El destino o mejor dicho el deseo de Azul hace que haya un segundo encuentro con Diego, después de casi dos meses de la primera vez, donde ella se había quedado con ganas de más. De revancha.
Durante este lapso de tiempo hubo mucho histeriqueo y propuestas subidas de tono, prometiendo un encuentro mucho mas ardiente y sexual que el primero.
Finalmente quedamos en encontrarnos este martes 5 de febrero, nuevamente en la casa de él, donde estaríamos Diego, Azul y yo (su marido). La idea era simple: sexo y más sexo.
En los días previos hubo mucho chat y promesas entre Azul y Diego. Ella terminaba todas las noches muy ¨caliente¨ pensando en el encuentro por lo cual yo tenía que ¨sacrificarme¨ y apagar ese fuego o al menos intentarlo…
Llegó ese martes, la cita era para las 21.30 y ella comenzó a prepararse físicamente desde las 18:00, porque mentalmente hacía tiempo que estaba preparada, pensando mil cosas que hacer para subir la apuesta y disfrutar como nunca en su vida.
Primero se encargó de estar toda perfectamente depilada para sus sementales, luego se pasó sus cremas por el cuerpo para tener su piel bien sedosa; se perfumó para oler como nunca, se maquillo como buena india que va a la guerra (su boca bien rojiza) y por último se vistió.
Esa noche el look que eligió fue una tanga de vinilo que le hace un culo perfecto, luego se puso una calza engomada negra que contorneaba sus hermosas piernas y marcaba su hermoso culo, a eso le sumo un body negro (claramente sin corpiño) que no dejaba nada para la imaginación: de sólo moverse se le escapan sus grandiosos y sabrosos pechos. Como dije, se maquillo muy bien, resaltando su boca carnosa y deseosa de ser saboreada. Yo al verla como estaba ya quería tener sexo inmediatamente con ella, pero no, tendría que esperar un rato para disfrutar y gozar de semejante hembra.
En los días previos yo por intermedio de mensajes de textos le iba enviando a ella en momentos que no estábamos juntos pequeñas situaciones que podrían producirse en el encuentro, para ir aclimatando y darle mas ideas a esa noche que tanto deseaba, dando estos mensajes mucho éxito, provocando mucho ratoneo en la cabeza de ella y por supuesto en la mía, y de las cuales utilizó algunas en este segundo encuentro. Ella siempre me dice que yo soy la Mente Maestra y ella es la que ejecuta y disfruta. De ese modo formamos una sociedad muy particular que nos funciona con total éxito en nuestras fantasías sexuales.
Esa tarde antes de irnos le dije a ella, que era su noche y que disfrutara como nunca, que los límites los marca ella, que si ella quiere coger se coge, si quiere chuparla se chupa, y si quiere que se termine el juego se termina. Ella manda: yo sólo estoy para que ella goce y sea feliz.
Llegada la hora para partir a lo del ¨Fetiche¨ -como ella lo bautizó-, decidimos caminar unas cuadras para ir entrando en calor, caminamos unos 10 metros y me dice ¨mirá cómo ese no me sacó la vista de encima¨ -lo cual era real-, luego me dice ¨mirá cómo me miran¨ y disfrutaba de sentirse observada. Esto iba haciendo que su cuerpo fuera entrando en clima: aún no habíamos llegado y ya estaba caliente.
Una vez en el taxi y casi llegando, veo que revuelve su cartera y era para sacar un chupetín, su idea naif y juguetona era para provocar a Diego y dejar en claro sus intenciones.
Al llegar vimos que el anfitrión nos esperaba amablemente abajo. Nos hace pasar, primero pasa ella, y le da un beso muy apasionado en el cachete. Una vez adentro Azul me dice que yo suba por las escaleras que ella quería subir ¨solita¨ con él por el ascensor… Yo accedí porque ella ya había empezado a jugar. Ellos suben y la dama picaronamente manda el ascensor al último piso… Luego Azul me contaría que una vez ahí adentro él no dudó en acercarse a ella a besarla muy fogosamente, sin dejar de decirle lo hermosa que estaba y acariciar sus escapistas pechos… Mientras tanto, yo esperaba en la puerta del departamento a que bajaran del ascensor, y al salir de él, ella lo primero que hace es besarme a mi, con sabor a picardía, complicidad y fuego…
Ya en el departamento conversamos unos 5 minutos hasta que yo paso por el baño, como señal a ella que ya puede comenzar a jugar como desee, y al volver ya estaba en marcha nuevamente: estaban ambos besándose y manoseándose, yo me sumo por detrás a besarle su espalda y refregarle bien su culo. Le quito su calza engomada, ella lo desnuda a él, y le empieza a chupar bien la pija, con una dedicación única (disfrutándolo como nunca me diría ella después).
