Mi prima y yo hemos siempre muy unidos, siempre la he querido…
De niños siempre fuimos mejores amigos, jugábamos, nos abrazábamos y siempre andábamos juntos, pero cuando ella cumplió 12 se mudó a una ciudad más grande que este pueblo aburrido, pasaron varios años y mis padres querían ir de vacaciones a la casa de mis tíos, yo me emocioné porque quería ver a mi prima, llegamos temprano, al entrar el hogar miré a mi tía y a mi tío, yo con gusto los salude y del silencio de repente… Escuché una tierna voz diciendo mi nombre, Edmundo, yo rápidamente volteé y observe a mi hermosa prima Beka tan cambiada, la adolescencia había sido muy buena con ella, pues tenía una ojos grandes preciosos, un pelo castaño liso, piel brillante perfecta y unas tetas y un culo divino que me hacían morirme…
-Hola tiempo sin verte, -sonreí y la bese en la mejilla-
-Hola primo has cambiado mucho.
-Igual tu prima muy guapa, te has puesto muy guapa.
-sonreímos-
-Quieres ir a arriba a conversar- me dijo
-Por supuesto- conteste.
Subimos y hablamos durante todo el día.
-Oye me iré a bañar un rato porque tengo calor- Dijo ella
-Claro está bien, te esperare para seguir hablando- dije
-Okey.
Se metió a la ducha y me di cuenta que la puerta la dejó entre abierta, no sé si intencionalmente o no, pero aproveché la oportunidad y me acerqué a espiarla, al verla veo las formas más redondas de sus caderas y pechos tan hermosos y bien formados, tratando de no hacer ruido para no ser descubierto, así pasaron unos minutos yo recreándome con la vista hasta que al terminar ella y cerrar la llave de la regadera trato de moverme rápido para no ser visto pero alcanzo a tirar un pequeño estante por lo que mi prima me alcanza a ver al salir, nervioso me voy al fondo de la habitación, mi prima se tarda un par de minutos en salir y me pregunta:
– ¿Me estabas espiando primo?
– No prima, solo quise ver si estabas bien. (Vaya respuesta tan estúpida)
– Ah ok, perdona.
Mi prima en vuelta en solo una toalla se dirige por su ropa para vestirse, con lo que regresa al baño y ahora si deja descaradamente la puerta abierta para que yo la vea cambiarse, al terminar sale y me da un beso en la mejilla y me dice:
– ¿Te gustó lo que viste primito?
– La verdad si prima, no era mi intención pero eres hermosa, si no fueras mi prima…
– Si no fuera tu prima, ¿Qué?
– Te haría mía.
– Sería rico primo pero debemos de comportarnos.
– Lo sé prima, trataré pero el deseo es mucho.
– Tú crees que yo no lo deseo, pero debemos de conformarnos con la vista.
– ¿En serio prima? ¿Quieres ver algo de mí?
– Si, también me gustaría verte bañar.
– Tus deseos son órdenes Beky.
Voy por mi ropa y me regreso al baño, me meto a bañar y veo a mi prima tranquilamente sentada viéndome, inmediatamente me empiezo a excitar y me empieza a crecer mi pene de 18 cms. de largo, duro y venoso, a lo que me toca preguntarle.
– ¿Te gusta lo que ves primita?
– Wow primo, vaya que has crecido.
– ¿Quieres tocarla?
– Jaja no creo, tocarla sería caer en la tentación.
Salgo de la regadera con mi verga erecta y me acerco a mi prima.
– ¿Pero qué haces?, no aléjate Edmundo.
– Vamos Beky, no te quedes con las ganas de tenerlo un rato en tus manos.
– No primo, por favor, no quiero.
Le pongo mi verga frente a ella que estaba volteada, poco a poco va dirigiendo su mirada a mi pene que aún está escurriendo agua de la ducha.
– Tómalo prima, lo deseas.
– Solo un poco.
Lo toma en sus manos y lo empieza a acariciar, pero lo empujo cerca de su boca y le digo.
– Dame una mamadita, aprovechemos ahora que no hay nadie.
– Primo si quiero pero tengo miedo.
– ¿De qué?
– De que le digas a alguien.
– Claro que no le diré a nadie.
– Bueno pero solo sexo oral, ¿ok?
– De acuerdo prima.
Lo va metiendo poco a poco a su boca, me mira con sus ojos hermosos y enormes, es la imagen más hermosa que tengo de algo en esta vida, ver esos ojos mirarme y ver cómo va entrando y saliendo mi verga dentro de su boca. Empieza a comerlo todo, usa su lengua a todo lo largo, lo levanta y me chupa los huevos, yo simplemente en el cielo.
– Ay primita quien te viera con esas habilidades.
– Chuparla es lo mío primo.
– Pues te pongo un 10 pero ahora me toca a mí.
Pongo de pie a mi prima y la volteo de espaldas, me pongo en cuclillas y bajo su shortcito hasta el piso, la inclino un poco para tener mejor acceso y empiezo a comer su conchita deliciosa que huele a flores, meto mi lengua en su vagina, chupo su clítoris y le doy lengüetazos en su ano que noto que la hacen estremecerse.
– No primo así no que me haces desearte más de lo que ya te deseo.
– Es lo que quiero primita.
– Pero tengo novio primo, no es correcto.
– Olvídate de él y déjate llevar por hoy.
Prosigo con mi tarea y empiezo a darle más intensidad a mis chupadas, meto mis índice y anular en su concha y el pulgar va abriendo camino en su culito lubricado por mi saliva, ella empieza a cerrar los ojos, comienzan los jadeos y gemidos, la intensidad de mis arremetidas con mis dedos cada vez es más fuerte, ella está casi a punto de explotar, en ese momento me detengo, me paro y le digo.
-¿Qué hago prima? ¿Sigo o me detengo?
– No te detengas primito, hazme tuya.
Agarro mi verga, inclino a más mi prima y se la dejo ir toda, ella da un grito de dolor y de placer, empiezo con ese entra y sale, con esa danza de placer, mi prima apoyada en la pared, dándome su culito, estuvimos así por un par de minutos más hasta que ella se viene con un gran grito y se deja caer de rodillas.
– Pero aun no terminamos primita rica.
– ¿Ah no?
– Definitivamente no.
La vuelvo a parar, la inclino nuevamente y le digo al oído.
– Ahora quiero tu culito mi vida.
– Es tuyo Edmundo, pero entra despacio porque me duele.
Coloco mi verga dura, parada, caliente y que aún tiene un poco de su lubricante natural vaginal, y empiezo a empujar, ella se abre un poco más de las piernas para que entre mejor y siento como voy abriendo camino en se culito tan rico y cerradito, ella comienza a quejarse un poco, le pregunto si le duele, solo dice que un poco pero que no me salga, aprovecho para irme metiendo cada vez más hasta que mi verga está completamente metida dentro de ella, empiezo a moverme despacio para que no le duela mucho, noto que ya las quejas son menores y comienzo a darle velocidad, por otro par de minutos, sigo en el cielo, siento que estoy por venirme por lo que me salgo y descargo toda mi leche en sus nalgas, hermosas nalgas llenas de mi semen, ella se voltea y empieza a limpiar mi verga con su boca teniendo sensaciones increíbles.
Los dos tumbados en el baño, solo nos miramos, sonreímos un poco.
– Bienvenido primo.
– Gracias primita Beky.