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Me descubrieron
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Tiempo de lectura: 11 minutos

Empiezo con decirles que soy una persona TV de closet, he tenido algunas experiencias en mi condición femenina, pero siempre he seguido manteniéndome en el closet, ya que así lo prefiero, y la vida se hace mucho más interesante, abrirse sería romper con un secreto tan bonito que lo llevamos encima, esperando que sea de alguna experiencia rica de la cual podemos aprovechar a lo máximo.

Ahora ley voy a contar una noble experiencia que la empecé a vivir hace algún tiempo atrás, como ustedes saben, mi condición es de una TV de closet, vivo mi sexualidad escondida en mi casa, vivo sola, y tengo un buen trabajo en mi condición de profesional varón, pero ya desde hace mucho tiempo, permanentemente uso ropa íntima femenina las 24 horas del día, la misma que la escondo con mi ropa de apariencia de varón, por las noches cuando llego a mi casa la mayoría de las veces me visto como toda una mujercita, tengo un ropero bastante variado de ropa femenina, tanto externa como íntima, tengo algunos elementos para maquillarme, pelucas, zapatillas con tacos y vestidos, falditas y una variedad de ropitas que he ido comprando poco a poco de acuerdo a mi propio gusto, con decirles que tengo ropa femenina, más que de varón, me gusta y me siento muy feliz y realizada.

Estas ropitas de las que les estoy hablando las uso por las noche en el interior de mi casa, no sin antes cerrar las ventanas, que por cierto la casa tiene un bonito jardín hacia adelante y no cuenta con rejas o algo parecido, por lo que siempre tengo mucho cuidado cuando hago mi transformación, siempre tomo los recaudos necesarios a objeto de no ser observada por los transeúntes que circulan por la calle, en mi intimidad me siento la mujer más realizada y sueño mis fantasías, hasta conciliar el sueño, los fines de semana por lo general no salgo de casa y me dedico a mis quehaceres domésticos y del trabajo, estas actividades casi siempre las realizo vestidita de una linda damita.

El vecindario donde vivo es de clase media alta, los vecinos son bastante discretos, cada familia vive su vida, importándole muy poco la de sus vecinos, la relación que tenemos en muchos casos no pasa de saludo formal y el algunas ocasiones solamente nos limitamos a comentar cosas banales, como ser el tiempo, el clima, la política y otras cosas más de no mucha trascendencia, a lado de mi casa he notado con el tiempo que vive un señor maduro, creo que vive sólo, ya que nunca he percibido otra gente en su casa, con él casi todos los días nos saludamos y alguna vez nos hemos puesto a conversar, sobre diferentes temas, no hemos compartidos temas personales para poder conocernos un poco más, y así venía pasando la vida, hasta que un día lunes, al salir al trabajo me lo encontré casi en la puerta de mi casa y yo normalmente procedí a saludarle, con un Buenos Días, a lo que él me contesto, “Buenos Días Mamita”, lo que me llamó mucho la atención y torcí mi mirada alrededor mío, pensando que había alguien más cerca de mí, y constate que no había nadie por lo que el adjetivo “Mamita” era para mí, esa situación que me puso totalmente incómoda, estaba totalmente avergonzada, me ruborizó, me sentía humillada, tenía una tristeza en mi corazón que no sabía cómo proceder, cómo reaccionar, qué decir, ese momento pasó todo por mi cabeza, qué le pasaba aquel señor para dirigirse de esa manera hacia mi persona, me había descubierto me había espiado, qué es lo que había pasado realmente, en la medida que me alejaba del lugar, me sentía totalmente desdichada, llegue a mi trabajo y realmente todo el día no pude concentrarme en los quehaceres del mismo, trabaje a media máquina, pero gracias a Dios, creo que nadie se dio cuenta de mi situación psicológica en la que me encontraba, pensaba y pensaba el por qué me saludó de esa manera, construía varias hipótesis y la que se acercaba más a la realidad es que aquel tipo me venía espiando y una de esas noche posiblemente me descubrió vestida de damita, y ahora él quiere aprovechar esta situación posiblemente para chantajearme o algo parecido, una primera conclusión fue que no le haría caso para nada y si se presentaba una nueva situación similar a la de la mañana tendría que enfrentarla y cortarla de raíz, ya que era mi vida que estaba en juego.

