Quiero platicarles lo que me sucedió hace ya algunos años, soy un hombre común y corriente, más común que corriente y con un buen trabajo en el desarrollo de sistemas. En la época que sucedió el siguiente relato yo rentaba un departamento para mí solo en una zona de nivel medio en la ciudad de México, por lo que a veces después de llegar de trabajar y no tener algo mejor que hacer, entraba a contactar amistades o una nueva posible conquista como siempre lo hacía mediante los chats que en esa época existían para “Ligar” pero esta vez iba a intentar conoce a alguien de igual edad a la mía o mayor de ser posible, así que ya sobre eso me adentre a un foro de gente de más de 40, se me había vuelto una fantasía conseguirme a una MILF (aunque ya anteriormente tuve experiencia con una mujer mayor empleada de mi madre años atrás cuando yo contaba con 20 años de edad, después contare esta aventura).
Para este relato yo contaba con 30 años de edad y ya había vivido varias experiencias con chicas conocidas por este medio, en un momento se me metió la idea de tener una relación con una mujer mayor a mi aunque ya había contactado en alguna ocasión con algunas mujeres mayores, solo nos habíamos dedicado a calentar por teléfono, hacíamos llamadas donde nos dedicábamos a tener llamadas calientes y a masturbarnos mientras hablábamos y expresábamos nuestros sentimientos hasta realizar la descarga nuestros obscuros y ardientes instintos, todo esto por teléfono.
Por lo regular las relaciones que había tenido, era con chicas menores a mi edad, cuando yo tenía 30 años tuve “amiguitas” y relaciones donde ellas eran de 19 años en adelante, casi no tuve relaciones con chicas de mi edad.
Mi trabajo de programador, me permitía poder llevar una vida privada y holgada lejos de familiares, por lo que podía pasarme el tiempo que quisiera platicando con mis futuros contactos y en esta ocasión tuve éxito con varias damas, pero fue solo con una señora en las que basare mi relato con quien tuve una plática cordial y no fui bateado en el intento ya que siempre fui cortes en ese aspecto y lo que se pudiera dar era algo que se iría dando si la chica lo permitía. Así tuvimos varias sesiones de pláticas vía chat y después por el famoso en su tiempo MSN Messenger (por este medio es que conocí a varias chicas que en su debido momento y si me lo permiten podre platicarles). Continuando mi relato con la señora madura de Toluca, Rox (así la llamare) y yo nos fuimos conociendo más, nos describíamos y contábamos nuestros estatus, a veces nos hacíamos llamadas telefónicas para platicar, al inicio de la amistad me tuvo la confianza para decirme que era estaba divorciada, que vivía con sus hijos y con la madre de ella. Poco a poco la relación fue creciendo hasta que me invito a visitarla, ella vive en Toluca, estado de México, yo como en esa época no tenía alguna relación y como la primera intención de conocerla fue para ver si salía algo sexual (para que negar que no fue mi primera intensión, de contactar a una dama madura), acepte dicha invitación ya que los fines de semana no tenía compromiso con nadie así que tuve varios viajes donde ella se encargó de ir por mí a la terminal de la ciudad de Toluca en su auto y me daba un tour por la ciudad y sus alrededores por varios fines de semana, conocí con ella algunos de los puntos de interés de la ciudad y en uno de esos viajes me llevo al nevado de Toluca, cabe aclarar que la señora físicamente era como cualquier dama de su edad sin grandes atributos físicos, no voy a exagerar diciendo que Rox era una belleza que pudieran incitar el libido con el que había yo iniciado esa relación, su forma de vestir aseñorada y tal vez influenciada por un ex esposo que le había inhibido cualquier punto de sexualidad, también el tener una formación moral religiosa y su dedicación a su hogar y sus hijos había influido a que su arreglo personal no fuera destacado y que no tuviera esa cachonderia que incitaría a uno a pecar con aquella damita, para mi se había vuelto en una amistad de fin de semana para no aburrirme sin tener planes en el día los fines de semana, regularmente los planes en mis fines de semana eran nocturnos.
