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Regalos para la tía Jessica
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Tiempo de lectura: 5 minutos

Jessica era una mujer modelo 82, con una carrocería menuda curvilínea con unos neumáticos delanteros suculentos como también los traseros, con baúl amplio, proporcional a sus 1,62 cm de largo, también era de color blanca y con cabello negro que algunas veces tenia suelto, pero cuando lo recogía me enloquecía al igual que sus labios gruesos que eran enormemente sugestivos como atractivos para todos los hombres grandes o chicos que la conocían o la seguían en las redes sociales, lo único malo es que era mayor que yo y era mi tía, sin embargo eso no en pedía que yo la morboseara como cualquier hombre por lo que le dedicaba de vez en cuando mirando sus fotos o vídeos más de una masturbada en su nombre, por eso estaba tan contento que llegara la navidad porque llegaría mi tía Jessica de Miami para celebrar estas fiestas y lo mejor es que se hospedaría en mi casa, en mi cuarto y todo eso pintaba una navidad Genial!

Al llegar fue inevitable escanearla desde sus pies pasando por su muslos deteniéndome en su pelvis para ver que perfectamente podría perderme en ese triángulo de las bermudas, sin embargo seguí mi escaneo a mi ti Jessica y mi segunda parada fue ver su escote de camiseta negra que no solo resaltaba sus pechos sino era como si estuvieran a la venta “Muy provocativos!” hubo que seguir y sus labios carnosos y grandes había que mencionarlos porque despertaban las fantasías más pervertidas y entonces volviendo a la realidad salude dándole la bienvenida; “Hola tía Jessica” a lo que ella amorosamente me abrazo diciéndome “Hola cariño como estas de grande Andrés” y si estaba unos centímetros más alto que Jessica lo que morbosamente me hizo pensar que podría dominarla y montarla con facilidad, pero bueno era una fantasía que procuraba no alimentar, pero el entorno no facilitaba las cosa,s al contrario era solo ver los comentarios tan calientes que le escribían en las redes que la trataban de ‘perra’ me generaban más excitación por lo que cada vez que la veía a mi tía Jessica me la imaginaba con el collar de mi perro Goliat y que la paseaba por el parque para mostrarla a mis amigos “Jajaja otra fantasía”.

Fuimos entonces a la costa a pasar los días de fin de año lo cual fue toda una prueba lujuriosa y no solo para mi sino hasta mi padre pues le descubrí en su computador portátil fotos de mi tía Jessica en bikini y otras descargadas de la red por lo que detalle los comportamientos de mi padre y observe en más de una oportunidad como la miraba a tía Jessica en especial cuando se daba la vuelta y nos dejaba ver su cola contorneada, grandota y parada fue evidente para mí que a mi padre también le gustaba su cuñada o mi tía Jessica por lo que me hizo sospechar de mi hermano menor y también le encontré fotos en su teléfono móvil lo que me hizo pensar lo mismo que ustedes lectores “Partida de pervertidos” pero en nuestra defensa piensen en su mayor tentación y a pocos centímetros que haría usted?

Pues bien nosotros en silencio deseamos lujuriosamente a mi tía Jessica más cuando la vimos en la playa en su bikini estampado de flores que nos recreó el ojo y alimento aún más las fantasías más eróticas, se preguntaran por mi madre pues ella no se percataba de nada y como era bonita pues no había tanta envidia hacia mi tía Jessica y en realidad el problema sería para mi padre, pero él tenía derecho al fin de al cabo como dice el dicho “Casado no capado” y con una cuñada así de sexy como mi tía Jessica a cualquier hombre le da ganas y no me pregunten por mi abuelo porque menos mal no fue…

Al llegar la noche seguía con mis pensamientos pervertidos y estando en la recepción del hotel realmente estaba ganoso de mi tía Jessica tenía una top blanco que dejaba ver su sostén del mismo color que recubrían sus tetas redondas y jugosas, pero así provocativa estaba también sus muslos que se veían al estar sentada en el sofá con las piernas recogidas un par se jamones navideños refiriéndome a sus muslotes que me tenían loco de ganas de comerlos y degustarlos en ese momento, pero todo parecía que me quedaría con las ganas.

