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Nuestra amiga argentina y su gusto por los pendejos
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Tiempo de lectura: 8 minutos

El martes me junte con Camila en su casa, para hacer un Trabajo Práctico para la facultad. Camila, obvio es una compañera mía de la facultad, tiene mi misma edad 23 años. Todo bien hasta que apareció “el hermanito” como le dice ella. El hermanito como le dice ella (por la diferencia de edad que tienen) tiene 18 recién cumplidos, pero me gusto, cuerpito marcado, carita de nene, y lo piola que se creen a esa edad, que todo es joda (bah como me pasa a mi) jaja.

De a ratos venía con nosotras, y Camila, lo rajaba, para que podamos hacer lo de la facultad. Como no terminamos, quedamos en seguir el miércoles y obvio le dije que volvía a su casa jeje. Al rato llego “el hermanito” yo ya me babeaba cuando lo miraba, pero sin que se dé cuenta Camila, la cosa es que se quedaba con nosotras y Camila, le decía que se fuera. Al rato Camila me cuenta que a veces le cansa porque está con las hormonas a full y se quiere levantar a todas sus amigas, también le dijo que se dejara de joder que es muy chiquito para salir con sus amigas, eso me puso más loca ¡todavía!

Con una excusa muy válida (que no la voy a contar) le doy mi celular, por si necesitaba algo por ese tema, la verdad es que lo único que quería es que me llamara para salir, aunque dudaba que se animara.

Pero ¡me equivoque!, tenía razón Camila (en el sentido que se quería levantar a todas las amigas de ella), El viernes, ayer, a la tarde me llama, y después de hablar boludeces me dice si quería salir, obvio, me hice un poquito la difícil diciéndole que era muy chiquito, y aparte el hermano de Camila, entonces me dice que Camila, ¡no se tiene por que enterar! (mírenlo al nene jaja) Obviamente le digo que sí, él quería ir a bailar, pero le digo que no, a bailar no voy más, ¡es un quilombo de pendejos!, y quedamos en ir a tomar algo. Ah, le pregunto si venía en auto, y me dice que sí, que se lo pidió al papa (que ternura que me dio, le pidió el auto al papa, ¡para salir conmigo!)

El tema de todas las minas ¿QUE ME PONGO? Obviamente me puse de esas polleritas que no estoy en bolas, pero que a los chicos las vuelven locos, medias porque hacía frio (que cagada jaja), botitas cortas y el resto…

De autos no entiendo mucho, pero me pasa a buscar en una camioneta enorme (lo primero que pensé es que al menos ahí podíamos coger jaja). Vamos a tomar algo, nos cagamos de risa. Yo siempre digo que soy, pendeja e inmadura y lo pase mejor con este pendejo que con un tipo de más de 30 años que salí la otra vez (lo conté), pero hay, obvio una diferencia entre ellos, que ya se van a dar cuenta.

Mientras tomábamos algo, traté de mostrarle, con esas armas que tenemos nosotras jaja, lo calentita que me tenía, pero no me decía ¡nada!, ¡no se animaba! Salimos de ese lugar, vamos al auto y ahí viene lo que les contaba: me dice ¿qué quieres hacer?, no sé, le digo, decime vos. No sé, a vos que te gustaría, me contestaba, y yo poniendo cara de pendeja putita, calentona, entregada, le seguía diciendo que me dijera ¡que quería hacer!, pero no se animaba, hasta que entonces, le pongo mis manitos en la cara, y le doy un pico y me quedo mirándolo, otro pico, un beso y ahí el pendejo ¡se avivo!, se me tira encima, me parte la boca, me empieza a meter manos, pero como una animal, ¡no tenía freno! Jaja, hasta que le digo, que acá no, ¡vayamos a un lugar tranquilo!

Fuimos a un telo, entramos en la habitación, y me sentía una pendeja de 17 años, nos tiramos en la cama y así vestidos empezamos a tranzar, hacía años que no hacía eso, yo de entrada, me pongo, me ponen o me piden que me ponga ¡en bolas!, pero me gusto, fue algo distinto, cuando nos quedamos en bolas estábamos los dos re calientes, le empiezo a chupar su hermosa pija, como lo hago siempre, que no lo voy a contar de nuevo, pero para mí chupar una pijita por primera vez es como un rito jaja, porque primero la acaricio, la acaricio mucho, la beso, muy despacio, hasta que la tenga en la boca puede pasar un rato, tiempo suficiente para que deje de ser una pijita.