Un día me llevo a su casa, no estaban sus hijos y me presento a su madre, la señora me trato muy amable, y casi nos dejó solos en la sala, entonces sentados en la sala de su casa, ella me dijo que me veía cansado que porque no me recostaba un rato, y me presto sus piernas para recostar mi cabeza, mientras ella me acicalaba el cabello, como les decía, ese día no estaban sus hijos y su madre se había ido a su cuarto a tomar una siesta, por lo que estábamos solos en la sala, yo ya empezaba a calentarme debido a las caricias que ella me propinaba, y ella me hacía platica mientras me acicalaba y trataba de darme un masaje, ya parecía gato ronroneando en sus piernas, en algún momento ella me propuso que para no hiciera un viaje cansado mejor me quedara esa noche en la recamara de su hijo, pero la verdad eso me dio pánico (me estaba cabreando), me sentiría comprometido pasar la noche ahí con dos señoras, sentía que me iban a ver como el novio de la señora (ja ja ja) y que después ya no iba a salir de esa casa, porque sería como el novio oficial de Rox (lo mío eran siempre chicas menores que yo), aparte su mamá estaba ahí en la cocina y de repente iba por la sala, si Rox hubiera vivido sola tal vez me hubiera animado pero en fin, yo tuve que salir corriendo de su casa debido a que me estaba calentando las caricias que me hacía y había provocado que se me parara la verga y ya no iba a responder de mí, pero todo ese prejuicio me detenía, en fin esa tarde solo fue de cachondear, ya en mi departamento la calentura hizo que me hiciera chaquetas mentales con ella y me puso a analizar la situación lamentando el no haber seguido el juego de esa tarde, por lo que en una plática con ella días después planeábamos alguna otra visita a su ciudad y se fue dando que empezamos a cachondear y poco a poco se fue dando el tema de que le había huido esa tarde en su casa, y que por su mamá no habría problema debido a que tomaba pastillas para dormir y que me hubiera quedado y que tal vez la hubiéramos pasado bien, en fin que me fui enterando de su situación, que se había divorciado del padre de sus hijos pero que no había tenido relación con ningún otro hombre y que su ex esposo solo había cumplido como ser el padre de sus dos hijos pero que no tenía ninguna experiencia, y que cuando trato expresar su sentir en el sexo la tachaba de piruja y que no podía ni moverse ni gemir, etc. porque eso era de mujeres de la calle, en fin que después de saber esto y con la calentura a flor de piel, le dije que yo me encargaría de que ella conociera un poco más del placer del sexo, así que le hacía sugerencias sobre si lo podíamos hacer en su carro en el bosque al nevado de Toluca, ella me dijo que esa tarde que me llevo se le había antojado algún escarceo sexual en el bosque, en fin hubo fantasías que cumpliríamos, y le cuestione que como se imaginaba que fuera un encuentro entre nosotros, así que fantaseamos de las cosas que al parecer ella no había hecho, como el meterse una verga en su virginal boca, el tener otra verga que no fuera de su marido dentro de ella sin condón y que le llenara su capullo de leche caliente varias veces, en fin era el momento de sus peticiones, así que planeamos que un siguiente fin de semana iría a visitarla a Toluca, para hacer realizar nuestra fantasía, así que le sugerí que fuera por mí, pero que la quería que fuera en una falda o vestido pero sin ropa interior y con su conchita depilada, sin nada de vello púbico y de ahí veríamos si nos íbamos a su casa o realizábamos todo lo planeado en la intimidad de un motel.
El resto de los días solo calentábamos motores, nos hablábamos y me decía que se sentía excitada de pensar en lo que haríamos ella estaba nerviosa y de mi parte la calentura y adrenalina por estar con aquella señora hacia mi mente volar y tener erecciones por el solo hecho de lo que podría ser.
Llego el día acordado, así que viaje a Toluca y ella iría por mí a la terminal de autobuses como siempre lo había hecho, pero esta vez iba a ser diferente por las indicaciones que le había hecho para su atuendo de ese día, yo esperaba verla y que el solo verla me provocara una erección, esa tarde tuvo algunos inconvenientes porque tuvo visita de familiares y estaban sus hijos, pero aun así ella llego con un poco de retraso, que la verdad al principio llegue a pensar que se había arrepentido de hacer esa locura, ya que por ser una dama hecha y derecha nunca había hecho algo inmoral en la calle o loco para su formación de dama.
