Corría el mes de noviembre, Susana, vivía al lado de la casa de mis padres, con ella nos habíamos criado juntas, era casada y su hijo Javier, inevitable se llevaba inglés y me pidió si yo podía ayudarlo para que pudiese rendir la materia en diciembre.
Durante un mes estuvo todos los días de la semana yendo a mi casa para que lo ayudase en el examen, el venía a última hora de la tarde cuando yo llegaba de mi trabajo. Los fines de semana yo iba a casa de mis padres para ayudar un poco a arreglar la casa y sobre la fecha de examen de Javi acelerar un poco su preparación
Javi en unos días cumpliría los 18 años, era delgado, alto 1,80 m., musculoso, lindo de cara, dulce, educado y gentil, nos quedábamos charlando más allá de la clase de muchos temas.
Poco a poco y casi sin darme cuenta empecé a prestarle más atención, y empezamos a compartir más cosas, inclusive hubo dos o tres salidas compartidas donde fuimos al cine juntos. Me gustaba su manera de ser dulce, tierno, atractivo y atento con un físico muy apetecible. Yo duplicaba su edad pero eso no era impedimento, me gustaban los hombres más allá de su edad, empecé a notar que yo tampoco pasaba desapercibida para él, mucho más cuando una tarde dejó olvidado su celular.
Esa tarde había dejado su celular olvidado en casa, en cualquier momento vendría a buscarlo, cuando lo descubrí noté que estaba encendido y como buena mujer hurguetee en él y descubrí para mi sorpresa que en el había varias fotos mías donde había vuelto a lucir ropas ajustadas y algo más sexys e insinuantes y otras en bikini en la casa de mis padres regando las plantas e inclusive tomando sol. No me sentí molesta por eso sino todo lo contrario, eso me encantó más de la cuenta, sentí que de a poco volvía a ser la mujer que era hace unos meses atrás.
Esto no hizo más que activarme como mujer, y empecé disimuladamente a mostrarme más sexy y provocativa, y comencé a seducirlo.
El 2 de diciembre rindió Ingles aprobándola, Javi venia todos los días a verme y a charlar, y notaba como me miraba y como sus ojitos se desvivían cada vez que mis ropas mostraban un poco más de mi cuerpo.
El miércoles 9 de diciembre era su cumpleaños y decidí festejarle su cumple de una manera especial, quería que siempre recordase esta fecha…
Preparé una torta de cumpleaños, para festejar su mayoría de edad. Le compré una remera en gris y blanco y me preparé como para ser yo el mejor regalo de cumpleaños de su vida.
Llevaba mi cabello negro ensortijado y suelto, mis parpados en un tono celeste, un poco de rubor en la cara, y mis labios con un rouge rojo intenso, como vestimenta un trajecito muy sexy de 2 piezas; un corset de breteles finos, con estampado fantasía en tonos pastel de color celeste, rosa y blanco, ajustado a mi tórax, escote redondeado por el que asomaban parte de mis senos y unos 5 cm por encima de mi cintura, llevaba un cierre al frente y elastizado a mi espalda, y que dejaba la mitad de ella al descubierto, mi falda con el mismo estampado, y muy corta algo más de 10 cm por encima de mis rodillas, falda acampanada que insinuaba más mi cola, unos zapatos de taco bastante alto y grueso, sujeto a mis tobillos y uñas de pies y manos de color blanco, me mire en el espejo me veía sexy y provocativa pero a la vez dulce y tímida en realidad tenía un toque de adolescente sexy, estaba algo más rellenita mis medidas eran ahora 93-65-95.
Estaba ansiosa, nerviosa y excitada, me gustaba Javi, era varonil, pero a la vez dulce y tierno, por edad podría ser mi hijo, pero no lo era, y yo quería darle todo de mí mucho más luego de haber descubierto que yo le gustaba. Cuando sonó el timbre de casa y por la forma de tocar sabía que era él, sentí mi corazón a punto de estallar cuando fui a su encuentro.
Al verme su carita mostro signos de agrado y sorpresa, le desee un muy feliz cumple al tiempo que lo besé en la mejilla pero muy cerca de la comisura de sus labios pero pensando que pronto su boca y su cuerpo serían míos. El día, climáticamente hablando se presentaba muy caluroso, y pesado con el cielo límpido.
