Soy una mujer de 40 y tantos años. Tengo un cuerpo fino, con buenas curvas y mi culo es mi orgullo. Lo tengo bien paradito gracias a que todos los días le dedico buenas horas de pesas, y mis tetas, son normales, ni muy grandes y ni muy chicas. Me case cuando tenía 22 con un hombre al que ame con todo mi corazón, pero gracias a mi suegra, me cambio mi vida sexual.
Cuando me case, mi esposo y yo nos fuimos a vivir con mis suegros por un tiempo ya que nos ofrecieron su casa y nos hacían falta pocos meses para terminar nuestras carreras profesionales.
Les comento que hoy en día, tengo mi propia compañía y soy una mujer muy discreta en mi trabajo.
Nuestro cuarto quedaba justo al frente de mis suegros. Mi suegra, es una mujer muy bella y hace 18 años, la verdad que lucía una mujer muy sexy. Mi suegro, un hombre alto de cuerpo muy normal, pero de un carisma espectacular, igual al de mi esposo.
Todas las noches, nos sentábamos a comer juntos los cuatro y compartíamos risas y diálogos.
En las mañanas salíamos mi esposo, mi suegro y yo para nuestros quehaceres. Una mañana, en la universidad, el profesor que me daba la última clase de ese día, no llego así que nos cancelaron esas horas. Unos amigos me invitaron a desayunar. Yo les dije que tenía que irme a terminar un trabajo. Cuando llegue a la casa, entre y por un momento supe que me encontraba sola. Así que me cambie y me puse mi pijama. Baje a la cocina a calentarme una taza de café ya que estábamos en invierno. Y cuando subí note que la puerta de mis suegros, estaba un poco cerrada. Golpee, pero nadie me contesto. Así que entre a ver si alguno de ellos estaba cuando de repente escucho:
"Métemela papi"
"Con que querías verga hoy no, puta?"
"Si la quería hoy papi…"
Me quede fría por unos momentos, cuando se siguen diciendo:
"Ven dame tu cara de puta, que estoy que me corro!"
"Dame esa leche en mi cara…"
"Ahhhh, tómala puta!"
¡No sabía que hacer! Sabía que era la voz de mi suegra, pero la otra voz, era gruesa y profunda, y supe en esos momentos, que no se trataba de mi suegro dándole a mi suegra su vitamina.
Salí corriendo a mi cuarto y me quede allí esperando a ver quién era ese hombre.
Me canse y me senté por unos minutos en la cama, pensando en aquellas palabras y como ese hombre hacia que mi suegra le obedeciera. Cuando salí del cuarto después de 15 minutos, levante la mirada y allí estaba mi suegra con una bata un poco transparente la cual se le notaban sus pezones, grandes y cafés y sus grandes tetas…
"Hola G, pensé que no había nadie…"
Me dijo con voz nerviosa.
"No Sra., es que me cancelaron la clase y acabo de llegar."
Le conteste de igual manera, nerviosa. Nos miramos y tan solo nos dimos una sonrisa.
Baje a hacer mi trabajo.
En la noche, cuando mi esposo y mi suegro estaban en casa, nos sentamos todos a cenar. Allí yo miraba disimuladamente a mi suegra, la cual estaba actuando como si nada. Pero a la vez, ella me miraba, con ojos de sospecha.
Pasaron unas semanas y yo quería cerciorarme de quien era esa persona que estaba clavando su verga a mi suegra. Así que opte por dejar de ir un día a la universidad. Cuando salíamos juntos con mi esposo y mi suegro, agarrábamos para direcciones diferentes, así que yo me quedaba de mi bus, y calcule más o menos la hora de la pasada vez. Llegue a la casa. Esta vez, abrí la puerta con cuidado y subí las escaleras. Mire a hacia el cuarto de mis suegros y allí la puerta estaba entre abierta. Me acerque y note una pierna en el aire y el sonido típico cuando entra la verga en una chocha mojada… Me excito escuchar ese sonido. Abrí con mucho cuidado la puerta cuando vi a un negro entre las dos piernas abiertas al máximo. Note ese hermoso culo de negro empujando mientras que las piernas iban y venían con el empuje.
Comencé a tocarme una teta y comencé a morderme mi labio.
