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Fiesta de disfraces (Parte II)
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Como el policía me indicó me arrodille frente a él y comencé a chupar la punta de su duro miembro con mi lengua. Después, poco a poco me lo fui introduciendo en la boca mientras lo miraba fijamente a sus misteriosos ojos. El tamaño de este me hacía difícil introducírmelo todo, pero el policía ante su excitación me agarro de la cabeza e hizo que me la introdujera toda de golpe llegando hasta lo más profundo de mi garganta y produciéndome incluso arcadas. Poco a poco me fui acostumbrando a su tamaño y se la fui masturbando a buen ritmo hasta que note como exploto y lleno mi boca con su leche llegando incluso a desbordarse.

-Oh si pirata muy bien, ahora trágate toda mi leche -ante lo cual obediente me la trague toda.

Estaba terminado de limpiarme cuando vi a alguien que entro en la habitación. Cuando me di la vuelta me encontré con un zorro visiblemente excitado.

-Pirata esta noche no te me escapas -dijo mientras me abalanzaba sobre la cama y me comía la boca.

Tras esto se deshizo de toda su ropa y se sentó sobre mi cara.

-He visto lo que le hacías al policía ahora repítelo conmigo -entonces dirigió su polla hasta mi boca introduciéndomela de golpe y comenzando a cabalgar sobre mi boca. Su polla no era tan gruesa como la del policía pero era bastante larga también.

Mientras le masturbaba con la boca note como el policía restregaba su miembro en mi entrada y acto seguido me la introducía de un solo golpe. Me empezó a bombear suave pero poco a poco fue aumentando de velocidad produciendo que se me escapara algún gemido que quedo ahogado por la polla que seguía en mi boca.

Mi excitación estaba por las nubes cuando de repente note unas nuevas manos que empezaban a jugar con mis pezones. La situación no me permitía saber de quien se trataba pero lo estaba haciendo delicioso. Primero me pellizco ligeramente ambos pezones, luego mientras masajeaba uno de ellos, se introdujo el otro en su boca chupándolo y succionándolo con delicadeza, después lo mordió y estiro de él lo que hizo que se me escapara un grito de nuevo acallado por la polla que tenía a punto de explotar en mi boca. Después repitió la misma operación con el otro pezón.

Yo ya no podía más y note como un cosquilleo recorría por el interior de mi cuerpo hasta estallar en un enorme orgasmo a la vez que el zorro se corría en mi boca. El policía siguió envistiéndome con gran intensidad hasta que momentos después se corrió en mi interior. Tras finalizar ambos se apartaron de mí y pude ver a una catwoman que seguía jugando con mis pezones. Esta me dedico un mirada sexy y lamiéndome entera fue bajando hasta mi sexo donde empezó a lamer los restos de semen que había dejado el policía.

Desde la distancia ambos hombres observaban la escena mientras se recomponían de sendos orgasmos, lo cual no les costó mucho, pues momentos después el policía estaba bajando la cremallera el ceñido mono de látex que llevaba catwoman. Mientras yo seguía disfrutando de los lametazos que me propinaba la gatita a los que acompaño con dos dedos, que introducía y sacaba de mi interior, acompasados con sus lametazos. A pesar de que era la segunda vez que se comían mi conchita esta vez catwoman lo hacía con una delicadeza increíble provocándome una sensaciones indescriptibles.

Esto no era lo único que ocurría en la sala pues los hombres seguían en acción. El policía situado tras la gatita jugaba con su culito dándole suaves azotes y amasándolo, pasando posteriormente a jugar con su mojada rajita y aprovechar a lubricar con estos jugos la entrada de su culito. El zorro tampoco estaba quieto sino que se masturbaba su duro miembro a la vez que torturaba con su otra mano los dulces y erguidos pezones de catwomen. El policía embistió de golpe a catwomen introduciendo su grueso miembro en el culito de esta, la cual soltó un gemido en mi conchita creándome un escalofrió por todo el cuerpo, que seguido por más lametazos me llevo a explotar por consecutiva vez en esta noche.

El policía siguió bombeándole por detrás mientras yo me aparte a recuperarme y me acerque al zorro para ayudarle a masturbar su miembro. Este me soltó las manos de su miembro y lo llevo hasta en medio de mis pechos guiándome para que le masturbara así. Yo le fui masturbando su caliente miembro entre mis pechos hasta que exploto y sobre estos llenándolos con su leche. A pesar de la noche que llevábamos parecía que aún quedaban fuerzas y Carlos (el zorro) se acercó a mí y me susurro al oído “Todavía no he estado dentro de ti” y acto seguido me comió la boca. Después, se sentó sobre la cama y me indico que me colocara sobre él. Guío su miembro hacia la entrada de mi conchita y después me dijo sensualmente al oído “Ahora déjate caer sobre mi pirata” a lo cual obedecí introduciéndome de golpe todo su miembro y soltando un profundo grito. Dejo un tiempo para que se acomodara en mi interior y empezó a mover sus caderas provocándome para que cabalgara sobre él, hasta que finalmente alcanzo el orgasmo llevándome a mí a este también.

Exhaustos nos tiramos sobre la cama y nos recuperamos un poco de tanta acción. Mientras el policía y catwoman acababan también sus jueguecitos tras unos largos gemidos de placer. Carlos me susurro al oído “Creo que es hora de irse a casa pirata” y me guiño un ojo. Tras esto recompusimos nuestros disfraces (aunque yo sin mi tanga ya que se lo había quedado el policía), nos despedimos tanto del policía como de catwoman y bajamos las escaleras rumbo a casa.

Quien sabe… quizás esto solo haya sido el comienzo de la aventura junto a mi amigo Carlos.

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