Para el día de hoy vengo con otras de mis experiencias reales.
Era viernes al medio día acababa de salir de un juzgado con malas noticias para un cliente mío, aburrida y pensativa con los ánimos por el piso. Llamé a mi esposo para que fuéramos a almorzar, quedamos de encontrarnos en el restaurante yo llegué primero. Iban a ser las doce apenas me senté a esperarlo, cuando veo que entran dos caballeros muy bien vestidos de corbata y trajes costosos, Ambos voltean a mirarme mientras buscan mes, yo los sigo en su andar y les sonrió muy coquetamente, al minuto mi esposo llega me ve y se viene a mí mesa pero también ve a los caballeros y cambia su rumbó al verlos y pasa a saludarlos enseguida a mí se me cambia el ánimo y mi cuerpo sufre una transformación exquisita.
De pronto los caballeros se levantan de la mesa y siguiendo a David llegan a la mía.
– Ingenieros les presento a mi esposa. – Mucho gusto Oliverio Gamboa para servirle. Santiago de la Cruz, encantado de conocerte. – Mucho gusto caballeros ¿nos van a acompañar a almorzar? – Si señora el ingeniero David nos invitó. -. Ha qué rico me parece fantástico, siéntese por favor.
El tema de conversación pues fue el juicio qué acababa de perder y la explicación de la afectación que quedaría si no logró impugnar el fallo. Lo que a los ingenieros los tenía Muy interesados. La hora paso rápidamente y mi esposo ya tenía que regresar a la oficina y como los ingenieros tenían la tarde libre nos quedamos charlando.
– bueno ingenieros los dejó en compañía de mi amada esposa.
Dándonos un besito se levanta.
– ¿Mami vas para la oficina? – Hay no tengo pereza de ir. Y los ingenieros qué van a hacer.
Les pregunte.
– Vamos de shopping tenemos que comprar ropa para el frío. Acá hace Mucho frío. – A no perfecto me gustaría acompañarlos los puedo llevar a un sitio donde venden una ropa divina… – Listo señora Diana va pa esa.
Mi esposo termina de despedirse de los ingenieros y me da un beso en la mejilla hablándome en voz baja: Ya me imagino tus intenciones no desaprovechas oportunidad. – hay mi vidas está vida es para gozarla.
Se marcha y los tres pedimos un café termine dé contarles lo del casó. La tarde era nuestra y yo empezaba a imaginar lo bueno que la iba a pasar.
– Bueno entonces qué niños nos vamos de shopping. – Si camine haber Dianita.
Oliverio me ofreció su mano para levantarme del puesto y como no me soltó yo tampoco hice el deber. Cogidos de la mano caminamos hasta el parqueadero, arrancamos bajando por la Av. de las américas nos dirigimos a los megas aulet entramos a varios almacenes y mientras aquellos entraron a uno yo entre a uno de ropa interior femenina me compré un enterizo negro uno blanco Y medias tipo ligueros. Al salir me estaban esperando y abrazando a Oliverio nos dirigimos al parqueadero.
-Listo y ahora a dónde me van a llevar. – A dónde quieres ir Dianita llevamos tu que conoces la ciudad. – Quieren ir a un lado en especial o vamos más bien a su departamento y nos tomamos algo fuerte.
A lo que Santiago responde. Pues no es ni mala idea Dianita. Se miran con Oliverio Y responde Oliverio.
– Listo vamos para el apartamento.
Arrancamos devolviéndonos para el barrio de Teusaquillo, guardamos la camioneta y bajamos todos los paquetes incluidos los míos. entramos me quite la chaqueta y Santiago sacó de la nevera una botella de ron Oliverio las copas partieron limoncito. Y nos sentamos a ver lo que habían comprado. Las copas eran desocupadas rápidamente, música bailable uno que otro cigarrillo. Uno a uno me fueron mostrando lo que habían comprado, hasta cuándo el Oliverio sin darme cuenta sacó de la bolsa mía uno de los interiores. Y los sobrepuso sobre sus pantalones y lo veo.
+ Hay maldito esos son míos.
Ambos soltaron la risa. Y se los quito dé una.
– Guau Dianita te debes de ver divina con eso puesto.
Con cara de brava me pare y agarrando la bolsa me fui para el baño.
– hay no Dianita por favor discúlpanos. Voltee a mirarlos y cerré la puerta del baño. Bueno muchachos ahora sí a lo que vinimos. Me quite la falda, los zapatos, las medias y los calzones me senté primero a orinar, saqué de la bolsa el enterizo de encaje negro y unas medias, termine de quitarme la blusa y el sostén me coloco el enterizo, las medias tipo ligueros, las zapatillas me maquillo y me alistó para salir. Abro la puerta la musica no ayudaba a mi entrada pero había que dé todos modos salir. Con una mano sobre la pared y la otra en mi cintura
Me quedé mirándolos que al verme pegaron un grito.
– Hay mamacita pero quién mandó todo eso.
Dijo el Santiago. Me pare de espaldas a la pared y Levante Asía atrás mi pierna recostando mi pie contra la pared.
– Querían verme con esto puesto pues hay los he complacido.