En fin, después de una corta espera ella llego disculpándose por la tardanza, se notaba que ella estaba un poco tímida y nerviosa, sus nervios provocaron que al pasar por mi frente a la terminal se le detuviera su auto y en ese momento se le activo la alarma, ocasionando que las miradas se centraran hacia ella, eso la puso más de nervios por que no podía apagar la alarma, se tuvo que bajar destapar el cofre (fue cuando me di cuenta de que había cumplido lo que le había solicitado que fuera con un vestido) los nervios la estaban matando supongo que su prejuicios de señora respetable y podría haber alguien que la reconociera y le cuestionara que estaba haciendo afuera de la terminal, vestida así y recogiendo (bueno eso sería después, lo de la *recogida*) a un desconocido, en fin pudo apagar la alarma me subí a su auto, nos saludamos, la plática nerviosa de los dos, de cómo me había ido en el trayecto del DF a Toluca, le pedí me llevara a un cajero automático, y para ir rompiendo el hielo y no se enfriara el motivo de mi visita, le acaricie la pierna y no vi reacción de su parte de negarse a aquella caricia así que fui subiendo mi mano hasta meter mi mano bajo su falda mientras ella conducía (ahí fue donde me di cuenta que no llevaba ropa interior y con su concha depilada) estaba caliente y húmedo en su entrepierna, no sé si por el calor del ambiente, por sus nervios o por la excitación de ella al saberse que iba conduciendo con mi mano en su entre pierna acariciando su intimidad y que posibles miradas externas pudieran captar el momento.
En fin que después de recorrer algunas calles y decidir en donde haríamos realidad nuestra aventura, obviamente su casa ya no sería posible, así que nos metimos a un motel de la avenida paseo Tollocan, una vez que nos asignaron una habitación metió el auto al garaje, cerraron la cortina y aprovechamos para acariciarnos, mientras le besaba, ella bufaba excitada, solo pude meter la palma de mi mano para sentir una vez más su calentura y ver que estaba ardiendo, así que nos estábamos dando un buen faje en el auto, pero en verdad que la situación me puso caliente y nos fuimos hacia la habitación que estaba en un piso superior así que como buen caballero que soy (bueno ni tanto porque si no, no les estaría contando este relato) deje que ella fuera delante de mí, mientras subíamos levante su falda para que morbosamente pudiera ver sus nalgas al natural, ya que como les había dicho no llevaba ropa interior, así que le acariciaba las nalgas o pegaba mi cara en ellas mientras subíamos, la verdad que aunque no era una mujer con exuberantes atributos, ese era un momento lleno de sexualidad y morbo que evocaba esa escena, era más que suficiente para empalar aquella mujer deseosa de aventuras, a la edad que yo tenía en ese momento, era mejor tener mi palo dentro de esa hembra madura que tener que hacerse justicia de propia mano, presintiendo que esa mujer daría una sesión de sexo diferente, aunque ella no tenía mucha experiencia según lo que me había dicho y después confirme lo que me había confiado, ya que después de subir a la habitación, entre beso y beso nos fuimos quitando la ropa, hasta que la deje desnuda tratando de recorrer su cuerpo y que ella se sintiera en confianza, y creo lo logre porque no hubo falsos pudores de su parte, en un momento en que yo me estaba quitando mi camiseta, ya no tenía pantalón ni calzón, tenía mi verga bien parada roja e hinchada ya que el sexo se podía sentir en el ambiente, ella me había levantado el lívido con sus caricias, entonces ella aprovecho que yo me estaba sacando la camiseta cuando sentí dolor en mi pene (ustedes sabrán como duele cuando esta tan sensible y de repente no usan bien los dientes al manipularlo nuestros órganos sexuales), ella se había metido mi verga en su boca y la estaba mamando de una forma que me lastimaba, no sabía cómo hacerlo y por ello me había producido ese malestar, pero lejos de molestarme me sentía afortunado de estar con aquella dama que estaba decidida a complacerme ya que aunque nunca había hecho sexo oral por sus creencias y prejuicios que le habían formado (ella veía todo eso como sucio y anti natural), pero en ese momento junto a mí se estaba despojado del velo de cualquier prejuicio moral complaciéndose a sí misma por tantos años de ayuno sexual y a mí me estaba cumpliendo una fantasía de estar con una mujer mayor que yo.
