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Divirtiéndome con los amigos de mi esposo (16)
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Tiempo de lectura: 7 minutos

Que verga! Hola, muy buenas para todos. Para el día de hoy les contaré de un fin de semana en donde pase momentos deliciosos. Había pasado una semana muy complicada estaba manejando cuatro casos que me tenían con los pelos de punta y necesitaba relajarme.

Viajé a la finca de mi esposo con mi hija, nos fuimos a las 9 de la noche del viernes después de cenar, procuró viajar a esa hora ya que ha bajado el trancón. Son tres horas de viaje a buen ritmo. Y eso que el lunes era festivo.

Llegamos a las 12 y 30 David nos esperaba para abrirnos el portón. Hablamos casi por una hora de cosas y nos acostamos a dormir. Al otro día me dieron las 10 de la mañana durmiendo como un bebe, me despierto con los ladridos de los perros que jugueteaban con Ana María, me levantó y voy a la cocina por un café.

El día estaba hermoso, despejado, el sol en toda su dimensión. Me senté en la terraza a tomarme el café y fumarme un mariguano en compañía de mí hija.

Al rato me puse a revisar mis orquídeas las que cuido con mucho cariño. Desayunamos un suculento desayuno, Carmencita de res, marrano, cordero papitas criolla patacón y juguito de naranja. Para mí eso hizo parte ya de mi almuerzo. Ya eran las doce del día Y esperamos a que David llegara a almorzar.

Para ese día tenía una cita con uno de los ganaderos grandes de la región para una obra en sus terrenos, lo que me llamo la atención ya qué sé que tiene un rancho espectacular y decidí acompañarlo. Dejando a Ana María en la finca.

Al llegar quedé asombrada de lo grande que era a un lado las caballerizas y corrales en montón, todo el terreno estaba cubierto en piedra los corredores amplios y de techos altos. Muebles por doquier, el establo lleno de sillas de montar, una casa con muchas puertas antiguas, con sus acabados originales, una piscina en piedra natural, no era hecha en baldosas y sus aguas venían de la quebrada que cruza por la mitad de la hacienda.

El dueño don Javier un señor de unos 60 años ya curtido por el sol y de contestará gruesa, tipo vaquero con sus botas texanas vueltas nada, quien nos mostró todo el sitio, el calor estaba insoportable nos sentamos en los alrededores de la piscina mientras llegaban un hermano y un primo, quiénes llegaron en dos hermosos caballos.

La escena para mí fue cómo cuando en mis años de prepago iba a trabajar a las fincas de uno que otro traqueto y llegaban en sus caballos.

Nos presentaron los dos mucho más jóvenes que don Javier Diego su hermano y Ramiro el primo, dé buena contextura fornidos, Ramiro de pelo en pecho atractivo y bastante lanzado en sus miradas cosa que me tenía halagada. Con Diego y Ramiro hicimos buena charla bastante confianzudos a la vez que se los permití tanto como que decir ramiro, que me podía quedar esa noche con él, a lo que yo no puse oposición aduciendo que sería chévere poder hacerlo. Sonó su celular y se alejó para contestarlo entramado en la casa.

David y Javier se entraron a ver los planos y el mapa del sitio exacto para la obra, Ramiro volvió a salir en pantaloneta y de una se metió en la piscina nadando, provocando en mí un deseo de hacerlo también.

– hay que delicia esa agua debe de estar deli, deli. – Si como viene del monte es frita. – No, no me digas mas que me dan ganas de meterme con este calor. – ¿De casualidad trajiste vestido de baño? – No pero está tan hijueputa el calor que hasta desnuda me metería. – jajaja a preciosa que no sea solo un comentario para ilusionarnos porque me encantaría verte desnuda. – En verdad pues a mí me encantaría complacerte y de paso también verte desnudo ¿que dices te le mides o no?

Me quedé mirándolo me pare de la silla y mirando o Ramiro nadar.

– Hay Dieguito la verdad dan ganas además la compañía lo amerita.

Diego se me acerca por la espalda y coloca su mano en mí cintura y hablándome al oído. – Pues aprovechemos que mi hermano se lleva a tu marido y los tres nos desnudamos. – ¿Y es que ellos van a salir a algún lado? – Sí van a ir a los terrenos de la obra.

Me volteo y abrazándolo por su nuca lo miro fijamente.

