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Asesoría en programación o asesorando a la p… con su tesis
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Tiempo de lectura: 12 minutos

Anteriormente publique un relato que titule “Rox, la madura de Toluca”, por lo que en esta ocasión espero me den la oportunidad de compartir con ustedes otra caliente historia del día que conocí a una chica para apoyarla con temas de su tesis, para el título de este relato estaba indeciso en como titularlo, ya que aunque es un poco despectivo el título de “Asesorando a la putita con su tesis” realmente no es por hacer mala referencia de esta chica a la que pudimos tener varios agradables encuentros sexuales sin que por ello trate de denigrar su posición de mujer, mi referencia es más al aspecto cachondo de aquella chica que era toda una putita en la intimidad, para los que no tuvieron la oportunidad de leer mi relato anterior les contare que en ese tiempo que sucedió esta historia yo radicaba en lo que hoy es llamada CDMX, y trabajaba como consultor en sistemas informáticos para algunas empresas grandes del país.

Un día estando en el MSN, me contacto un amigo que vivía en la ciudad de donde soy originario, y me comenta que una conocida suya que estudia informática en la misma escuela de donde me gradué hace ya al menos 8 años aproximadamente en ese momento indicándome que ella necesita a alguien que le ayude con algunos problemas que tiene para poder desarrollar su tesis, por lo que pensó en mi por mi experiencia profesional.

Así que me puso en contacto con la chica y la agregue a mi MSN (como les había comentado en mi relato anterior esa era la red social de la edad media del Internet ya que en la prehistoria use los Chats por medio de BBS o Telnel ya habrá tiempo para esa parte de mi historia) para así poderla asesorar en temas de sus tesis, entablamos comunicación nos presentamos formalmente, ella me dijo llamarse “Montserrat” y la charla cordial giro sobre el tema de su tesis, le indique que podría ayudarle consiguiéndole libros en algunas de las grandes librerías que existen en la capital del país y que a veces no era posible conseguir en nuestra localidad o a mayor precio, por lo que ya una vez que me indico lo que requería yo se los conseguiría así como el material que yo pudiera tener y se los llevaría a nuestra ciudad, a veces cuando la encontraba conectada nos saludábamos y le asesoraba en lo que podía con su tesis.

Hasta ese momento no tuvimos un acercamiento más allá de lo “profesional” no nos conocíamos ni en foto, una vez que le conseguí la información que me solicito, quede con ella para entregárselos el fin de semana que viajaba a casa de mis padres (Que se encuentra en la región centro de Veracruz, y de las altas montañas). Así que una vez puestos de acuerdo para vernos en un punto que fuera fácil identificarnos, no era la primera cita a ciegas para mi, pero esta era “Profesional” a diferencia de muchas que ya había tenido de encuentros con otras chicas.

Llego el día acordado acudiendo al lugar establecido para entregarle lo que me había solicitado, ella podría identificarme fácilmente porque yo llevaba muchos libros de programación Java, nos saludamos cordialmente y me pareció una chica muy sencilla nada exuberante de rasgos digamos que normal, morena, estatura media, con rasgos faciales podría decir que bonita. Estuvimos platicando un rato, me contó sobre su tesis, que trabajaba en cyber café Internet propiedad de su hermana y por tal motivo podía estar más tiempo conectada en el MSN (Chat), parecía que ya nos conociéramos de mucho tiempo porque fue una charla amena y quizá hubo química entre ambos ya que mientras platicábamos mi mente iba maquinando alguna excusa para alargar esa conversación y como era fin de semana, por lo regular cuando iba de visita a casa de mis padres trataba de pasar bien el fin de semana con los amigos ir de antro o lo que hubiera, por lo que se me ocurrió invitarla a algún sitio para poder seguir conociéndonos. Le hice la invitación al cine en la tarde, lo cual acepto sin hacerse del rogar mucho.

