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Nuestra amiga argentina y el pendejo (04)
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Tiempo de lectura: 5 minutos

Esto me paso el martes a la noche, serían las 20 h, más o menos, yo estaba hablando por internet, hasta que Martín (un pendejo de 18 años que vive a dos cuadras de casa), me manda unos whatsapp, con él pasaron cosas ya las conté.

Lo que hablamos por whatsapp, fue más o menos así: (copio lo más importante, si no se hace muy largo).

Martín: hermosa, estoy solo en casa porque mis viejos se fueron al campo y mi hermano se queda a dormir en lo de la novia, ¿no querés venir un rato?

Yo: no pendejo, me parece que te confundís.

Martín: ¿por qué me decís eso?

Yo: si estas solo llama a alguna putita ¡para coger!, a mi no me vas a coger ¡cuando vos quieras!

Martín: ¿no ves que vos sola te entregas?, yo no te dije de coger, solo si querías venir a casa, o no podes venir solo para que charlemos un rato y tomemos algo, estoy embolado, podemos ser buenos amigos, ¿no?

(No lo podía creer, otra vez yo 24 y el pendejo de 18 me estaba dando vuelta, porque obvio sabía que me iba a coger, pero tampoco quería quedar ¡como una boluda!)

Yo: obvio que podemos ser amigos.

Martín: dale venite, no seas boluda, estás a dos cuadras, si queres tomamos algo y te vas, ya sos grande ¡para saber lo que queres hacer!

(Otra vez me hizo sentir ¡una boluda!)

Yo: ok, voy para allá en un rato.

Obviamente, no le creí que solo íbamos a tomar algo, pero no quería quedar como una pendeja, ah, una de las chicas con las que estaba hablando por internet, le digo esto y me dice: “anda sin bombacha”.

Al principio, me pareció una locura, le dije que ni en pedo, pero me puse a pensar y me pareció buena idea, de solo pensar la cara del pendejo cuando me empiece a poner la mano debajo de la pollera y vea que estoy sin bombacha se iba a poner re loco. Aparte como ya conté, vivo en un barrio re tranquilo, son todas casas y hay mucha seguridad, así que no era peligroso que caminara dos cuadras así.

Bueno la cosa es que aprovechando que el martes no hacia frio, me pongo una pollerita corta, pero no de esas que estoy en bolas, sin medias ni bombacha, una blusa, y un saquito y salgo. Me pasa lo de siempre, ya me caliento en solo pensar que estaba sin bombacha e iba a que me cojan, cada paso que daba, me daba cuenta que estaba más cerca de regalarme, hasta que llego, y sin pensar lo que hacía, con el corazón que me latía a mil, le toco el timbre.

Me abre, nos saludamos con un piquito y me dice que recién había llegado un amigo con la novia, que andaban por ahí, lo llamaron y él les dijo de ir, que iba a ir una amiga (yo) que fueran y tomábamos algo los cuatro. Yo sé que soy media boluda pero no tanto, la verdad que no le creí un carajo, pero tampoco tenía pruebas para decirle que lo que me decía era mentira, aparte me quería morir YO ESTABA SIN BOMBACHA, ME SENTÍA EN BOLAS DELANTE DE ELLOS, (PERO ESO ME CALENTABA).

La pareja de amigos: los dos me dijeron que tenían 18 años, el chico (Lucas) podía ser, pero la novia (Valen) tenía mucha pinta de pendeja, pero de pendeja bien trola, yo a la edad de ella casi jugaba ¡con las muñecas!

La cosa es que nos pusimos en el living a tomar algo, y obvio, me di cuenta que “la novia” no era, por lo que me daba cuenta era una pendeja putita amiga de ellos (y yo dada la situación era la otra, putita), me di cuenta lo que se estaban proponiendo, pero me hacía la boluda, porque Lucas estaba re lindo y Valen también, a pesar de la pinta de trola que tenía (porque nosotras, a veces nos damos cuenta antes que ustedes de eso).

En un momento me voy con Martín a la cocina a buscar hielo, y nos pusimos a tranzar, nos matamos con besos, me ponía la mano debajo de la blusa, me tocaba la cola (sobre la pollerita) pero no se dio cuenta que estaba sin bombachita.

Volvemos al living y Lucas y Valen ya se estaban matando, Valen ya estaba arriba de Lucas y se mataban a besos y las manos por todos lados. Nos sentamos con Martín, y obvio, seguimos besándonos, me empezó a meter mano por todos lados, eso ya me gustaba, ya me estaba mojando, puse una pierna sobre la de él, como dándole libertad a que siguiera, y ahí, si me empieza a acariciar las piernas llegando hasta mi cola y puafff, cuando se da cuenta que estaba sin bombacha me dice: “nooo, no me podes hacer ¡esto!, me volves loco HIJA DE PUTA”, y me metía bien la mano en la cola, hasta que llego a mi conchita, abrí las piernas, y debajo de la pollerita me la empezó a acariciar, mucho me la acariciaba, ya no daba más, le hubiera pedido a gritos que al menos me meta los dedos, estaba ya entregada y re caliente.