-Ha entonces aprovechemos que mi marido se va y la pasamos los tres bien rico.

Nos besamos apasionadamente y me desabotono el short bajándolo con mis manos y luego la blusa. Diego me mira hacerlo y vuelvo Y lo abrazo besándolo nuevamente.

– Ha eres una mujer de armas tomar.

Mi mano derecha se posa en su pantalón a la altura de su verga acariciándola le respondo.

– Y de hombres gozar. – Perfecto preciosa.

Le suelto el cinturón y me retiro terminó de quitarme el sostén y los calzones a la vez que el Diego se quita su pantalón Lo dejo terminar y me voy para la piscina en donde Ramiro me mira y sorprendido se queda hipnotizado al verme desnuda. Me boto de cabeza y rápidamente llego a su lado y abrazándolo.

– Hola muñeco que rica está el agua. – Vaya mamacita pero quién mandó todo eso.

Me reí y agarrándole la pantaloneta se la bajé para poder acariciarle la verga y hacérsela parar.

-ha no se el destino tal vez. – Entonces que afortunados somos.

Sus brazos rodean mi cuerpo acariciándolo, me levanta lo que me da pie para rodearlo con mis piernas su cintura y besarnos, intercambió de lenguas. Siento que su verga ha logrado su máxima erección en mis nalgas.

– No, no mamacita todo me imaginé menos que la tarde fuera a ser tan especial y con semejante mujersota eres una delicia preciosa.

Diego se mete de una y nadando se nos acerca, abrazándome por la cintura me jala asía el apretando mis tetas y colocándome su verga entre mis piernas. Voltee mí cara asía él y nos besamos mientras Ramiro me chupa mis tetas y Diego me dedeaba la cuquita.

– Ha que rico sigue así Ramiro.

Como pude agarre sus vergas y los masturbaba mientras mí cuerpo temblaba de la emoción caricias y besos desenfrenados. Ramiro me alzó metiéndose entre mis piernas llego a lamberme la cuquita y Diego me tenía agarrada de la espalda acariciándome las tetas.

Dándonos besos robados y luego cambiaron de lugar entre ambos con la diferencia que Ramiro hasta el culo me lo chupo. Dándome sensaciones exquisitas y placenteras.

Entre ambos me sueltan dejándome hundir en el agua a lo que nado un poco Diego se sale de la piscina y nos alcanza cerveza para tomar, se sienta en el borde y me le meto entre las piernas.

– haa! Que rico estuvo eso.

Tomo un sorbo y le agarro la verga, se la masturbo.

– Me encanta tu verga papacito estás bien dotado.

Se la lamo desde sus huevos hasta se glande varias veces. Ramiro se acerca y agarrándome el trasero me coloca su verga entre mis piernas y con mí mano derecha me le meto en mí cuquita comenzando un delicioso mete y saca de campeonato mientras disfruto manándosela a Diego. Y lo que parecía un fin de semana tranquilo resultó ser muy atractivo y satisfactorio para mí. Ramiro seguía cogiéndome por casi 20 minutos hasta que me hizo venir aferrándome a la verga de Diego.

Paramos y cambiaron Ramiro y Diego de sitio. Ahora era a Ramiro a quien se la mamaba y Diego me cogía aumentando el placer por otros 20 minutos más. Ramiro se volvió a meter a la piscina y levantándome me volvió a penetrar por la cuquita y haciendole señas a Diego de metérmela por mí trasero.

– Preciosa hay algún problema sí te lo hacemos por atrás. – Ninguno papacito me encanta ser culeada y a la vez cogida por mí cuquita. – E ave María mujer cada vez me gustas más en verdad eres una diosa del sexo. – Lo siento por tu marido pero con ese cuerpazo tuyo más de uno deseara cogerte lo de ser fiel en tí no creo que sea un motivo para no aprovechar y disfrutar de los placeres de la carne. – Tienes toda la razón y mi marido lo tiene bien claro. – Ha que bien, con razón el no quiso llevarte para que te quedarás con nosotros. – Exacto papacito él me conoces muy bien y sabe perfectamente cuándo estoy con ganas de hacerlo con otros hombres y muchas veces me colabora para que yo pueda disfrutar del sexo sin problema. Diego se acercó por detrás le levanté la cola y colocándome su verga en mí trasero me penetra lentamente haciéndome gemir de dolor placentero comenzando entré ambos a cogerme como puta sin remedio.