Como era muy temprano aun, nos citamos a las 3 de la tarde, afuera de las salas del cine en el centro de la ciudad para decidir cuál veríamos, así llego la hora que habíamos acordado, entramos y escogimos alguna película, realmente no había nada bueno y le sugerí el churro de “Meteoro” pensando que habría menos gente y podríamos platicar para conocernos más a fondo (y vaya que se hizo realidad) y posiblemente habría oportunidad de algo con ella, siendo de las primeros horarios de la tarde habría muy poca gente para esa función. Dio inicio la película y no había más de 10 personas en la sala, al entrar escogí de manera premeditada las butacas de atrás retirados de la gente y así no tener miradas indiscretas, aunque ese día la había conocido realmente no tenía muchas expectativas a poder hacer algo con ella en esa primer cita. Inicio la película y todo normal, de repente hacíamos comentarios discretos y como les mencione anteriormente, yo supongo que hubo química desde el primer momento que nos vimos en la mañana cuando le entregue el material que le había traído de la capital, ya que entre que nos comentábamos cosas cerca del oído para no molestar a la gente, eso dio oportunidad para que en determinado momento le robara un beso sin que ella pusiera mucha resistencia, del primer beso vinieron muchos más, y le besaba a un lado del cuello y le susurraba lo linda que era, la película ya no nos importaba realmente, estaba súper aburrida (por eso sugerí esa película) y ya estaba como burro en primavera, quería cogerme a la chiquita que tenía a mi lado.

Tenía que hacer algo para poder lograr mi objetivo de esa tarde poder besar su cuerpo desnudo, ya la tenía abrazada, y con mi otra mano recorría su cuerpo frágil, acariciando sus senos sobre su blusa, y bajando hasta meter mi mano en su entrepierna sobre el pantalón, se sentía muy caliente, se lo frotaba y ella se estremecía al contacto, pero de repente le regresaba la cordura al estar en un sitio público y retiraba mi mano, pero yo no quitaba el dedo del renglón así que la besaba más, y mi mano entraba en acción, así estuvimos toda la película, hasta que termino, y le regreso lo niña bien portada, hasta ese momento supe que tenía novio (pero no soy celoso).

Nos habíamos calentado demasiado dentro del cine y creo que tanto ella como yo deseábamos más que solo besos y caricias de novios tiernos dentro del cine.

Así que ya una vez fuera del cine caminamos por las calles de la ciudad, parecíamos viejos amigos caminando aquella rica tarde de veranos por la ciudad, aunque no era tan tarde ya que habíamos entrado muy temprano al cine y la tarde era fresca e incitaba a irse a un café o un bar a tomar algo y yo no quería perder todo lo ganado dentro del cine, así caminamos varias calles sin rumbo fijo y yo tratando de convencerla de pasar más tiempo juntos y conocernos más, ella argumentaba que tenía que llegar temprano a su casa y trataba de desanimarme aunque por dentro tenía una putita ardiendo, sentía ese ambiente sexual alrededor de nosotros creo que los dos deseábamos más de ese encuentro, nos sentamos a platicar en una bancas, por mi parte ya no aguantaba más esa situación necesitaba cantarle lo que deseaba y me deje ir con mi propuesta le sugerí que si podíamos entonces ir a algún lugar privado (lo más que podía pasar es que me mandara a la fregada y punto, como si nunca nos hubiéramos topado), le dije que me gustaría seguir con ella, y ella pregunto que “a donde yo sugería ir”, le sugerí un motel cercano, aceptando mi propuesta de inmediato sin inmutarse (“inguesu” ya chingue, pensé que me iba decir que no, que era un depravado abusivo pero a la ves presentía que ella también lo deseaba desde el primer momento que nos conocimos en persona) indicándome en que no podía llegar tarde a su casa, nos fuimos rápido al motel ya que no quería perder tiempo con esa rica morenita que ya había aceptado ir a coger. Solicite una habitación y llegando entro al baño a asearse supongo, mientras yo la esperaba en la cama buscando algún canal porno, aunque yo ya estaba más que caliente y no necesitaba más estimulación visual si ya me imaginaba a la morenita aunque me dio más sorpresas en el transcurso de ese encuentro, ella regreso del sanitario y se recostó a mi lado, y nos empezamos a besar nuevamente como novios deseosos de ese encuentro que estaba saliendo a la perfección, nos habíamos conocido en persona esa mañana y ya en la tarde estábamos en una habitación semidesnudos, ahí estábamos ya a punto de sentir vibrar aquella chica morenita bella, en el faje nos íbamos desnudando del resto de ropa que aun teníamos, mientras yo recorría con mis labios su cuerpo, le bese todo su bello cuerpo pasando por su cuello, su pecho sus tetas mientras le despojaba de su brasiere, baje por su vientre bese su ombligo, la sentía estremecerse y veía como los bellos de su piel se erizaba con mis caricias, me susurraba al oído que la había puesto muy caliente en el cine, que porque le había hecho eso, que la calenté mucho, que no se había imaginado esa situación, así que la besaba y acariciaba con las yemas de mis dedos recorría su erizada piel, sintiendo las puntas de sus pezones y recorriendo su diminuta cintura pasando por sus caderas sus piernas que recorrí varias veces con las puntas de mis dedos mientras seguía besándola en su vientre y regresaba a sus senos, mientras mi erección estaba al máximo ella también me desnudo mientras me acariciaba con sus dedos la espalda y me besaba, trataba de corresponder mis besos con besos suyo por mi cuellos y pecho mientras con su mano alargada jugaba con mi pene, el cual estaba masturbándome muy delicadamente con su tierna mano, acariciaba mi verga y huevos, aun no probaba su caliente y perfumada vagina, la habitación estaba cargada de erotismo y se podía respirar nuestras hormonas sexuales en el ambiente.