Le di su regalo, le encantó, comimos un pedazo de torta y un vaso de gaseosa, dejamos el mate de lado para más adelante y él dijo:
J- Espero que no te moleste lo que voy a decirte pero estas muy bonita, me encanta como te queda el conjunto
C- Gracias cielo (era normal que yo me expresase en esos términos con él), al contrario como me va a molestar que pienses que me veo bonita
Cuando nos sentamos en el sofá a tomar mate mis piernas quedaron bastante al descubierto y yo veía sus ojitos desviviéndose por ellas, en ningún momento quise “no mostrarlas”, intentaba cubrirlas como una manera de disimular un poco pero eso solo duraba un par de segundos
De golpe el cielo se oscureció como a punto de llover, y enseguida un poderoso trueno sacudió la casa, le pedí ayuda para sacar la ropa que colgaba en la soga antes que lloviese, estábamos a punto de terminar de descolgar y doblar la ropa cuando un viento arremolinado por algunos segundos (10-15) subió mi falda hasta la cintura y sus ojos lo vieron todo, corrimos se largó a llover en forma casi torrencial fuimos con la ropa hasta mi habitación y la dejamos en el placard, luego la ordenaría, ambos estábamos mojados y dije:
C- Ay, te mojaste
J- No importa hace calor
C- El viento levantó mi pollera, espero no hayas visto nada desagradable
J- ¿Desagradable? Para nada todo fue muy hermoso, lo más hermoso que vi en mi vida
C- En la vida debe haber muchas cosas más agradables que yo
J- No… no lo hay, vos sos lo más hermoso y perfecto que hay en la tierra
C- A ver demostrámelo
Le coquetee, lo excité un poco ofreciéndome un tanto provocativa que sintiese el aroma de mi perfume que pudiese acerar su cabeza a la mía para luego alejarme un poco pero sin dejar de seducirlo.
Volví a ponerme de frente a él y dijo:
J- Me encanta tu perfume
C- En serio?
J- Todo en vos es hermoso los chicos del barrio están locos por vos
Lo seguí coqueteando y dije
C- No me podes decir eso, puedo ser tu madre, tengo un hijo un par de meses más grande que vos…
A Javi se lo veía muy excitado, me gustaba provocarlo. Me quiso besar la boca y yo la aparte girando mi cara, entonces su beso fue a mi cuello y yo dije:
C- Ay qué lindo beso, me encanta tu suavidad
Giré mi cabeza volviéndole a ofrecer mi cuello pero sin permitirle besar mi boca, ya de frente a él pasé suavemente mi mano por su rostro y dije… ”sabes que sos muy lindo bebé”
Y volvió a intentar besar mi boca gire mi cuerpo dándole la espalda; volvió a besar mi cuello y entonces dijo:
J-Estoy loco por vos Claudia, pienso en vos todo el tiempo…te amo
C- A mi también me gustas… sos muy lindo… pero sos muy chico para mi
Luego de un par de intentos más por besar mi boca le ofrecí un suave y breve contacto de mi boca en sus labios y giré dándole la espalda, eso lo excitó más aun, tomó mi cintura, sentí contra mi cuerpo su pene erecto y me volvió a besar en el cuello, para luego chuponearmelo, di un pequeño gemido demostrándole que me gustaban luego de eso giré mi cuerpo colocándome frente a él, le coquetee y le dije:
C- Sos muy lindo bebé
Lleve mi mano a su rostro y lo besé en la boca dándole un muy pequeño beso, yo estaba muy excitada, volví a besar varias veces más sus labios, yo le coqueteaba, lo provocaba; sus besos eran dulces y tiernos, a esta altura ambos estábamos muy excitados mi respiración igual que la de él era agitada abrí un poco mi boca, e introduje mi lengua en su boca, los besos cada vez eran más apasionados, luego de varios minutos así, me aparte un poco de él y bajé el cierre de mi corset, fue rápido así que no vio mucho de mis tetas ya que al mismo tiempo giré dándole la espalda, bajó mi corset acariciando mis hombros hasta que este cayó por mi cuerpo.
De espaldas a él tomé sus manos con las mías haciendo que acariciase mis pechos me dijo “sos muy hermosa” y volvió a besarme el cuello mientras yo guiaba sus manitos sobre mis pechos acariciándolos; ya a esta altura de la situación tenia mis pezones muy erectos, yo le decía que me gustaba su suavidad, giré mi cabeza y nos volvimos a besar en la boca: no podía dejar de besarlo estaba muy excitada.
Me puse frente a él lo miré a los ojos y a pedido mío se sacó la remera, me miró las tetas con deseos y se inclinó en busca de ellas, y las besó y lamió; su lengua en mis pezones y sus besos succionando mis tetas me tenían muy excitada, al rato nos dimos un beso de lengua y besó y lamió mi otra teta, con desesperación y mucho deseo volvimos a besarnos en la boca.