Yo mientras tanto le saco el body, quedando sólo en tanguita… Yo ya estaba totalmente desnudo y ella me la chupa también a mi. En un momento vuelve a él y dice ¨¿no me van a llevar al cuarto a coger?¨
Me faltó contar el detalle que ella mientras se sacaba sus aros, pulseras me las iba dando a mí como su sirviente para que se las guardara, para no desconcentrarse en lo que le interesaba: darle puro placer a Diego.
Acto siguiente vamos al cuarto de él; allí el anfitrión le hace un sexo oral increíble por un tiempo más que generoso mientras ella me la chupa.
Ya había empezado el rodaje de nuestra segunda porno: ella se sube encima de mí y me cabalga entusiasta mientras le chupa la verga a él por encima mío.
Se movía como buena bailarina que es: con movimientos sensuales, cargados de una cadencia típicamente reptiliana… De una delicadeza y salvajismo simultáneos que no podía menos que enloquecernos a ambos…
Una vez que Diego estuvo ‘protegido’, Azul lo señala. Y no hubo que explicar nada: él se sube arriba de ella y empieza a darle duro. Muy duro. Luego más despacio. Luego más duro. Luego despacio nuevamente. Este jueguito tenía arrebatada a la protagonista.
En un momento ella sube sus firmes muslos en los hombros de él. Gemía como buena ramera que demostró ser… Estaba gozando a pleno…
En un momento Diego, por error (o eso nos dijo él luego) introdujo su verga en su culito virgen. Ella sobresaltó de dolor, pero en ningún momento le dijo que no quería que la coja por ahí, quedando expuesto que valía todo para ella esa noche…
Después cambian de posición: él se acuesta y ella lo cabalga como solo ella lo hace. Siempre sentí en mi propio cuerpo que Azul es una gran jineta de vergas.
Diego llega a término: acaba con la fuerza de un semental sediento.
Vuelvo aparecer yo en escena: la tenía cabalgando sobre mi verga. Yo venía muy entusiasmado hasta que noto que algo la hace abandonarme: escucha que Diego se mete en la ducha y me dice ¨me voy a bañar con el, ya vuelvo¨. Y así nomás, se levanta y se va detrás de él. Le apaga la luz y entra a la ducha: comienza a enjabonarlo, luego a chuparle nuevamente la verga bajo el agua…
Se había convertido en una puta total. Una hembra caliente y segura de lo que deseaba y nosotros sus esclavos sexuales.
Después de bañarlo vuelve conmigo. Le doy un poco en cuatro para volver a jinetear ella, hasta que logra terminar dos veces: no las últimas de esa noche.
Luego la bombeo yo un rato largo, sembrando mi propia calentura entre sus muslos, hasta acabar dentro de ella.
Mientras tanto él, nuestro anfitrión, muy instalado a nuestro lado mirando la situación, calentándose por semejante hembra, y convertido en un verdadero voyerista.
Mientras Diego la cogía yo le decía si le gustaba ser así de puta y eso a ella la calentaba en demasía, siempre diciendo que si y haciéndose cargo, también me decía que le gustaba cómo él la estaba comiendo.
Una vez terminada esa primera ronda, ella va al baño y Diego y yo al sillón, ambos en bóxer, mientras que ella sale del baño con una bata roja transparente, muy sexy. Tenía todo preparado, pensó en los detalles. Esa bata la estrenó en nuestra noche de bodas… Ahora la usaba para sus noches de placer con otro y conmigo. Claramente cada vez subía más la apuesta: desinhibida como nunca, dispuesta a todo.