Le fui quitando su calzón tipo bikini primero con mi boca mientras resoplaba mi aliento sobre su vientre lo cual la hacía estremecerse ya que sentía su piel de gallina al recorrerlo con mi lengua y labios, ayudado por mis dedos quite su prenda recorriendo aquella prenda por sus piernas y pies para poder sacarla de su cuerpo, mientras recorrí nuevamente aquel cuerpo llenándolo de besos y regresar a sus bubis menuditas, coronando 2 bellos pezones erectos y erizados por mis ardientes caricias, mientras con mis dedos ya acariciaban el interior de su ardiente vulva, los cuales propinaban las caricias que ella quería sentir en su interior, era muy rico poder besar y mamar esas hermosas tetas que hasta hace unas horas solo había podido acariciar sobre su ropa y que solo imaginaba en ese momento cuando me la estaba fajando en el cine, quemándome por poder probarlas ya sin ropa, así que me entretuve un rato mamándolas, acariciándolas dependiendo de sus gestos, yo podría determinar que le agradaba y que no. Ya tenía mis dedos en el interior de su vulva, y ella solo me acariciaba, recorría con sus manos mi cabeza pegándola a sus tetas suspirando, ella en la cama boca arriba y yo encima de ella explorando todo su cuerpo en aquella cama del motel de paso, empecé a bajar besando su cuerpo, por su vientre plano, y llegando a su puchita que no tenía mucho vello púbico, ella ya estaba húmeda por las caricias que le había aplicado mis dedos dentro de su cuevita mientras mi boca estaba en la entrada de su vagina saboreando de aquellos jugos de hembra ardiente, mi boca saboreaba cada labio de su vulva como si una dulce fruta se tratara, con mi lengua sentía cada milímetro de aquella cueva que sabía a gloria, ella solo gemía y se contorsionaba mientras yo trataba de hundir mi dedo y haciendo giros en su interior haciendo presión en su interior buscando su punto G, y con mi lengua parecía un león bebiendo el agua sagrada de aquel manantial que tenía un sabor delicioso, con ese peculiar sabor de néctar de mujer, un poco salado con un toque acidulado era el combustible del fuego de nuestra pasión.

Ella ya estaba más que preparada, pero mi boca aun quería seguir probando la rica pucha de mi putita. Se la mamaba y ella solo gemía y se retorcía, me hundía la cabeza sobre su pucha ardiente y solo podía mirar desde mi posición estando entre sus dos morenas piernas abiertas de par en par y en ese horizonte sexual podía ver sus senos y cara que tenían ese esos gestos de placer, mis oídos escuchaban sus gemidos y palabras entrecortadas que indicaban que así le gustaba, así estuve unos minutos mamándole, hasta que se quedó quieta con espasmos en su vulva, y escurría su humedad a los lados de su entrepierna mi cara estaba llena de sus jugos y saliva de mi boca con alguno que otro vello de su pubis, mi lengua reptaba lo más que podía para poder entrar en aquella ardiente y húmeda puchita de mi reciente amante, sabía que había tenido alguno de los varios orgasmos que pude darle a esa bella princesa, así que me dispuse a penetrarla, pero antes tenía que devolver el favor, y le dije que me lo mamara, así que se dispuso a mamármelo suavemente no era experta pero si pasaba su lengua alrededor de mi verga, ya estaba bien parada y caliente embarrado de su saliva, salían gotas de lubricante de mi circuncidado glande que estaba ya embadurnado de líquidos, parecía un champiñón de lo hinchado, rojo y caliente, así que lo mamo muy rico, era una nena muy ardiente, no parecía que nos hubiéramos conocido en la mañana, aquella chica bien portada en la calle, le salió lo putita.

