Hace tiempo conocí a un muchacho por Facebook, llamó mi atención por ser alto, piel morena, ojos seductores, labios gruesos, manos grandes y muslos mmm, aparentemente, llamado Josué, y al parecer yo también capté su atención. Después de dos o tres meses comenzamos a tratar un tema muy excitante, relaciones sexuales, al principio todo empezó con preguntas como ¿te gusta el sexo oral? a lo que respondí sin morbo y con naturaleza a lo que él se sorprendió puesto que la mayoría lo toman como falta de respeto, yo no, a mi si me gusta hablar del tema, después, de un tiempo de hablar de esto comenzamos a fantasear, por llamadas o incluso por mensajes, diciéndonos mutuamente lo que haríamos si estuviéramos cerca, hasta que en cierta ocasión él me dijo que quería conocerme, eso sí me da un poco de temor, pero accedí, la verdad es que me atraía demasiado, y acordamos la fecha, un domingo a mediodía, en la plaza que está cerca de mi casa.
Cuando llego el domingo no sabía cómo vestirme lo que si sabía es que ese día el seria mío, así que buscando entre mi ropa, encontré una falda corta de mezclilla, que quedaba perfecta con tacones negros y una blusa sin mangas negra, de esta manera y con mi pelo lacio, para juguetear con él era perfecto para verlo.
Cada vez me ponía más y más nerviosa, cuando lo vi confirmé que era perfecto, todo lo que yo busco en un hombre, yo deseaba besarlo, tocarlo y todo lo que le sigue pero no me quería ver facilota, así que seguí con el plan. Cuando lo saludé lo besé en la mejilla muy discretamente, coqueta, y le regalé una sonrisa seductora. Al caminar por ahí jugaba con mi pelo dirigiendo su mirada a mi pecho, me encantaba que me mirara, y me mojaba un poco, después también me adelantaba, para que disfrutara de mis curvas, mis glúteos bien formados, yo deseaba que me pidiera ir a su depa pero no lo hacía ya un poco tarde, me dijo:
-Se me olvidó algo en mi depa, ¿me acompañas?
Yo tardé un poco en contestar pero le dije…
-Está bien, vamos.
Cuando subimos a su coche, hablábamos de nuestras conversaciones por face, y las llamadas al celular, y mencionó algo que no me sorprendía nada, me dijo:
Si por llamadas y Facebook me pones tan caliente, ya te has de imaginar cómo me tienes ahorita.
Yo lo mire y pensé wooow así o más directo, entonces lo tome de la pierna y le sonreí al mismo tiempo que con la otra mano recogía mi cabello, en un alto, el me miro, y acerco a él y me beso, muy dulcemente, después me agarro la pierna, y al subirla solo dejaba que llegara a un punto medio, quería que me deseara aún más, y bajaba su mano, después intento tocarme un pecho poniendo su mano en mi cuello y bajando lentamente, a lo que le quite la mano y moví suavemente mi cara diciendo que no, pero yo proseguía tomándole de la pierna cada vez más, hasta que toque un poco y o por dios se sentía un bulto estupendo, después bajé mi mano, en la siguiente parada ya estaba su departamento, bajó y me abrió la puerta de su coche, le dije:
-Ok, te espero aquí -Pero el desistió y me dijo:
-No, tú vienes conmigo.
Yo lo mire y volví a negarme, en ese momento ya no lo podía ocultar más, el me deseaba tanto como yo a él, me cargo y me dijo, no fue una pregunta, yo sé que te gusto, además no pasara nada que no quieras que pase, la verdad es que me encantaron esas palabras, acompañadas de su voz personal así que ya no puse resistencia, al llegar a su depa le pregunte:
-¿Qué se te olvido?
