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Colisión de pieles
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Tiempo de lectura: 9 minutos

Takeru baja la cabeza para que no esté muy lejos de la polla de Daisuke, y recoge la saliva formada debajo de su lengua. Él mira a su amante cuando saca la lengua y deja que la saliva babee sobre ella. Por encima del borde golpea la punta enrojecida y puede ver el estremecimiento casi violento que causa a través del cuerpo de Daisuke. La boca obscena y se sedienta de Takeru se seca y se ríe en voz baja.

Daisuke está excitado, la sombra de su piel lo demuestra por lo rojo y sonrojado que está en todos lados. Su pecho tatuado tiene rastros de humedad por las rutas que Takeru había arrastrado a lo largo de su lengua, Daisuke se ve así de bonito, con las manos atadas a la silla en la que está sentado los labios están mordidos e hinchados.

Mira hacia abajo a la polla de Daisuke, la saliva rueda por el costado hacia sus bolas, una jaula de metal está cerrada cómodamente debajo de ellas.

– No, no solo mires… -murmura Daisuke con voz temblorosa. La mirada de Takeru parpadea hacia arriba por un momento antes de mirar hacia abajo. Él murmura algo confuso como respuesta, las comisuras rojas y morada de la boca del chico indefenso son sus tirones para que Takeru vuelva a mirar hacia arriba.

Siente calor a pesar de que solo lleva una camiseta (que le quitó a Daisuke) y ropa interior, fruto de que Daisuke a pesar de mantener relación estable y sexual con Ken, necesitaba del amor especial de Takeru, el dolor mezclado con placer que Ken no podía darle, solo Takeru, tal vez por esa atracción sexual tan extraña, rivales para fuera de casa como dentro de ellas, ahora, Takeru se inclinó y cerró sus labios alrededor de la punta enrojecida, Daisuke dejó escapar un gemido encorvado, uno roto, y sus caderas se doblaron, Takeru presionó una mano firmemente en sus caderas para sujetarlo un poco mientras arrastraba su lengua sobre la rendija.

Daisuke está mojado, sucio y su cabello pelirrojo está desordenado. Takeru se enfoca solo en la punta por ahora, girando su lengua a su alrededor, los labios chupando suavemente. Daisuke es muy sensible y Takeru se alimenta de ello. Dibuja círculos en la piel del muslo con la punta de su dedo.

Daisuke está respirando pesadamente, su cabeza inclinada hacia atrás lo más mínimo posible y su pecho está subiendo y bajando. Los músculos de su estómago se flexionan y, de nuevo, es una vista maravillosa. Takeru se da cuenta de eso, al ver su amante retorciéndose de placer causado por él. Y hay algo tan fascinante sobre un hombre fuerte como Daisuke que está siendo atado y bromeado.

Pero lo ordinario es aburrido y Takeru quiere jugar prefiere jugar con el tiempo

-Take… ah, por favor -Daisuke y el dueño del nombre sonríe alrededor de su polla antes de dejar escapar una risita ahogada, ante eso Daisuke tiembla y Takeru se aleja, lentamente, lame sus labios e inclina su cabeza hacia la izquierda, esperando que Daisuke continúe lo que iba a decir.

-¿Si?-. Sonríe dulcemente y Daisuke deja escapar un gemido frustrado.

– No importa -dice y Takeru frunce el ceño.

– No, dime lo que tienes en la mente,- Apoya su cabeza contra el muslo de Daisuke mientras mira fijamente la cara del otro.

Takeru tiene un amante perfecto quien lo folla bien y lo ama aún mejor, y sus muslos, y quiere que el otro lo vea, así que le acaricia la nariz contra la piel caliente y presiona un beso húmedo sobre ella.

– Solo… ¿puedes dejarme correrme ya? -Daisuke suena avergonzado y las puntas de sus orejas se están volviendo rojas, es adorable verle así, sabiendo que de puertas para afuera no se avergüenza ante nada, es el que lleva el mando de todo el grupo y no recibe órdenes de nadie, excepto aquí, que se deja domar como un gatito.

Takeru se encoge de hombros y luego desliza su mano sobre el muslo y vuelve a su polla y cierra sus dedos alrededor de ella. La respiración del otro se engancha y Takeru se ríe en voz baja, su agarre se contrae cuando comienza a mover la mano hacia arriba y hacia abajo.