Así yo sobre ella mientras la miraba a los ojos mientras nos acariciábamos y besábamos, mi verga ya la dirigía ella a la entrada de su vulva, jugo con el entre sus manos le estiraba el prepuso y lo retraía tratando de calentarme más lubricado ya estaba, mientras embarraba mi glande por sus labios vaginales los cuales estaba muy húmedos de su anterior venida, la fui empalando suavemente como queriendo disfrutar ese momento previo a la primera vez que mi verga entraba en ella, nos mirábamos frente a frente mientras nos propiciábamos caricias y palabras contenidas, únicas para ese momento erótico, le decía al oído palabras como “¿Te gusta mi amor? ¡Que rica estas! ¡Me encantas!” en determinado ya avanzado el coito con mi verga dentro de ella y moviéndonos al ritmo de coito, le dije que cambiáramos de posición y le indique que se pusiera en cuatro patas la clásica posición de perrito, por lo que ella me pregunto, “¿te gusta mi culito?” yo no acababa todavía de asimilar estar teniendo sexo con aquella adolescente y que ella me hiciera esa pregunta, me hizo pensar que ella necesitaba más nivel de cachondería, así que le empecé a dar estocadas leves intercaladas con fuertes empujones de palo dentro de ella, la poseía agarrándola de las caderas fuertemente se escuchaba el choque de mi pelvis con sus nalgas en nuestros oídos eran aplausos para esa unión carnal que teníamos, y de repente trataba de darle nalgadas suavemente para no espantarla, ella solo gemía y podía ver su rictus de placer en su cara, que daba frente al espejo de esa catedral del sexo, tenía a esa morenita empalada con la boca abierta emitiendo gemidos y palabras que a veces no se distinguían, y mi verga dentro de ella queriendo penetrar lo más que se pudiera, nalgueándola y en algún momento de éxtasis la tome del cabello para cabalgarla y retraer su cabeza hacia atrás en esa posición, mientras mi verga se hundía en esa vulva ardiente yo jalaba de sus riendas de aquella potranca, y en ese lapsus de placer se me escapo decirle “¡Eres mi putita! ¡Eres una perrita putita!” yo esperaba algún tipo de rechazo o que bajara la excitación si es que no le gustaba lo que le decía, pero las sorpresas aún continuaban (Y más me animo el haberle escuchado la pregunta de que si me gustaba su culo) ya que eso la prendió porque respondió afirmativamente “¡Soy tu puta!”, “¡Soy tu perra golosa!”, “¡Eres mi macho, mi hombre!”, “¿Te gusta mi culo verdad?”, esa palabras me calentaron de sobre manera, ya que me excitaba lo caliente que era esa niña. Dejaba de ser una niña fresa de la mañana, para ser toda una putita en la cama.

Como en todo encuentro hubo una pequeña pausa para encontrar otra forma de unir nuestros cuerpos, en la habitación había un sillón tantra que tiene una forma especial para poder realizar posiciones placenteras en la unión de dos cuerpos que se están dando placer, así que nos movimos a este ahora yo recostado sobre la base boca arriba y ella subida en mí se ensartaba mi verga en su vagina bella, que no estaba ni muy peluda ni depilada, solo bien cuidada, abrió sus labios y fue metiendo mi pene dentro de ella, yo tenía frente a mi su cara juvenil, sus senos colgando ante mí con su pezón erecto fruto de aquella excitación que estábamos viviendo, mientras era testigo de cómo ella dirigía la maniobra de dirigir mi estaca hasta lo más profundo de su concha. Yo solo le tomaba de la cara para besarla mientras nos mirábamos a los ojos. lamia y mamaba de sus ricas y juveniles tetitas, mientras la penetraba con frenesís su rica puchita se contraía, como ella llevaba el control a veces lo hacía suave y en otras ocasiones lo hacía duro, moviendo sus caderas en círculos tratando de sentir el mayor placer, haciendo el torso arqueado hacia atrás, tocándose la cara y los pechos mientras yo la sostenía de la cadera, ella entre abría la boca, gemía y balbuceaba palabras frente a mí, sus palabras eran “que rico…”, “así, duro…“ , “Masss…” sentir el placer cuando lo sacas y lo vuelves a meter profundo, la fricción de mi pene en sus paredes vaginales era inmensa, en verdad parecía que estábamos hechos el uno para el otro, la fricción le sacaba gemidos de placer… “así mi macho, cógeme, soy una puta… soy muy puta…”, cambiamos de posición ahora ella viendo hacia atrás, veía la silueta de su cuerpo como se movía en nuestra danza sexual abriéndose las nalgas y volteando a verme mientras le daba nalgadas, eso nos prendía, cambiamos en varias posiciones ahora en la cama, la puse patitas al hombro y ella sentía mis embestidas más profundas, gimiendo más fuerte y bufando de placer, repetía sus palabras que ella veía me ponían como toro, yo ya estaba sudando copiosamente, aun no quería correrme dentro del condón que estaba para ese encuentro.

