Nos encontrábamos en una fiesta de unos amigos acá en Bogotá, Colombia. Yo había llegado con otros amigos a la fiesta. Allí se encontraban muchas personas amigas y otras que nunca había conocido. Como saben, las chicas siempre van muy lindas. Me había gustado una y me acerque a hablar con ella y a tomarnos una cerveza. Todo iba bien hasta que sentí un ligero pellizco en mi nalga. Gire a mirar cuando me di cuenta que era mi prima. Nunca me imaginé que ella iba a estar allí y había llegado con su hermana y el novio de ella.
Para hacer el relato corto, nos sentamos a hablar y a tomar y cuando nos encontrábamos un poco subidos de licor, me le acerque al oído y le dije:
-Óyeme primis… sabes una cosita?
-Dime…
-Casi todos los días me pajeo pensando en ti y en todas las veces que hemos culeado!
Ella se quedó callada y trato de disimular lo que le había dicho, hablando con el novio de mi otra prima y riéndose como si no hubiera pasado nada. Así que me sentí un poco incómodo al haberle comentado eso y como ya había pasado un buen tiempo desde la última vez que habíamos tirado, que fue en Cartagena
Así que me puse de pie y fui a ver dónde se encontraba aquella chica con la cual había comenzado a hablar desde el principio.
Pero no la encontré y me dedique a tomar un poco más de lo debido.
Habrá pasado yo que sé, una hora o algo por el estilo cuando llego mi prima y me cogió de la mano y nos volvimos a sentar. Allí sentados, me comenzó a mirar de una manera diferente al cual Yo sabía que era lo que deseaba.
Todas las personas estaban tomadas y mi prima me dijo:
-Vamos al carro y allí te consiento tu vergota, te parece?
En ese momento, no le dije nada sino que me puse de pie y fui saliendo de la casa de mis amigos. Hice que ella me viera salir para no atraer la atención de las demás personas.
Laura (por intimidad no es el nombre de mi prima) me miro y me guiño el ojo. Baje lo mas rápido al carro y allí adentro me quede esperándola. Le tomo más o menos unos 10 minutos en bajar. Entro al carro y yo sin dejarla subirse completamente ya le estaba metiendo la mano y tocándole ese culo. Se subió y sin pensarlo me fue agarrando mi verga y me abalanzó a besarme. Nos quedamos allí manoseándonos por una media hora, hasta que me dijo:
-Quieres ir a mi casa?
-Pero mi tía?
-Ella no está, está de viaje, vamos para allá y así podemos culear bien rico, quieres?
-Listo.
Encendí el carro y nos dirigimos a la casa.
Allí entramos y nos fuimos quitando toda la ropa hasta quedar en bola completamente. Llegamos al cuarto de mi tía y allí Laura puso sus manos encima de la cama y empinando su culito, me dijo:
-Acércate…
Yo estaba en la entrada del cuarto pajeandome, mis huevas estaban totalmente llenas de leche. Me le acerqué y coloqué mi verga entre sus nalgas. Mi prima comenzó a bajar y a subir. Mientras que mi verga se ponía como un palo le iba agarrando sus enormes tetas y le decía:
-Sabes que me encanta coger y manosear estas tetotas primita?
-Cógelas, manoséalas, haz lo que quieras con ellas porque me fascina como lo haces primo!
Y con una de sus manos, agarro mi verga apunto a su chocha peluda y ella misma se lo enterró!
Sin moverme de allí ella comenzó a culearme tan deliciosamente que yo hacía todo lo posible por no correrme!
Hicimos todas las posiciones posibles hasta me dejo coger sus tetas y poner mi verga entre ellas y hacerme la rusa
Fue algo muy delicioso y que duramos allí por lo menos unas dos horas culeando. Lo que más me gusto fue la manera que Laura se puso en perrito y me dijo que le halara el cabello que se quería sentir utilizada y como una puta! Yo sin pensarlo dos veces le hice caro y se la clave hasta no poder más! Le decía que era mi puta, mi perra y que ese pedazo de chocha peluda era mío, mientras todo esto, le cacheteaba sus nalgas. Se dio vuelta y me dijo que derramara mi leche encima de su chochito. Así lo hice y como saben de mis otras veces que me la había culeado, se puso a jugar con mí leche y masturbándose el clítoris con mí leche.
Nos quedamos allí después de habernos culeado un buen rato. Hasta que mi prima se quedó dormida. Recogí mis cosas y me fui de allí. Al día siguiente nos volvimos a ver en un almuerzo familiar y como ya saben… lo que paso fue algo muy suave esta vez.