Mi nombre es Sara, tengo 24 años y recién acabé la carrera, soy trabajadora social, pero la verdad es que después de tanto esfuerzo lo que menos mi importa ahora es tener el título en las manos, solo quiero salir de fiesta y beber.
Regreso a mi pueblo, bueno más que un pueblo es una ciudad, casualmente son las fiestas y han empezado hace un par de días, así que quedo con unas amigas. Me visto con un vestido corto negro y taconazos negros también. En el pelo me hago un recogido y un maquillaje ligerito, no me hace falta mucho…
Empieza la noche, vamos de caseta en caseta, bailando, cantando y bebiendo… ¡Como necesitaba esto! De repente mis amigas desaparecen todas para ir a comprar más alcohol, a mi me dejan dándolo todo en una caseta con la música bastante alta. No voy muy borracha, solo estoy "contentita"…
De pronto veo que se me acerca un chico, a mi parecer bastante guapo, con vaqueros y camisa azul oscuro. En la mano lleva un cubata, cada vez lo tengo más y más cerca…
-Hola! -me sonríe.
Le miro sonriendo al ver que me saluda
-Ey hola que tal?
-Pues bastante bien… -ríe- cómo te llamas?
-eh… Sara! –sonrío.
-Yo Raúl… –contesta.
De repente, me mira mordiéndose el labio y no se aguanta. Me agarra de la cintura y me pega a él a la vez que me come la boca, en otras circunstancias le hubiera pegado una hostia pero la verdad es que me gustó y para nada me quité, es más, me pegué más a él para sentirle mejor…
Me coge de la mano y me lleva al baño de la caseta. Allí continúa con la sesión de comidas de boca y empieza a toquetearme.
-Solo quiero follarte… -muerde su labio.
Eso que me dice me pone cachondísima… le comería toda la polla aquí mismo y de hecho creo que lo haré.
-Y… ¿a que estas esperando? Dame polla Raúl… –contesto.
Suspira y mete las manos por mi falda hasta llegar a mi tanga. Toca de arriba a abajo mi rajita por encima de la tela y gimo despacio notando como chorreo. Con la otra mano se saca la polla del pantalón y joder que pedazo de pollón, no aguanto las ganas y me arrodillo. Empiezo a chupársela y arriba a abajo escuchando como gime, me encanta…
Le chupo con ganas el capullo paseando mi lengua, luego le pajeo mientras saboreo sus huevos en mi boca… De pronto me coge, me baja el tanga y tras ponerse un condón y montarme en el lavabo me folla duro. Gimo, chillo, grito pero el placer que siento es mucho mayor. Me agarro a su cuello sintiendo cada envestida como si fuera la última hasta que me corro pero Raúl no para. Me baja, hace que apoye mis manos en la pared y me folla desde detrás clavándome toda la polla riquísima hasta lo más profundo de mí. Acaba corriéndose y me limpia el coño a lametazos. Me mira mordiéndose el labio y me besa en la mejilla.
-Feliz feria… espero volver a verte… y follarte… -sonríe y se va.
Yo me visto de nuevo y salgo un poco mareada del baño. ¡Vaya polvo, joder!