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Patricia una vecina casada (Parte 3)
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Tiempo de lectura: 6 minutos

Que verga! Para el día de hoy les traigo una deliciosa historia con nuestra vecina Patricia. Trascurrió la semana yo seguía con prisión domiciliaria ya solo me faltaban tres semanas. Pero eso no fue así impedimento para yo trabajar en varios de mis casos afortunadamente el internet existe y así podía estar en las audiencias en que mis clientes fueron citados en compañía de mis socios del bufete. Patricia en cambio estuvo trabajando en la ferretería de su esposo ya que el estaba de viaje por Panamá comprando mercancía para la ferretería. Apenas pasó bien tarde el miércoles a eso de las 10 y muy brevemente por puro cansancio. Fue hasta el sábado que nos volvimos a ver en esa semana me llegó la señal y pues no me apetece tener relaciones sexuales en ese estado. Salome tenía que jugar un encuentro del campeonato y programamos para acompañarla como era en un club que queda en Cajicá me arriesgue a ir.

Julián había llegado, nos acompañó, llegamos al club y Patricia nos esperaba en las gradas, al verme llegar con Julián se le nota la alegría de verlo. Desafortunadamente Julián no se iba a quedar esa noche porque tenía ya otro compromiso Salomé todavía no iniciaba su juego. Vimos el de dos muchachos por casi 30 minutos. Y luego si ya el de ella que duró dos horas largas. Salome gano sufrido porque estuvo reñido hasta el final. En medio de la algarabía un amigo me llama.

– mamacita hermosa cómo vas? – Pachito pero que milagro no en donde hago la raya pero que es esto todavía existencial los milagros? – jejejeje no preciosa que estamos en Bogotá y me gustaría qué nos viéramos. Que dices? – Por mí encantada y con quién estas? -. Con tres colegas que vinieron a la reunión. – ha ya y ellos que van a hacer porque sí quieren venir acá se les atiende. – Hay cosita rica tu cada vez me sorprendes. Espera y les digo.

Se demoró cosa de un minuto y me avisó.

– Dianita mí niña que listo allá te caemos. Regálame tu dirección.

Les di la dirección y continuamos viendo el partido ya por acabarse y haciéndole barra a Salomé. Por fin terminó y la celebración no se hizo esperar, salimos del club y fuimos a comer hamburguesa y tomar cerveza íbamos ocho personas. Patricia celebraba pero lamentando que Julián no se quedara esa noche. Entonces le conté que no se preocupara que ya le tenía remplazo.

Llegamos al conjunto y al rato Patricia regreso está vez con un vestido ceñido al cuerpo y sandalias planas. Venía muy contenta a celebrar que Salomé ganó el partido. A la hora llegaron los invitados, quiénes traían tres botellas de ron paqueticos de todito. Música bailable, Chimenea prendida, luz tenue y la compañía de cuatro caballeros, que mejor noche que la actual

– Hola querido bienvenidos sigan.

Nos dimos un beso en la mejilla.

– Mí reina hermosa mira té presento a Anselmo, Carlos ya piquiña. – Ha caballeros mucho gusto sigan a la sala.

En la sala Patricia espera sentada yo abrazo a Pachito y entramos.

– Pachito té presento a mi vecina Patricia. – Guau Dianita tu vecina es tremenda hembrota.

– Patricia te presento a los amigos de Pachito.

Todos se sentaron y yo recibí el trago y la merienda. Pachito me trajo pistachos, me encantan. Abro la primera botella y voy a la cocina por hielo. Sirvo los tragos reparto y brindamos por una suculenta noche de placer y diversión. El celular de Patricia sonó y era Maritza la hija menor que llamó para avisarle que iban a ver una película en la casa de otra vecinita del conjunto.

El primer tema de conversación fue indudablemente el triunfo de Salome. Luego el mío. El de estar encerrada sin poder salir por decirle unas cuantas verdades a. un corrupto juez. El ambiente se tornaba delirante, la música, el trago, el humo de cigarrillos y los temas en discusión, a veces subiendo el tono, uno que otro chiste. Ya los tragos estaban haciendo efecto relajándonos y soltándonos junto con la música que nos hacía bailar a todos.

