Este es mi primer aporte. Quiero contar un relato que me pasó ya hace unos años. Todo comenzó cuando conocí a Iveth, una mujer excepcional, un amor, muy simpática. En ese año ella tenía 38 años yo 27.
Ella físicamente en ese momento era atractiva rostro agradable no hermoso, pero muy agradable, los pechos eran pequeños pero aceptables, altura 1.78 m aproximadamente, pero su mayor virtud un cuerpo muy delgado, pero con un lindo trasero, se podría decir casi perfecto que no es muy común en las delgadas. En fin, para tener una idea era como una mezcla de latina con una asiática.
Bueno yo, Alex, físicamente en forma no vivía solo en el gym, pero si hago ejercicio en forma y tengo mis atributos.
Todo comenzó cuando conocí a Iveth ella trabajaba como recepcionista en una clínica de una dentista. Un día llegue para una evaluación, ella me recibió y brindo información: la doctora no se encontraba por lo cual me convenció esperar. En esa espera no pasó nada fuera de lo común. Al tiempo de estar ahí su impresora falló, yo en ese tiempo trabaje de soporte técnico, me ofrecí a ayudar. En fin resolví su problema ella muy agradecida.
Comenzamos a platicar y me dijo que su pc andaba mal que si le podía ayudar. Quedamos que ella la llevaría a su casa y yo pasaría por su pc. Intercambiamos números. Pasaron los días, nuestras conversaciones de whatsapp fueron más intensas. Le explique mi situación actual, yo tenía novia en ese tiempo, la relación estaba fría, pero no terminada fui sincero con ella. Por el lado de Iveth, ella recién había terminado una relación. Seguimos así por semanas, un día me invito a desayunar en la clínica ya que la doctora llega hasta la tarde.
Lo único que me desayune ese día fue a ella, desde que llegue en lugar de besar su mejilla busque sus labios, fue un rico beso, la fui llevando hasta la pared donde no pudo escapar, mientras mis manos quitaban el botón de su jean, pero ella se resistía, me decía que eso no podía ser. Al final por tiempo no pudo ser ahí.
Pasaron los días, nuestros encuentros fueron más frecuentes, pero aun sin pasar nada serio. Hasta un día que me decidí y sin decir nada la lleve en mi auto a un hotel. Llegamos, ella se sorprendió, pero no se negó, nos besamos, pero igual me bloqueaba con sus manos para que no tocara su cuerpo. Pero los besos fueron cada vez más intensos, sutilmente baje hasta su cuello, mis manos comenzaron a acariciar tan delicioso cuerpo.
Yo estaba listo, no había marcha atrás, ella lo sabía, al calor de cada beso Iveth cedió. Ella comenzó con sus manos a acariciar mi pene que ya está duro, lo saco de mi pantalón muy lentamente con beso llego desde mi boca hasta mi pene, lo acaricio y beso con tanta pasión, en ese punto no había marcha atrás. Comenzamos a quitar la poca ropa que nos quedaba, abrí sus piernas y las sostuve con mis brazos, lentamente introduje mi pene, ella tenía su vagina muy mojada, comencé a meter y sacar con mayor intensidad, pasamos así unos 15 minutos ella ayudada con sus dedos exclamo.
—Yaaaa me vengo!
Fue ahí cuando comencé a penetrar con más fuerza. Luego la gire y la puse en posición de cuatro o de perrito y de ser tierno paso a ser sexo duro, tenía una vista fantástica de su trasero hermoso. Ella me decía que quería más duro, ella muy experta comenzó a seguir el ritmo, a moverse, yo le daba duro puede más me vine, se vino fue de lo mejor pasamos así por unas cuantas horas ya con más confianza probamos más cosas.
En fin fue de lo más delicioso. Gracias por leer, espero sus comentarios, si alguien quiere más detalles puede escribir. O compartir conmigo, soy fiel amante de los relatos.