Terminando de quitarnos el resto de la ropa y la recosté en la cama, y mientras recorría su cuerpo con besos y caricias, le cuestione si quería que me pusiera un condón, y la respuesta que me dio fue la misma que ya habíamos hablado por el chat, que quería sentir mi leche en su interior la mayor cantidad de veces que fuera posible, y que lo que yo quisiera hacerle y enseñarle (yo accedí consiente de que era una mujer que no había tenido varias parejas sexuales y era una mujer limpia). Así que continuamos calentarnos mutuamente con besos y caricias, con mi pene frotándolo es su caliente vagina, ya estábamos ardiendo los dos, mi verga ya estaba presionando su pucha y babeando liquido pre-seminal sobre ella, así que en la posición de misionero que es la clásica y que ella conocía perfectamente, fui introduciendo mi palo ardiente dentro de su húmeda y ardiente cueva, que ya estaba lista para abrazar a su viril intruso, en verdad que fue delicioso poseer a esa gran dama y poder realizar nuestra fantasía los dos, mientras nuestros cuerpos se encontraban unidos nos besábamos y acariciábamos, pareciera que lo deseáramos de hace mucho tiempo esa unión, besaba sus tetas maduras como una frágil fruta metía el botón de su pezón en mi boca y los succionaba, en realidad no supe si le agradaba o no (alguna mujeres no les gusta que les toquen esa parte) pero ella decía que estaba para lo que yo quisiera, en verdad es toda una dama, no hubo palabras fuera de lugar o “elevadas de tono” en ese momento de pasión, solo nos dedicamos a que ese encuentro fuera como lo habíamos planeado o lo más cercano, pasado un tiempo de estar cogiendo rico, por lo caliente de la situación y por toda la carga de la aventura, aventé dentro de ella mi primera carga de leche, solo sentí recorrer una descarga de energía por mi cuerpo y ella solo gemía y sentía que su cueva de placer estaba exprimiendo mi verga con la suavidad de su vulva, solo sentía lo caliente de nuestros líquidos y como su interior oprimía a mi pene, se sentían los espasmos de nuestros sexos, aunque la primer descarga había hecho un poco de estragos en mi ser por la descarga sexual de nuestro primer encuentro, continué acariciándola y tratando de no salirme de su interior, continuaba con un movimiento suave de mete y saca, su pucha aún estaba caliente y deseosa de más leche, y ese era el plan desde un inicio así que no podía fallarle, por lo que la voltee con una almohada bajo su cadera, para que elevara sus nalgas (esa posición me pone a 1000) al ponerla en esa posición mi lívido regreso recargado, por lo que le volví a sumir mi palo en su ardiente cueva del placer, que estaba más que húmeda ya que contenía mi leche de la anterior descarga, solo la agarre de sus caderas mientras la veía empinada ante mi entregándome su bello cuerpo de dama, mientras yo la penetraba con fuera, esa posición y verla así sometida hacia que mi pene se pusiera vivo otra vez, solo le abría las nalgas para poder ver mi pene como entraba en aquella pucha ardiente y depilada a petición mía, mi ego estaba a más del 100%, me estaba cogiendo a aquella dama que había hecho por mí lo que para ella era una locura, estaba cogiendo con un hombre menor que ella, que la estaba tratando como dama y como puta de común acuerdo, conmigo no se tendría que limitar a hacer, sentir o decir lo que le vinera a la cabeza ya que conmigo podría expresar lo que quisiera, eso creo que fue lo que a ella le dio el valor para ser mi puta esa tarde, en mi mente solo estaba su imagen de ella empinada, con sus nalgas abiertas y con mi pene entrando y saliendo de su puchita ((en este momento que escribo esto estoy en un cyber con la verga parada y con la excitación de revivir lo que escribo siento que mi verga esta húmeda y a un lado hay una chica, eso lo vuelve excitante)) en fin que esta excitación le agregue una nalgadas