Hola, y gracias por seguir leyendo mis relatos, les recuerdo mi nombre: soy Paulina, una mujer Tv a medio tiempo, esto básicamente quiere decir que aunque si salgo vestida de mujer a la calle y realizó la mayoría de mis actividades como tal, aún hoy en día me veo obligada a tener que realizar algunas pocas como niño, algunos trámites relacionados a mi negocio y a mi hogar básicamente, pues aún no me decido a dar el gigantesco pasó de cambio de género. El relato que hoy les contaré es relacionado con la saga de Chema, si han seguido mis relatos saben que se trata de uno de los primeros hombres en mi vida, que definitivamente marco parte del camino para que hoy sea la mujer que soy, este relato tuvo lugar en la ciudad de Texcoco, Edo. México, en mi hermoso país, sucedió en el año 2014, cuando tenía yo 27 añitos, ya para ese momento era yo mucho de lo que hoy ven, salía completamente a la calle con ropas femeninas, realizaba todas mis tareas y pendientes del hogar, atendía a mi negocio y acudía a casi todos mis compromisos familiares y de amistades en mi rol de mujer independiente, y justamente en uno de estos compromisos de una vieja amistad es donde comienza mi relato, ojala les guste.
En aquellos años comenzó el máximo apogeo de las redes sociales, seguramente en algún momento, alguien llamara esta época “la era de las redes sociales “, y se puso totalmente de moda buscar y rebuscar a viejas amistades de las que ya nunca volviste a saber nada, una de estas viejas amistades se llamaba Ericka, era una niña de las guapitas del salón en la secundaria, de las populares, y yo hice mucha mancuerna con ella en aquellos años, juntas nos compartíamos la fama de las zorritas de la escuela, con ella mame mi primera verga a modo de trio, (este relato es digno de mención y merece ser escrito con detalle más adelante), en fin, Ericka y yo éramos en aquella época uña y mugre. Con la llegada de la era de las redes sociales, ella se tomó el tiempo para prácticamente encontrar a todo el salón de 3ºA de mi secundaria, motivándonos a realizar una reunión y organizándola e invitando a todos los que logro ubicar a su boda, obviamente fue fácil ubicar a casi todo el salón, pues cuando lograba encontrar a alguien, era casi seguro que el o ella ya habían estado en contacto con alguien mas del salón, y esta persona con alguien mas, y así, y los que se habían perdido incluso en las redes sociales, Ericka se tomó la molestia de acudir a nuestra vieja escuela secundaria y consiguió la lista de nombres del salón 3ºA de la generación 1999, por lo que con su nombre fue más que sencillo terminar de ubicarlos. En fin, Ericka no es la coprotagonista de este relato, pero el día de su boda llego. Decidí asistir por 2 razones, una mas poderosa que la otra, desde un par de años atrás, me había reencontrado con un pequeño grupo de excompañeros y me había incorporado a algunas reuniones que ellos llevaban a cabo desde hacía ya muchos años, la que se casaba era una de esos compañeros de aquella época, que había tenido escaso contacto conmigo, pero el resto del grupo insistió mucho y sentí obligación de acceder. Sin embargo, la otra razón, la mas poderosa, es que posiblemente esta chica había invitado también a mi exnovio, Chema, al que tenía en verdad muchas ganas de ver.
