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Tiempo de lectura: 13 minutos

La noche adornaba la ciudad en la mas absoluta oscuridad, únicamente el viento rompía la quietud del silencio que aquella noche hacía, tan sólo habia una casa con las luces encencidas, la habitación de Daisuke, quien, no era el único que estaba despierto, su mente también estaba despierta, agitada, pensando qué podía hacer para sorprender a Ken, quien en los ultimos meses se habia quejado del exceso de vida sexual que los dos tenían y casi nunca hacían nada para romper la monotonía, desde esa charla que tuvieron, Ken raras veces necesitaba a Daisuke para el sexo, pocas veces se acercaba a él para pedirle cualquier tipo de favor aún estando todos los amigos reunidos, pero aunque eso pasase, Daisuke sabía que Ken le echaba de menos carnalmente, así que, se encontraba navegando en Internet a través de su movil planes para hacer los dos que no fuera todo tan sexual, seguía buscando cuando un anuncio llamó su atención, se trataba de una aplicación sexual controlada desde el teléfono movil, consistía en un pene en forma de vibrador controlado desde una aplicación móvil, Daisuke visualizó el morbo que podía dar eso en un sitio público y no dudó en descargarse la aplicación y pedir online el pene vibrador correspondiente para su uso, era consciente de que tanto él como Ken tenían miles de vibradores en forma de pene guardados y hasta Ken secretamente los coleccionaba pero este pene vibrador era especial, así que no lo dudó ni un segundo más.

Al día siguiente, el pene vibrador llegó a casa de forma muy rápida, no lo llegó a probar, se arriesgó a que Ken lo estrenara oficialmente para poder ver su expresión erótica, tampoco le iba a decir nada respecto al tema, quería que todo fuera una sorpresa, de la misma manera, para redondear la cita con tremendo éxito, con la paga que le quedaba de haber comprado el pene vibrador, pidió cita en un restaurante al gusto suyo, ni siquiera pensó en los gustos culinarios de Ken, él habia pedido cita para el resturante y a ese restaurante iban a ir, así era Daisuke, quien muy contento tras contestarle el dueño del resturante que ya estaba la cita reservada, no podía esconder su cara de felicidad mientras tocaba con mucha emoción y morbo el paquete con el que estaba envuelto el pene vibrador.

En su mente solo existía la expresión de placer de Ken al tener que contener cada gemido, incluso si se llegara la ocasión de poder penetrarle ahora él a Ken después de mucho tiempo, el nivel de travesura de Daisuke aumentaba a cada segundo, no podía esperar a que llegase el día señalado, que era en dos días más.

Los días pasaron y llegó el momento deseado por Daisuke, se arregló con sus zapatillas, pantalones cortos de color azul y una camisa negra, sus patillas pelirrojas le daban todavía ese aire super travieso, y con su pelo medio despeinado salió a la calle con su sonrisa de excitación, el perfume con olor a éxito y el pene vibrador en el bolsillo sin envolver en un paquete de regalo ni siquiera, toda esa energia positiva que había dentro de él le hicieron llegar hasta la otra punta de la ciudad hasta llegar a casa de Ken, como siempre sin avisar, y hoy no iba a ser la excepción.

La puesta de Sol anaranjada se relejaba en la puerta de Ken quien a los pocos minutos abrió y se encontró con la imagen de su novio, estaba solo en casa, un poco descuidado al estar solo él

– Con esta imagen me sorprendes? Ya ni te arreglas para mi, maldito -. Dijo Daisuke manteniendo la travesura en el ambiente

-Ni sabía que ibas a venir, ya no avisas, no soy adivino para saber cuando vas a venir -. Contestó de forma un poco fría

-Que guapo estás cabrón -. Dijo de nuevo Daisuke mirando a su chico de arriba a abajo

-Gracias -. No hubieron mas palabras entre ellos, solo un silencio que lo rompió Ken acercandose más a Daisuke para darle un beso en los labios muy profundamente

– En la cama no eres tan cortado por aqui

-Mis modales los recupero en la vida real, únicamente en la cama doy pie a mis emociones mas primarias, y lo sabes

-Joder, Ken… estamos hablando y ya me estás poniendo muy burro con esa cara -. La libido de Daisuke se disparaba nada mas mirar a Ken a los ojos, esos ojos azules profundos escondidos bajo esos cabellos negro azabache y su piel de porcelana escondida en su mas llamativa absoluta androginia.

