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Nuestra amiga argentina y el pendejo (07)
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Tiempo de lectura: 4 minutos

Esto, la verdad que no lo iba a contar, pero que se yo, ahora me dieron ganas de hacerlo, es una boludez, y cortita.

Me paso anoche. No sé porque, pero hay veces que me pasa, que, de la nada, o viendo videos me empiezo a calentar, y me dan ganas de portarme bien trola, pero no con mi novio, si no, hacer bien de putita, y esas sensaciones me van apareciendo así de la nada.

La mayoría de las veces, me quedo con las ganas, y no hago nada, porque no me gusta mucho llamar y regalarme así de fácil, lo hice, pero pocas veces, me gusta más que me llamen y entregarme, ¿me explico?

Pero ayer, no sé, fue más fuerte que yo, y aparte quería que fuera algo rápido (no toda la noche), porque hoy me levantaba temprano, era hacer algo, solo para sacarme esa adrenalina trolistica que me agarra.

Entonces se me ocurrió llamar a mi vecino (para los que no saben, mi vecino, es un pendejo re lindo, rubiecito, tiene 18 años, y ya me cogió y hasta me enfiesto con sus amiguitos).

Sabía que llamándolo, quedaba muy regalada, pero ¡no me importo! Quería que me hicieran sentir cosas, que me hicieran ¡acabar!, le mando un ws, y me dice que estaba con 2 amigos estudiando en la casa, que estaban solos porque sus viejos estaban en el campo, seguimos hablando un rato y me dice si no quería ir después de cenar a tomar algo…

Me quede, no sabía bien que decirle, era más que obvio que me iban a querer coger, ¡PERO TRES!, no era tanto lo que quería, pero, estaba caliente.

Hice algo que nunca había hecho, me desnude en mi cuarto, me empecé a tocar, no llegue a acabar, pero quede re caliente, lo suficiente para decirle SI SI SI, después voy para allá.

La verdad que me vestí re trola (ya se a lo mejor a ustedes la ropa no les interesa, pero a mi si), me puse una mini, muy cortita negra, con una blusa (sin corpiño), y unas botitas y arriba un saquito de lana, muy liviano que me quedaba por encima de las rodillas (tampoco podía salir en bolas de casa).

Camine esas dos cuadras, nerviosa, con adrenalina, sin pensar en nada, y así sin pensar en nada toco el timbre, me abre, estaba solo con un amigo, el otro se tuvo que ir, entro, me saco el saquito de lana y PUFFF, la cara de los pendejos, se querían morir, me di cuenta en su mirada (y la pollerita apenas me tapaba la cola, ¿me explico?)

Mi vecinito, me dice: “sos una Hija De Puta, no podes venir así”, “¿por qué? bebé”, le digo, y de una, así sin anestesia, me dice: “te voy a matar” y me parte la boca de un beso, su amigo miraba, yo deje que me besara mientras le comía la boca y le acariciaba toda la cabeza, ¿me explico?

Así terminamos tirados en el sofá, la pollerita ya era un cinturón, paso una de mis piernas por sobre la de él, y nos seguíamos besando y él ya me había tocado, acariciado todas las piernas, la entrepierna (que es muy sensible para mi) mientras empiezo a sentir por la espalda las manos de su amigo que de a poco iban a mi pancita y a desabrocharme la blusa y las empecé a sentir en mis tetas.

Y su amigo me saco la blusa, ya me estaban dejando ¡en bolas!! Su amigo me amasaba las tetas, mi vecino ya tenía su mano en mi conchita ¡toda mojada!

MI vecino dice: “¡acá no!”, me agarra de las manos y me lleva arriba al cuarto de sus viejos, que tienen esas camas ¡re grandes!

Con mi vecino, nos acostamos en la cama, matándonos, mientras su amigo se dedicaba a sacarme la pollerita y la bombachita, ¡ya estaba en bolas! Y entre los dos no paraban de acariciarme, yo entregada a sus caricias, sus besos, ellos también ya estaban ¡en bolas! No sé cómo explicarlo, pero yo acostada y solo sintiendo como me daban placer, acariciándome por todos lados, dándome besos en las tetas, en la boca, en la panza, en las piernas, hasta que los besos en las piernas fueron subiendo hasta mi conchita, y mi vecino me empezó a chupar la conchita, con mucha dulzura, me la mordía pero despacito, y eso me ponía ¡re loca!