Sin embargo esa noche mi padre hábilmente repartió trago en abundancia dejando ebrias a mi madre y a mi tía Jessica a tal punto que mi padre me ordeno conjuntamente con mi hermano llevar a mi madre a costarla a dormir y que él se encargaría llevara acostar a la tía Jessica a su habitación pero desde que alzo a mi tía Jessica la amacizo con cara de morboso lo que me género unos celos por lo que apuradamente con mi hermanito lleve a mi madre acostarse y contrario a las órdenes de mi padre que nos indicó que también nos acostáramos, pero nos fuimos a la habitación de mi tía Jessica y al entrar encontré a mi padre ya con su miembro expuesto y manoseando a mi tía Jessica preparándose a acceder a ella, pero al vernos quedo paralizado y me dice; “Andrés, Camilo que hacen aquí” y yo como un macho le respondí a otro macho; “Lo mismo que tú, queremos esa hembra“ y después de unos segundos mi padre nos dice; “Entonces démosle a esta perra! Su regalo de navidad” y me pidió mi padre entonces que yo la desvistiera mientras él se desvestía también e inmediatamente nos acercamos para desvestir a mi tía Jessica suavemente mientras la manoseábamos todo su cuerpo sin que se diera cuenta mi tía Jessica, y cámara lenta empecé acariciar sus muslos carnudos y de piel suave, luego desabotone su short de jean y se lo fui quitando para dejarla en un panty blanco, el que me dejo ver su vulva por primera vez y suavemente empecé a tocar pero su vagina me gano y en segundos le quite el panty saque mi verga y con mucha fuerza entre en ella haciendo que gritará por primera vez mi tía Jessica.

Mire entonces a mi padre y dije; “Lo siento” había penetrado a mi tía Jessica y ya cuando me disponía a pujar un par de veces mi padre como el macho dominante me quito encima de mi tía Jessica y rápidamente la tomo clavando su verga en ella que ya trataba de forcejear pero su ebriedad solo la dejaba balbucear era tarde mi padre enérgicamente estaba gozando a mi tía Jessica y tal vez por remordimiento me dice en su agite mi padre; “Chino marica la voy hacer gritar para que le ponga su chupo” refiriéndose a mi verga y así fue volteo a mi tía Jessica sobre la cama como una muñeca dejando su rostro en el borde de la cama mientras mi padre arriba de ella seguía penetrándola sacándole gritos y entendí que esa posición era una invitación para hacer que mi tía Jessica le diera usos a esos labios carnosos y chupara mi verga lo cual no pensé mucho y profundamente le metí mi verga en su boca y apoyándome de su cabeza con mis manos obligue a mi tía Jessica que me mamara y chupara mi verga lo cual hacia como todo a una profesional, y me gustó ver sus ojos expresivos que reaccionaban cuando movía mi verga de lado de lado de su boca y pujaba hasta lo profundo de su garganta observando el redondez de la punta de mi verga en su cachete y sus ojos que se abrían completamente cada vez que sentía algún chorro de esperma que mi padre y yo soltábamos ya para ese instante mientras mi hermanito se deleitaba chupando sus tetas.

Una escena como de zombis hambrientos que se estaban saciando sus deseo brutalmente, fue así como mi tía Jessica recibió sus primeros dos regalos dos eyaculadas una de su cuñado y otra de su sobrino mayor pero seguía su otro sobrino que prefirió hacerle una paja-rusa pero me dio los minutos para recargar espermatozoides para someter a Jessica que con ayuda de mi padre la obligamos a ponerse en cuatro y colocándole el collar de nuestro perro Goliat me realice castigando y humillando a Jessica como una perra que para entonces ya más consiente solo pedía que nos detuviéramos, pero nosotros estábamos poseídos por la lujuria y el deseo.

Jessica solo gritaba y repetía; “Basta, basta” pero eso solo me volvía más impetuoso en perforarla pues taladraba salvajemente mi verga en ella haciendo que sus senos se movieran en cada envión que le metía, por lo que ya a punto de culminar no sabía de dónde agarrarla mejor pues la tomaba del cabello, luego de la cintura también de sus tetas que espichaba con frenesí, estaba completamente enloquecido penetrándola y gozando a Jessica, hasta que se entregó y sus gemidos fueron el momento máximo para depositarle todo mi semen y poseerla totalmente terminando recostado en su espalda cansado del castigo a mi tía Jessica dejándome sólo energías para decirle; “Toma tu regalo, eres todo una delicia, gracias por dejarte montar” y en segundos me la arrancaron mi hermanito y mi padre para seguir violando por turnos a mi tía Jessica que ya estaba sumisa y sometida a nuestros caprichos que desconsolada solo lloraba.

Luego solo fue esperar nueve meses a ver qué pasaba…

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