Por tal motivo, y habiéndole avisado a la novia, y ella a su novio de mi condición de mujer Tv, me sentí en confianza de acudir a dicho evento en mi rol femenino, por tal motivo acudí al salón de belleza a arreglarme las uñas, a maquillarme y a peinarme, mi estilista insistió en peinar mi largo cabello con un chongo y acomodarlo hacia arriba sobre mi cabeza, también dejo dos largos mechones que colgaban sobre mi rostro por ambos extremos, en la cuestión del maquillaje yo misma le pedí que pusiera especial énfasis en mis ojos, pues como pueden leer en antiguos relatos, siempre he dicho que la mirada de una fémina abre puertas y baja cierres, y un detalle que me gustó mucho fue el tono canela aperlado del maquillaje que utilizó para darle luz a mi rostro, tonos obscuros para los contornos de mis ojos y párpados, y me colocó unas hermosas extensiones en mis pestañas, que de verdad parecían parte de mis ya de por si largas pestañas, regalándome el toque felino que a mi me encanta, para mis labios me pregunto por el color del vestido que utilizaría para esa noche, y yo había seleccionado uno negro con lentejuelas en toda la parte frontal y un hermoso y provocativo escote en la parte trasera, no era precisamente corto pero si excesivamente entallado, dibujando y pegándose a las lindísimas curvas de mujer que la vida me regaló, decidí acompañar ese vestido con un hermoso par de pantimedias de las que llamamos lluvia de estrellas, por la cantidad de brillitos que adornan a la prenda, y montarme sobre un femenino par de botines de tacón de aguja de 12 cm que resaltaban muchísimo mas mi gordo y respingón culo, por el tipo de vestido que utilice esa noche, solo podía escoger usar tanga o no usar nada, por lo que por un poquito de pudor escogí usar tanga, y seleccione una en color negro de tela de satín y con olanes, los cuales de tan diminuta que era la prenda se enterraban entre mis gordas nalgotas, casi desapareciendo en su totalidad, sin embargo era de muchísima ayuda para poder esconder mi diminuta verguita entre mis piernas. Me di una generosa rociada de perfume Kenzo Flowers, que fue el que seleccione para esa noche. Para acompañar mi atuendo de esa noche escogí un collar de perlas de fantasía, que venía a juego con una pulsera y un par de pendientes también de perlas de fantasía, en mi mano izquierda me coloque un reloj de oro, regalo de mi mami y que había sido regalo de mi abuela para ella, por ultimo seleccione un bolso acorde a la ocasión y lo llene con todo lo necesario que una mujer puede ocupar: chicle, cigarros, halls, maquillaje, papel de baño, perfume, preservativos y lubricante anal, llaves y cartera con identificaciones y dinero.
La ceremonia y fiesta fue en una casona propiedad de la familia del novio, todo se fue desarrollando sin problemas y pasadas las horas estábamos todos disfrutando de la fiesta, sin embargo, no podía disimular la tristeza de no haber encontrado la oportunidad de ver esa noche a Chema. Eran ya pasadas las 9 de la noche y cansado de tanto ruido y humo de cigarrillos, salí de la casona a caminar por el parque que tenía una extensión de un par de hectáreas. Me entretuve en varias plantaciones de tomates y otras verduras que era el hobby del dueño de casa. Finalmente me senté en un banco debajo del parrón. La música y las voces se sentían lejanas, pero escuché unos pasos que se acercaban por uno de los extremos al lugar donde estaba, por la oscuridad de la noche y dado que esta zona no era parte de la fiesta no habían prendido las lámparas, no alcanzaba a distinguir quien era, solo me percataba por la silueta de su grande espalada que era un hombre, pensé que era alguien mas que también había decidido salir a refrescarse un poco, hasta que escuche:
C- Cómo estás Pau? Puedo sentarme a tu lado a tomar el fresco?
P- Chema!!!
Eran ya casi 5 años desde la última vez que Chema y yo nos vimos, con dificultad logré reconocerlo, inmediatamente me sentí un tanto avergonzada pues a pesar del tiempo y los cambios físicos, Chema logro reconocerme sin mayor problema, yo en cambio dude hasta que lo tuve totalmente a mi lado, entonces, no pude evitar pasarle rayos X con la mirada, Chema tendría en ese momento 29, casi 30 años, ya que cuando lo conocí en la secundaria él iba por su segunda repetición de 3º, por eso era el mayor de la clase y 2 años más grande que yo, y si bien en aquella época Chema gozaba de un físico extraordinario pues hacia mucho deporte, en este momento, su físico era increíblemente mejor que el de cualquier hombre que yo había visto, obviamente gracias a la disciplina que lleva en el ejército, no había parte de su cuerpo que no se mirara perfectamente bien trabajado en un gimnasio, Chema me interrumpió de mis pensamientos cuando me dijo:
C- Acaso ya me olvidaste?
