A la mañana siguiente tenía una resaca terrible, mi cabeza era un lío tremendo, había una mezcla de culpabilidad, alegría, confusión… de todo un poco. A mi no me gustaban las mujeres o eso pensaba yo y las dos estábamos casadas, qué estábamos haciendo? El alcohol se nos había ido un poco de las manos, no podía mirar a mi marido sin sentirme fatal, pero cuando me paraba a pensar y recordaba el momento del baño mi cuerpo quería más.
Qué coño se supone que tengo que hacer ahora?!? Después de un par de días sin hacer caso de los mensajes de Carla y de pensar todo con calma volví a hablar con ella.
Irene: Buenas guapa, perdón por no contestar a los mensajes, estos días he estado un poco liada. Cómo estás?- Sonaba a excusa mala y no sabía por dónde iba a salir.
Carla: Hombre por fin te dignas a contestar… Yo bien y tú? Obviamente estaba molesta conmigo.
Irene: De verdad que lo siento, he estado unos días un poco confusa y quería aclarar mis ideas bien antes de nada (mentira no tenía nada claro).
Carla: Bueno tranquila, te entiendo, puede que se nos fuera un poco de las manos, pero tranquila que no volverá a pasar. Somos amigas no? Podemos hacer como que no ha pasado y seguir como estábamos?
Mierda… pensé.
Irene: Lo pasé genial la otra noche y tienes razón somos amigas.
Estuvimos un rato hablando de los planes que teníamos para el verano, hasta que me recordó algo que había olvidado.
Carla: Por cierto! Recuerdas que me prometiste algo la otra noche?
Irene: Pues…ahora que lo dices… no, no me acuerdo jajaja no me mates.
Carla: Jajaja parece que tienes memoria selectiva y te acuerdas de lo que quieres… me prometiste que estudiarías un año más conmigo, bueno conmigo con Laura y con Juan.
Irene: Vale! Ya recuerdo! Sí cumpliré mi palabra, no te creas que te vas a librar de mi tan fácilmente jajaja.
No me acordaba para nada de eso pero me alegré mucho de que me lo recordara, eso significaba que íbamos a coincidir un año más en clase, ya que no vivíamos cerca y tendríamos una excusa para seguir viéndonos.
Pasó el verano, y yo estaba deseando que empezara el curso para volver a ver a Carla, aunque habíamos estado en contacto todo el tiempo por el móvil, no nos habíamos visto desde la noche la cena.
Llegó el día de la reunión de principio de curso y antes de la reunión quedamos para desayunar. Esta vez fue Carla la que llegó tarde.
Juan: Hombre Carlita, te has dormido o qué? Jajaja Uy! pero si todavía llevas las sábanas marcadas en la cara!!
Carla: Mira quién habla de llegar tarde! Y no llevo las sábanas marcadas pavo, hace ya mucho que me levanté.
Juan: Va Carlita no te piques que sabes que es broma, dame dos besos anda, qué tal el verano?
Carla: No sé yo si te los mereces… Jajaja. -Se acercó y le dio dos besos a él y al resto de la mesa.
Laura: Hola guapa! Cómo se nota que has chupado playa este verano, menudo morenito llevas.
Carla: Sí! Me he dedicado a hacer la croqueta en la playa. Jajaja
Irene: Hola petarda ya pensaba que te habías rajado y nos ibas a dejar a Laura y a mi solas con Juan.
Carla: Cómo voy a dejar yo a mi chica!! Si yo no te llevo por el buen camino a ver quién lo hace.- Se rio y me sacó la lengua a lo que yo le respondí con cara de burla.
Juan: Tranquilas chicas que hay Juanito para todas!!
Desayunamos, nos pusimos al día después del verano y nos fuimos tranquilamente a la reunión. Este año la cosa cambiaba, íbamos a tener clases de asistencia obligatoria, lo que para mí aunque me suponía un jaleo para cuadrar los horarios me venía muy bien para ver a Carla más a menudo.
Laura: Jo qué coñazo voy a tener que verle la cara a Juan todas las semanas…
Juan: Ehh!! Qué pasa Laura?! Pero si te encanta verme y lo sabes, no te hagas la dura.- le dijo mientras le daba golpecitos con el codo y le movía las cejas.
Laura: Señor!! Qué castigo!! Qué he hecho yo para merecer esto!! -ambos empezaron a reírse y Juan le pasó el brazo por encima del hombro a Laura.
Irene: A mi me parece bien, ya veremos cómo me arreglo para venir, pero pinta bien el año.
Carla: Bueno ya veremos qué tal el año… -dijo mirando al suelo y con cara algo sería.
Juan: Di que sí Irene! Carla de verdad hija que aguafiestas eres.- y le dio un pequeño empujoncito.
Ese día nos despedimos y quedamos en vernos en 2 semanas cuando empezaran las clases. Me extrañó mucho la reacción de Carla pues pensaba que se alegraría de vernos más a menudo, aunque más me extrañó su forma de despedirse, se limitó a decirnos adiós sin los dos besos a los que estábamos acostumbrados. Por la noche decidí escribirle para ver si le pasaba algo.
Irene: Hola guapa, estás bien? Esta mañana te pusiste muy seria después de la reunión y me faltaron dos besos de despedida…
Carla: No pasa nada, es sólo que no pensaba que tendría que ir tanto a clase, además no sabía que siempre me tenía que despedir de ti con dos besos.
Si ya estaba extrañada con su reacción de la tarde, esto ya me dejaba fría.
Irene: No no quería decir eso, simplemente me pareció rara tu despedida y pensaba que te pasaba algo.
Carla: No te preocupes, por cierto te recuerdo que entre tú y yo no hay nada, lo de aquella noche fue sólo un encuentro y nada más.
Irene: Perfecto Carla, que descanses.
Estaba claro que Carla estaba molesta por algo o molesta conmigo, y al mismo tiempo yo estaba dolida y enfadada con ella y conmigo también. Las dos hablamos en su momento y acordamos que no pasaría nada más, pero eso no quería decir que no pudiéramos seguir como siempre.