-En cambio tu vestimenta me resulta muy curiosa, estás muy bien arreglado, Daisuke ¿Donde vas?

-Al mismo sitio al que vas a ir tú conmigo, ponte guapo, vamos a cenar

-¿Como?

-Siempre me estás diciendo que solo tenemos sexo y no hacemos otra cosa mas que de la cama a la vida normal y asi siempre

-Y es cierto, como puedes observar e intentado separarme un poco de ti, sin éxito, porque la distancia me hace pensar mas en ti y mi deseo sexual por ti aumenta -. Su mano lentamente cogió la de Daisuke y se tomaron de las manos haciendo contacto visual entre los dos, tras unos minutos de silencio siguió hablando

-Y… ¿sabes que?

-Dime.

-Me gustas todavía mas de lo que imaginaba, te deseo aún más sexualmente, Daisuke.

Un sentimiento de exitación invadió a Daisuke y por medio de un impuslo típico en él agarró la cintura de Ken y lo besó frenéticamente empujandolo dentro de su casa para terminar besandose en el recibidor de casa, sus respiraciones eran fuertes y los corazones de ambos latían freneticamente dado que ninguno de los dos daba paso al descanso para poder respirar, habian atrasado algo tan simple en ellos como un simple beso, pero era la oportunidad y ninguno de ellos la iba a desaprovechar.

Durante los siguientes minutos solo se escuchaban los besos pegajosos y los pequeños gemidos que Ken hacia a Daisuke mientras Ken le agarraba por el cuello para poder recibir cada uno de sus besos mucho mejor, Daisuke por su parte daba todo lo mejor de él follandole toda la boca, pasaron de besos apasionados con gemidos pequeños a que los besos fuesen cada vez menos intensos

-Bueno, ya está bien de tanto beso, yo he venido aquí para otra cosa -. Dijo Daisuke despues de lamerle un poco de saliva que habia quedado en el cuello de Ken, esos besos eran tan apasionados que la saliva podía caer en cualquier lugar del cuerpo

-Para alborotarme los sentimientos seguro -. Contestó Ken intentando recuperar la normalidad en su cuerpo despues de un breve ataje de locura primaria, ese comentario hizo reir al pelirrojo

-No idiota, he venido aquí porque quiero invitarte a comer a un resturante los dos solos, una cena romantica

El cerebro de Ken tardó en asumir aquella frase tan extraña ¿Daisuke invitando a cenar a un resturante? nada típico de él

-¿Qué es lo que dijiste?

-No lo voy a repetir, lo único que tienes que hacer es acompañarme

-No me apetece, prefiero quedarme en casa

-Oh Ken, por Dios, no me seas un aguafiestas

-Dame una razón por la que debería ir

-Yo -. Ken se quedó mirandole detenidamente, no podía competir con la energía radiante que Daisuke desprendía, aparte, hacia tiempo que no pasaba el tiempo con él y ya que se había atrevido a ir hasta su casa desde tan lejos no podia negarse

-Supongo que no puedo decir que no ante esa sonrisa con la que me estás hablando, está bien voy, pero déjame al menos que esté decente en mi ropa y en mi cabello

-Vamos, date prisa, que tenemos media hora para estar allí

Ken salió corriendo hacia su habitación y Daisuke se quedó en el pasillo de los apartamentos con vistas a la ciudad, esperar a Ken requería su tiempo, sobre todo con el cabello, Ken a pesar de ser un chico, su cabello era un poco largo casi como el de una chica y tenía mucho cuidado en peinarselo, con la ropa todo era mucho mas facil porque casi siempre estaba usando camisas, su prenda de ropa favorita, y según él, la prenda de ropa con la que mas cómodo se sentía.