Y es que yo no había dicho una sola palabra porque estaba totalmente embobada mirándolo, pero no, no había olvidado que nos habíamos besado más de una vez en aquellos años e incluso llegue a ser algo así como su novia, Chema me defendía y me celaba como un novio defiende a su novia, con regularidad Chema y yo nos íbamos de pinta a su casa y siempre terminaba mamándosela, (esta relación pueden leerla en el relato llamado “amor de secundaria “, entonces Chema volvió a decir:
C- Pau?
P- EH… Perdón Chema, que me decías?
C- jajaja, Que parece que ya me olvidaste y que me gustaría mucho sentarme contigo para platicar, claro si no te molesta o si no vienés con alguien mas.
P- Ah, descuida, vine solita. Y tu traes pareja?
C- No, la verdad tenía muchas ganas de ver a alguien a quien no había visto como en 5 años.
P- A si? Y quien es la suertuda?
C- Una guapa mujercita que conocí en la secundaria. Pregunte por ella a los demás en la fiesta y me dijeron que la vieron por aquí tomando el fresco, de casualidad no la has visto?
P- No lo sé, no te dijeron como viene vestida?
C- Si, me dijeron que trae un vestido negro muy bonito que resalta su hermoso culo, medias y zapatillas, toda una guapa mujer… La has visto?
P- No lo sé, hay muchas mujeres guapas en la fiesta, y muchos culos enfundados en vestidos negros. Alguna otra seña para reconocerla?
C- Si, es la mas guapa de todas, y besa de una manera deliciosa.
P- Si no traes mas pistas que esas, supongo que tendrás que besarlas a todas para encontrar a quien.
C- Si fuera necesario, pero empezare contigo señorita.
Chema se acercó a mi y me beso de una forma que término por desarmarme, enseguida me envolvió entre sus fuertísimos brazotes de militar y así me mantuvo durante todo ese delicioso beso, cuando ambos requerimos un respiro, nos separamos, nos miramos y nos reímos… acercó sus labios y nuevamente me besó en la boca, yo correspondí pasionalmente su beso abrazándolo con fuerza y manteniendo mis labios en los suyos unos segundos. Al separar la cara le dije:
P- Sigues besando muy rico, en realidad mucho mejor que cuando eras un muchachito…
C- Tenía muchas ganas de verte.
P- Yo también, pensé que ya no vendrías.
C- Fue un poco difícil, estoy asignado a la embajada mexicana en Australia, pero al final pude venir.
El me miró de muy cerca, tomó mi cara en sus manos y de nueva cuenta me beso tiernamente un rato largo… Me logré zafar para respirar y en ese momento sentí algo extraño abajo. Al mirar vi que su gordo y venoso miembro erecto estaba fuera del pantalón, entonces le dije:
P- Él también tenía muchas ganas de verme verdad?
C- Él tiene muchas ganas de reencontrarse con estas…
Me dijo mientras me sobaba mis gordas nalgotas por encima de la delgada tela de mi vestido, Chema volvió a besarme y llevó mi mano a su miembro para que lo tocara, mientras yo acariciaba su vergota con mi mano le dije:
P- Ellas también extrañaron a este gordo amigo tuyo…
Seguimos besándonos a veces suave y otras furiosamente, y yo siempre acariciando su verga gorda y completamente erecta.
En determinado momento me dio vuelta y me acarició el culo intentando levantar mi vestido hasta mis caderas.
P- Cuidado Chema, que puede venir alguien.
C- Nadie vendrá bonita, estamos demasiado lejos de todos
P- Traigo pantimedias.
