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La putona de mi futura mujer
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Tiempo de lectura: 15 minutos

Voy andando por la calle acompañado por mi novia, una guapísima morena de ojos azules, 1.75 m. de estatura, una tetonas gigantes y naturales de talla 140, cintura de avispa para enmarcar una trasero de grandes nalgas y anchas caderas, además de piernas larguísimas. Me ha costado encontrar una chica tan impresionante y encima, con el cuerpazo adecuado. Debo llevar unas treinta novias probadas para ser mi futura mujer, pero siempre acaban fallando en algo. Hoy va vestida de la manera habitual impuesta por mí: por supuesto zapatos de tacón de aguja, traje de ejecutivo lo más ajustado posible para que le entalle ese pedazo de culazo, camisa blanca que le resalte sus enormes tetas y si tiene que llevar la americana, la lleva de manera que sus tetorras le sobresalgan. En el día de hoy al hacer calor no la lleva, por lo que a todos los tíos que nos encontramos por la calle, se les salen los ojos de cara.

Veréis, todas las mujeres en mi familia están al servicio de los hombres, y es difícil encontrar mujeres que no solo quieran actuar en esa dirección, sino que realmente disfruten haciéndolo. Además, los parámetros de admisión son súper estrictos en cuanto a las cualidades físicas, lo cual hacía aún más difícil encontrar a la candidata adecuada. Si a eso se le suma que debo ver que ella realmente estaba a gusto conmigo la misión era realmente difícil. Hoy por fin, después de verificar que ha asimilado las normas de mi familia y las del CLUB del que somos dueños, la voy a presentar a mis padres.

-¿Estás nerviosa Norma? – le digo a mi futura esposa.

-Un poco, no dejo de pensar en si seré capaz de tragarme toda la pollaza de tu padre y a la vez lamerle los huevos – me dice.

-No te preocupes, que lo harás bien.

Indefectiblemente, la putona de mi futura mujer saca la lengua cada vez que la insulto. Forma parte de las normas que ha interiorizado de forma automática. Esta vez se ve que estaba visualizando como se tragaba la polla de mi padre, porque además de sacar la lengua, la muy guarra encorvó su culo tensando al máximo la falda.

-Vaya mira, se acerca la familia García. Acuérdate de comportarte Norma – le digo.

-Clara amor.

Los García son una de las muchas familias pertenecientes al club del que mi familia es fundadora y regidor. Tiene filiales en todo el mundo, con unas 250.000 familias censadas, así que como comprenderéis no las conozco a todas, sin embargo, los García viven en mi ciudad y por ende son conocidos. Como todos los miembros del club, son de posición desahogada.

-Hola Emilio, como estás hombre – le digo al señor García, el cual va acompañado de su mujer y de su hija.

-Hola Andrés…, joder que bien acompañado vas – me dice.

-Si lo dices por esta belleza que me acompaña, te diré que es mi novia y hoy precisamente voy a presentarla a mis padres – le digo mientras mi novia saca la lengua, mirando directamente a los ojos al señor García.

-Vaya…, veo que está bien enseñada – dice el señor García, al tiempo que agarra una de las tetazas de mi novia estrujándola sin piedad.

En este momento ocurren varias cosas que son dignas de resaltar. En primer lugar mi novia saca aún más la lengua si cabe. Dado que en ningún momento la había guardado, le estaba cayendo saliva por la misma y tenía un hilillo que le llegaba hasta sus tetonas, empezando a mojar la camisa. La señora García y su hija, también tenían la lengua fuera.

La señora García llevaba un vestido de verano vaporoso, el cual transparentaba unos tremendos tetones y una braguita minúscula de color blanco. Era rubia, pecosa, con unos labios muy gruesos de jodida chupapollas. Sus caderas no eran tan rotundas como las de mi novia, pero sus piernas eran larguísimas.

La hija de los García vestía un pantalón de lycra ajustado, tacones de aguja y una camiseta que ajustaba unos tetones que no eran normales. Tenía el pelo de color castaño y había heredado lo labios de chupona de su madre.

Unas de las normas del club, era que todas las mujeres tenían que ser unas tetonas, y solo eran admitidas cuando esa circunstancia se producía. Cuando en una familia del club una chica alcanzaba la mayoría de edad, sus padres procuraban dotarla de los atributos necesarios.