Como les decía ella estaba consciente de que sus palabras me habían vuelto un toro, me sentía la estocada en el orgullo, ella siguió diciendo “te gusta mi culito? te gusta como esta mi culo, se ve bien?” yo solo con más vigor le propinaba vergazos en su rica y ardiente pucha y le decía que estaba bien rica, así que se la metí varias veces más, tomándola de la cadera, los dos improvisábamos nuestro ritmo a veces era ella quien tomaba la rienda y en otras yo la llevaba por ese sendero sexual, yo estaba fascinado con ella en mi cabeza no cabía que esa linda niña no teníamos más de unas horas de conocernos personalmente y ya me la estaba cogiendo y que resultara tan ardiente en la cama.

Mientras la penetraba y le daba nalgadas, ella solo repetía… “soy tu perra papi, así cógeme… soy una puta… y tú eres mi padrote, mi macho, cógeme rico”.

Tuvimos varios orgasmos después de haber estado amándonos en aquel recinto del placer, ella al menos tuvo tres, yo dos las cuales una de ellas quedo dentro del condón cuando me vine estando dentro de ella, y la electricidad de mi descarga activo sus espasmos los cuales apretaban mi verga con sus músculos vaginales, y mi otra venida fue cuando la tenía en posición de boca abajo y salí desde su concha arrancando la piel de plástico de mi palo, y sacudiéndolo sobre sus nalgas morenas, lo cual le embarre abundantemente por sus nalgas y su espalda baja mi crema del placer, lo cual ella solo tomaba entre sus dedos y la embarraba por su cuerpo, y algunos hilillos de mi néctar escurrió por su ano hasta llegar a mezclarse con los fluidos de su vagina.

Descansamos abrazados, mirándonos besándonos acariciándonos y ya con mucha más confianza que en la mañana, platicábamos agotados en la cama, y me decía que nunca hubiera pensado que eso sucedería, pero que la puse muy cachonda en el cine, y que no pensaba que ocurriera por lo serio que estábamos al conocernos, ya que solo nos habíamos reunido por cuestiones “profesionales” así que ni planeado hubiera salido. Me comento en ese momento que al principio le parecía yo muy serio antes de conocernos sexualmente, y que nunca se imaginó que la hiciera vivir ese episodio “¿Quién te viera?” me comento y dentro de mí solo pensé para no ofender su estima, que también había resultado una ardiente pupila, que no me podía imaginar lo puta que resulto en la primer cita.

Esta situación la catalogaría como si yo fuera su mentor o su profesor, ya que la diferencia de edad era de aproximadamente unos 8 años entre ella y yo, ella era una pupila recién saliendo de la universidad y yo ya con un poco más de experiencia profesional (y sexual).

Nos duchamos juntos, fajando en la regadera. Nos alistamos para salir de esa catedral del placer y la deje en un sitio cercano a su domicilio para no comprometerla ya se había pasado de su tiempo que me había dicho para llegar a su casa, pero se veía muy complacida, quedamos de vernos después, aunque ella tenía novio, seguimos nuestra relación por varios meses más, y ya será en otra ocasión que les cuente, cuando le compre un disfraz de colegiala, y le tome fotos que podría compartir con ustedes si así lo quisieran, en aquella sesión fue igual o más ardiente que la primera, ya que el disfraz y las poses para las fotos son el fetiche de nuestra fantasía de ese próximo relato.

Les dejo unas fotos que ella me envió mientras atendía el Cyber, me mandaba fotos de sus nenas y una foto, con el uniforme de colegiala, para que se la imaginen en este relato.

Me despido de ustedes esperando que haya sido de su agrado este relato, que no trata de una escena de película porno con chicas de súper cuerpo de “top model” y yo galán de telenovela con pinga de negro de whatsapp jejeje.

Solo quiero hacer una especie de tributo a esas hermosas féminas que me dieron la oportunidad de compartir un momento lleno de placer y erotismo. Y que gracias a sitios como este podemos disfrutar de la lectura de los mismos. Agradezco sus comentarios.

Contacto: [email protected].

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