C- Crees que son las primeras pantimedias que bajo?
Contestó riendo, al mismo tiempo que mi vestido era traspasado, me bajaba el resorte de la pantimedia y me metía un dedo en el culo. Me excité terriblemente, entonces el comenzó a mover ese dedo de adentro hacia afuera, y en círculos, me sorprendía totalmente lo que Chema estaba haciendo por el modo en que estaba haciéndolo, pero al mismo tiempo la excitación del momento y las circunstancias pudieron más conmigo, en un momento determinado, sentí la grande cabeza de la vergota de Chema entre mis ansiosas nalgotas, toqué hacia atrás y recordé lo enorme que era el atributo masculino de este hombre, (todas siempre contamos que los penes de nuestros hombres son enormes, pero este realmente es gordo.)
Probablemente lubricó la cabeza con su saliva o tendría a mano otra cosa, pero lo cierto es que sin mucha dificultad, la cabeza de su vergota logró entrar. Yo sentí una sensación deliciosa y al volver a tocar hacia atrás, me di cuenta que realmente Chema tenía un miembro muy grueso. Recordé otros miembros gruesos que había sentido años atrás, pero me pareció que éste era sin duda el mejor. Lo sentía maravilloso adentro y como la cabeza ya había pasado, sabía que lo podría soportar sin problemas. Una vez la tuve totalmente dentro de mi, Chema me dio un tierno beso en la cabeza y entonces comenzó el tan esperado por nosotras mete-saca, primero de una forma sutil, después subió el ritmo, hasta que lo hacía con una potencia adecuada desde mi punto de vista, Chema en realidad estaba muy excitado. Y sin embargo, mientras Chema me poseía yo persistía preocupada. Estaba oscuro y la posibilidad de que nos vieran era remota, sin embargo me preocupaba…
P- Chema, no podríamos ir a otro lado?
Le consulté mientras su miembro entraba y salía con una potencia maravillosa.
C- Me encantaría cogerte en una cama.
P- No seas tontito, ¿no habrá un lugar más seguro?
Di vuelta la cabeza y me besó nuevamente mientras continuaba metiéndomela. Se retiró sacándome la verga, que se veía dura y mojada. La cabeza era imponente… Entonces me dijo:
C- Por allá alcanzo a divisar un almacén, deben haber herramientas y carretones guardados, vamos?
P- Por favor!
Me sorprendió la consulta que me hizo mientras nos dirigíamos al almacén, pues me dijo:
C- Porque no traes de esas medias que usan Uds.? Las que solo van a medio muslo… Se ven tan bien…
Obviamente sé que a los hombres les gusta cómo se ven las piernas con taco alto y medias a mitad de muslo, pero lo que no imaginaba era que Chema se motivara por estas cosas, de todas formas me agradó su inquietud. Por lo que decidí complacerlo, le dije:
P- Creo que traigo un par de esas en la maleta que dejé en mi auto, me traje algo de ropa por si tenía que quedarme por aquí, me gustaría consentirte. Quieres que me los ponga? Podría ir a buscarlos…
C- Me gustaría mucho mirarlas puestas en tus piernas.
Respondió Chema, sumamente interesado.