– Joder… -La voz de Daisuke es tensa, seca y casi desesperada. Sus caderas se vuelven a arremeter contra su toque, y esta vez Takeru no lo detiene y deja que Daisuke le folle, de sus labios caen suaves gemidos y Takeru mira con asombro como cierra los ojos e inclina la cabeza hacia atrás. El sudor corre por su garganta, la manzana de Adan se menea mientras traga. Los escalofríos recorren la columna vertebral de Takeru y, una vez más, se vuelve dolorosamente consciente de su propia polla dolorida presionando contra la tela de su ropa interior. Su mano hace un ruido sonoro sobre la polla de Daisuke mientras la acaricia con firmeza, desliza su pulgar sobre la rendija y hace que Daisuke maldiga suavemente.

– Estoy cerca -se atraganta, devolviendo a Takeru a la realidad. Retira su mano y la pone en su propio regazo, mirando en silencio mientras las caderas de Daisuke se empujan hacia arriba para encontrar algún tipo de fricción. No funciona y solloza patéticamente, aunque hace mucho calor. Finalmente, sus caderas se calman y deja caer su cabeza hacia abajo, la barbilla contra su pecho y el cabello sudoroso cayendo sobre su cara.

– Eres un puto bastardo -Gruñe antes de levantar la barbilla para mirar a Takeru, que sonríe feliz.

– Sí, pero yo soy tu bastardo por el que no dejas de suspirar, es un sentimiento que te llega. -murmura, Daisuke pone los ojos en blanco y resopla, es cierto.

Ahora Takeru no pierde tanto tiempo esta vez y tan pronto como Daisuke ha recuperado el aliento, se inclina más cerca para poner su boca alrededor de la polla enrojecida.

– Ah, joder -termina gimiendo de nuevo cuando Takeru toma lo que puede con la boca. Se siente tan pesado en su lengua, y lo ama, se asegura de usar toda la saliva que pueda, y con la boca húmeda, comienza a mover la cabeza hacia arriba y hacia abajo. Presiona su lengua contra la parte inferior, chupando y dejando que sus dientes se enganchen contra la piel de vez en cuando. Siempre hace que Daisuke se contraiga, lo que hace que este se contraiga en sus boxers también.

Se aleja por un momento, tose un poco y lo mira

-Quiero tu leche y no puedo mas -se inclina más cerca otra vez, para lamer la vena que está en la parte inferior de su polla.

-Sí… jadea el otro con voz ronca.

Takeru lame su polla un par de veces más antes de volver a tomarlo en su boca. Daisuke parece tan sensible a cada toque, a cada gota de saliva… Sin embargo, no es una sorpresa, ha estado al límite durante mucho tiempo, y Takeru se siente muy orgulloso de él. Zumba alrededor de su polla y levanta sus manos sobre el abdomen de Daisuke, frotándolos suavemente sobre la piel.

El primer empuje no es tan difícil, pero se condimenta con el gemido de Daisuke para que eso lo compense. El segundo es más duro, y no toma tanto tiempo hasta que Takeru está follando su boca rápida y rápidamente. Es ruidoso, por lo que este termina casi ahogándose con los gemidos de Daisuke. El sonido en sí hace que Takeru tambien gima alrededor de su polla. Presiona sus uñas contra el estómago de Daisuke mientras se rasca la piel mientras arrastra las manos hacia abajo.

– Oh, mierda… estoy cerca… Gime Daisuke que con sus empujes parece que le está follando la cara y ante eso Takeru no se aleja. Quiere ver las expresiones del otro, pero es un poco difícil con las lágrimas que borran su visión.

– Voy a correrme, ah, voy a…

Y luego Takeru se aleja y sostiene sus dedos alrededor de la base de la polla. Las caderas de Daisuke tampoco dejan de moverse y este tiene que presionarlas.

– Agárralo -dice, con una voz aún más ronca que la de Daisuke que sacude la cabeza vigorosamente.

– No, no, no puedo -su voz es tan sofocada y suena como si fuera a llorar. Takeru le lame el labio inferior.

– Puedes, hazlo por mí -dice, alentándolo.

Sus músculos se flexionan, su estómago tiembla y su polla se contrae en la mano de él.

– Agárralo por mi -repite, inclinando la cabeza hacia un lado, Daisuke respira pesadamente, temblando. Y él realmente se siente orgulloso cuando Daisuke no eyacula. Él mira su polla, está tan roja, tan roja que parece realmente dolorosa. Pero Daisuke probablemente lo disfruta.

– Buen trabajo -dice con una sonrisa en su rostro y Daisuke responde con una risa sin aliento. Quita su mano de la base, limpiando la mezcla de presemen y saliva en el muslo, le duelen las rodillas y está sudando por todas partes.

Cuando se levanta, sus piernas tiemblan. Mira hacia abajo al otro, sus manos atadas y las restricciones parecen muy incómodas.

