Mi nombre es Antonio y el de mi mujer Gloria, ambos tenemos 38 años y vivimos juntos desde hace 8 años, vivimos en El Salvador y tenemos una vida sexual activa. Gloria y yo siempre tratamos de probar cosas nuevas en el sexo y hemos realizado una que otra fantasía.
Ella es una mujer morena de mediana estatura y un culo muy proporcionado. Hace tres días por la noche justamente estábamos en la cama y puse una película porno con el objeto de calentarla para comenzar el juego antes del sexo pero parece que a ella no mucho le gusto y le dije que si la apagaba y me dijo que la dejara y que mejor me fuera a bañar para dormirnos.
Eso me molestó mucho y me fui al baño y estando en el baño me puse a ver un par de vídeos de esos excitantes entre parejas salvadoreñas y me pegue una calentadita, creo que me tarde una media hora y por un momento me olvidé de mi mujer, llegue a pensar que se había dormido.
Luego salí del baño y me tome dos cervezas en la sala y en toalla me fui despacio a nuestro cuarto y vi la puerta que estaba un poco abierta y escuché gemidos, los cuales pensé eran de la película, pero al acercarme lentamente vi a mi mujer que se estaba masturbando con un pepino muy grande y estaba muy mojada. Eso me paro la verga en cinco segundos y la vi por lo abierto de la puerta, la verdad ella se movía de un lado a otro y miraba con mucho placer la televisión después de unos minutos que la observe entre y ella me dijo:
"Me estoy dando una cogida rica y quiero que vos sólo veas” me dijo. Yo me sorprendí mucho porque ella jamás había hecho eso, pero a la vez me excitó mucho y comencé a disfrutar del espectáculo y luego de unos minutos me pidió que la cogiera y que la hiciera terminar. Fue en ese momento que puse de torito y la cogí fuerte con mi verga dura y cuando llegábamos al clímax me dijo “quiero que me coja alguien más, pero te podes enojar vos” y en lo excitado que estaba le pregunte que quien quería que se la cogiera y me dijo “quiero que me coja Mario”.
Ese tipo es un vecino que vive a dos casas de la nuestra y me confeso que cada vez que ella lo miraba se excitaba y que una noche que yo llegué tarde a casa, ella había apagado las luces y había dejado la ventana que da a la calle abierta y sin que nadie la viera ella estaba desnuda y cuando Mario paso, ella se masturbo con un plátano y un condón.
Eso me sorprendió y me costó terminar porque tenía sentimientos encontrados y por eso en ese momento la llevé desnuda a la sala de la casa, abrí la puerta y apague las luces dándole una gran cogida esperando que pasara Mario y el nunca apareció, pero terminamos bañados en sudor y fluidos, después de esa noche no ha querido hablar del tema y siempre me evade eso.
Me gustarían sus comentarios de qué debo hacer con esa confesión.