Llevábamos un mes sin tener encuentros con Marta, aunque nuestra actividad sexual era placentera y diaria, en la mente se mi mujer siempre estaba presente su amiga.
Un viernes a la hora de comer ella me comentó que había estado hablando con Marta, que le había comentado que nos hecha a de menos y que estaba deseando vernos.
Le dije que la llamará y que quedará con ella para el día siguiente por la mañana, para pasar el fin de semana juntos, yo también estaba deseando jugar y disfrutar de sus descomunales tetas. Llame a la casa rural donde solíamos ir y estaba libre, la reserve y después me marché a comprar todo lo necesario para sobrevivir esos dos días.
A la hora concretada para marchamos recibimos una llamada de Marta, en la que nos decía que había surgido un problema, su prima se había presentado en su casa a visitarla.
Al estar ya la casa alquilada y pagada le comenté que fuéramos los cuatro de todas maneras, que ya no íbamos a perder el dinero abonado.
A los 20 minutos apareció Marta con su prima Ana, una mujer bastante más joven que nosotros de unos 30 años, alta delgada de pechos pequeños y culo también pequeño pero redondo y respingo.
Tras las presentaciones nos fuimos a la casa, al llegar e instalarnos mi mujer y yo en un dormitorio y las primas en otro, bajamos a la piscina. En un principio yo con bañador y ellas con bikini, al rato mi mujer y Marta estaban ya haciendo topless, Ana algo cortada se la veía dudosa pero con ganas de quitarse la parte de arriba, se veía a simple vista que ellos hacia topless también ya que no se observaba corte de color provocas por el sol en sus pechos. Al final Marta la convenció para que se lo quitará.
El calor apretaba y los cuatro nos metimos en el agua, entre juegos de un tirón arranque las braguitas del bikini a mi mujer, al estar golpe no tuvo más remedio que quedarse desnuda, Ana se reía nerviosa y no quitaba la vista del coño rasurado de mi mujer, seguimos con los juegos acuáticos aprovechando yo para tocar todo lo que podía, los pechos de Marta, el coño de Sara y el culo de Ana, mi paquete era ya notorio, y ella aprovechaban para mirarlo cada vez que me salía del agua para tirarme desde el borde.
Mi mujer comenzó a jugar con su amiga y logró también dejarla totalmente desnuda y después entre las dos fueron a por Ana, diciendo la que todas o ninguna, mi mujer logró sujetar por las espalda a Ana que pataleaba e intentaba resistirse y su prima le fue quitando el tanga, cuando lo consiguió dejo a la vista un coño de labios pequeños y apretados con algo de pelos pero muy arreglado. Ya estaban las tres desnudas y empezaron a cuchichear y a mirarme, me imaginaba que estaban hablando, cuando las vi dirigirse hacia a mí, intenté escapar pero sin mucha intención, estaba deseando que me quitaran mi bañador, para con el forcejeo tocar todo lo posible.
Estaban ellas bregando para desnudarse, era un revuelto de tetas y manos, yo aproveché para pasar mis dedos por la raja de Marta y de mi mujer, las cuales se mordían el labio y me miraban con vas de resignación, disimuladamente pase mi mano abierta por el culo de Ana y luego con el forcejeo le meto la mano entre sus piernas, mi sorpresa es que ya había allí otra mano, creo que se mi mujer pero sin poder asegura lo.
Ana tenía las mejillas coloradas, a Marta le brillaban los ojos de deseo con su mano en mi polla por debajo del agua y con sus pezones grandes y duros como diamantes, Sara estaba ya que no podía más de excitación e hizo algo que yo no me esperaba, pero su cuerpo al de la prima de su amiga, pechos con pechos, metió una de sus manos entre las piernas de esta y la otra en su culo y la beso, tras la sorpresa inicial de Ana, esta correspondió al beso y caricias, al separarse al rato de mi mujer, Ana nos dijo que estábamos tardando mucho que su prima le había dicho que los encuentros entre los tres eran muy calientes y guarros, que estaba deseando comprobarlo.
Marta se reía, lo tenía todo programado, se acercó a mí y tras besarme me preguntó si me gustaba la sorpresa, a lo que no le tuve que contestar, mi polla lo decía todo.
Nos salimos denla piscina, entramos en la casa, y ya en el salón era todos para todos. Mi mujer y Ana al minuto estaban haciendo un 69, yo con mi polla entre las tetas de Marta, la cual aprovechaba en lamer lo poco que asomaba s mi capullo por la parte superior de estas. Al rato Marta me susurró al oído que premiará a su prima, me acerqué a ella y según seguía sobre mi mujer sin previo aviso le inserte mi miembro en su vagina de golpe, Sara lamia el clítoris de Ana y mis huevos alternativamente, Me dijo a ver qué estaba haciendo Marta y la veo metiéndole el consolador doble a mi mujer en el copo y la otra punta metiéndose ella haciendo la tijera. Era un espectáculo impresionante.
Estaba nombrando el copo de Ana, pero no dejaba de mirar la entrada de su culo, era apetecible y estrecho, se la saque de su vagina y tras lamerle el culo a la vez que mi mujer seguía con su clítoris, le puse mi capullo en la entrada de este, presione despacio, y logre meterlo y poco a poco introducirle unos pocos centímetros, esta protestaba por el dolor pero aguantaba las entidas, cuando se acostumbró su agujero al intruso comenzó a disfrutarlo y a pedir que le diera más fuerte, mi mujer quitó su cara de entre sus piernas, se colocó el arnés con el pene de goma, se metió debajo de ella y se la metió en el coño de golpe, Ana gritó de placer y dijo que era la primera vez que tenía lleno sus dos agujeros a la vez, Marta se sentó encima de la cara de Sara para que le trabajará con su lengua. Los gemidos eran ya gritos, el sudor de los cuatro se mezclaban, la primera en correrse fue Ana, que del placer que le dimos se orno en lo alto de mi mujer, luego derrame yo mi leche en el interior de sus entrañas y a los pocos segundos lo como Marta llegaba a su orgasmo con la comida de Sara.
La única que no había tenido su orgasmo hasta el momento fue mi mujer, pero no tardaría, ya que las dos primas y yo nos pusimos a ello, Ana me la mano unos segundos para que mi polla recortará su dureza, lo hacía bastante bien, Marta masajeaba con sus manos los pechos de Sara y le acariciaba así coño.
Ahora fue Ana la que se colocó el arnés y entre los dos le hicimos una doble penetración a Ana, mientras Marta la mía y acariciaba por todo su cuerpo, conseguimos que llegara a un gran orgasmo, quedándose varios segundos convulsionándose. Después coloque a Marta boca arriba con sus piernas en mis hombros y me la rollo a lo vestía consiguiendo que se corriera en pocos segundos y poco después yo, dándome tiempo a sacarla para derramarme en lo alto de su abdomen y pechos.
Los cuatro quedamos agotados pero con ganas de seguir la fiesta.