A lo que respondió:
-decirte cuanto te deseo -entonces continuo…
Me beso y yo le respondí. Me tomó de la cintura y me recostó en su sofá, se subió sobre mí, dejándome con los pies abiertos y como traía falda se me subió, dejando al descubierto mis bragas negras con encaje rojo, el me acariciaba una pierna y con la otra mano, muy travieso me bajó la blusa, y seguía besándome yo no me podía quedar atrás por lo que le desabroche la camisa y se la quite, al tocar su piel desnuda, y sentir sus manos me excitaba cada vez más, el prosiguió hasta tocarme la vagina, me bajó las bragas hasta las rodillas y me empezó a tocar el clítoris, mis gemidos eran inmensos, y mi placer era muy extenso. Disfrutaba tocando mi vagina húmeda, y me decía con voz sexy, “te gusta ¿verdad?”. Yo solo lo miraba de forma inocente, y lo besaba, después de esto se levantó y me terminó de quitar las bragas, me cargó y me llevó a su habitación donde me ordenó que le bailara, no me podía negar, después dijo con voz de orden, “desnúdate”, no sé qué me pasaba pero tampoco me pude negar, después de un rato él me dijo “ven aquí” yo me acerque y él me volteo, me dio una nalgada después otra y al cabo de un rato me inclino un poco y empezó a chuparme y de mí solo se escuchaban gemidos, después me volteo, bruscamente y al mirarlo sabía lo que quería, así que desabroche su vaquero, y le quite el bóxer, que aprisionaba lo que sería para mí su grande y erecto pene, lo tome con mis manos y comencé a chupar, me lo metía a la boca todito, mientras él tomaba mi pelo con una mano y hacia presión mientras con la otra, estrujaba mi pezón, él me dijo: “qué bien te portas amor, así me gusta chiquita”.
Mi vagina ardía cada vez más por dentro, pero tenía miedo de sentirlo fue entonces cuando me jalo del pelo me paro y me empujo sobre la cama yo sonreí y lo mire de una forma coqueta mientras el abría mis piernas, y se acercaba más a mí, yo solo cerré mis ojitos y disfrutaba, pero que le pasaba solo acariciaba mi vagina con su pene, y yo deseaba tenerlo dentro pero fui paciente, y cada vez me mojaba más el sí que sabía cómo excitar a una mujer, después yo le dije al oído “hazme tuya mi amor, aún más de lo que ya lo soy”, estuve a punto de venirme, yo ya estaba lista para que se introdujera en mí, el entendió mi mensaje corporal y me tomo de la cadera, y de un golpe se introdujo en mi completamente de mi boca solo salió un quejido de placer, lo bueno es que estaba mojada e hizo que resbalara, porque si no si lloro, en ese momento, el metía y sacaba su pene, y yo solo cerraba mis ojos verdes fuerte, él me tomaba del cuello y me besaba con dulcera era una combinación extraña de agresión y dulzura al mismo tiempo era lo que yo fantaseaba, cada vez que entraba me sacudía toda, y yo solo soltaba agudos como “ah, mmm” entre otros.
El buscando a un más me daba más y más fuerte, sus caderas y mis nalgas, cada vez más consecutivamente se pegaban, el emitía un sonido de placer que jamás olvidare mientras se corría dentro de mi vagina, y de pronto se quedó un momento así, y me dijo al oído “¡nena, que rico te he hecho el amor!”. Y en mi pensé si yo también te cogí rico, para esto, yo comencé a vestirme pensando que era todo pero que sorpresa fue cuando el ya recuperado me tomo por la espalda, y me dijo: “aún no hemos terminado, tú me prometiste mucho más”. Yo solo lo mire con cara de asombro la verdad es que nunca nadie había aguantado conmigo el segundo round, cuando se me acerco un poco más me di cuenta de que estaba durísimo otra vez y solo sonreí, esta vez yo fui quien lo tiro a la cama, y quitándome la falda, le dije: “ok, será mío de nuevo”, me acerque a sus labios asiendo la finta de que lo iba a besar, pero le puse un dedo en su boca, después de eso, me dirija a su cuello y le di una leve mordida, mientras me colocaba su pene en mi vagina, al hacerlo la penetre en mi y comenzó a moverme, de manera que solo se escuchaban mis gemidos y un leve pas, pas, pas que me volvían loca, el tocaba mis pezones que brincaban con cada movimiento que asía, ahora si éramos nuestros a mí antojo, aún tenía mi vagina muy húmeda por lo cual entraba y salía muy rico, después de un rato, un orgasmo salió de mi, y junto a él un sonido agudo de placer, pidiéndole que se corriera conmigo, y así lo hizo quedando mi orgasmo y sus espermatozoides unidos, como yo y el, después de esto, quede cansadísima así que solo me recosté y él se puso detrás de mí, y me decía cosas lindísimas al oído para esto ya era noche ese día no llegue a dormir a mi casa, me quede con él, dormiditos muy rico, pegaditos, sintiendo nuestros cuerpos desnudos con el roce de la sabana de su cama, al día siguiente, el me preparo el desayuno algo quería, pero eso ya se lo imaginan solos.
FIN