Daisuke no esperó por mucho tiempo ya que cuando Ken terminó se dirigió hacia él y le tapó los ojos para luego acomodarse en el pollete para ponerse a la misma altura de Daisuke que estaba viendo la puesta de Sol, ahora ya escondido, solo el cielo rojo y negro estaba presente y las miradas de ellos se deboraban mutuamente, Ken se arregló el cabello, ya no estaba tan despeinado como antes, ahora iba con pantalones cortos negros apretados con sus nalgas presentes por detrás y por delante el bulto de su pene demasiado llamativo pero tapado por una hermosa camisa azul que hacia juego con sus ojos

-Estás buenisimo

-Puedo decir lo mismo que tú -. Otro beso hizo especial el momento pero ya era la hora de partir hacia el lugar

-Vamonos -. Dijo Daisuke agarrandole de la mano, Ken recibió el cariño de aquella mano y le dió la suya para ir a donde habían quedado

Pero era Daisuke, y por lo tanto el lugar no iba a ser tan especial como Ken esperaba, no andaron mucho porque a los 10 minutos ya se encontraban alli

-¿Un restaurante única y exclusivamente de Ramen? -Dijo Ken observando detenidamente el local con un tono de decepción y sin perder de vista cada detalle de lo que estaba viviendo en directo

-Exactamente -. Fue lo unico que Daisuke se limitó a decir, sin que Ken le viera él se tocaba el bolsillo donde el vibrador aún permanecía allí

-Porqué será que no me sorprende… -. Fue empujado hasta la puerta por un impaciente Daisuke

-Entra vamos, te aseguro que lo que te espera dentro es totalmente diferente

Ken le ofrenció una sonrisa amable y ambos entraron dentro, no estaban solos, aparte del dueño del resturante, habia varias personas mas dentro del local, a ellos les tocó una mesa muy cerca del cuarto de baño, un sitio muy necesitado horas mas tarde, pero ahora, era la hora de disfrutar de la cena

Cuando ya llevaban un gran rato de charla animada con comentarios sarcasticos, risas en complicidad y algún momento coqueto por debajo de la mesa con algun que otro movimiento de pies hacia el pene de uno de ellos, era la hora de pasar a la acción, Ken habia llevado casi toda la iniciativa durante toda la cena, especialmente en los momentos coquetos y ahora era el turno de Daisuke de ofrecerle su regalo especial, no le importó que el local estuviera lleno de gente, era lo que quería, aprovechar cuando todo estuviera lleno para que el morbo fuera mas intenso

-Bueno Ken, ¿te lo estás pasando bien? -. Su tono de voz era una mezcla de alegria y de travesura

-Sí, Daisuke estoy muy agusto, gracias por pensar en mi e invitarme -. Contestó con muchisima educación

-Creo que vas a estar mejor aún, te he comprado una cosa que tal vez no te guste o tal vez sí -. Terminó la frase guiñando un ojo

-Dime que es, por favor

-¿Quieres saberlo?

-Creo que no es dificil adivinarlo, algo erótico para los dos seguro que es

-Mas o menos, es un pene vibrador

Ken no pudo disimular la expresión en su cara, pasó de la excitación a la decepción en un segundo.

-Te decepcioné ¿verdad?

-Sabes muy bien que tenemos penes vibradores de sobra, no me has defraudado, sabía que todo era muy bonito para que todo lo hicieras bien

– Parece que te molestaste

-No estoy molesto estoy… no sé como he de sentirme la verdad, estoy entre una mezcla de dos emociones que no puedo descifrar -. Aunque no lo dijera, Daisuke leía en los ojos de Ken que estaba decepcionado, la tensión sexual que Ken sentía por Daisuke en ese momento se disipó en ese momento, Ken amaba los vibradores pero uno más no era de su agrado

-No soy idiota Ken, ya se que tenemos muchos vibradores, es mas, te lo voy a dar, toma -. De su bolsillo sacó el pene vibrador y se lo puso en una de sus manos, Ken intentaba disimular pero no lo conseguía.

-Por lo menos podías haber tenido el detalle de envolverlo en regalo

-No, no lo pongas en la mesa si no quieres que vibre

-No soy estúpido Daisuke, no voy a usarlo aquí delante de toda esta gente alrededor, lo usaré en casa, al menos me servirá para consolarme esta noche

-Para eso estoy yo

-Estoy un poco decepcionado contigo, no te deseo a ti ahora mismo

-MMM… querias sexo al terminar la cena ¿verdad?

-Si te soy sincero sí, queria tener un momento sexual contigo.