Azul se sentó junto a Diego en el sillón, y mientras charlábamos un rato para recuperar energías, ella lo acariciaba en sus piernas… cada tanto le daba un beso…
Cuando ella quiso volver a coger, agarro y empezó a besarlo a él nuevamente. Yo me había ido al baño (pareciera que ya es nuestra señal para comenzar con el juego, pero no lo es, es algo que se fue dando así). Otra vez bajo al pito de él y comenzó a darle una buena mamada, fue a su cartera y sacó de el un pañuelo y lo vendó, el parado y ella chupándosela. Yo sentado, en primer plano, viéndola actuar como una gran profesional del placer. Luego lo sentó en el sillón, y se la chupaba con la misma o mayor dedicación que a mi en estos 15 años de relación. Luego yo me senté en el sillón y ella abandonó el de él para comenzar a succionar el mío. El anfitrión se levantó y se puso detrás de ella, tocando y observando a la maestra chupármela. Creo que ni Diego ni yo podíamos creer lo puta que estaba, lo suelta, y ver y sentir como lo disfrutaba al máximo. Él le dijo al oído ¨estas para cogerte toda yaaa¨. Esto la calentó aún más (comentario que me confesaría una vez en casa).
Ella agarro y se sentó en mi verga, cogiéndome un poquito a mi primero; luego se levantaría para coger con él en el otro sillón y al hacerlo… cayó un chorro de sus fluidos: estaba mojada como nunca antes en su vida.
Después de un ratito cogiendo en el sillón, partieron a la cama nuevamente, en donde él la agarró por encima, y bastante rudamente en esta ocasión. Nunca la había visto gritar tanto de placer como en ese momento. Realmente ella estaba gozando como buena perra que es…pero disfrutando a pleno cómo entraba y salía dentro de ella la verga de su Fetiche.
En un momento vi su cara de placer mordiéndose los labios y a su vez agarrándolo bien fuerte a él: agarrando su culo y empujándolo contra ella… Diego acabo dentro de ella, pero Azul reclamó: ¨yo quería que me acabes acá en el pecho, quería sentir tu leche¨. Imaginen mi cabeza cuando escucho eso! No podía creer que sea tan atorrante pero a la vez me daba mucha calentura… mucho placer…
Nuevamente el bombero aparece para apagar el fuego de semejante hembra. Le empiezo a dar en cuatro un rato, mientras el anfitrión juega a ser voyeur. Luego ella encima mío hasta que termina nuevamente en dos veces. Dos orgasmos llenos de mujer…
Ya había concretado su número mínimo para esa noche: 4 acabadas y 2 cogidas con cada uno. Luego yo la bombeo un rato mas… hasta que decido no cogerla mas… Luego le hacemos un sándwich a ella, lo cual le fascina… después él se levanta…y yo nuevamente la cojo otra vez…
Ya el fetiche había cumplido caballerosamente con su promesa de hacerla gozar y gozar junto a ella… Sin embargo Azul, golosa y deseosa , hubiera deseado agregar unas notas de sensualidad a la noche con Diego. Sus labios buscan besar y fundirse en los labios de otro, siempre. Sé que mi esposa anhelaba ser besada toda la noche, pero también entendía que para Diego, el juego estaba en sus postrimerías.
Decidimos irnos, y al despedirnos, ella me envía por las escaleras para quedarse a solas con él: accedo a los deseos de mi ama sexual de la noche. Se despiden con unos besos cómplices…
En este nuevo encuentro fue dominante como nunca en su vida y no solo conmigo sino con dos hombres, con dos vergas deseosas de su cuerpo.
Al salir caminando juntos lo primero que hace es tomarme la mano como una enamorada de su marido y besarme cariñosamente. Azul ya estaba feliz con su hombre: había gozado con su marido y con su Fetiche, pero ya volvía a ser mía.
En el viaje de vuelta no paró de hablarme del encuentro, de lo que le pareció y lo que quizás falto o tendría que mejorarse en un próximo encuentro. Estaba muy contenta de poder haber hecho todo lo que deseaba esa noche, de ser por fin ella misma al 100 %.
Una vez en casa, volvimos a coger. Dicen que no hay dos sin tres, así que por tercera vez en la noche tuve que comerme a semejante yegua… y eso que había relinchado esa noche!
Luego nos acostamos ya agotados de tanto placer… pero ya a la otra mañana pensando en el próximo trio o encuentro con otra pareja. O será mi turno de disfrutar de Azul y otra muchacha? O pedirá por Diego nuevamente? Lo que tengo claro que con Azul ya nunca se sabe lo que deseará. Bah si: coger, coger y coger…