– Ahora toma puta, toma tu ración de verga mamita disfruta lo que más te gusta y por doble porción. Ambos me cogieron con fuerza su pasión estaba desbordada parecían poseídos por un mostró desbordados completamente entregados a satisfacerme en mismas bajos instintos sexuales me cogieron por cerca de 20 minutos en donde me hicieron venir dos veces hasta cuándo ambos me llegaron mis cavidades sexuales de espeso semen en espasmos musculares que al terminar de expulsar quedaron exhaustos y sin alientos dejándose flotar en el agua.

– Ha esto es vida, que rico estuvo eso mujer.

La tarde transcurría y para el segundo gocé fue en la terraza y el calor era sofocado a punta de cerveza bien fría riéndonos de los chistes del Diego, me aplique bronceador porque me estaba era quemando.

Ramiro terminó de aplicármelo en la espalda, acareándome las tetas y dedeándome la cuquita me vuelve a calentar, nos besamos apasionadamente abrazándonos revolcándonos sobre el piso lizo le acarició la verga.

– hum pero mira no más está delicias ya está listo para gozármela.

Lo acuesto boca abajo, me le montó encima haciendo un 69 y disfrutamos de una deliciosa chupada de cuca y verga en donde ambos pusimos todo nuestra experiencia en hacerlo satisfatorio. Páramos y volteándome bajé para sentarme en sus piernas levantarme y colocarme su verga en mí cuquita dejándome deslizar hasta metérmela toda. Diego regreso traía cervezas frías y me alcanza la mía, me tomo un buen sorbo, la dejo en el suelo y comienzo o coger con ganas brincando

Disfrutando del placer del sexo sin compromiso alguno, él Diego se me para enfrente y me deja mamarle la verga.

Todo es pasión lujuria desenfrenada ese es uno de los motivos por el cual me encanta acostarme con otros hombres. Dejó babosa la verga de Diego y me levantó, caminó a una silla de sol y le pido a Diego que se acueste montándomele encima me coloco su verga en mí cuquita dejándome desliza, Ramiro se me acerca por un lado colocándome su verga en mi cara para mamársela por unos minutos.

– Papacito métemela por detrás, anda muñeco. – tus deseos son órdenes preciosa.

Se movió colocándose detrás de mí y me penetro suavemente

Aumentando paulatinamente la cogida dándome una sensación exquisita y placentera, mi cuerpo temblaba miles de escalofríos sacudían mis entrañas, mí corazón palpitaba con fuerza, minutos de éxtasis incontrolables y pedía más y más verga estaba fascinada con la potencia de Ramiro que no paraba de cogerme rompiendo mi trasero sin contemplación estábamos tan entregados que no nos percatamos de la llegada de don Javier y mi esposo a quiénes vi pasar por el lado Y entraron a la casa, seguimos cogiendo por cerca de 30 minutos más en los que tuve varios orgasmo de infarto.

Terminamos agotados sin conciencia, exhausto, me paro y me boto a la piscina dejándome flotar boca arriba descansando por varios minutos. Ya relajada me acerco al borde y veo salir a mí esposo quién me trae una cerveza fría y me la da casi me la tomo toda estaba reseca.

– Hola preciosa cómo estás? – Feliz, feliz, feliz! Que rico estuvo, delicioso toco repetirlo. – Bueno me alegra mucho saberlo para eso te traje, yo sabía que el Ramiro y el Diego te iban a gustar. Bueno yo ya terminé con don Javier ¿nos vamos o te quieres quedar? – hay quisiera pero quedamos de ir con Ana María al pueblo. Salí de la piscina y abrace por la cintura a David y caminamos hasta donde dejé la ropa. Mientras me vestía hablaron con mi esposo Diego y Ramiro. Ya vestidita me les acerco.

Bueno caballeros fue un placer conocerlos espero y volverlos a ver. – Dianita el placer fue nuestro en verdad eres una mujer excepcional y sí claro que nos tenemos que volver a ver no faltaba más yo quedé enamorado de ti preciosa. Dianita regálame tu número celular y nos vemos en Bogotá. – a ver anótalo y me llamas y nos vemos hermoso. Y así quedamos nos despedimos de beso en la boca abrazándolos a cada uno. Arrancamos para la finca a arreglarme y salir para el pueblo con mi hija y David.

CONTINUARA

DIANA LUCÍA SAAVEDRA [email protected].

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