-Hola asquerosa… – le dice a mi novia el señor García, para a continuación cogerle con la otra mano su enorme trasero y pegarle un morreo metiéndole la lengua hasta la campanilla.

En ese momento la señora García y su hija sacan aún más la lengua, y veo como la saliva les gotea.

-Me alegro de verla señora García – le digo al tiempo que le agarro una de sus enormes tetonas con una mano y a la vez, le meto la otra bruscamente y sin piedad en la boca todo lo que puedo.

-Y ahora tú putilla, agárrame el paquete y con la otra mano estrújale la otra teta a tu madre –le digo a la chica, la cual tenía ya un río fluyendo de su lengua babeante.

La hija de los García hace lo que le ordené, y me agarra la polla por encima del pantalón, al tiempo que coge el tetón de su madre por encima del vestido y mirándome a los ojos lo estruja estirando hacía fuera.

Su madre con lágrimas en los ojos debido a que le he metido toda mi mano y parte del antebrazo en su boca, aprovecha que su hija está al lado, para coger una de las tetazas de esta y estrujarla sin piedad.

Daros cuenta de que todo esto que estoy contando, ha sucedido en plena calle y a luz del día. Los peatones cercanos estaban alucinados y algunos se habían parado a mirar.

El señor García separa su boca de los labios de mi novia, y esta inmediatamente vuelve a sacar la lengua sin importarle el chorretón de saliva que cae sobre sus tetonas.

-Joder guarrona, creo que me estoy poniendo cachondo – dice el cabrón de García, mientras aprieta la tetonas de mi novia con toda la fuerza de la que es capaz.

En el entrenamiento que ha recibido mi novia por mi parte, la muy putona ha aprendido a transformar el dolor de ciertas acciones en placer.

Oye Emilio mira… hoy todavía no me he corrido y este par de putonas me están poniendo a mil. Me apetece mucho llenarle el ojo de leche a la putilla de tu hija, así que, vamos a entrar en este bar de aquí y me vació en su preciosa carita… ¿Qué dices? – le digo al señor García, mientras saco la mano de la boca de su mujer y me limpio la saliva utilizando su vestido.

La pequeña zorrita que tiene como hija el señor García, me aprieta con más fuerza la polla al notar que esta se ha hinchado y le mete la mano bajo la falda a su madre, para cogerle una nalga.

-Si papi por favor, hoy todavía no me han echado ningún cuajo en mi puta cara – dice la zorrita mientras le cojo una tetona por encima de la camiseta y tiro con fuerza hacia fuera, ante lo que ella vuelve a sacar la lengua.

-Está bien cariño, ya sabes que me encanta ver tu preciosa carita manchada de lechadas

– dice el señor García, mientras agarra a dos manos los tetones de mi novia.

Hay que decir que unas de las reglas de nuestro club, es que los hombres se corren única y exclusivamente en las caras de las mujeres. Las mujeres luego no pueden limpiar ese semen, sólo, si hay otra mujer y ella quiere, esta puede lamerlo y tragándoselo limpiar a la otra. Ningún hombre puede limpiar a ninguna mujer de las corridas y si ninguna mujer quiere, debe ir exhibiendo la corrida.

-Tranquila cariño, que luego te lamo toda la corrida de este cabrón y te dejo limpita – dice la señora García a la vez que estruja el culazo que tiene su hija.

Entonces entramos en el susodicho bar, dejando el señor García y yo, que las mujeres entraran primero contoneando sus traseros. Hay que decir que los miembros del club se identifican de manera inmediata, a través de sendos anillos. Uno diseñado para los hombres y otro para las mujeres, de tal manera que estés en la parte del mundo que estés, sabrás si la persona que tienes delante es miembro del club o no.

En el bar, me dirijo al camarero y le pregunto por los baños. El me mira, mira mi anillo, mira la increíble belleza de mi novia y me dice – Señor, le dejo mi almacén, si me facilita una invitación para la MANSIÓN.

-No hay problema, pero sabes que solo podrás entrar, si vienes con alguien de tu propia familia – le digo.

-Por supuesto señor.

-Está bien – le digo y le doy una tarjeta.

-Mil gracias señor, sírvanse pasar por aquella puerta – nos dice.

-Norma, dale las gracias – le digo a mi novia.

