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Lucía y los amigos de su hijo
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Tiempo de lectura: 9 minutos

Los amigos de Daniel quieren festejar el fin de curso de su universidad en una alberca a unos 30 minutos de la ciudad que les presto algún amigo de sus compañeros, su idea es ir el sábado al mediodía, pasar la noche en la enorme terraza o en una de las 2 habitaciones y regresar el domingo por la tarde, aprovechar y comprar algunas cervezas y cena en el asador. Daniel no quería dejar a su madre deprimida y sola en su casa por lo que mejor decidió no ir, después de platicarlo con sus 3 amigos, los cuatro coincidieron en que la mejor opción era invitar a Lucía, era divorciada muy bella, muy sonriente y alegre pero últimamente estaba algo deprimida por su soledad, no salía con nadie y sus pocas amigas estaban con sus maridos u amantes pasando de ella, aparte tendrían la oportunidad de verla en bikini, cosa que agradaba hasta a su propio hijo debido a su escultural cuerpo de poco menos de 1.60 con abdomen plano debido al constante ejercicio que también dejaba sus piernas fuertes y marcadas y una pequeña cintura que hacía ver más grandes sus ricas tetas y resaltaba su enorme par de nalgas que volvía loco a todo el que lo viera. Para Lucía no era muy agradable la idea de pasar su fin de semana rodeada de 4 jóvenes con ganas de beber, pero era más divertido que quedarse en casa sola y tratar de masturbarse debido a la sequía sexual en la que se encontraba desde su divorcio.

En el camino Juan, el más intrépido y bien parecido del grupo, saco el tema de las cervezas y con ayuda de Arturo, el gordito, y Gonzalo, el rubio atlético sin mucho cerebro, convencieron a Lucía de parar en una licorería a comprar las cervezas que querían. Entraron todos al local donde el empleado pregunto a Juan de donde habían sacado a tan deseable mujer y cuanto les cobraría, cosa que Juan negó explicando que no era una puta para coger, el tendero le dio una pequeña bolsa de plástico con un polvo y explicó que lo disolvieran en la bebida de la bella mujer para volverla la puta que querían, Juan algo confundido pero a la vez emocionado con la ilusión de poder disfrutar con esa escultural hembra guardo la bolsa sin que nadie lo viera y fue a reunirse con sus compañeros, ya de regreso en el auto Lucía iba un poco cabreada por las miradas y gestos que le hizo el empleado al salir pero decidió no darle más importancia.

Llegaron al lugar, era una alberca grande con camastros para tomar el sol y un jacuzzi donde fácilmente cabían 4 personas, los 4 hombres en cuanto entraron se quitaron todos sus camisas quedando en bañador y saltaron al agua, Lucía preparo algunas botanas, las dejo a los chicos y se tiró a descansar en la enorme sala de la terraza. Los 4 muchachos estaban en la alberca tomando algunas cervezas, se divertían y saltaban al agua apostando quien lo hacía mejor, Lucía tomo una cerveza que le ofreció uno de los muchachos y se dispuso a relajarse, todavía no terminaba la cerveza y empezó a fijarse en los jóvenes, no había notado antes que ya eran hombres, eran más altos que ella y tenían buenos cuerpos, excepto Arturo que era más bien gordito pero muy simpático, en cuanto termino la cerveza fue él quien le entrego otra para que no tuviera que levantarse y cuando se retiró Lucía no pudo evitar pensar que su miembro podría ser también bastante gordo, más tarde le apetecía tomar el sol y fue a vestirse con su bañador que encontró inadecuado para dicho fin al ser muy tapado y decidió usar su bikini, era diminuto y pensó que así también daría un espectáculo agradable a los amigos de su hijo que sabía la veían con deseo, cuando fue a uno de los camastros a tomar el sol ahí estaba Gonzalo y fue a él al que le pidió untar un poco de crema solar en su espalda, el muchacho accedió enseguida y Lucía se tumbó boca abajo y desabrocho la parte superior del bikini para facilitar la aplicación de la crema que Gonzalo fue extendiendo por toda su espalda, acariciando la piel y llegando a rozar las grandes tetas de la madura por los laterales, primero fue cuidadoso y al no recibir queja lo siguió haciendo con más descaro, cosa que divertía a la madre de su amigo, tanto que le pidió seguir untando la crema por la parte de atrás de sus piernas y el muchacho disfruto cada roce que llevaba hasta bien arriba y por la parte interna de los muslos de la bella mujer que solo atino a reprimir sus gemidos por el placer que le causaba el masaje, en un momento cuando el chico volvía a la parte alta de su espalda sintió un bulto duro dentro del bañador del muchacho y se dio cuenta que estaba excitado y por placentero que era recibir las caricias del hombre joven dijo que era suficiente y Gonzalo se tiró al agua para que sus compañeros no vieran su excitación.