Pachito me agarra por la espalda y sus manos me acarician mí cintura subiendo hasta mis tetas. Patricia se centra en Anselmo y Carlos quiénes se quitaron sus zapatos y desabotonaran sus camisas. Piquiña venia del baño ya sin su camisa solo con su franela de esqueleto y acercando paso por el lado de Patricia quién bailaba con Anselmo y Carlos, dándole un beso en la mano que Patricia le estiró.

Lo abrazo sintiendo toda su varonilidad, sus brazos musculosos.

– hum papacito rico se nota que te ejercitas con juicio, mira esos músculos.

Piquiña se nos arrima y mi mano derecha se postra en su pantalón agarrándole la verga.

– hum piquiña pero que es esto que siento.

Me voltee de frente a él y rápidamente le solté el pantalón y dejándolo caer al piso, descubriendo un bulto enorme debajo de sus boxers los que con ambas manos bajé y soltando tremenda verga la que agarre con ambas manos y sin pensarlo me la metí a la boca.

– Hay piquiña me vas a matar de la dicha, me encanta tu verga está cómo a mí me gustan.

Me la restriego por la cara y vuelvo a mamar tratando de metermela toda, siguieron bailando los tres acariciandose y desnudándose al compás del baile. pachito me dice.

– ojalá y tu amiguita se separe pronto, porque me encantaría vivir con ella, semejante mujer, tremendo bombón. – no, no eso no es posible muñeco con ella tengo pensado ganarme un buen billete. – Sí y eso? – ahora he podido hacer un pequeño oficio que me ha reportado buenos ingresos y la patricia es perfecta para eso. – Anda sígueme contando. – Qué curioso eres. – pues dianita yo estoy interesado en esa mujer, solo mírala como disfruta de mis amigos como toda una veterana. – jejeje si de nota que le gusta y es perfecta para meterla al portal, lo que quiero es prostituirla, un bombom como ese arrasa. – No jodas dianita ¿en verdad? – En serio pachito así es que no te ilusiones con patricia porque son muchos los hombres con quién se va a acostar. – Yo sí te había oído hablar sobre ese portal.

Serví tragos para todos y abrazándolo le dije.

– Bueno pachito tú estás hablando mucho y yo lo que quiero es diversión.

Nos besamos.

– Guau que delicia esto está de infarto. Miró a piquiña y se lambo todo el tronco. Pachito se nos acerca ya con su verga y me la pone en un cachete, la agarro con mí mano izquierda y me la meto a la boca, se la chupo unos segundos, vuelvo a chupar la de piquiña otros segundos y vuelco a chupar la de Pachito.

Patricia ya acostada boca arriba encima de las piernas de Carlos le mamaba la verga y Anselmo le chupaba la cuquita, aquellos tres ya estaban completamente desnudos lo que me daba cierto placer el saber que todo estaba funcionando a las mil maravillas. No iba ser difícil el lograr prostituirla sólo faltaba enviciarla mostrarle lo bueno que es el sexo y de qué manera las cosas se estaban dando. Hola

Me pare y acariciándoles la verga, los besé en la boca piquiña me agarra de frente y arrimándome su verga me penetra llenándome con su tronco tieso luego me agarra mis nalgas y me levanta, lo que aprovecha Pachito para acercarse por detrás y penetrarme con su verga, mí trasero, haciéndome gemir de placer moviendo todo mi cuerpo para sentirlas dentro de mi y disfrutar de esta pose por casi 20 minutos en los que me vine en dos ocasiones. Paramos y me los lleve para el pub gigante que tengo y en el cual más de uno ha usado, acosté a Pachito y me le montó encima de sus piernas y luego me coloco su verga en mí cuquita dejándome deslizar al voltear a ver a piquiña, vi a Patricia gritando del placer y también en la misma pose Con Carlos abajo dándole por su cuca y a Anselmo por su trasero. Una exquisita doble penetración las que ambas vamos a disfrutar todo el rato. Y otros 20 minutos más de lujuria desenfrenada de placer exquisito con un sabor muy complaciente.