La cosa es que cuando la estaba chupando. él se empieza a mover para hacer un 69, no me resisto, le pongo mi conchita bien en su boca, siento como me la besa, me la chupa, más me calentaba, pensar que eso me lo estaba haciendo este pendejo ¡de 18 años!, me mete los dedos, me muerde la conchita, estuvimos un rato, hasta que no puedo evitar calentarme tanto hasta que llego al orgasmo, gimiendo, diciéndole HIJO DE PUTA ¿QUÉ ME HACES?, y mi cuerpo se encargó de demostrar lo que me había gustado, estaba terminando de acabar y me doy cuenta que el pendejo iba a acabar también, le digo NENE, NO VAS A ACABAR, y me dice, que sí que ¡no aguanta más!, me la meto en la boca y me llena la boca de esa lechita calentita que tenía, ¡pero me la llena! Tenía mucha lechita ¡acumulada! Jaja.

Por suerte no tardo casi nada en recuperarse, lo que ayude poniendo esa pija en mi boquita jeje, cuando ya estaba recuperado, se tira encima de mí, yo lo abrazo con mis piernas pasándolas por su espalda (¿me explico?) y me empieza a coger, claro es un nene, me taladraba, me besaba, hasta que acabo de nuevo, me pongo arriba de él, empiezo a cabalgarlo, él me tocaba la cola, nada más que la cola, le agarro las manos y le llevo un dedito a mi culito, como dándole permiso para que me lo ponga.

Me pone un dedo, gimo le digo que me gusta mucho, que me gusta mucho lo que me hace, me pone otro, me sigo moviendo como una perra, acabo de nuevo, le saco la pija de mi conchita y la empiezo a acomodar en mi culito, me mira, me mira raro, le pregunto si alguna vez había hecho eso, me contesta NO, le digo, no te preocupes, ¡te voy a enseñar!, otra vez estaba haciendo de puta, le iba a enseñar a un pendejo hacerle el culo a una mujer!!!! Y eso me calentaba, si me calentaba ¡mucho! La pija esa estaba re dura, y yo re lubricada, así que de a poco me la empiezo a meter hasta que empiezo a moverme con esa pija en el culo, dolor, calentura, gemidos, ver la cara de goce del pendejo, seguimos, seguimos, hasta que acabamos los dos juntos.

Seguimos un rato más, ¿saben qué?, me pregunta si no quería ser la novia, pobre, mi amorcito, no, le dije que no, que lo nuestro va a ser de una sola noche y nada más, ¡que soy así!, seguro que no se olvida más de mí, y los próximos Trabajos Prácticos, obvio lo haremos en mi casa jaja

Bueno, la cosa es que yo había dicho, después que cogimos, que no lo iba a ver más y que los trabajos prácticos los íbamos hacer en casa, pero el pendejo este estuvo todo el fin de semana mandándome WS y la verdad es que lo pase bien (yo siempre dije que soy pendeja, inmadura y lo paso mejor con un pendejo de 18 que con uno de 35 jaja)

El lunes me tenía que juntar de nuevo con Cami (mi compañera de la facultad) a terminar el trabajo práctico, y me dice, que vaya para su casa (ella no maneja y vive en San Isidro, para los que no conocen es un poco lejos), acepto y voy a su casa. Cuando llego me dice que recién la habían llamado y a la tarde iba a salir un rato, porque ella ayuda a un nenito de primer grado con las cosas del cole, le pagan muy bien, y la llamó la mama del chiquito este para que fuera.

Me dice que no me haga problema, que no me iba a quedar sola, porque en un rato llegaba “su hermanito”. Por un lado la idea de estar sola con él pendejo me gustaba, aunque sabía que en su casa no iba a pasar nada, y por otro lado ¡me ponía nerviosa!, que se yo, ¡soy así!

La cosa es que Camila se va, yo me quede en su cuarto haciendo el trabajo práctico en la computadora ¿y saben qué? Aparece “el hermanito”, le digo que ya fue, que le había dicho que era una sola vez, pero lo miro bien y ya se le notaba paradita ¡esa pija hermosa!, el pendejo de mierda, se me acerca, me mira fijo ¡y se baja los pantalones!, le digo “¿estás loco??, ándate, estamos en el cuarto de tu hermana!”, pero mis ojos se iban sobre esa pija, y él se daba cuenta, se la toque ¡y ya no hubo marcha atrás!, me lancé sobre su pija, aunque no hizo mucha falta porque me la acerco a la boca, la empecé a acariciar, la bese, despacio, como hago siempre, él me empieza a sacar la ropa, se la sigo chupando, yo ya estaba desnuda, ya estábamos en la cama de Camila, se la seguía chupando y él me estaba metiendo el dedo en la cola, un dedo, dos dedos, aprovechaba todos mis jugos para lubricarme, ya estaba recaliente, los dos, estábamos muy calientes, su pija ¡ explotaba! Y yo también.