– Ahora, voy a desatar todo esto -dice, y asiente con la cabeza hacia las cuerdas alrededor de sus muñecas- y me vas a tocar. Luego puedes correrte. ¿De acuerdo?

Daisuke suspira silenciosamente, probablemente porque todavía tiene que esperar, pero realmente no parece estar tan decepcionado. Takeru se da la vuelta y camina por su dormitorio hasta la mesita de noche, obteniendo el lubricante de allí. Regresa a él rápidamente, con el corazón latiendo rápido en su pecho, sonriendo alegremente.

Deja caer el lubricante en el regazo de Daisuke y desata las cuerdas, y este se frota las muñecas tan pronto como puede mover ambas manos.

Se quita la camiseta blanca y tira de sus bóxers, con la polla dura contra su estómago, y un gemido irrumpe en la habitación

– Te ves bien, nunca te lo digo -Responde casi de forma tímida, nada inusual en él pero la piel medio pálida y el cabello rubio le hizo quedar hipnotizado, casi tanto como con Ken.

-Tú estás todavía más bueno -responde el otro mientras se acerca y se sienta a horcajadas sobre el regazo de Daisuke, quien rápidamente envuelve sus brazos alrededor de Takeru.

-Tú lo eres más -Y con eso termina la discusión, típico de él.

A Takeru le encanta besarle. Es reconfortante, es algo que él sabe, es seguro, pero también está muy caliente. Él ama la forma en que la lengua de Daisuke presiona contra la suya y cómo sus dientes a veces chocan contra la suya, ese tipo de cosas. El sabor familiar en su lengua. (Literalmente, Takeru hizo que Daisuke escupiera en su boca una vez. Es excitante, algo asqueroso, pero muy morboso.)

Dejándose llevar, Daisuke tiene dos dedos dentro de Takeru ahora, la diapositiva es fácil y se siente muy bien. Él deja escapar gemidos pequeños y entrecortados y mueve sus caderas contra los dedos de Daisuke. No le toma mucho tiempo relajarse y acostumbrarse al estiramiento ya que a ambos les gusta hacer las mismas cosas, Es genial, y Takeru gime cuando sus dedos rozan su próstata.

Mueve sus labios de Daisuke a su mandíbula, presionando besos en el hueso afilado.

– Más fuerte -gime contra la piel húmeda después de que Daisuke haya añadido el tercer dedo. Empuja sus dedos hacia adentro y hacia afuera a un ritmo rápido, dejando a Takeru temblando en su regazo, este tira suavemente del cabello de Daisuke, las caderas presionando contra su mano de una manera dura.

– Te ves tan bien follando contra mis dedos -Dijo Daisuke de repente, su voz sonaba tan bien cuando era áspera y ronca.

– Me excita sentirte siendo libre, conmigo, compartiendo el mismo sentimiento, te echaba de menos -Takeru gime para él- las caderas se sacuden de nuevo cuando los dedos presionan justo donde él quiere que lo haga. Daisuke presiona un beso húmedo en el lóbulo de su oreja, murmurando con aprobación.

– Sí… me haces querer tirarte en esa cama y malditamente arruinarte

Takeru vuelve a gemir suavemente cuando sus pollas se rozan entre sí, le pasa el lubricante al otro que no pierde el tiempo y vierte un poco en sus dedos. Debe estar desesperado por correrse, por lo que, ignorando el lubricante disponible, escupe en su propia mano y la enrolla alrededor de la polla de Daisuke. Se sacude violentamente y Takeru se estremece de sorpresa, con los ojos muy abiertos.

-Lo siento… sensible -grazna Daisuke y este asiente.

Se inclina más cerca para besarle, es una sorpresa que no lo haya hecho por un segundo, mientras siente un dedo mojado dando vueltas alrededor de su borde. Los labios de Daisuke suaves contra los suyos, el beso comienza con solo los labios, sin lengua, sin dientes. Sin embargo, eso no dura mucho porque, cuando Daisuke introduce el primer dedo, Takeru deja escapar un pequeño jadeo y este se muerde el labio inferior, su mano está aún apoyada en la polla del otro y, después de un par de golpes, la suelta y levanta la mano en su cabello.

Se estremece violentamente, gimiendo ante el pensamiento.

– Por favor -murmura contra la piel de Daisuke antes de dejar caer su mano alrededor de su polla de nuevo, está doliendo mucho y puede imaginar cómo se siente Daisuke.