El me miró dulcemente y se puso en cuclillas, llevé mis manos a la cinta de mi falda y la bajé lentamente mientras él acariciaba y besaba mi vientre mientras mi falda caía por mi cuerpo rumbo al piso.
Tenía puesta una pequeña bombachita celeste y él me la besó justo a la altura de mi concha con suavidad, pasión y dulzura, eso me excitó a punto tal que un gemido de placer de mi parte invadió la habitación, luego me senté en la cama, lamí y besé sensualmente su pecho mientras acariciaba su pene erecto por encima del pantalón, luego baje su pantalón y su slip seguí acariciando su erecto pene de buenas dimensiones y luego lo llevé a mi boca para succionarlo suavemente mientras él gemía y jugueteaba con mi cabello, lo succioné algunos segundos. Luego nos acostamos en la cama.
Yo sobre él, ya completamente desnudo, extendida sobre su cuerpo, aun con mi bombachita puesta, y excitando con mis movimientos su pene, él me tomó por los hombros, yo cabalgaba muy suave sobre él , mirando su carita tierna, me bajé un poco y mi boca siguió jugando con su pene y lo volví a lamer muy dulcemente saboreándolo todo, cuando lo miraba disfrutaba ver su cara de gozo, y luego volvía a la carga hasta deglutirlo por completo, luego de unos luego me quité la bombacha deje de lamerle el pene me acosté a su lado nos besamos y nos acariciamos apasionadamente durante mucho tiempo luego dije:
C- estamos muy calientes ya es hora que me cojas
Me acosté en el colchón abrí mis piernas, él se puso entre ellas, volvió a apoderarse de mis senos los lamió, los besó, succionó mis erectos pezones, yo acariciaba su cuerpo me sentía estremecer cada vez que me besaba, cada vez que me acariciaba.
Luego de unos minutos así tomo su pene con una mano, yo con la mía abrí un poquito mi concha, sentí su pija penetrándome suave y delicadamente, apenas entró en mi vagina, mi boca gimió pletórica de placer, y en apenas segundos la tuve totalmente dentro mío, yo moría de placer, mi cuerpo se estremecía… hacia demasiado tiempo que no tenía una pija tan joven dentro mío, a pesar de su juventud, tenía experiencia, indudablemente no era su primer vez, sabía muy bien cómo hacerlo, sabia darme placer, entraba y salía de mi vagina llenándome de un inconmensurable placer; luego fue en busca de mis labios y los besó mientras no paraba de bombear y de decirme que era muy hermosa durante algún minuto estuvimos solo besándonos, luego cuando en un momento su pene salió de mi vagina yo aproveche para cambiar de posición.
Le dije lo maravilloso que era sentirlo dentro de mi cuerpo entre palabras entrecortadas por la agitación que me invadió.
Cuando cambié de posición quedé en 4 patas, con mi cola levantada. El acarició mi cola la besó y la mordisqueó mientras yo no paraba de gemir. Luego él apoyo su mano en mi cintura, llevó su pene nuevamente a mi vagina y volvió a penetrarme a dármelo por completo, yo mordía mis labios de placer mientras mi boca gemía constantemente. Él con ambas manos aferraba mi cola, mientras su pene entraba y salía recorriendo mi ardiente vagina. Luego le dije que yo quería cabalgarlo, sin sacar su pene de mi vagina giramos sobre la cama ahora él estaba debajo de mí.
Nos besamos apasionadamente y empecé a cabalgarlo rápidamente, quería y deseaba sentir su semen recorriendo mis entrañas, mi boca no paraba de gemir, Javi no paraba de decirme que era muy hermosa, que me amaba, el ritmo de nuestro encuentro sexual se hacía cada vez más apasionado la cabalgata era infernal su pene estaba entrado por completo en mi vagina ya no podía más… deseaba acabar y le pedí que lo hagamos juntos, el pedido se corporizo en segundos, las convulsiones y la agitación se hicieron presente en ambos y un torrente de cálido semen invadió mi vagina mientras nuestras bocas se unían en un beso apasionado e interminable mientras sus manos y brazos se apoderaban de mi cuerpo.
Cuando ya nuestros cuerpos se estabilizaron permanecimos abrazados y besándonos y para mi ese momento fue inolvidable. Hacía tiempo que no sentía ese intenso placer. Luego nos fuimos a duchar juntos, nos acariciamos nos besamos, luego me llevó a la cama con mis piernas entrelazadas a su cintura y no parando de besarnos, volvimos a la habitación nos acostamos y entre caricias y besos volvimos a tener sexo.
Fuimos pareja durante el verano, me sentí una adolescente a su lado, pero era muy chico para mí, y todo llegó al final.