Un rato después fue Juan quien se acercó un momento con ella a darle otra cerveza fría e invitarla a unirse con ellos en el agua cosa que rechazó Lucía y se volvió a relajar, un minuto después los amigos le pedían que regresara la pelota que había salido de la alberca y la mujer se levantó de su camastro para dar unos pasos y regresar el juguete, cuando estuvo casi en la orilla de la alberca levanto los brazos para lanzar la pelota y cuando vio la cara de asombro de todos se dio cuenta que no volvió a amarrar la parte superior del bikini y ofrecía una vista inmejorable de sus grandes tetas a los 4 nadadores, incluido su propio hijo, un tanto apenada y otro tanto excitada se dio la vuelta y regreso a tomar el sol, imaginando nuevamente que los amigos de su hijo estarían empalmados al máximo después del espectáculo se dio cuenta que estaba excitada con ellos.

Empezaba a oscurecer y los 4 amigos salieron del agua para preparar la cena y jugar videojuegos, Daniel ya estaba algo tomado, sus amigos no dejaban de darle cervezas al igual que a su bella madre pero él, al no estar acostumbrado, hacia más evidente su borrachera hasta que se quedó dormido en uno de los amplios sillones de la terraza, los 3 amigos volvieron a la alberca invitando a Lucía pues necesitaban 4 para jugar, no con muchas ganas acepto y se unió a ellos. En el juego era meter una pelota en unas pequeñas porterías y los contrarios trataban de quitarle la pelota, en medio de la confusión y dentro del agua los muchachos aprovechaban para rozarla y tocarla fugazmente una y otra vez, ella se daba cuenta que sus roces eran cada vez más descarados pero no decía nada, incluso empezaba a disfrutarlos mientras ella también acariciaba los desnudos torsos y sentía las 3 duras vergas de hombre a través de los bañadores, en un momento Juan que era de su mismo equipo la cargo para que no le quitaran la bola sus contrincantes quedando abrazados dentro del agua, Lucía rodeo la cintura del chico con sus piernas y este la cargaba caminando por la alberca con las tetas en la cara, lo que provocó que la calentura de ambos subiera aún más.

Con las grandes tetas de la madura en la cara Juan hizo algún movimiento que libero los duros pezones y teniéndolos a su disposición comenzó a lamer y chupar mientras sus manos recorrían las nalgas y piernas de Lucía que estaba como en una nube sintiendo como su cuerpo reaccionaba a esas caricias que hacía tiempo no sentía, inconsciente de sus actos y nublado su juicio con la calentura la bella dama comenzó a descender para tener frente a frente a su compañero que no dejaba de besar el cuello y ahora pegaba los labios a los de ella besándolos vorazmente mientras la madura sentía ahora la verga del muchacho rozar su vulva por sobre el bañador, ella con suaves movimientos se daba placer por sobre la tela con la barra de carne que sentía estimulando a ambos a seguir besándose y acariciando todo su cuerpo, Juan, como cualquier hombre, y teniendo a esa rica madura sobre el no aguanto más y comenzó a eyacular en el agua apretando más el cuerpo de la madre de su amigo, Lucía estaba todavía muy caliente pero no hubo tiempo de reaccionar al sentir que Gonzalo la tomaba por atrás y la cargaba dando vueltas por el agua, hasta que el chico se acercó a una orilla y la hizo recargarse.