Su amigo, acerca su pija a mi boca, yo solita la a garre y se la empecé a chupar, despacito, aunque no tarde mucho en tenerla toda adentro de la boca, y es cuando siento que mi vecino me empieza a coger, ya estaba re lubricada, me la puso de una y me empezó a bombear, me acuerdo que le decía: “ayyy, no, no. seguí, cógeme, cógeme toda, siii así” mientras hablaba seguía con esa pija que entraba y salía ¡de mi boca!, que placer, había logrado lo que quería QUE ME HICIERAN SENTIR BIEN PUTA, y así seguimos, hasta que me hicieron estallar en mi primer orgasmo, que con la calentura que tenía fue terrible (yo generalmente acabo más fuerte después del segundo), pero esta vez no fue así, acabé ¡como una perra!

El amigo de mi vecino se acuesta en la cama, me lleva como para que me ponga arriba de él, obvio, no puse resistencia, y me subí a él (obvio poniéndose un forro) y me empecé a clavar su pija, yo de cuclillas saltando en su pija, y mi vecino como podía me ponía la de él en la boca, yo hacía lo imposible para chupársela mientras saltaba sobre esa pija, pero es casi imposible, pero el solo hecho de saber que tenía dos pijas para mí, me calentaba ¡mucho!

Seguimos así hasta que terminé acabando de nuevo y el amigo de mi vecino ¡también! Yo ya había llegado a ese punto en el que estaba entregada, y cuando digo entregada quiero decir que ya no me importa cuántos ni como me cojan, solo quiero que me ¡cojan!

Mi vecino, me hace poner en cuatro, y me empieza a coger ¡de nuevo! Y obvio mis gemidos, mis gritos decían ¡que si!, y otra vez me acuerdo que me decía: “¿te gusta en cuatro?” y yo le decía que si, que me gustaba que me cogiera, “cógeme, ¡cógeme toda!”

Yo estaba tan caliente que termine acabando ¡otra vez! Y mi vecino ¡también!

Nos quedamos en la cama, yo en el medio de los dos, casi no hablábamos, solo nos tocábamos, me tocaban entre los dos, más que nada eran caricias suaves sobre mi cuerpo, cosa que me gusta mucho que me hagan.

Claro son pendejos, al ratito con cada una de mis manos, les empecé a acariciar las pijas y se empezaron a poner duritas ¡de nuevo!, hasta que empecé a pajearlos a los dos juntos ¡a la vez!

Me agarraron de la mano, me sacan de la cama y no hacía falta que me dijeran lo que querían, me pongo en el piso de rodillas a chupar las dos pijas un poco cada una, hasta que me terminan acabando casi los dos al mismo tiempo en la cara y en la boca, y así toda encastrada, se las seguí chupando hasta dejárselas ¡bien limpitas!

Voy al baño a lavarme, limpiarme, no habría pasado más de una hora y media, pero ya era suficiente, había conseguido lo que quería, voy al cuarto y les digo que me tenía que ir, que hoy me levantaba temprano, me dicen si no me quería quedar más tiempo (¡me querían seguir cogiendo los pendejos!), les digo que no, me vestí y me fui.

Realmente fui ¡una puta!, pero es lo que quería ser, tenía ganas de hacer eso.

*******

Nota del autor: He llegado al final, ya no tengo nada en la recámara. Sé que lo he dejado todo medio inconcluso, pero la musa se ha ido y dudo que vuelva. Espero que os hayan gustado las aventuras de nuestra amiga argentina, tan promiscua, que solo le ha faltado estar con un animalito jajaja. Ya sabéis, guapa, pero con pocas tetas y cheta, muy cheta, pero dispuesta a tener sexo con cualquiera (negros incluidos jajaja).

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