A mi edad pensé que todo lo había experimentado… a mis casi 50 años.
Mi matrimonio lucía disminuido por la rutina, mis hijos casi grandes y realizados y mi matrimonio sumido en una monotonía me había llevado a vivir casi sin motivación alguna.
Después de unos meses tuve la visita en casa de Carla, mi sobrina, separada hacía meses y con dos hijos a cargo, compromiso fuerte que la obligaba a estar trabajando casi todo el día. Por vez primera me fije en ella sus enormes senos y su cadera ancha a pesar de no ser alta le daban presencia…
-¡hola como están! -Entró saludando…
Fue hacía a mí y la recibí con un abrazo fuerte, sus grandes senos los sentí contra mi pecho.
-Hola como estas? No hay nadie pero si no han comido…
Sus grandes ojos se clavaron en mí, sentí un piquete en mi estómago.
-Ya… ya comimos… Venía a pasar un tiempo y que estos se distrajeran en el parque… ¿no está Marcos? -preguntó.
Marcos, mi hijo, era el más pequeño…
-Anda en el parque, déjalos ir. Vendrá más tarde, así que si quieres vamos con ellos o nos quedamos… -Ella replico…
-no, no… Que vayan estoy cansada y mejor me relajo un poco…
Los mando, les dio tres horas… Se instaló en el sillón y me senté frente suyo… Por varios minutos platicamos de familia, hasta que toqué el tema…
-Y tu marido no te visita?
-No para nada. Mejor así. Aunque estoy sola no me hace falta…
-Eso de no te hace falta es mentira… la mujer siempre ocupa del hombre Jajaja -Sonrió.
-tienes razón creo que para la cama… Sólo para eso.
La mire fijamente y le pregunté…
-Ocupas ahora?
-Ashhh tío… Que pregunta…
La mire su color cambió. Y su mirada brillo y seguí…
-Cuanto hace que no vas a la cama? -Me miró fijamente y me contesto:
-Hace 2 años…
Sus labios temblaban, mi mirada se clavó en sus piernas, su vestido de seda subió arriba de sus rodillas, los blancos y torneados y duros muslos quedaron al descubierto… Me aproxime y le di una cerveza…
-Toma… te relajará… -su mano temblorosa tomó la lata y su mirada se clavó una vez más en mi…
Sentí que mi bulto entre las inglés crecía y me senté nuevamente. Al reclinarse y colocar la lata sobre el lateral del mueble, su vestido subió aún más… los muslos perfectos estaban a mi merced… y decidí atacar…
-Mira nena te quiero mucho, eres mi consentida lo sabes.
Me levanté y dándole las manos la atraje hacia a mí. Ella se levantó rápidamente y me abrazo solloza…
-no aguanto… no aguanto!!
La abrace con fuerza apretando su cintura contra mi sus pechos firmes y duros taladraban mi tórax, mi verga casi quedaba entre la pelvis de ella… Nora la sintió y se pegó más a mí, separando las piernas metí una entré los muslos de ella, el roce era perfecto. El abrazo se prolongó y no pude más que comenzar a mover mi pelvis sobre la de ella… Nora levanto su vista y me miro… oh!…
Sin más baje las manos y le tome las amplias nalgas… ella me beso de pronto… nuestras bocas se unieron. Y mi mente se nubló, la separe un poco y cerré la puerta del cancel, dejando una cortina semi cerrada de la ventana. Regrese a ella y sin barrera le arranqué la ropa, su escultural y bien formado cuerpo estaba frente a mí…
Mi tolete de casi treinta centímetros la asombro… Se prendió de él y no lo soltó. Me pidió que la montara y sucedió lo inevitable… mi sobrina estaba probando mi verga… gritaba y gemía mientras la recibía… A pesar de mi edad la disfruté… Mis chorros de esperma la inundaron. Su vagina apretada servía bien al furioso mástil… Lo exprimió de tal forma que sus movimientos circulares y succionadores me dejaron satisfecho…
Nos vestimos con tiempo para recibir a la familia.