-Eso no lo dijiste cuando te busqué en tu casa

-Te acababa de ver despues de muchos meses de estar acompañados por todo, el deseo sexual ha aumentado en estos minutos, lo he demostrado

-Aún tienes ganas de acostarte conmigo? estamos a tiempo

-Sorprendeme -. Contestó Ken mirandole fijamente a los ojos y con el pene vibrador en su mano derecha.

Con su mirada puesta en Daisuke vió como esté sacó su movil y empezó a toquetear algo

-¿Qué estás haciendo? -. Preguntó con curiosidad y de repente su mano empezó a vibrar a una velocidad no muy normal

-¿Daisuke? ¿Qué… que… mm estás haciendo? mmm -. Contestó Ken respondiendo a las sensaciones que el vibrador en forma de pene le ofrecía en su mano, queria guardar las formas pero la sonrisa en la boca de Daisuke daba a indicar que la velocidad iria subiendo a cada instante

– Te dije que te iba a sorprender y aquí estoy, sorprendiendote, me encanta tu exprsión, modera Ken, recuerda que estamos en un sitio público -. Dijo apoyandose en sus codos y tomando el control de la vibración a través del movil, amaba ver la expresión de contención en Ken, este ultimo debía guardar las formas y no gemir que es lo único que le pedía el cuerpo hacer ahora mismo

-Daisuke… Daisuke… AH -. Ese gemido no pudo quedarse mas tiempo metido en la boca de su estómago

-Con cuidado, no querras que nos miren -. Dijo riendose y acariciando la mano de Ken envuelta en un sinfin de vibraciones

-Cuentame que sientes, quiero que sepas que esto me esta poniendo muy cachondo, Ken, todo el mundo está comiendo, y nosotros haciendo travesuras, oh dios, que cachondo me estás poniendo con esa cara Ken, quien me iba a decir que tras esa cara tan tierna que tienes se esconde un chico con una mirada erótica, Dios… Ken…

Las expresiones de Ken eran sumamente para encender la pasión sexual hasta el máximo, queria soltar el vibrador pero el grado de excitación que tenía ahora mismo le impedía hacer cualquier acción, su mirada puesta en Daisuke, su mente estaba en blanco, el calor le recorría el cuerpo, estaba excitado con el corazón saliendole de la boca y su boca formaban muchas O en formas de gemidos salvajes, tan solo hubo una vez que no pudo reprimir el gemido y lanzó un gemido bastante grande que la mesa que estaba detrás de ellos mirando hacia donde estaban ellos dos pero al no ver nada extraño siguieron con los suyos

-Ken, los de atrás nos acaban de mirar, joder, que excitante ¿como te sientes?

-Con muu… ahhhh… mmmm -Tuvo que darse un respiro para poder responder correctamente, una oleada de excitación le recorrió el estómago y si hablaba estaba seguro que un orgasmo iba a salir de su boca en lugar de unas cuantas palabras, respiró hondo y entre gemidos mirando a varios sitios lo primero que le dijo fué:

-Has… has hecho esto sabiendo que soy… soy… ahh… soy sensible a las vibraciones de cualquier vibrador… ahh… ¿Verdad?

-Justo en el clavo, me encantas como estás, de verdad y quiero que hagas algo mas pervertido

-Dime… a… am… amor… confies… ahhh… confieso que esta idea empieza a excitarme

-Pontelo Ken, delante de todos, nadie nos va a ver, hazlo -Dijo acariciandole la mano para sentir las vibraciones

-Siento el liquido preseminal entre mis pantalones -Contestó con la temperatura demasiado alta en su rostro, su voz estaba casai entrecortada

-Puedo visualizarlo viendo por debajo de la mesa, tus nalgas mas visibles, me gustan, vamos Ken, pontelo, usa luego la excusa de que vas al servicio

Ken obedeció pero pidiendo por favor educadamente que parase la vibración a través del movil hasta que se lo incrustara en el pene, Daisuke hizo caso y al segundo aquello comenzó a vibrar, antes de que eso pasase, Ken se bajó lentamente los pantalones ligeramente húmedos hasta quitarselos quedansose en boxers completamente mojados, nadie se dió cuenta absolutamente de nada asi que, gracias a que su propio pene estaba ya perfectamente lubricado con el semen preseminal todo fue más ligero, al reanudar Daisuke las vibraciones la cabeza de Ken iba a estallar de placer, tanto la de arriba como la de abajo

