El siguiente relato es totalmente verídico, espero que le guste.
Me llamo Carlos, tengo 32 años y soy de la CDMX Azcapotzalco, soy de complexión media, y no feo y ni tampoco un galán de telenovela simplemente soy normal, y mi amigo también es normal aunque luego dicen que está muy muy cabezona.
Todo empezó, hace un poco más de un mes, navegando en Facebook, en una página de contactos, coloqué mi anuncio. Pasaron los días, hasta que me contactó Karen, una linda señora de 45 años, que me comenta que su esposo se dedica a los transportes por todo México, y que por problemas de la presión no puede sostener una erección adecuada para la penetración.
Así no la pasamos platicando un rato, donde me comentaba que nunca había hecho nada de eso, y que siempre le ha sido fiel a su marido, pero que la ya había dejado muy olvidada dado a que antes le practicaba el sexo oral o tocaba muy seguido. Pero después de un tiempo se ha vuelto muy frio.
Poco a poco empezamos a subir a platicas más cachondas, me contaba que su esposo la única posición que la cogia era la de misionero y que rara vez de a perrito. Y que una vez se compró lencería sexy para tratar de revivir la llama, y su esposo la mando a la chingada de qué clase de cantina la había sacado que ella no debería de usar esas cosas, que ya era una señora y que se debería de dar a respetar.
Así continuamos entre Facebook, llamas telefónicas, e intercambio de fotos por el whatsapp, pero aun seguía con el temor de que dirán… o que era pecado mortal.
Así que un día se me ocurrió contarle una fantasía que tenía desde hace mucho el cual consiste que se vistiera como una putita callejera, con las mallas, liguero y tanga de hilo dental que se transparentara sobre su vestido, que cual tendría un escote, muy pronunciado, y unos zapatos de tacón alto y pasaría a recogerla y negociar como si fuera una puta cualquiera.
Le gustó la idea y fijamos fecha, pasaron los días, entre tanto nos calentábamos mientras hablábamos por teléfono le decía que tenía ganas, de cogérmela la puta que llevaba dentro, y Karen me respondía, que también quería y deseaba ser cogida como nunca.
Llego el bendito día, jejeje suena como una canción, nos quedamos de ver por la glorieta de camarones, en el vips aquí en el DF para llevar a cabo la fantasía.
Nos quedamos de ver a las 11:30 de la noche, ya a esa hora no haba casi nada de gente, para ser fin de semana, entonces yo llegue a las 11 y estaba haciendo tiempo, en la calle de enfrente para poder sentir la excitación de ver como llegaba mi putita.
Recibo una llamada de ella, que ya estaba llegando, al vips, donde habíamos quedado de vernos, entonces yo veo que llega un taxi y de el sale una señora, en toda la extensión de la palabra, aparentaba unos 36-38 años, aproximadamente de estatura uno 1.65 m con un cuerpo oculto por una gabardina ligera negra, lo que si se podía apreciar mas antojables, era si rico trasero, de toda una milf… le comento por teléfono, que no era así como la quería tenía que estar enseñando su atuendo de puta callejera, creo que la excitación del momento y el nerviosismo se notaba a flor de piel por que se cubría y actuaba un poco extraña, le sugiero que caminara a hacia el banco Hsbc, que se encuentra, cercas de ahí dado a que la vía muy impaciente por la poca gente que pasaba.
Ya llegando al banco, le ordeno, que se quitara la gabardina, y que se parara en las bancas de la parada del camión, porque ya voy a ir por ella, empiezo a caminar para ir con ella, se seguía notando el nerviosismo, y la excitación, a distancia, antes de que llegara veo que paso un coche y se paró enfrente de ella, y empezó a platicar con ella:
(Esto lo Supe Después porque me lo conto)
El – Hola mami, porque tan solita por aquí que rica estas…
Karen – Nada más Aquí pasando el rato.
El – Acércate que no te voy a morder, y si te muerdo te va gustar.
Carlos yo – No podía creer lo que estaba pasando, así que me espere a que terminara y me dedique a observar y saciar mi voyeur.
Karen se acerco
El – entonces preciosa que dices si vamos a otro lado dime el precio y nos vamos para que no pases frio.
Karen – no papi, esta putita no es para ti, es para mí macho que viene cruzando la calle, ya que soy su perrita, putita…
El- Después de escuchar eso arranco el coche y se fue.
Entonces yo le llegue la observe que le temblaba el cuerpo completo de los nervios y de la excitación, hasta un punto que yo ya estaba con la verga bien parada de tan solo ver que como se la quería llevar como toda una puta de la calle, nos dimos un beso tan apasionado, y que nos importó nada que estuviéramos en la calle, podía sentir, su respiración, sus latidos revolucionando todo si cuerpo, tanto como si estuviéramos en uno solo.