"Ah, así papi, así méteme todo ese chorizo, ese pedazo de salami…"
Escuche la voz de mi suegra diciéndole a ese negro. No me había acordado que traía en mis hombros mi maleta, y por el peso, se me deslizo y golpeo la puerta. Salí corriendo en esos momentos. Me entre a mi cuarto y eche seguro.
Pasaron unos pocos minutos cuando escucho un toc toc.
"G estas hay?" era la voz de mi suegra.
Yo no sabía que contestar, hasta que tome el valor de abrir la puerta y allí estaba, mi suegra completamente desnuda. Sus hermosas tetas, su cuerpazo y su chocha bien cuidada.
"Yo sabía que eras tú la que me había espiado la otra vez con José."
"Como así?" le pregunte.
"Acompáñame…"
"No Sra., como se te ocurre eso… ¡No, yo me quedo acá, no diré absolutamente nada de lo que estás haciendo te lo juro!"
Me agarro de la mano y me llevo a su cuarto.
Entre con la cabeza baja…
"José, sal un momento."
Escuche la puerta del baño abrirse y la voz gruesa y profunda de ese negro:
"Quien es ella?"
"Te presento a G, mi nuera"
"Que piensa hacer?"
Le pregunto José.
Me levanto la cabeza y me dijo:
"Quieres mirar?"
"No Sra. como le dije, Yo me quedo en mi cuarto…". Mientras que de reojo miraba la verga de José. ¡Le llegaba hasta un poco más de la mitad de la pierna!
"Está bien, tú te lo pierdes…"
Me soltó mi mano y salí hacia mi cuarto. Cuando en la salida, escucho.
"Van para acá negro y dame esa vergota…”
¡No lo podía creer! Mi suegra a la que yo tanto respetaba y admiraba, era una completa puta.
No volví a entrar al cuarto.
Pasaron los días y yo no podía sostenerle la mirada a mi suegra. Ella sabía que yo sabía de su "pequeño" secreto. Hasta que una mañana de un sábado, mi suegro en el desayuno, nos comentó que se tenía que ir de viaje y mi esposo esa noche iba a salir temprano con sus amigos a tomar. Qué casualidad ¿verdad?
El hecho que mi suegra me miro con ojos de felicidad los cuales yo sabía que esa noche iba a ser de clavada!
Así que esa noche yo quería quedarme en casa de una amiga, pero la muy perra estaba con el novio. Así que me quede encerrada en mi cuarto. Habrían pasado unas horas desde que mi esposo se había ido. Y escucho que la puerta de la entrada se abre y los pasos subiendo las escaleras.
Susurrando:
"Óyeme, tu nuera esta acá"
"Si, ella esta, pero no la molestemos, vamos a lo que viniste"
Entran en el cuarto y comienza la faena.
Escuchaba los gemidos y los sonidos de esas clavadas… No me aguante las ganas, estaba completamente excitada, me quite la pijama y me puse una bata, salí de mi cuarto y caminando hacia el cuarto de mi suegra, me estaba metiendo dos dedos dentro de mi chocha. Seguramente mi suegra me sintió, paro y se acercó a la puerta y me dijo:
"Si quieres estar más cómoda, sigue y te sientas…". Abrí la puerta y allí estaba ella, caminando hacia la cama y se arrodillo frente a José y su mega salchichón! Se lo comenzó a mamar como una profesional.
Me senté en la silla y comencé a ver ese espectáculo.
José no decía nada, tan solo le cogia las tetas de mi suegra, mientras que ella con su verga dentro de su boca. Pude ver con mucha claridad la verga de José, una verga de cabeza rosada bien larga y un poco gruesa con los huevos bien caídos! Y pude ver como mi suegra se los metía en la boca y escuchar a José disfrutando de esa lamida y mamada.
"Eso mamita, metete esos dedos dentro de esa chochita rica".
Me decía, cosa que yo estaba disfrutando al máximo… De repente José le saca su vergota de la boca de mi suegra y se baja de la cama, camina hacia a mí y se me pone de frente! Yo no sabía que hacer… y note como las manos de mi suegra por detrás comenzaron a agarrase de semejante verga y le cogia los huevos.