Me arreglé como pude las pantimedias y el vestido, le dí un largo beso en la boca y me volví hacia la zona de estacionamientos. Ahí sí que estaba oscuro y absolutamente desierto. De la maleta que llevaba por si acaso llegaba a salir tarde de la fiesta y necesitaba quedarme por la zona, saqué un par de medias con liga Pompea italianas, y un hermoso par de stilettos de tacón de aguja de 10 cm, estas zapatillas aún las tengo, y en la punta frontal tienen un hermoso detalle metálico, a mi me encantan, creo que me regalan ese look de femme fatale que a los hombres les encanta, también tome mi perfume, pues horas antes había estado bailando y me percibía a mi misma con olor a cigarro, con todo listo me encamine de vuelta hacia el almacén. Al pasar cerca de la casa, la fiesta seguía de lo mejor. Muchos invitados bailaban mientras otros conversaban en el jardín contiguo. En realidad la reunión estaba bastante alejada del discreto almacén que en ese momento nos serviría para saciar nuestras ganas que teníamos el uno del otro. Llegué hasta el lugar donde Chema me estaba esperando. Empujamos el portón y entramos sin problemas al almacén, por dentro era mucho mas grande de lo que parecía por fuera, y tal y como Chema lo dijo, estaba lleno de carretillas y herramientas además de un tractor. Chema se sentó en un banco para esperarme, mientras yo me fui hacia el fondo del almacén, me recargue un poco en un viejo asiento de oficina que encontré, entonces me dispuse a quitarme los botines, para poder quitarme las pantimedias, luego me cambie las medias y me puse los tacones, me rocíe por segunda ocasión en la noche con perfume en zonas estratégicas en las que Chema podría besarme, y entonces volví caminando sensualmente hacia él, y me dijo:
C-Ufff te ves deliciosa!! Que lindos zapatos.
Me quedé parada delante de él, mientras con mis manos sostenía un poco del vuelo de mi vestido, lo necesario para poder lucir mis torneadas piernas con mis medias, entonces, Chema se paró y se quitó los pantalones y sus ajustados boxers, quedando en libertad su para ese momento durísimo y gordo miembro masculino, yo me senté en el banco en el que antes Chema me estaba esperando mientras me cambiaba y casi con desesperación engullí su vergota metiéndola hasta donde mi garganta lo permitió en un primer intento. Entonces tome una pausa para decirle a Chema:
P- Qué gruesa tienes tu vergota, es delicioso mamártela…
Entonces retome mi tarea con la habilidad que había agarrado desde que era una chiquilla hasta ese momento, y comencé a chupársela y a masturbarla moviendo el prepucio hacia arriba y abajo, besándole su gorda cabezota golosamente, Chema me levantó y me hizo empinarme, recargándome directamente en el tractor que estaba aparcado en ese almacén, entonces se puso de rodillas frente a mis gordas nalgotas, las separo con sus fuertes manotas y en un delicioso acto que esperaba con verdaderas ansias, hundió su cara atacando directamente a mi estrecho hoyito con su hábil lengua, ahí sentí que me moría, era una sensación indescriptible, exquisita, para volverse loca, y no porque nunca me hubieran comido el culo, no! De hecho este hombre fue el primero en comerme el culo, la primera vez que intentamos tener relaciones sin éxito, así que en definitiva no era que no conociera las deliciosas sensaciones que provocan una buena comida de culo en una puta como yo, si no el lugar y las circunstancias en que me estaban comiendo el culo en este momento, eso era lo delicioso de esa vez, quizá el peligro que representaba estar haciendo lo que estábamos haciendo, entonces ya no aguanté más, por lo que casi rogando le dije:
P- Móntame mi amor, por favor Chema métemela hasta el fondo!!
Esto no acostumbro a decírselo a los hombres con los que estoy, pero en ese momento, yo ya estaba realmente caliente… Generalmente son ellos los que preguntan: “Puedo cogerte ya?”… y yo me limito a contestar: … “Si, cógeme por favor…!!!”
Pero aquella noche, Chema no planeaba hacerse del rogar, por lo que se levantó de inmediato y me puso la gorda cabezota de su inmensa vergota en la entrada de mi ansioso culo , presionó un poquito y entró sin mayores problemas, suavemente, al fin y al cabo ese era un intruso que mi culo ansiaba resguardar dentro de mi, por lo que me agarre con verdaderas fuerzas de la estructura metálica del almacén que en ese momento nos servía de escondite y me prepare felizmente como la puta que soy para recibir los centímetros faltantes de esa dura barra de carne masculina que intentaban invadirme por completo. Apenas pude articular lo siguiente:
P- Ayyy mi Chemaaaa… que delicia siento…!!