Quien sabe cuánto tiempo paso, mientas nos dimos el beso, que le dije que ya es hora de irnos a un lugar donde se vuelve realidad la fantasía, mientras caminábamos al hotel pude apreciar perfectamente el cuerpo de Karen algo que en las fotos disimulaba completamente, una rica cintura, premiada con un trasero hecho a mano, y metida su tanga en medio que vista más fenomenal, algo que siempre va a quedar guardado en mi mente, le susurro al oído, que se moviera y que disfrutara el momento, de puta , mientras le decía le agarro la mano y la bajo para que sintiera en ese momento la erección causada por los sucesos anteriores… como por arte de magia, mejor dicho de la excitación, empezó a contonear las caderas y a caminar más sexi… desinhibida. Hasta que llegamos al hotel, como siempre pago y me registro, nos dan la llave para la habitación y empezamos a ir al elevador, una vez que se cerraron las puertas del mismo…
Empezamos a darnos, un faje como si fuéramos personas que nos conocimos toda la vida, puede sentir, el verdadero volumen de sus senos, eran sumamente grandes como para no caber en mi mano (38 C) un delicado pezón que se mostraba entre la ropa, poco a poco, empecé a bajar mi mano a su pelvis, el cual para mi sorpresa está totalmente limpio de bello, y exquisitamente lubricando pidiendo que la penetrara.
Los dos ya no aguantábamos mas, salimos del elevador, y como pudimos llegamos al cuarto, entre cada beso y beso que nos dábamos, podía sentir, su respiración entre cortada que deseaba más, y más.
Empecé por acostarla en la cama y levantarle, la falda a hasta que quede enfrente de su monte de venus envuelto con una fina tanga blanca premiada con un listón de color dorado, la hice a un lado, y empecé a darle unos lengüetazos, y a empezar a penetrar con dos de mis dedos, su rica conchita,
Con cada leguen tazo y estimulación manual que le daba podría escuchar unos gemidos, tan fuertes que siento que los vecinos también se excitaron al escucharlos. Hasta un punto que grito, de la excitación "¡papi, ha pasado mucho tiempo desde que me han mamado la concha así no pares sigue sigue… me vengo…!"
Esos gritos, me excitaron que continúe penetrándola con más fuerza, y comiéndome su rica conchita, hasta que empecé a saborear su rica venida ese sabor agridulce de su cuerpo, me volvió loco, que mi verga a estaba a punto de explotar, que me la saco. Y la volteo en un solo movimiento para que quedara de a perrito, y se la clave sin decir agua va.
"¡Ay dios, me vas a partir en dos, con esa vergota, que te cargas es mucho mejor que la de mi marido!".
Eso fue lo que expreso al clavarle mi verga, e hizo que me perdiera en mi excitación, comencé a bombear, mas rápido, dándole de nalgadas, en su nalgotas que se le hicieron al empinarla, dejándolas todas rojas, escuchaba "sigue así más dame más nalguea a tu puta"… Le preguntaba envuelto en la excitación, "¿qué verga era la mejor, quien te cogia más rico, de quien es este culo?”, “es tuyo papi, cógeme, hazme lo que quieras me estás haciendo ser mujer de nuevo, quiero más soy tu puta callejera…”.
Mientras me lo decía, pude sentir, y ver que estaba teniendo otro orgasmo, ya que su vagina se empezó a estrechar, y lubricarse hasta un punto de que parecía que se estaba orinando, ya no aguantaba más, y estaba a punto de venirme le dije me vengo, inmediatamente se dio la vuelta y empezó a mamar, mi amigo como desesperada, me lo metía todo de un solo bocado, era extremadamente bueno lo que sentía, que le digo Puta me vengo, y empecé a disparar mi leche, en su cara, veía como volaban los chorros cayendo en su cara, boca, y cabello, ella se paró y empezamos a besarnos, como desesperados, nuestra excitación seguía al tope, tanto que mi verga seguía en punto de guerra ella la sintió y la veía.
Me aventó a la cama, por consiguiente, ella, empezó a cabalgar mi verga, esa visión nunca se me olvidara, ver a la puta de Karen moviendo estrujando sus tetas, y chupándose un pezón, mientras se clavaba mi verga, fue fenomenal.
Así estuvimos haciendo toda la noche, como si fuéramos un par de adolescentes, en pleno celo.
Espero que les gustara mi relato, posteriormente les contare otras vivencias que he tenido.
Les recuerdo que estoy abierto a cualquier invitación jejeje, puedo todos los días en la noche…