Pasaron los días y aquel caballero no se aparecía, se había esfumado, y yo estaba totalmente preparada para enfrentarlo y poner los puntos sobre las ies, pasó más de una semana y una noche cuando retornaba a mi casa recuerdo que no tenía nada para preparar la cena por lo que me dispuse cenar en un restaurant cerca de casa e ingrese al mismo con el fin de comer algo ligero, pido una cena y cuando estaba disfrutando de la misma por atrás me sorprende aquel caballerito, y me saluda normalmente, y se sienta en una silla que estaba libre y pertenecía a mi mesa, yo le respondo con mucha personalidad y hago de cuenta que no me había dado cuenta de aquel saludo cuyo adjetivo era “Mamita”, conversamos un momento, él también se dispone a cenar y ahí aprovecha para contarme un poco de su vida, me dijo que era un hombre viudo, ya que su esposa había fallecido algún tiempo atrás y no tenía hijos y que la casa donde vivía era del trabajo en pareja, y que se encontraba bastante sólo, esa situación despertó una gran curiosidad dentro de mí, qué le pasa a este hombre, por qué me cuenta su vida, haciendo énfasis en su soledad, qué le pasa por su cabeza, me está insinuando algo, qué es lo que quiere de mí, y otras cosas más, hasta que me lleva a asumir una actitud de consideración hacía él, me apena su situación, no siento lastima pero eso sí, veo su situación con mucho más cariño, pero no llego a relacionar tal situación con el saludito del que fui objeto en pasados días.

