Para vacaciones fui a visitar a una amiga, que hacía un par de años, se fue a vivir a Italia. Llegue un fin de semana y ese mismo día salimos a conocer a sus amigos más cercanos, la pasamos muy bien, regresamos a su casa a altas horas de la madrugada, bastante tomadas y muertas de la risa. Ella vivía en un apartamento chico, con una sola habitación por lo que habíamos quedado en dormir juntas. Casi cayéndonos entramos al dormitorio, nos quitamos la ropa para ponernos la pijama pero aún yo no había desempacado y como me dio mucha flojera buscarla entra toda la ropa de la maleta, decidí acostarme solo en tanga, Andrea; mi amiga, siguió mi ejemplo y también se acostó en ropa interior. Ya en la cama, me puse de espalda a ella e intenté dormir, pasó el tiempo y no podía conciliar el sueño pero seguía quieta en mi lugar, al cabo de más o menos 30 minutos sentí que Andrea se movía y levantaba mi cobija, la quito completamente, puso su mano en mi cadera, luego la desplazó a mi trasero. Todo esto me estaba pareciendo algo raro pero quería saber cómo iba a terminar por eso seguía fingiendo que dormía.
Ella apretó un poco mis nalgas y empezó a quitarme la tanga, me puso boca abajo con mucho cuidado, abrió mis piernas todo lo que pudo, comenzó a pasar sus dedos por toda mi raja, abriendo bien mi culo pasó su lengua una y otra vez intentando meter la lengua en mi pequeño hoyo, mientras tanto intentaba mantenerme quieta y callada.
Parece que se cansó de esa posición porque me cambio de lado, esta vez se puso encima mío, me beso, tomó mis tetas en sus manos y las metió en su boca, no sé cómo hice para estar tan callada con tremenda comida de tetas, entonces paro, muy a mi pesar, sentí que tomaba una de mis piernas y la levantaba para pasar una pierna suya por debajo, de esta manera su coño y el mío quedaron pegados, comenzó a mover sus caderas y ya no pude fingir más, me moví pegándome más a ella, por un momento Andrea se congelo, me miro a los ojos y mis movimientos se volvieron más insistentes, entonces mi amiga sonrió volviendo a restregar su clítoris con el mío. Cambiamos a un 69, necesitaba probar esa vagina, probar el sabor de sus fluidos, ella estaba empapada, tenía esa chocha rosadita muy mojada, metí mis dedos, lamí y succione como nunca. Andrea se vino en mi cara y yo en la de ella, pero aún no habíamos terminado, mi amiga se paró un momento y trajo consigo un amigo íntimo de ella. Sonriendo me mostró un dildo doble, sentadas una en frente de la otra, nos pusimos a chupar cada una un extremo del dildo, después de un rato me indicó de que me pusiera en cuatro, apenas lo hice sentí como me lo metía en el coño, luego escuché como gemía mientras ella misma se penetraba, empezó a moverse, yo también, estábamos culo contra culo, nos tomamos de las manos para metérnoslo más profundamente, gemíamos como dos perras en celo, me saqué por completo el falo de plástico y lo volví a meter pero esta vez yo estaba encima de ella como si me la estuviera cogiendo en cuatro, la agarre de sus ricas tetas, mordí y lamí todo lo que quise, ahora ella fue la que cambio de posición, puso una pierna encima, otra debajo de mí y se ensartó en el dildo, ella marcó el ritmo y yo me dediqué a comerme sus tetas, ya no pude aguantar más, tuve un rico orgasmo. Sacándome el dildo me concentré en penetrarla con el hasta que ella se viniera, no pasó mucho tiempo y ya había logrado mi cometido, nos dimos un par de besos y quedamos profundamente dormidas.