– Quiero que te corras dentro de mí -Decide con voz temblorosa, pero no es insegura, en absoluto. Daisuke asiente, sacando sus dedos después de dar un último empujón, con dureza. Takeru abre la jaula para el pene y lo tira en algún lugar del suelo, sin importarle realmente dónde. Daisuke le entrega el lubricante, y Takeru lo vierte sobre su inmóvil polla roja. El otro deja escapar otro gemido.

Takeru pone sus manos sobre los hombros de Daisuke con las uñas haciendo pequeñas lunas en su piel, y lanza un profundo gemido cuando el otro empuja. Las caderas de Daisuke se estremecen y presionan profundamente dentro de él inmediatamente y Takeru no lo culpa cuando comienza a follarlo rápido y rápido, gimiendo suavemente en su regazo.

Daisuke se ve etéreo, su cara brilla con sudor y labios rojos, y Takeru se presiona más para besarlo de nuevo. No es un gran éxito ya que Daisuke acaba jadeando en su boca cuando sus caderas chocaron contra sus nalgas de esa manera.

-Estoy cerca -grazna Daisuke una última vez, afortunadamente, y Takeru solo asintió. El agarre del otro en sus caderas está magullado, empujándolo hacia abajo para cumplir con sus empujes descuidados.

– Oh, Dios mío, voy a correrme, me voy a venir por ti, te llenaré, oh, mierda-. Daisuke balbucea incoherentemente. Es abrumador, su polla se contrae dentro de Takeru, los gemidos retumban en sus oídos y Takeru muerde el cuello de su amante, antes de retirarse para mirar la cara del otro.

Daisuke se corre con un fuerte gemido, una polla enterrada profundamente en Takeru que gime cuando se presiona contra su próstata. Los ojos de Daisuke giran hacia atrás en su cabeza y su boca se abre, los empujones no se detienen sino que disminuyen la velocidad. Él se muele contra él y Takeru solloza por la presión contra sus sensibles paredes.

– Lo hiciste bien -Takeru deja escapar un débil elogio. Los ojos del otro están casi cerrados, el cuerpo se desploma contra la silla, quedando claramente sin energía. Sin embargo, Takeru sigue sufriendo dolores, por lo que se mueve contra el duro estómago del otro, gimiendo por su propia sensibilidad.

Daisuke se retira y Takeru se estremece por la sensación de semen que gotea de su culo y por sus muslos. A pesar de que el otro parece cansado, aparentemente sigue siendo tan dulce como siempre y abre los ojos correctamente.

-Déjame ayudarte -murmura, levantando la otra mano para rozar la mejilla de Takeru. La otra mano, la guía de vuelta a su parte trasera y mete los dedos dentro de él, haciendo que Takeru gima. Él recoge el desorden de lubricante y semen mientras el rubio se retuerce en su regazo, sacando sus dedos y llevándolos a la boca de Takeru.

Es asqueroso, pero eso solo enciende a este último, el sabor salado se mezcla con lo que sea mientras él lame los dedos de Daisuke limpios. El chico más joven presiona sus dedos contra la mejilla interna de Takeru antes de sacarlos.

– Te ves tan destrozado -Dice Takeru y es verdad, probablemente Daisuke también lo sepa.

Este último baja su mano sobre la polla intacta de Takeru, y sabe que no pasará mucho tiempo hasta que se deshaga, el otro pone su frente en el hombro desnudo de Daisuke, gimiendo contra la piel húmeda cuando el otro comienza a sacudirlo, el placer es inmenso.

Él muerde la piel entintada.

-Voy a correrme -advierte en voz baja, con las manos alrededor del cuello de Daisuke

-Hazlo, vamos -ordena él- lamiendo el lóbulo. Y Takeru lo hace,y explota con el nombre de Daisuke saliendo de sus labios. Tiembla, se aferra fuertemente al otro que lo acaricia hasta que se aleja de la sensibilidad excesiva.

Esta vez, Daisuke se chupa sus propios dedos, se limpia y besa a Takeru justo después para que pueda probar su propio semen en la boca. Incluso eso lo hace estremecerse.

-Estás muy sudado -se queja de alguna manera, a pesar de que principalmente se ve bien.

-Ya lo sé -Se ríe y empuja el cabello húmedo de Takeru de su frente.

Cuando Daisuke finalmente se levanta, de repente le dice en modo de propuesta creyendo que ha alcanzado un vínculo con él.

– Me ha gustado cuando te conviertes en un pasivo, podríamos intentarlo alguna vez de nuevo

– Eso si yo quiero, no va a ser tan fácil caer en ti de nuevo

Ambos chocaron sus manos (antes mojadas de placer) se miraron con miradas de rivalidad mezclada con lujuria desmedida, esta relación aún tenía mucho por ofrecer, a escondidas.

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