La conversación durante la cena se puso bastante interesante e íntima, por lo que él me sugirió tomar una cerveza a lo que yo le rechace porque en Potosí, Bolivia, por las noches hace bastante frio a lo que sugerí tomar un singani o un wiski, él acepto muy gustoso y pidió un wiscacho, empezamos a beber y conversar sobre nuestras vidas yo le conté que era un profesional joven y que de un tiempo a esta venía trabajando en una empresa pública y que me iba bastante bien para ser uno de mis primeros trabajos y lo hacía con bastante profesionalismo, ya entrados en copas él me empieza a contar que hace dos semanas, un fin de semana específicamente él estaba sacando su basura por la noche y sin pensar se fue acercando a mi casa y sin querer observó por una de mis ventanas una silueta femenina, lo que le llamó la atención y se acercó un poco más y pudo ver que se trataba de mi persona haciendo mis quehaceres domésticos vestida de mujer, y le gustó mucho la escena que observaba, y sin pensar dicha escena le había excitado bastante, y el día lunes lanzó el famoso saludo, que luego de hacerla se sintió bastante apenado ya que él no tenía ningún derecho a hacer dicha insinuación por lo que estaba bastante arrepentido y procedió a disculparse, yo me sentía y encontraba en una encrucijada ya que había sido descubierta en mi intimidad sexual, por lo que procedí con bastante prudencia y me anime a contarle cual era mi situación y mi opción sexual, él lo tomó con bastante madurez y continuamos tomando y conversando de muchas otras cosas, ya un poco mareados, la dueña del restaurant nos comunicó que ya era hora de cerrar su negocio por lo que optamos por retirarnos, pero teníamos media botella de wiski, por lo que él me dice que podemos ir a su casa a continuar con nuestros tragos en eso espontáneamente sale de mí, que más bien yo le invito a mi casa y que si nos faltaba yo tenía unos buenos tragos en mi casa, sin decir más palabra alguna no retiramos del local y nos dirigimos a mi casa, ingresamos a la misma, y saque dos copas y sus aguas, le sirvo y continuamos tomando, la compañía era placentera ya que él tenía una buena conversación, retornamos al tema de mi situación y él me dice que él no tenía ningún complejo por las personas como yo, y que era una pena en tan bonita situación por qué no podría estar más cómoda, con lo que sentía por dentro, lo que él quería decir es que me cambiara y me transformara, yo sin pensarlo dos veces le digo que me esperara un momento que me iba a cambiar y presentarme con mi personalidad verdadera, ingreso a mi dormitorio, me desnudo completamente, me aseo, por fuera e internamente, escojo una lencería completa de color negro compuesta por un portaligas, medias nylon, una tanguita que cubría parte de mis nalgas que por cierto las tengo creciditas, mis piernas se ven de maravilla, me pongo un sostén ya que tengo mis tetitas bastante creciditas y luego me pongo un vestidito bastante apretado a mi cuerpo, me coloco una peluca negra, bastante larga que llega hasta mi cintura y procedo a maquillarme con bastante prudencia sin ningún tipo de exageración, una vez lista salgo al living, donde me esperaba el caballero, él me mira con bastante curiosidad, y yo me presento como Elizabeth, y él recién me da su nombre se llamaba David, tomo asiento en el sofá donde él se encontraba y le invito a servirnos nuestras copas y nuevamente procedemos a conversar, él me trata desde ese momento como una fémina, utilizando siempre el nombre de Elizabeth, me trató como una verdadera mujer, lo que realmente me gustó mucho, en eso me pregunta sobre mi desarrollo sexual, a lo que yo solamente me limito a contestar que las cuatro paredes que ve son las únicas testigos de mi desarrollo sexual y ellas conservan mi secreto oculto con bastante delicadeza, él me contesta que aparte de las cuatro paredes ahora es él uno más que sabe el secreto mío, y me dice que no me preocupe que dicho secreto se lo va a llevar a la tumba, lo que me relaja bastante y me pregunta si alguna vez no intente tener una relación que me permitieran hacer realidad mis fantasías, mintiéndole un poquito le dije que me gustaría pero que no tuve oportunidad y no sabía cuál sería el comportamiento mío, en eso él me toma de la mano yo accedo sin poder resistencia alguna y me dice que estaba declarando su amor y cariño hacia una persona que merecía todo el respeto por lo que era y por lo que sentía, esta situación me empezaba a derretir, estaba rompiendo todos mis sistemas de defensa, me encontraba deshecha sin pretextos y muy excitada, besa mi mano derecha y yo también acaricio sus manos, mostrando mi satisfacción por esa nueva situación que empezábamos a vivir, eso fue el inicio de un nuevo idilio de amor, me