No teníamos mucho tiempo, mi colita ya se estaba abriendo, y yo gimiendo, me dejaba, me gustaba lo que me hacía, mi cola se movía al ritmo de sus dedos, me dice que me quiere hacer la cola, lo miro, le doy un beso y me pongo en cuatro uyyy, me la puso de una, me dolió, me gusto, me lo taladraba, no tardamos mucho en acabar los dos juntos.

Muy rápido, nos vestimos, porque estaba por llegar Camila, cuando llegó seguimos haciendo el trabajo práctico, y el pendejo mandándome mensajes diciéndome que se quedó con ganas de seguir conmigo, la verdad es que yo también me quedé con ganas jaja.

Al día siguiente, nos matamos en un telo, la verdad por ser pendejo sabia coger bastante bien jaja, pero no voy a entrar en detalles, porque no es lo más importante.

Al día siguiente, quedamos en salir de nuevo, y como hacía calor, aproveche para inaugurar la temporada de salir con polleritas cortas sin medias jeje. Me dijo que iba a estar en la casa de un amigo y que lo pasara a buscar por ahí. Llego, le aviso que estoy y me dice que entre, yo ¡ni en pedo quería entrar! Me iban a presentar a la mama del amigo como una amiguita ¡de ellos!, que me esté cogiendo a este pendejo está bien, ¡pero no voy a ser amiga de sus amigos!

Pero tengo el sí fácil, baja a abrirme, me dice que están en el cuarto, subimos y estaba su amigo, los dos con bermuditas, el amigo un pendejo rubiecito con cara de nene, hermoso jaja, pasaba el tiempo, y empecé a darme cuenta de algo medio raro, ¡que me costaba creerlo!, le pregunto al hermano de mi amiga (llamémoslo Juanchi), ¿están solos? y me dice que sí. Estaba en la casa sola con los dos pendejos y sabía que iban a querer ¡cogerme!, ¡no sabía si se iba a animar! Tienen 18 años, ¡yo 23!, ya me parecía mucho, ¿no?

La cosa es que yo estaba sentada en la cama, Juanchi al lado mío, y me mete un beso, le digo ¡que no!, me da otro, me sentía una pendeja más de 18 años, haciendo ¡lo que no hice a esa edad!, lo dejo que me bese, ya me gustaba la idea y me estaba mojando de solo pensarlo, nos besamos mucho, yo no hacía nada. Juanchi después de un rato me empieza a acariciar la pierna, de a poco va subiendo la mano, la sube, la sube, me levanta la pollera y me acaricia la cola, lo dejo, no le digo nada, me pasa la mano por debajo de la bombacha y ya sentía su manito en mi cola, y la fue llevando ¡a mi conchita!

En un momento, no me acuerdo bien como fue, pero nos dejamos de besar, él me seguía tocando la conchita que ya estaba toda mojada, su amigo se sienta en la cama, lo miro y me empieza ¡a besar!, ya estaba entregada a ellos, me gustaba lo que me hacían sentir, ¡los dejaba!, Juanchi me saca la tanga, me empieza a besar la conchita y mis gemidos hablaban por mi, el amiguito ya tenía la pija afuera, se la empiezo a chupar, ya me estaban enfiestando los dos pendejos y yo me sentía una pendeja putita, y me gustaba.

Terminamos los tres desnudos, empiezo a coger con Juanchi, y su amigo me tocaba las tetas, me besaba y yo cabalgando arriba de Juanchi, no estuve mucho, no quería que acabara porque no sabía cuánto tiempo teníamos, pero estuve lo suficiente hasta que explote en mi primer orgasmos, con la pija en la boca de su amigo y cabalgando arriba de Juanchi.

Salgo de arriba de Juanchi, le empiezo a chupar la pija a su amiguito, le pongo un forro, y empiezo a cabalgarlo a él, ver la cara de goce del pendejo me hizo acabar de nuevo, mientras me inclinaba sobre él y Juanchi me besaba la cola, que se la había dejado toda para él, me metía la lengua en la cola, los dedos, yo volaba de la calentura, hasta que le digo a Juanchi “veni, fóllame vos también”, ¡no entendía lo que le decía!, me preguntó “¿los dos juntos?”, si bebé, le digo si, y me empieza a coger ¡por la cola!, fue una locura de gemidos, placer, acabé de nuevo, después Juanchi en mi cola ¡y después su amiguito!

Nos quedamos un rato en bolas, en la cama, me dijeron que nunca habían hecho eso, me empezaron a tocar de nuevo, sus pijas se pararon ¡otra vez!, se las empiezo a chupar a los dos, primero a uno, después a otro, hasta que ¡me acabaron en la boquita!, con esa leche calentita.

Me quede un rato más, les dije que se olviden de mi, que no iba a ser su putita, me vestí y me fui.

Me sentí rara, claramente, me gusto lo que hicimos, acabe como una perra, pero se terminó, no voy a ser la puta de todos sus amigos.

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