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Conociendo a mis compañeros de trabajo (2)
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Tiempo de lectura: 4 minutos

Nos conocimos en la misma empresa donde conocí a mis otras aventuras. Es un hombre sin ningún atractivo para ser honesta, en ese momento él tenía unos 48 años, con algunos kilos de más, en fin, nada que llamara mi atención, pero nos llevábamos bien, nos teníamos en redes sociales y una que otra vez nos comentábamos algo, pero nada de importancia, él se fue del país por unos dos años y cuando volvió me mandó un mensaje saludando y respondí solo por cortesía.

Si ya leyeron alguno de mis relatos anteriores sabrán que el hecho de saber que un hombre me desea me prende mi lado travieso y me di cuenta que este hombre quería algo más que una simple conversación, así que poco a poco precavidamente le fui dando entrada a platicas más atrevidas y él se iba sintiendo más cómodo al hacerme insinuaciones hasta que terminó por decirme que desde que me conoció yo le había gustado pero como en ese momento el tenia pareja no me había dicho nada, ahora se encontraba solo y quería ver si tenía oportunidad conmigo, ya se imaginaran me quería bajar la luna, el sol, el cielo y las estrellas con promesas y ofrecimientos y yo lo paré en seco y le hable claro, si aceptaba tener algo con él, sería algo informal, nada de compromisos o relaciones serias, utilicé de pretexto que acababa de terminar con una relación y que se me hacía muy pronto, el, por su parte aceptó, claro! lo único que quería era cogerme, de tonto me dice que no.

Nos pusimos de acuerdo para una primera cita y me llevo a una laguna donde hay muchos restaurantes para comer y platicamos para ponernos al día, después de un par de citas, dije “ok vamos” a ver qué tal coge este hombre, obvio no le di mi domicilio, le indiqué donde nos veríamos y ahí estaba el muy puntual, yo llevaba puesto un vestidito azul corto, una tanga blanca de encaje y un brassiere que le hace juego en color blanco también, bajó de su camioneta y me saludo muy efusivamente con un abrazo, estaba el supongo emocionado por lo que se llevaría a la cama, nos dirigimos a un hotel un poco retirado de mi casa, no quería que nadie me fuera a ver.

Llegamos y era un lugar muy amplio y elegante, como siempre, me puse cómoda y él se acercó buscando mis labios y encontró un beso muy apasionado, yo tenía el control del momento, comencé a pasar mis manos por su pecho, su nuca, su espalda y el me sostenía fuertemente de la cintura, fui desabrochando los botones de su camisa, la hebilla de su pantalón, su pantalón y bajé su ropa interior, el solo me dejaba avanzar, obviamente ya tenía una erección bastante notable, me puse en cuclillas y sin más preámbulo le di un gran lengüetazo, el gimió y dio un ligero paso hacia atrás, abrí la boca y me metí solo la cabeza de su pene y fui retrocediendo haciendo presión con los labios, lo comencé a lamer y besar por todos lados, hasta que abrí la boca y me lo metí completito, lo escuchaba gemir y eso me alentaba a seguir, como lo sabrán a mí esto de chupar una verga me encanta y siempre me tomo mi tiempo para disfrutarla y esta vez no fue la excepción, mientras lo tenía hasta adentro de la boca, con la lengua iba jugando por todas partes, le lamí los testículos y le encanto así que seguí por ese camino y me los metía a la boca y jugaba con mi lengua con ellos, él estaba que ni se movía, hasta que me pidió que me pusiera de pie y me quitó el vestido, por su mirada supe que le encantaba como me veía con el conjunto blanco que llevaba y me recostó en la cama, se arrodillo e hizo a un lado mi tanga, rozo con sus dedos mis labios vaginales, yo estaba que ardía y ese roce me puso a mil y con la mano izquierda abrí mis labios y deje al descubierto mi clítoris y él lo lamió, mmm que rica sensación, su lengua comenzó a jugar en toda mi intimidad, recorría cada rincón y me estaba gustando, me mordía muy suavemente el clítoris y eso me hacía retorcerme de placer, que rico se siente eso de verdad, le indique que me sacara la tanga de una vez, no quería yo que nada interrumpiera mi placer y así lo hizo, sus dedos entraban y salían de mi interior que ya estaba más que mojado y su lengua había encontrado en mi clítoris su lugar, yo ya necesitaba ser penetrada y se lo dije.

“Ya métemela”, esas dos palabras bastaron para que el enseguida se pusiera de pie y sin esperar puso su verga en la entrada de mi vagina y de un empujón la metió toda, la metía y sacaba lento, gozando con cada penetración, entre tanto lamia mis pezones, soy de piel clara (lo pueden ver en la foto que tengo en mi perfil) y mis pezones son de un tono café claro y están muy a proporción del tamaño de mis pechos, mis pezones estaban parados y duros de tanta excitación y el los seguía chupando, le pedí que se recostará y me monté en él, al principio mis movimientos eran lentos y suaves mientras le daba apretones con la vagina y el me preguntaba como hacia eso, al parecer sentía rico, pero me fui moviendo más rápido pues estaba rozando por dentro de mi muy rico, me empecé a dar sentones y mis nalgas rebotaban y sonaba riquísimo, mis senos brincaban y se movían al compás de mis sentones y el me decía… “si maní no pares, si, sigue moviéndote así, me encantas, que rico coges”, mientras yo gemía y gozaba, me bajé y me recosté boca abajo con las piernas cerradas y le pedí que así me penetrara, que rico se siente así pues aprieta rico y roza de una manera deliciosa, empezó el mete y saca y era algo riquísimo, empecé a sentir que se acercaba un orgasmo y le pedí que no parara, que siguiera cogiéndome así, el al escuchar mis gemidos no pudo más y tuvo su orgasmo junto con el mío, se recostó a mi lado y besaba mi hombro, me agradecía por tan rica cogida.

A los pocos días me invito a un viaje a la playa y obviamente acepté, fue un viaje por carretera muy agradable y pasamos unos días bastante a gusto, el presumía mujer joven y yo me daba mis gustos creo que era una situación donde los dos ganábamos, de regreso me preguntó si quería regresar por la ruta tradicional o por el camino largo por las montañas y preferí el camino largo, cual va siendo mi sorpresa que pasamos por el pueblo natal de mi abuelo y unos 20 minutos después por el de sus abuelos pero jamás cruzó por mi mente que uno de sus apellidos coincidía con uno de los apellidos de mi abuelo. No fue sino hasta unos días después que en una publicación en las redes sociales que alguien se dio cuenta de las coincidencias en los apellidos y comenzaron a comparar parentescos y resulto que su papá y mi abuelo son primos pero no se conocieron porque mi bisabuela se fue al otro pueblo y después a la ciudad. Así que él es primo segundo de mi papá! sin querer y sin saber me volví a coger a otro primo de mi papá!!! Eso no ha impedido que de vez en cuando le de sus ratitos de placer a mi nuevo tío lejano y de que el me de mis gustitos, nunca me gustó recibir algo a cambio por coger pero digamos que aquí la cosa es diferente, es un tío que tiene una sobrina favorita, no?

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