consulta si tengo música para bailar y le pregunto qué tipo de música quiere o le gustaría bailar, el me responde especialmente romántica, pongo una secuela de piezas románticas y empezamos a bailar en mi living, disminuyendo la luz, para que el lugar sea cada vez más romántico y excitante, él me toma de mi cintura y yo coloco mis brazos sobre sus hombros, nos acercamos bastante y luego de un momento él me roba un pequeño beso a lo que yo respondo con mucho erotismo, frente a esta situación, David, empieza a acaricias mi espalda que la tengo algo desnuda por el escote posterior del vestido que llevo, de la misma manera yo empiezo a acariciar su cabeza, bajando a su cuello y sus hombros, volvemos a besarnos pero esta vez son besos más largo llenos de erotismo, hasta que se llegan a entrecruzar nuestras lenguas, y de esta manera sellamos nuestra relación de pareja, me susurra al oído lo linda que estaba y que mis atributos femeninos no tenían nada que envidiar a cualquier dama, ya que los tenía bastante desarrollados, mis pechos son redondos y mis pezones algo creciditos y redonditos, mi cintura, tenía algo de rollitos, pero mis caderas eran bastante pronunciadas y daban lugar a mis nalgas redondas y grandes y mis piernas gruesas, por lo que comprendía su admiración, él empezó a acariciar mi espalda, bajando a mi cintura y luego llegar hasta mis caderas y mis nalgas, las empezó a acariciar con bastante sensualidad y como les dije mucho erotismo, lo que me hacía sentir mucha excitación y me encontraba en las nubes, yo deseaba que ese momento de baile con un hombre maduro no terminara nunca, que ese momento sea eterno, sus besos, sus caricias y las cosas dulces que me decía me hacían sentir toda una mujer, luego nos sentamos en el sofá y cruza su brazo por mis hombros y yo reposo mi cabeza sobre su pecho y nos volvemos a besar, y acariciar nuestros cuerpos, yo en ese momento estaba loca de excitación y llevo una de mis manos a sus partes íntimas y siento una hermosa verga semi parada, y algo dura, él aprovecha el escote delantero de mi vestido y lo baja para poner al aire libre mis tetas y empieza a acariciarlas para luego chuparlas, me muerde eróticamente mis pezones y acaricia mis piernas subiendo hasta llegar a mi entrepierna y dirige uno de sus dedos a mi culito, hace a un lado mi tanga y como yo estaba mojadita empieza a acariciar todo mi raya haciendo pequeños movimientos cada vez que pasa por mi agujero, lo que me hace sentir una extraña sensación de placer, pero es realmente rico, delicioso, deseando que lo haga una y otra y otra vez, me gusta lo que me hacía, era un hombre con mucha experiencia y sabía lo que hacía para hacerme sentir toda una mujer, saca su mano de mi culo y empieza a bajarme mi tanga, yo no pongo ninguna resistencia sino por el contrario facilitó la situación levantando mis pompis para lograr el objetivo trazado, colaboro con despojarme de dicha prenda quedando solamente con el portaligas y las medias, él continua acariciando mis piernas y todo cuanto se le antoja, mi pene pasa desapercibido por su tamaño y porque no era de interés de nadie, nos paramos y hacemos o simulamos bailar apechugados pero esa no era la intención sino por el contrario era tener mayor espacio y facilidad para acariciar nuestros cuerpos, es una situación como sí nos estuviéramos reconociendo nuestros cuerpos, con mucha sensualidad y erotismo, nos besábamos, nos metíamos mano yo sentía su pene, su hermosa verga en mis manos ya que la tenía fuera de su pantalón él acariciaba mi culo, metía su dedo dentro de mi hoyo, mojaba mi culo, realmente era un escenario de sexo explícito, de dos tortolos que se amaban y deseaban que ese momento sea eterno, en eso, yo tomo la iniciativa de hacerle sentar en el sofá y empiezo a frotar mis nalgas contra su pene situación que a él le gusta mucho y le excita bastante en cambio a mí me hace sentir una verdadera loca por el sexo, me doy la vuelta, me agacho y empiezo a besarle por el cuello y voy bajando sus hermosos pectorales hasta llegar a su ombligo, de beso con mi lengua, realmente lengüeteo todo su físico hasta llegar a su verga, me voy directamente a los testículos, los beso, paso mi lengua y los chupo suavemente para no provocar ningún daño, acaricio su esfínter con una de mis manos lo que le hace volver loco a mi David, voy subiendo por su pene con mi boca hasta llegara la punta y sin pensar más la empiezo a chupar, con suavidad al principio para luego hacerlo con mucho más descaro, estamos así un buen rato, chupando esa hermosa, gruesa y larga verga, hasta que él me toma de los hombros y lleva mi cara a la suya y me besar y nuevamente entrecruzamos nuestras lenguas, él me hace apoyar al espaldar del sofá con mis