiendo que yo la miraba y sonriendo con complicidad me guiño un ojo y me dijo:

-Estoy deseando que llegué el momento vecino, tanto cómo tú.

Entré en mi casa emocionado y cachondísimo pensando en lo que había pasado y en lo que habíamos quedado. Me hice dos pajotes seguidos pensando en ello.

El día siguiente era viernes y me levanté feliz. Fui a trabajar y pasé todo el día pensando en el fin de semana que me esperaba y en todo lo que haríamos July, mi deseada vecina y yo. Nervioso y ansioso como buen primerizo.

A la tarde al llegar a casa la vi en el balcón y la saludé sin dejar de mirarla y le hice un gesto que en broma le hice entender que ya me había puesto la polla en marcha y se reía.

Al rato estaba yo en casa viendo la tele y sonó el timbre, mi madre abrió y dijo:

-Hola July, pasa y siéntate mujer. Al oírlo me levanté y fui a la puerta habiéndome el sorprendido y saludándola amablemente. Ella me dijo:

-Hola Sergio vecino, cuanto tiempo, dame dos besos corazón.

Me acerqué a dárselos con mi mano en la cintura y ella al darse mi madre la vuelta me agarró del culo y me apretó contra su cuerpo, a lo que mi polla reaccionó enseguida y entonces se separó para dejarme en un pantalón corto de pijama, sin calzoncillos y empalmado en la cocina delante de mí madre. Me miró muy pícara y dijo.

-No te vayas vecino, ven aquí que tengo que pedirte un favor.

Amablemente fui sin saber cómo hacer para disimular mi polla que se quería salir del pantalón por un lado. Improvisé.

-July, siéntate mujer. Eché la silla para que lo hiciera disimulando con el respaldo mi paquete para que no me viera mi madre y me quedé detrás de ella disimulando hasta que pude sentarme.

Ella sonreía y me miraba con cara de pícara riéndose disimuladamente. Entonces estando sentado enfrente de ella noté un pie descalzo que rozando mi muslo llegaba a entrar por dentro de la pata del pantalón y empezó a rozar mi rabo durísimo con mucho disimulo mientras yo pensaba que me iba a correr ahí mismo. Ya paró y después de un rato de charla me pidió a ver si podía subir con ella a poner dos baldas que había comprado que Teo llevaba siete meses sin colocar por su dolor de espalda.

-Sube y ayudarle Sergio, dijo mi madre

Encantado dije: -Claro July como no, cojo herramientas y vamos

-Gracias corazón, te espero. No te olvides del taladro que el de Teo no funciona hace años y cuando funcionaba tampoco lo sabía usar.

-Si July, tranquila, cojo el mío y la caja de herramientas. Me subes tú el taladro que no pesa? Ahora me reía yo.

-No faltaba más vecino. Dame corazón.

Salimos despidiéndonos de mi madre y subiendo las escaleras empezamos a reírnos y le dije:

-Serás cabrona!! Me has hecho pasar un rato en la cocina.

Como siempre lo has pasado pero está vez en pijama corto y empalmado desde la puerta. Hace años que te ponías ahí enfrente mirándome y tocándote y hoy te he podido vecinito. Hoy era yo la que se ponía cachonda viendo cómo disimulabas la empalmada que te había creado. Llevo muy cachonda desde ayer pensando en ti, creo que me estoy poniendo en marcha otra vez gracias a ti vecino. Hoy me he tocado acordándome de lo de ayer y de lo que nos espera mañana. Hacía años que no me sentía así de caliente. Me llevas años poniendo caliente con tus roces y miradas pero hoy estoy desatada y muy caliente.

Abrió la puerta y la agarré de los muslos, le subí la falda y la puse contra la pared comiéndole la boca y magreandola entera.

-Vas a ver cómo te voy a follar July!! Diooosss!!

-No sabes cómo lo necesito vecinoo. Uufff

La llevé encima de la mesa de la cocina, la tumbé, bajé sus bragas y empecé a lamerle el coño como había visto en pelis porno.

-Uufff!! Vecinooo qué haces? Nunca me han hecho esooo

-Qué rico!!!

Entonces oímos un coche aparcar y era Teo.

-Para Sergio, es Teo!! Me pita para que baje a por la compra. Uummm!! Joder vecinooo!!

Seguí lamiendo ese coño sin parar hasta que noté como sus fluidos empezaron a mojar mi cara y ella gritaba de placer. Ooohhhh!! Siiiii!! Uuuufff!! Qué cabrón!! Agarró mi cabeza y la apretó contra su coño y mientras se corría también la apretaba con sus piernas. Ooohhhh!! Síii!!! CABRONAZO!! Uufff!! Me soltó y apartando mi cabeza me dijo:

-Nunca había sabido lo que era un orgasmo. Uufff! Qué rico vecino!!

-Me ha encantado tu orgasmo vecina. Te lo comía otra vez!!

Calla Sergio y vístete que te tienes que ir me dijo mientras se subía las bragas y la falda, que viene Teo!! Saliendo al balcón le hizo el gesto de que ya bajaba y salimos los dos de su casa. Bajamos las escaleras y yo en vez de meterme en casa esperé un poco y seguí bajando buscando cruzarme con ella y Teo con la compra.

Al verme ella sonrió y dijo

-Hola vecino. Qué tal?

-Hola pareja. Os ayudo a subir las cosas?

-No, gracias vecino, no te molestes

-Sabes que no es molestia July, dame esas bolsas que yo las subo.

Pasó Teo delante a ella le dije que pasara y yo el último, detrás de ese culo redondo y precioso.

-Que tal tu espalda Teo? No puedes subir nada no??? Dije sarcásticamente.