Los caballeros querían cambiar y mandé a Pachito a bañarse la verga mientras que yo me voltee dándole la espalda a piquiña y sentándome le agarre la verga y me la restriego por la cuquita para luego metérmelas por mí trasero dilatándome con cada cm que iba entrando hasta llegar a su máxima penetración, para luego empezar a moverme en círculos sintiéndola en todo su grosor

Pacho regreso y colocándose adelante me pone a mamarle la verga por unos minutos para luego penetrarme por mí cuquita. Patricia cabalgaba a Anselmo mientras que Carlos sirvió trago para todos, me alcanzó el mío. – Esto está genial nunca me había divertido tanto mamacitas ustedes dos son unas putas deliciosas. Seguí disfrutando de mis dos amigos quiénes no paraban de cogerme moviendo sus vergas dentro de mí. Carlos se fue a seguirla con Patricia y acercándoseles se monta por detrás y la penetra por su trasero.

La escena cual película XXX en donde dos artistas porno deleitan a sus fans con sus cuerpos en ebullición, explotando en continuos orgasmos reales y sin ningún tipo de censura, gritos y gemidos recorren la casa mezclados con la música, el olor a trago y cigarrillo dando una sensación de bacanal de prostíbulo. Minutos placenteros terminando en derramamiento de semen y líquidos vaginales que nos llevan al estaxis. Cansados por tremendo esfuerzo terminamos todos acostados, con la respiración agitada y suspirando. Piquiña y Carlos se fueron a los baños a pegarse un baño, después Pacho y Anselmo con nosotras dos.

Descansamos un buen rato comimos pizza que pacho pidió a domicilio la noche comenzaba las copas eran llenas de ron y rápidamente desocupadas.

Patricia se acomoda junto a piquiña en el piso con quién conversa muy sugestivamente, Pachito se les acerca con la verga en erección, Patricia se la agarra y masturba muy suavemente, se arrodilla colocándosela entre sus tetas iniciando una rusa y lambiéndole el glande cada vez que se asomaba, piquiña acostándose metiéndose entre sus piernas busco su cuquita para lambérsela, con Carlos mirábamos muy juntos sentados en el pub le acariciaba su verga con mí mano izquierda besándole su cuello, Anselmo se arrodilla en frente mío y levantando y colocándome de medio lado me pega una chupada de infarto en mí cuquita

En esa pose pude mamarle la verga a Carlos, luego Anselmo se levanta y arrimándose me penetra mí cuquita dejándome sentir un exquisito cosquilleo por todo mí cuerpo que a la vez que le mano la verga de Carlos me enloquece de placer.

Mientras tanto Patricia ya estaba siendo penetrada por ambos, Pacho por el trasero y piquiña por la cuquita acostado boca arriba debajo de los dos.

Volvía otra vez esa sensación placentera, que me daba la seguridad de lograr el objetivo que me había presupuestado, Patricia lo estaba haciendo muy bien portándose a la altura de mis expectativas. Pasaron los minutos y ambas gozamos por casi dos horas de placer exquisito, revuelto con trago y uno que otro cigarrillo. Para Patricia un escalón más en su nueva etapa. Y algo que me dejó más sorprendida. Esa noche Patricia se llevó a Pachito a dormir en su casa. No del putas, no sé si fueron los tragos o que ya le vale verga que sus hijas estén, ¿que abran pensado? Ver a su mamá con un desconocido en la cama?? Abrace visto fuera que yo ayude a dejar que patricia se lo llevara por ese morbo placentero de las cosas sutiles. Por hoy no es más y esperen que esto todavía continúe porque hay mucho que contar de mí vecina Patricia.

DIANA LUCÍA SAAVEDRA

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