brazos, exponiendo mi hermoso culo, sube mi vestido hasta mi espalda y empieza a besar mi cuello por atrás, baja por mie espalda hasta llegar a mis glúteos o nalgas, las besa, las muerde las chupa y de rato en rato pasa su lengua por toda mi raya, pero cuando llega a mi hoyo, siento una sensación indescifrable, me vuelve loca y cada vez más y más quiero que me chupe mi culo, él como adivino o mejor por lo arrecho que se encontraba empieza a lengüetear mi culo, OH!!!! Que hermosa sensación más excitante, sentir que alguien desea penetrarte con la lengua es la sensación más rica que experimenta una mujer, sentir su lengua en mi culo me ha derretido, ahora puedo esperar lo que sea de mi macho, luego se para y empieza a meter y mojar con su dedo mayor mi culo, lo mete y realmente el dolor es insoportable, le ruego que pare por favor, él no me hace caso y sigue intentando meter su dedo, poco a poco mi culo se acomoda a la nueva situación y realiza un primer intento de meter su verga a mi culo, es bastante gruesa para penetrarme, pero por lo que veía mi hombre no se iba a dar por vencido a lo que me resigne a sentir el dolor, una vez que ingresa la punta de su verga a mi esfínter yo solamente imploraba que la saque ya que el dolor era terriblemente fuerte y no lo podía soportar, pero el empieza a besar todo mi cuello, mi espalda a lamer los óvulos de mis orejas y a acariciar mis tetas, aspectos que me distraen en cierta forma y me hacer distraer un poco del dolor, en ese periodo mi culo empieza a acostumbrarse a su nuevo huésped, y confundida con el dolor empiezo a sentir placer, que rico sentir una verga tan tura, larga y gruesa dentro de ti, y empieza con sus movimientos del saca y mete y siento una sensación de pleno placer y el dolor se hace parte del mismo, que rico, que sabroso, que excitante sentir una verga que entra y sale de tu culo, realmente esta situación me ha llevado a un orgasmo pleno, después de mucho tiempo llega el hombre a moverse con mucha más rapidez y erotismo, aprieta mis caderas contra su cuerpo y es cuando siento que mi culo es inundado por su leche, saca su verga de mi culo me da la vuelta y con sus movimientos me pide que nuevamente se la chupe, yo procedo a hacer caso a mi hombre y se la chupo, acción que no permite que su verga se duerma sino por el contrario reaccione nuevamente se vuelva dura y me tira en el sofá de espaldas y toma mis piernas las abre y se acomoda para tirarme de nuevo con un estilito de patas al hombro, me penetra y acerca su cara a la mía, y mientras me tira con el clásico mete y saca, me abrazo de su cuello y nuevamente nuestra bocas y lenguas se encuentras y hacen lo que más saben hacer en estas situaciones, nos besamos locamente, el me tira y rompe mi culo y yo disfruto de tal situación, estamos en esa pose por algunos momentos más hasta que me pide que me dé nuevamente la vuelta y se acomoda detrás mío en el sofá, esta vez estamos acostados de lado y hacemos la pose de la cucharita y me dice que deseaba sentir mis nalgas en su pelvis, sentir mi culo en su cuerpo, yo no me hago problema alguno, ya que lo que me interesaba ese momento era sentir su verga dentro de mi culo, que lo meta y lo saque todo el tiempo que aguantara, pero como él ya había terminado una vez, la segunda vez es una relación eterna, realmente no sé qué tiempo estuvimos tirando, en nuevas poses, repitiendo otras, hasta que le dio gana de terminar nuevamente y esta vez me pide que lo pueda hacer en mi boca yo en la situación arrecha en la que me encontraba, no puse resistencia y me incline con mi cara hacia su verga momento en que ayude con masturbarlo con mi boca, hasta llegar a su eyaculación, despacho bastante leche y sentí su sabor, que rica leche, me la tome bastante y otra parte se me escapo, no importa ya habrán otras situaciones para recobrar lo perdido. Ambos bastante agotados, volvimos a nuestras copas, yo me limite a arreglar mi traje que llevaba puesto y algo de mi maquillaje, nos sentamos y continuamos bebiendo, para luego ya algo ebrios ingresar a mi dormitorio que lo compartí con David.

Al día siguiente despertamos y como no tenía nada para hacer el desayuno quedamos en ir a desayunar afuera y así lo hicimos, durante todo ese periplo no hablamos nada de lo que había pasado la noche antes entre nosotros y cual sería nuestro futuro, al retornar a nuestras casas, y antes de despedirnos, David me señala que dentro de una hora estará de retorno, que iría al mercado a comprar algunas cosas para cocinar el almuerzo, tiempo necesario y suficiente para que yo me “cambiara”, como a él le gustaría tenerme de aquí para adelante, sellando de ésta manera nuestra relación de pareja.

Elizabeth

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