Me acerco a la salita aquellos dos se acomodan en el sofá, camino en frente y les bailó casi encima moviendo con mis manos mis tetas, Albeiro se acomoda la verga que empieza a crecer dentro del pantalón, y me siento en las piernas de Santiago de frente a él le doy un beso en la boca y le restriego mis tetas en la cara agarrándomelas muevo mi cuerpo encima de él como si estuviera cogiendo
Me incliné asía donde Oliverio, apoyándome en mi rodilla di vuelta entera quedando sentada encima de Oliverio quién beso y lambo su boca a la vez que muevo todo mi cuerpo en un zigzagueo sexual Me levanto sentándome en el piso y en medios de los dos con la izquierda solté el cinturón de Santiago y con la derecha el de Oliverio quitándoselo al volverme a parar. Entre ambos se miraban sorprendidos y excitados yo seguía bailando le di la vuelta al sofá y estando por detrás me incliné entre ambos metí mis manos en sus pantalones buscándoles la verga qué ya bien paradita estaban, ambos se desapuntaron el pantalón y sé bajaron la cremallera
Mi manos acarician sus vergas entre sus bóxer. Y ellos levantaron el trasero bajándose el bóxer a los pies dejándome a la vista esos dos instrumentos de placer
Los que yo seguía masturbando. Me levanté y colocándome en frente ellos me solté el enterizo quitándomelo, quedando desnuda ante la mirada atónita de mis acompañantes.
– Ha hija de puta que cuerpo tan divino tienes Dianita. – A mí me encantan tus tetas que pajazo me haría con ellas.
Me les arrodillamos y comienzo a darles picos a sus vergas luego a lamberlas, recorriendo sus troncos. Para luego metérmelas a la boca chupándolas, restregándomelas por la cara y volverlas a chupar por más de 20 minutos en donde complací a Santiago masturbándolo con mis tetas. Me pare y colocándome de espaldas a Santiago lo hice acostar de lado colocándome de espaldas a él le agarre la verga me la metí por mi cuquita haciendo gemir de placer.
Oliverio se sentó al lado y me quedo perfecto para mamarle la verga, disfrutando de una exquisita doble penetración, aquellos dos en señal de victoria hicieron palmas. Mi cuerpo temblaba en espasmo continuos al sentirlo invadido de tanto placer… Oliver me cogía en forma descomunal haciéndome gritar de la dicha descomponiendo mí rostro, me desgonzo toda, quedando a merced de mis amantes.
Cambiamos de pose y me le montó a Santiago quien me penetra de una. Siento si verga en mis paredes vaginales y apretó, estoy súper húmeda me levanto y con la camisa de Oliverio me seco Y vuelvo a penetrarme su verga y así iniciar una incontenible sucesión de sensaciones placenteras hasta hacerme venir, paramos y servimos trasgos me prendí un cigarrillo. Termine de fúmamelo, me le monté a Oliverio parándome sobre el sofá y le coloque mi cuquita para que me la chupara.
Cinco minutos de incesante placer me senté encima de él le agarre su verga y me la metí a la cuquita hasta el fondo, empiezo a moverme en círculo sintiéndola por todas mis paredes, sintiendo sensaciones placenteras. Para luego empezar al mete y saca. A coger cómo puta presa por cerca de cinco minutos me levanto y descansando un poco, le agarro la verga y me la coloco en mí trasero y muy suavemente me dejó deslizar por su tronco dilatándomelo a su grosor para luego empezar el mete y saca muy suavemente, aumentando el ritmo cada vez sintiendo tu trasero lleno de carne en rollo en toda su dimensión en verdad divino, sin complejos ni tabúes solo disfrutar del acto más delicioso del ser.
Unos tres minutos bastaron en esa posición y volearme de espaldas a Oliverio y decirle Santiago qué me penetrara por mi cuquita, acomodándose en frente páramos y abrazándolo me penetró enloqueciéndome de gusto al sentir ésas dos vergas dentro de mi entrar y salir, recorrer mis labios en todo su esplendor.
Dándome sensaciones placenteras exquisitas que me gustan mucho, doblemente penetrada, desgonzada y sin fuerzas para maniobrar me dejó a sus ataques contundentes rompiendo mis entrañas con sus vergas grandes y deliciosas haciéndome venir en intervalo seguidos, mi cuerpo temblaba de la emoción. Quería fundir el tiempo y quedarme en un letargo eterno para sentir ésas exquisitas sensaciones, doblemente penetrada por dos hombres que me tenían poseída por sus vergas hasta cuándo Santiago no aguanto más y sacándomela me bota su semen en mí cara, a la vez que Oliverio aumenta su actividad dándome sensaciones, placenteras y viniéndonos en un mar de líquidos vaginales y su semen. Yo quedo acostada y sin fuerzas para moverme Oliverio se levanta quedando sentado en el borde del sofá con ganas de volverse a acostar pero se levantó al baño, le urgía una meada y el limpiarse la verga. Él tiempo había transcurrido de la mejor forma de pronto sonó el celular David me llama averiguando dónde andaba.
– Hola Mami cómo estás? – hola mi vida bien acá en el apto de Oliverio. Pasándola bien rico y tú dónde estás? – En la oficina ya de salida necesitas algo en casa. – Hay si comprar unos víveres y pasa por mí, quieres? – Si listo yo te recojo ya salgo entonces. – ok Papi te espero.
Me toco y bañarme hasta el cabello Terminé de vestirme y espere a que David llegará. Me despedí y dándoles mi celular los invité a la finca.
Llegó David y salí del apartamento.
– Hola Mami cómo estás mi vida. – hay papi feliz me divertí como una reputa todo estuvo divino, delicioso. Ha qué tarde tan hijueputa de rica. – Bueno me alegra por ti preciosa. – Papi los invité a la finca allá podrás verme cogérmelos meterme a la piscina desnuda con ellos que rico de sólo pensarlo me mojó. – ok Mami nos vamos para la finca con los ingenieros…
Y así fue. Ese fin de semana pero eso es otra historia.
DIANA LUCÍA SAAVEDRA [email protected]