Ahí estaba Lucía aún muy caliente para poder pensar, con ambas manos sobre la orilla de la alberca, con el musculitos de Gonzalo pegado a su espalda que recargaba y restregaba su dura verga entre las apetecibles nalgas de la madura y con sus manos amasaba las tetas a su antojo, la madre de su amigo lejos de molestarse giro su cabeza para encontrar los labios del joven y besarlos al tiempo que ahora era ella la que movía sus nalgas para sentir la polla ya desnuda de su temporal pareja entre ellas, el chico en un movimiento metió su falo entre las piernas de la dama para así rozar la vulva, cosa que la mujer agradeció apretando su piernas y subiendo el ritmo, estaba disfrutando tanto que no se dio cuenta cuando le arranco la parte baja de su bikini para, ahora sí, hacer contacto piel con piel mientras Lucía se volvía a acomodar en la misma posición y veía como salía la cabeza del falo del hombre de entre sus piernas sintiendo como él se tensaba por completo aplastando sus tetas en sus manos y teniendo un orgasmo que floto en el agua al igual que el de su compañero había hecho hace unos minutos.

Apenas se retiró Gonzalo de su espalda sintió unas manos tomar sus caderas que la levantaron casi sacándola del agua, sus piernas aún colgaban de la orilla y las mismas manos tomaron sus nalgas separándolas y dejando al descubierto su sexo y su culo tan deseado, fue ahí donde metiendo la cara completa entre esas bellas nalgas Arturo comenzó a lamer y chupar todo cuanto alcanzaba, iba desde los muslos hasta las nalgas donde daba pequeños mordiscos y regresaba hacia abajo pasando por el centro de estas y lamiendo con ganas el agujero del culo para seguir bajando a lamer los mojados labios vaginales haciendo que la madura se estremeciera y comenzara a gemir de manera más audible, cuando creía que por fin llegaría su orgasmo Arturo salió del agua y la jalo de los brazos para sacarla por completo de la alberca solo para hacerla sentar en un camastro cercano, él sin permiso, la hizo recostar e hincando frente a ella abrió sus piernas para seguir con su trabajo bucal que tanto gustaba a la madura, con una maestría inesperada, lamia y chupaba cada rincón de la mujer que solo sentía placer y se dejaba llevar hasta por fin estallar en un delicioso y esperado orgasmo con un grito que espanto un poco a los otros y que dejo la cara de Arturo bañada en sus jugos, todavía estaba temblando Lucía del fuerte orgasmo cuando sintió que el regordete, subía por su cuerpo hasta dejar su verga sobre las tetas de la madura, con las piernas a los lados de ella, tomo sus tetas apretando su verga en medio y empezó un vaivén que siguió excitando a la madura que veía muy cerca de sus labios como aparecía y desaparecía entre sus tetas la gorda cabeza de la verga, Arturo tomo su cabello y acercando su verga a los labios de Lucía empujo para alojarla dentro de una cálida boca que comenzó a recibir chorros de semen caliente en su interior y que tuvo que tragar ya que la gorda verga no dejaba espacio en su boca para otra cosa.