Daisuke tenía el control y el momento lo requería de modo que la sensación de querer correrse en la mente de Ken era demadiado alta, y por mas que intentaba aparentar normalidad, sus emociones no se lo permitían, quería gemir, el cuerpo se lo pedía

-Daisuke, no puedo reprimir mas el placer… el placer, ahhh ahh -. Su cuerpo se contrajo al describir una oleada de placer, su grito se perdió entre la multitud de la gente

-Expulsa el placer, cara guapa

-Dime cosas sucias Daisuke, dimelas

-No estamos en la cama -. Dijo riendose

-Demonios, y yo no estoy para poder ser educado, quiero correrme Daisuke, lo necesito a máxima velocidad por favor-. Apretó los ojos muchisimos necesitando fuerza para aguantar la ola de placer que Daisuke le enviaba, el vibrador en forma de pene en su pene real le estaba llevando al límite

-Daisuke

-Dime

-Me corro -. Y eso pasó, miraron hacia el pene vibrador y el esperma chorreaba hacia el suelo, eso les puso a los dos los sentimientos a mil por hora, la tensión sexual estaba en lo mas alto, ya no podian detener eso, necesitaban pasar al siguiente nivel

-Daisuke necesito sexo ahora mismo, quiero que me penetres

-¿Quieres que te folle?

-Me has puesto perdido, todo lo que chorreo es por ti, de lo que he estado esperando, quiero besarte, sentir tu carne, apaciguar el deseo que tengo de ti, lo necesito

-Dime Ken ¿que deseas?

-Darte un beso en esos labios traviesos que hacen que me derrita

-Tengo una idea, aprovechando que te has corrido ponte los pantalones y haz que vas al cuarto de baño a limpiarte en cinco minutos estoy ahí y te daré la mejor follada de tu vida

-Quiero sexo Daisuke, lo deseo contigo

-Y yo igual chico guapo, ve, ahora voy

Disimuladamente, Ken se puso los pantalones y se levantó dandole el pene vibrador a Daisuke y con disimulo se dirigia al cuarto de baño pero Daisuke le detuvo

-Este semen sabe perfectamente a ti -. Dijo cogiendo un poco del liquido a traves del pene vibrador y lamiendolo

-Puedes tragartelos como haces siempre -. Contestó Ken de forma erótica

-O te tragas tu el amor que siento por ti -. Volvio a contestar desafiando las emociones mas primarias de Ken

Literalmente se violaban con la mirada y Ken sintiendo ganas de sentir a Daisuke para ser uno fué al cuarto de baño dispuesto a esperarle.

La forma en que Ken se movía alrededor del resturante, la longitud del pene erecto de él, la masculinidad fácil, el encanto sexual que aumentaba mientras se iba… Daisuke ya estaba medio loco de lujuria cuando entró al baño donde Ken le estaba esperando, afortunadamente al entrar en estaban los dos solos, había que hacerlo todo muy rápido, en cualquier momento alguien entraría en el baño y los podría descubrir, al entrar Daisuke, fué directo a por Ken al grano, le tomo de la boca con fuerza, sintiéndose lleno de excitación aumentando el morbo, usó su boca porque tenía que mantener su cuerpo bajo control si era posible, no pudo montarlo. No podría decirle:

– ¿Qué tan duro lo quieres, Ken? ¿Qué tan duro quieres que te folle?-. En lugar de eso, folló a Ken con su lengua, dominando su boca, devastándola; Ken alternativamente cedió y se echó hacia atrás, se echó hacia atrás con fuerza un par de veces, con los labios gruesos y magullados, luego gimió para someterse, y tras eso se dejó llevar, dejandose llevar por las mas bajas pasiones, bebió la saliva que Daisuke le ofreció, este último apretó la boca contra la de Ken hasta que sus propios dientes se hundieron en el interior de sus labios.

Aplastó el cuerpo de Ken contra el suyo, el unido sonido que se oían eran sus pollas a través de sus pantalones chocandose una contra la otra, Cada golpe duro correría por sus espaldas, a través del culo y los muslos, pero la excitación era tan fuerte que ambos a la vez se bajaron los pantalones y el liquido preseminal de ambas pollas se unieron en una, había una delgada línea entre el dolor y el placer extremo que solo habia una forma de que todo se solucionase.