En una de esas los miro a Lucas y a Valen y la HIJA DE PUTA, ya le había desabrochado el pantalón y le estaba manoteando ¡la pija! (que pendeja ¡puta!)

Ahora viene la parte que me descolocó, porque nunca lo hubiera pensado. Martín me agarra de la mano y me dice a mi y a los chicos: “vengan conmigo, vamos a estar más cómodos” y nos lleva al cuarto de sus viejos (que tiene esas camas que son súper grandes).

Entramos al cuarto y la situación era media cortante, así de la nada, no sé, a mi mucho ¡no me da! (aunque no lo crean es verdad los que les digo), me calentaba la idea ce coger todos juntos, pero no lo tenía ¡ni pensado! Valen se dio cuenta de mi reacción y la pendeja puta, porque era una pendeja me dice: “¿no te animas?” no lo podía creer yo 24 ella me dijo que tenía 18, ¡y me desafiaba!

Eso me emboló, y le parto la boca a Martín y ella a Lucas, los chicos nos llevaron a la cama, Martín me empieza a meter la mano en la conchita, los dedos, mientras me desabrochaba la blusa, y me besaba las tetas y yo oía los gemidos de Valen que también la estaban dejando en bolas.

Martín me deja en bolas, Valen también queda en bolas (no pude evitar mirarla, y me gusto, chiquita, pero con tetas y culo más grande que yo). Me tiro en la pija de Martín, se la acaricio, hasta que se la empiezo a chupar, valen hacía lo mismo, éramos dos putitas chupando pijas, y me calentaba que me vieran y verla ¡haciendo lo mismo!

Ya lo único que quería era que me cogiera, me subo arriba de él, y me clavo su pija en mi concha, con una mano en su cuerpo, con la otra en la cama y empiezo a saltar sobre su pija como loca. Valen hace lo mismo, y mientras nos cogían, me mete una mano en las tetas, yo no lo podía creer, saben que eso me pone ¡re loca! Obvio yo también le empecé a tocar esas hermosas tetas que tenía, hasta que no pudimos más, si casi mágicamente mientras nos cogían y nos tocábamos acabamos las dos juntas. Los chicos estaban tan calientes que también acabaron al toque.

Nos quedamos los cuatro en la cama, Valen me empieza a acariciar las piernas, y como sin querer hacerlo, mi cuerpo me manejaba, las abría, me acariciaba mis muslos, les besaba, los chicos miraban, hasta que llego a mi conchita y me la empieza a chupar, yo le agarraba la cabeza para que me la coma, me ponía re calentita que una pendeja así me hiciera eso, mientras los chicos se recuperaban y nos miraban, tanto me la chupo hasta que me hizo ¡acabar! Siii acabé delante de todos, y más caliente me ponía eso.

Los chicos se pusieron en la cama de rodillas, los dos juntos y con Valen empezamos otra vez a chuparles esas hermosas pijas de bebé que tenían, mientras también con Valen nos besábamos. Después Valen, así de una se la empieza a chupar a Martín (yo que no soy una santa me costa ver ¡lo puta que era!), y no me quedó otra, se la empecé a chupar a Lucas, pero como somos nosotras competitivas por naturaleza, me mate por chupársela ¡mejor que Valen!, estuvimos así un rato hasta que los chicos empezaron a acomodarnos ¡para cogernos! Y si… Me cogió Lucas ¡y a Valen Martín!

Nos cogieron en la misma posición, nosotras arriba de ellos, pero esta vez Valen y yo estábamos enfrentadas, así que mientras gemíamos, saltábamos sobre esas pijas, las disfrutábamos, era más fácil también tocarnos y besarnos (en la medida que podíamos), y a mi lo que más me calienta es que me cojan así de a cuatro, que me vean como gozo como gimo lo puta que puedo ser, no estuvimos mucho hasta que acabamos ¡los cuatro de nuevo!

Nos quedamos los cuatro en bolas en la cama, estábamos destruidos (todo duro no se… como dos horas) hasta que siempre hay algo más fuerte que yo, ¿y saben que es? Saber si se les para de nuevo ¡la pija!, al rato se la empiezo a tocar a Martín y ¡SE LE EMPIEZA A PARAR! Valen hace lo mismo con Lucas y también se le empieza a parar. Y empezamos a chuparles las pijas otra vez, pero esta vez ¡cada una con la suya!

Seguimos así un rato hasta que los chicos se paran al lado de la cama, nosotras dos sentaditas en la cama, y nos terminan dando la poca lechita que les quedaba en la boca, ¡y nos besamos con la lechita en la boca!

Valen se levantaba temprano, yo también ¡y la noche termino ahí!

Una noche en la que no pensaba hacer nada, solo quedarme en casa, termino en fiestita, bueno, después tuve que arreglar porque no le conteste los whatsapp que me mando ¡mi novio!, pero eso siempre lo arreglo y me termina pidiendo perdón.

 

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