El gordito en vez de retirarse dejo su verga en la boca de la madura que entendió el mensaje y comenzó a chupar limpiándola de todo resto, cuando estaba lista él la sacó y se acomodó para colocar sus también gordos huevos al alcance de la lengua de la madura que sin recibir instrucciones lamio y metió entre sus labios alternando uno y otro. De pronto sintió que alguien separaba sus piernas y acariciaba su sexo que había quedado más sensible gracias al orgasmo, provocado por quien ahora volvía a meter su verga en la boca de la madura haciendo creer que le dislocaría la mandíbula de tan grande que tenía que abrir sus labios para alojar al intruso. Su vagina era explorada por dos delgados pero largos dedos que sacaban jugos de su interior y escurrían por el agujero de su culo hasta el colchón donde estaba completamente abierta de piernas recibiendo caricias de dos hombres, de pronto sintió otro dedo hurgar en su agujero trasero metiéndose poco a poco hasta sentir que se unía a los otros dos que jugaban en su vagina dentro de ella.

Una voz hizo que el gordo se apartara de su lugar para dejar ver como Juan se colocaba sobre ella entre sus piernas, sobando y lamiendo sus tetas y su cuello llegando a estar ahora cara a cara viéndose a los ojos trataba de penetrarla sin atinar, Lucía bajo su mano entre los dos cuerpos para tomar la punta de la verga y dejarla en la entrada de su vagina, Juan con una enorme sonrisa fue empujando poco a poco sin parar hasta llegar a chocar sus huevos con las nalgas de la mujer que acaba de hacerlo feliz. Él al sentir el cálido y húmedo interior de la mujer de sus sueños comenzó un fuerte y continuó meter y sacar que no satisfacía a su compañera sexual pero no dejaba de hacerla sentir un extraño y continuo placer, Juan no aguanto mucho a ese ritmo y comenzó a gritar y convulsionarse al tiempo que Lucía le pedía que se saliera y no se corriera dentro, con el placer volviéndolo loco el amigo de su hijo no escucho los ruegos llenando su interior con una cálida corrida que hizo llevar a la mujer a una excitación aún más fuerte que habría provocado su segundo orgasmo de no haber sido porque el joven se retiraba de ella dejando su lugar al musculitos de Gonzalo que sin ningún preámbulo le clavó su verga hasta el fondo llegando más profundo que su compañero y que cualquier otro que hubiera disfrutado de la madura que aullaba del dolor y placer que le causaba su nuevo amante, el cual cansado de la posición de misionero la levanto, acostándose ahora el en el camastro y jalando a Lucía para colocarla sobre él, la mujer sabía bien su función y estando a horcajadas sobre el amigo de su hijo ella sola se ensarto nuevamente su enorme verga que ahora sí pudo apreciar y entender como llegaba tan profundo, estando bien llena inicio un movimiento de cadera lento y continuo que hacía ver el cielo a Gonzalo mientras sus manos recorrían las tetas y todo el cuerpo de la bella mujer, que a su vez acariciaba el definido torso y brazos de su joven amante, se recostó sobre él y lo beso con pasión, con esta nueva postura él tenía a su disposición las nalgas de la madura que disfrutaba a su antojo y hacia aparecer su ojete a la vista de sus compañeros que esperaban su turno para seguir cogiendo a la madre de su amigo, Gonzalo susurraba en el oído de su amante que era lo mejor que había tenido en el mundo, que era la mujer más deseable y con la que más pajas se había hecho, que estaba enamorado de ella desde niño y que siempre iba a estar agradecido con ella por hacerlo cumplir sus fantasías, Lucía sintió como Gonzalo aumentaba el ritmo bajo ella y lo calmo pidiendo que durara un poco más, él aguanto cuanto pudo pero al sentir como la madura convulsionaba apretando su miembro con las paredes vaginales exploto en su interior logrando llegar al orgasmo al mismo tiempo llenando las piernas de ambos del flujo abundante de la bella dama.

Gonzalo levanto a Lucía y la dejo descansar, ella seguía disfrutando de su reciente orgasmo y trataba de entender como ese chico sin mucha experiencia la había hecho acabar de tal forma, estaba ensimismada recordando que los 3 amigos de su hijo habían derramado su semen dentro de ella, aunque Arturo lo había hecho solo en su boca intuyo sus intenciones de hacerlo de nuevo cuando lo vio caminando hacia ella con su gorda verga apuntando al cielo.

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