Al tiempo que paraba mis gordas protuberancias femeninas hacia atrás, logrando con sus próximas embestidas, sentir sus gigantes huevotes pegándose a mis diminutas pelotitas. Continuamos unos 20 minutos gozando en esta posición, su duro cetro de poder masculino entraba y salía llevándome a los cielos, la sensación y la excitación por el momento y el peligro era una locura, cuando Chema iba a terminar, me dijo:
C- Pau hermosa, voy a terminar, me voy a salir…
P- Si no me acabas adentro, te mato mi amor!! Quiero tu semen todo adentro de mi…! Déjame sentir a tus Chemitas en mi culito!!
En ese momento me abrazó fuerte por atrás y empezó a eyacular dentro de mi culo, yo me apreté hacia atrás con fuerza mientras le decía:
P- Así mi amor, mi vida, lléname entera!! Dámelo todo mi amor!!
Entonces, también yo terminé en el mismo momento y sin siquiera tocarme, fue delicioso. Nos quedamos abrazados para retomar un poco las fuerzas, y nos besábamos cada vez que yo volvía mi cabeza hacia él. Entonces me nació decirle:
P- Eres algo divino Chema, me cogiste maravillosamente mi amor, vivo enamorada de ti…
C- Yo de ti Pau, te lo juro… Mira que viajar de Australia solo para cogerme a la niña de mi vida…
Él se retiró de mi cuerpo y visualicé que su miembro disminuía poco a poco su tamaño. Me coloqué un trozo de papel higiénico entre los glúteos y me senté en el banquito, para que el exceso del delicioso semen de Chema se saliera naturalmente y no manchara mucho mi tanga ni mi vestido. Chema se sentó a mi lado y comenzó nuevamente a besarme y a acariciar mis piernas, un poco sorprendida le dije:
P- Amor! no descansas nada y quieres seguir con otro round?
C- Estoy descansando bonita, pero créeme que haré que este viaje valga la pena. Conociéndome no creo que me vaya a quedar tranquilo así nomás.
P- Pero corazón… cómo que no quedaste tranquilo? me hiciste el amor por casi 20 minutos y me llenaste de ti…
C- Vámonos a otro lado… a un motel, quiero tenerte en una cama. Y hacerte mi mujer como debe hacerse.
Mi respuesta fue un tremendo beso que duró poco más de un minuto, cuando nos separamos le dije:
P- Cuando venía para acá, divise varios moteles sobre la carretera, alguno de esos debe ser lo suficientemente acogedor para que pasemos la noche.
Nos volvimos a vestir y nos fuimos a los autos, por la tremenda cachondez que ambos llevábamos, no nos pasó jamás por la cabeza pasar a despedirnos, a ambos nos urgía sentir el cuerpo desnudo del otro. Casi 20 minutos más tarde estábamos llegando a la zona de moteles que había divisado a lo lejos cuando venía manejando para la fiesta, no pude evitar reírme conmigo misma, pues recordé que justo cuando pase por aquí, esa zona de 4 o 5 motelitos llamo poderosamente mi atención y pensé conmigo misma, “si la noche así lo quiere, en cualquiera de estos lindos lugares me puedo estar comiendo una deliciosa vergota de alguien que conozca en la fiesta“, y al final se me hizo, y con mi amor de la juventud.
Chema me permitió seleccionar el que más me agradara, por lo que me enfile a uno que decía con letras grandotas “Suites de lujo”. Lo que pasó después ya lo pueden suponer Uds., pero puedo comentarles que fue sexo duro y delicioso lo que restaba del sábado y todo el domingo, únicamente nos detuvimos para consumir alimentos, pues incluso cuando nos pretendíamos dar un baño para refrescarnos o limpiarnos terminábamos cogiendo nuevamente, que potencia y que virilidad tiene este hombre!
FIN
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