– Te quiero, te deseo, te necesito-. Gruñó Daisuke en la boca de Ken y este último permanecía inarticulado, enloquecido por el bache de duelo y la rutina de sus erecciones, ahora como respuesta sexual con la lengua profundamente enterrada, agarró la muñeca de Daisuke y forzó su mano hacia abajo entre ellos. Su mano derecha se cerró sobre la de Daisuke, instándola a envolver ambas pollas, agarrándolas con fuerza. Su izquierda forzó la muñeca de Daisuke hacia abajo y luego hacia arriba, instándolo a sacudirse, como respuesta a una lucha, Daisuke luchó contra él para darle lo que quería, moviendo y adaptando su agarre para acomodar a dos, estrecha fricción de piel contra piel, casi sin lubricante, un poco áspero, un poco incómodo… pero encontraron un ángulo, encontraron un ritmo, ya que seguian conscientes de que estaban en un sitio publico y en cualquier momento alguien entraría por esa puerta.

-Mas fuerte por favor, todo fuerte

Ken no había hablado antes, no durante esto. Las palabras roncas aumentaron la excitación de Daisuke quien sentía la necesidad de empujar por su brazo, las manos de Ken se clavaron en las suyas, ordenandole lo siguiente:

– Más duro, al demonio todo, fóllame -. Contestó Ken perdiendo la eduación y las formas.

Daisuke empujó su mano más hacia abajo, agarró aquellos testiculos de Ken con fuerza, y los sacudió, con movimientos cortos y rápidos. La longitud de la polla de Ken estaba en el grosor de la suya. Metió su otra mano, forzándola entre sus cuerpos, y apretó y rodó las dos cabezas en su palma, entre sus dedos. Tiró de ellos en sincropación retorcida a su mano martillo en los ejes. Las manos de ken se movieron hacia sus caderas agarrándolas lo suficientemente fuerte como para magullarlas, manteniéndolas quietas, mientras Daisuke le daba lo que ambos deseaban.

– Ahora-. Dijo Ken en un aprieto tenso contra la boca de Daisuke, las palabras se cortaron cuando sus lenguas se enredaron en duros gemidos guturales y la polla de Ken se derramó dentro de la mano de Daisuke y este giró su mano derecha para que sus dedos siguieran acariciando el eje de Ken, ligero y rápido, mientras se dirigía hacia el borde. Un roce de su dedo izquierdo sobre la cabeza húmeda de Ken, una fuerte pizca de él mismo, y estalló todo entre sus cuerpos.

El Semen empapó sus manos, sus espasmos espasmódicos; a través de su astucia, tiró de él y lo acarició, prolongándolo hasta que Ken jadeó con los ojos cerrados y la frente apretada contra la de Daisuke. Cuanto más alta y más entrecortada era la voz de Ken más suavizada era la voz de Daisuke. Finalmente, extendió la mano, justo cuando los brazos de Ken se deslizaron a su alrededor, y se juntaron el uno al otro. Sus manos se mancharon sobre la espalda y el trasero manchado en sudor de pasión de de Ken y este pasó la punta de su dedo índice por la columna vertebral sudada a través de la camisa de Daisuke

Entonces fue solo el dulce desliz de lenguas, la comunicación fué a través de suaves gemidos. Largos minutos de solo descansar, labios apretados, respirando el aliento. La profundización de la punta de la lengua entre los labios y los dientes, el roce suave de los dientes en la lengua, la succión suave y unas cuantas lamidas. hicieron el amor con sus bocas hasta quedarse saciados y desgastados.

– Te amo, Te amo, te amo, te amo-. No había palabras adecuadas para esto en ningún idioma que ellos conocieran, pero sus lenguas y sus labios lo dijeron a su manera, y Ken lo repitió una y otra vez.

La forma en la que terminaron fue facil, salieron del resturante, pagando obviamente con una actitud normal en sus expresiones y terminaron de culminar en el apartamento de Ken y ahora si, follandose mutuamente por cada sitio, y ahora si, era el turno de Ken de tomar la iniciativa contra Daisuke.

La pelea entre cuerpo a cuerpo solo contaba con un lugar para ganar, en la cama hasta que el cansancio los venciera.

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