-No Sergio, no subo nada hace años ya.

-Lo sé, le dije. Tranquilo, yo subo las cosas y las pongo en su sitio encantado dije viendo como July giró su cabeza sonriendo y contoneando ese culo dijo.

-No Sergio, no puede subir nada hace años, menos mal que estás tú para ayudarme

-Un placer vecina, siempre que necesites algo me dices

-Gracias corazón.

Teo abrió la puerta y fue al baño sin decir nada y sin hacer caso a su preciosa mujer, entonces ella le preguntó:

-A qué hora sales mañana Teo

-A las 8 de la mañana. Prepárame la ropa, comida, etc. y mañana a las 7:30 me bajas todo al coche.

La miré con cara de cabreo viendo como la trataba y dije:

-Tranquilo Teo que ya te bajaré yo el equipaje por la mañana que estaré levantado, me gusta madrugar. Prepararlo cuando puedas July que mañana subo yo a las 7:15 y lo bajo, tú no te muevas de la cama, descansa vecina que yo me encargo.

Me fui a mí casa y seguí a lo mío, a la noche me acosté y no pude dormir pensando en lo que estaba por llegar.

Por fin dieron las 7, desayuné y subí a casa de mis vecinos, cogí el equipaje de Teo y lo bajé al coche luego bajó el que coincidió con mi madre que se marchaba a andar. Miré al tercero y vi la cabeza July asomar en la esquina de la cortina viendo lo que yo ya le había dicho, a su marido mirar babeando a mí madre. La siguió descaradamente con la mirada hasta que dobló la esquina. Le hubiese dado una hostia pero me contuve pensando en el finde que iba a pasar con su mujer. A ella le dio tanta rabia que salió al balcón y llamó su atención diciéndole:

-Qué Teo? Dónde miras?

-Nada -dijo él y se dio la vuelta se metió en el coche y antes de cerrar la puerta le dije:

-Vete tranquilo Teo que si July necesita algo ya sabe dónde vivimos y la ayudaré encantado.

-Gracias Sergio, me dijo, estará bien

-Lo sé, te la cuidaré bien, no te preocupes y pásalo bien vecino que ella no se sentirá sola, ahora mismo voy a subir un rato a tu casa para ayudarla y entretenerla. Así no se quedará triste.

Dicho y hecho, en cuanto desapareció subí donde July que me esperaba ansiosa y ahora sí acaso con más ganas de hacerlo, habiendo visto babear a su marido por mí madre.

Estaba la puerta abierta y ella en la cocina esperándome con un camisón y una bata y me dijo:

-Quieres comer algo vecino?

-Si, lo mismo de ayer

Riéndose me dijo: -Eso enseguida corazón que tenemos tiempo, tenías razón en cómo mira a tu madre el baboso impotente, me dijo.

-Tranquila July, no es un hombre si no complace a la que tiene en casa y desea a otras.

-Yo te deseo y lo sabes.

-Ayer contigo tuve mi primer orgasmo Sergio. En mi vida había sentido ese gusto.

-Ven aquí mujeron!!

La abracé, entrelazamos nuestras lenguas y en volandas la llevé a su habitación, la tumbé en la cama y la desnudé despacio mientras lamía todo su cuerpo desde los pies hasta el cuello, luego bajé a sus tetas y estuve deleitándose con ellas, su ombligo y por fin ese coño peludo y que para entonces estaba ya mojadito. Al notar su humedad le dije.

-Ahora voy a ser yo el que sepa lo que es follar. Me encantará mi primera vez contigo.

Cuando ya iba decidido a metérsela, me paró y pudo boca arriba en la cama diciéndome.

-Me toca a mí vecino. Relájate y disfruta tu primera vez.

Mi polla estaba durísima y ella se puso encima y empezó a metérsela muy despacito por el coño mientras yo sentía ese calor húmedo indescriptible. Empezó a cabalgarme despacio y profundo y empezó a gemir diciendo.

-Te voy a follar cabrón! Qué dura está!! Me encanta!! Oohhh!!

Noté como se corría y no me aguanté más. Descargué todo mi semen dentro de ella mientras gritábamos de placer los dos.

Nos quedamos tumbados mientras yo la acariciaba y me dijo de ir a desayunar a la cocina, así lo hicimos ella en camisón y yo con su bata.

El camisón era transparente y justo tapaba su culo por detrás y adelante tenía un generoso escote. La miraba en la cocina mientras se movía y me empecé a empalmar otra vez. Mi polla salía por medio de su camisón, me miró y me dijo:

-Sergio!! Otra vez así?

-Si vecina sii. Me levanté y abrazándola por detrás -le dije

-Este fin de semana vamos a follar como locos!!

Le dije mientras arrimaba el rabo a la raja de su culo, sin dudarlo levanté su pierna izquierda y se la volví a meter por el coño y empecé a embestirla encima de la encimera.

-Síii!! Buuuff!! Sigueee!! Qué gusto cabronazo!! FOLLAME vecinooo!! Oohhh!!

-Siiiii vecina!! Tomaaa!! Buuuff!! Qué ganas tengo de ti!! Cuántos años deseando esto. Tomaaa!! Buuuff! Aahh! Siiiii. Nos corrimos juntos gritando de placer.

Ese finde lo pasamos sin salir de su casa follando como locos día y noche. Así estuvimos alrededor de un año y luego decidimos parar pues casi nos pillan varias veces.

Ahora ella está viuda y tiene 73 años y yo 43 y estoy acercándome otra vez a ella. Mañana le voy a llevar este relato imprimido y le voy a pedir la segunda parte. Os lo contaré en otro relato.

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