"Vamos G, pruébala, te lo juro que no diré nada…"
De lo excitada que me encontraba, no lo pensé dos veces y me metí esa cosota de verga en mi boca y comienzo a mámasela! José tan solo disfrutaba y me cogia mis tetas sobándolas suavemente.
"Que tetas tan deliciosas, tienes mamita"
Mientras que y con su vergota no podía pronunciar nada.
Vi que mi suegra de sentó a mi lado y comenzó a acariciarme las piernas. José puso sus manos sobre mi cabeza y comenzó a culearme la boca! Mis manos se pusieron en sus piernas y sentí las manos de mi suegra sobándome las tetas, esto me puso muy pero muy caliente.
"Yo sabía que tú eras un perrita cuando te conocí por primera vez y ahora me lo estas confirmando, jajaja"
Me dijo mi suegra mientras que José no me dejaba sacar su verga de mi boca.
De un momento a otro mi suegra coge la vergota de José y me saca de una sola y comienza a mamársela fuertemente. Desde ese momento entendí que tenía que mamársela así de esa manera.
Comencé a hacerle lo mismo a mi suegra, le cogí sus grandes tetotas y a sobárselas.
Mi suegra se puso de pie y se colocó en 4 en el borde de la cama, José se colocó detrás de ella y apunto y se la mando a guardar.
"Ahhhhh… que chimba de verga papi"
Me miro y me llamo con un dedo. Me coloque delante de mi suegra y abrí mis piernas… No sabía lo que estaba haciendo, pero lo mejor es que mi suegra me respondió chupándome mi chochita! Me metió lengua, dedo, me la golpeaba, me hizo subir y a bajar!
Mientras que yo miraba a José como clavaba a mi suegra ese panorama que yo tenía nunca se me va a olvidar. ¡Con 22 años y estaba haciendo mi primer trio! De repente José empujo a mi suegra por el culo y me halo de las piernas, mi chocha estaba bien mojada y el negro sin decirme nada, agarro su verga con una mano mientras que yo estaba mirándolo apunto su cabeza en mi rajita y la fue empujando poco a poco… ¡QUE DOLOR! Pero a la vez se sentía muy delicioso. Mi suegra se me sentó encima de mi cara.
"Ahora chúpame mi chochita a ver cómo eres…"
Y comencé a meterle lengua se sentía muy rico y sabia a los mejores jugos que he saboreado.
Culeamos casi toda la noche en todas las formas que existían. Hasta que José no aguanto más y mi suegra me cogió del brazo y me hizo arrodillar junto a ella, juntamos las caras y me dice:
"Nuerita, aquí viene lo mejor de lo mejor…"
Note que abrió su boca y saco su lengua, lo cual hice lo mismo, cuando de repente, José saca unos bueno chorros de leche! El primero golpeo la cara de mi suegra y los otros en mi cara. Mi esposo no le llamaba la atención en correrse en mi cara, pero desde que José lo hizo, me quedo gustando.
Nos quedamos allí un momento, y de repente, mi suegra gira su cara y me sampa un beso llenos de leche, m gusto, nos besamos y nos entramos a la ducha.
Nos quedamos dormidos esa noche los tres en la cama de mi suegra.
En la mañana siguiente, nos culeamos una vez más antes de que José se fuera.
Él que sale y a los 15 minutos entra mi esposo!
Lo saludé como si nada y note que estaba excitado, así que mire a mi suegra la cual me pico el ojo y me entre con mi esposo y me lo culee.
Yo sabía que mi suegra estaba escuchando desde la otra parte de la puerta.
Cuando salimos y nos sentamos a comer, mi esposo diciéndonos lo que había hecho la noche anterior y nos preguntó que habíamos hecho esa noche. Nosotras nos miramos y nos reímos.
Pero por debajo de la mesa, nos estamos tocando.
Esos dos años me culee a mi suegra junto con José y muchas veces tan solo nosotras dos.
Hoy en día, recuerdo eso, y mi suegra esta en otro país, pero siempre que hablamos recordamos aquellos tiempos. Ahora me pregunta que si he estado culeando por ahí y le digo que ¡siempre! Que gracias a ella me volví una puta de vergas negras y de chochas…