a sus maduras nalgas, y me apoyaba en ellas para infringir más fuerza en mi entrar y salir, apretaba sus nalgas y luego se las volvía a abrir, la calentura fue tal, que nuevamente me vacié dentro de ella, la sostuve de sus caderas sin quererme separarme ni un milímetro de su ser, propine una estocada hasta lo más profundo posible y sentir como mi tenia nuevamente espasmos, el típico placer de un orgasmo y como si mi verga tuviera la posibilidad de extenderse más de su tamaño y se tratase de una serpiente tratando de reptar en su interior, soltando su caliente elixir de mi ser hacia su cueva, ella solo gemía despacio ya que no estaba acostumbrada a hacer todo eso o expresar sentimientos, yo no podía dejar de bufar mientras desflemaba mi chile dentro de ella, esta segunda venida de mi pene fue más placentera que la primera vez, pero aún no se terminaba la faena, yo le había prometido que tendría mi néctar dentro de su capullo en más de una ocasión, así que descansamos un poco, ya con un poco de más cordura recorrimos la habitación platicamos un poco, ella sin pudor alguno mostraba su cuerpo desnudo ante mí, estábamos los dos desnudos en esa habitación que era el cómplice de nuestra furtiva reunión sexual. Habiendo recargado baterías de mi parte, decidí continuar con la faena que había prometido a ella, así que una vez más nos dedicamos a nuestro encuentro donde gozamos esa tarde de nuestros placeres carnales, una vez más llenaba su cueva de mi jugo seminal, y ella regocijada de tener la leche caliente en su interior, cosa morbosa el tener a esta dama recatada y por tanto tiempo retenida de los placeres, con mi leche en su interior y además con la pucha depilada a petición mía y sin ropa interior, llegaría a su casa donde estarían sus familiares y pasar junto a ellos con mi leche escurriendo de su interior, eso me volvía una bestia en mi ser y parecía un toro bufando mientras mis espasmos y mi verga regordeta ardiente y roja estallaba en su interior una y otra vez, hasta caer a su lado fumigado de tanto placer, ya se le hacía tarde por lo que nos tuvimos que dejar el cuarto de motel que fue nuestro cómplice de aventura, Me fue a dejar a la terminal debido a que no podría ir a su casa por sus familiares que las visitaban. Yo regrese a la CDMX en ese entonces llamado DF y en el transcurso del viaje mi mente solo iba recordando el encuentro de hace unos minutos y como a veces los autobuses “Caminantes” no van llenos permitió que me pudiera sacar mi pene un rato para recordar el momento anteriormente vivido y dedicarle una exprimida más a mi verga, dedicándola a mi señora Rox, aun tuve lechita para descargar y poder llegar a descansar ese día a mi departamento, después de una grata experiencia con esta real y dama.
Aunque la relación no paso a mayores no pudimos repetir el encuentro por factores fruto de nuestros prejuicios, de mi parte yo no quería un compromiso mayor con aquella dama y ella a su vez se alejó un poco al no ver mi interés por ella. Hoy en día aún tenemos contacto por whatsapp, y en algún momento hemos tocado ese tema tiempo después llegando a la conclusión de que nuestros prejuicios sepultaron lo que pudo ser otros encuentros, aunque ya pasaron varios años yo no descarto el tener una reunión donde podamos completar esta historia, ya que en algún momento después de esa reunión ella me indico que estaba para complacerme, aunque ella por cuestiones familiares y económicos a veces es difícil contactarla, yo casado y con familia hace que limite un encuentro nuevo entre nosotros.
Espero que la historia haya sido de su agrado y en un futuro si me lo permiten les contare la primera vez que estuve con una señora cuando yo tenía 20 años y ella empleada del negocio de mis padres tendría entre 30 y 40, y otras aventuras más, hasta pronto.
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