Ella inmediatamente saca su lengua todo lo que puede y a continuación le coge la mano al camarero, la introduce debajo de su falda, junta cuatro dedos y los introduce en su coño. Mira directamente a los ojos al camarero y mientras deja la mano metida en la enorme vagina, empieza a babear saliva. Cuando la saliva es abundante, saca la mano del camarero de su coño completamente viscosa de jugos vaginales. Sin dejar de mirar al camarero y con la lengua completamente fuera, se introduce la mano en la boca hasta engullirla completamente y empieza a succionarla haciendo ruidos de chapoteo. Mama García y Zorrita García, ante el espectáculo, sacan la lengua al unísono. Por fin, la puta de mi novia saca la mano del camarero de su boca y empieza a secarla sobre su camisa blanca, justo por encima de sus tetonas, hasta que la mano está seca.

-Bien, andando – digo dando el asunto por zanjado y agarrando a mi futura esposa de manera violenta de una de sus tetorras, la arrastro hacia la habitación.

-Emilio…, verás tenemos un poco de prisa, así que vacíate rápido, ¿vale? – le digo al señor García, mientras agarro del pelo a la asquerosa de mi novia y la arrastro hasta él.

-De acuerdo – dice.

El cabrón de García, coge la camisa de mi novia y sin más, le pega un tirón para dejar al descubierto las dos gigantescas tetonas. Por supuesto ella no lleva sujetador, así que empieza a estrujarlas sin piedad.

-Sácame la polla asquerosa – dice, al tiempo que le sube la falda y mete de golpe la mano entera, en el coño empapadísimo de mi novia. Ella, con la mano del señor García dentro de su chochazo y siempre mirándolo a los ojos con la lengua fuera, le desabrocha la bragueta y saca su polla completamente empalmada. García saca la mano del coño de mi novia y agarrándola del pelo con la otra mano, la pone de rodillas.

Traga putón – dice.

Mi novia de rodillas, encorva la cintura resaltando el pedazo de culazo enorme que tiene y se traga la enorme polla del señor García hasta los huevos.

-Olivia ven aquí – dice.

-Si papi.

El cabrón de García, extiende la mano que había estado metida en el chochazo de mi novia, la cual rezumaba jugos de coño, y la putilla empieza darle lametazos. A cada lametazo, enseña a su papa el jugo de coño rezumando en su boca, hasta que la tiene completamente llena. Mientras veía a la guarra de su hija hacer esta operación, le iba follando la boca a mi novia con total violencia, como si fuera un coño. Sacaba la polla casi completamente de su boca y la volvía a hundir hasta los huevos.

-Muy bien putilla, ahora dáselo a tu madre y procura darle en los ojos – dice el muy cabrón.

Mi novia, al escuchar esto se corre como una cerda y sale un chorro de su coño, como si se hubiera meado.

-Mira, mira, a la muy cerda le ha gustado la orden. Joder como se corre – dice el señor

García, gimiendo mi novia por la boca mientras se la reventaban a pollazos. Por el coño, no paraba de echar chorretones de corrida.

En esto, la zorrita García se acerca a su mama, la cual había sacado sus tetones por encima de su vestido y los estaba estrujando con ambas manos, con lo cual parecían más gigantescos si cabe. La muy zorra de mama García con la lengua fuera, mira a los ojos de su hija, mientras esta acerca su cara a escasos centímetros. La niña se toma su tiempo. Yo, ya estoy con la polla fuera jalándomela, el señor García sigue dando pollazos a mi futura mujer y mama García, cada vez con la lengua más afuera.

Lo cierto es, que la jodida es guarrísima. Junta sus manos debajo de su boca y deja caer en ellas lentamente los jugos vaginales. Cuando vacía su boca, se relame y a continuación vuelve a sorber un poquito de los jugos de mi novia. Acerca la boca al ojo izquierdo de su madre y lanza un violento escupitajo, que da de lleno en el ojo.

-Jódete puta – dice jadeando de excitación.

Su puta mama, sigue con la lengua fuera cayéndole ingentes cantidades de saliva, y con su ojo izquierdo completamente manchado de jugos vaginales. Por cierto, lo tiene abierto y en ningún momento lo cerró.

Mi futura esposa, al ver el lapazo que la zorrita le había dado a su propia madre, volvió a correrse, gimiendo y babeando de saliva los huevos del señor García, mientras seguía recibiendo sus pollazos cada vez mas fuertes.

En esto, yo estoy con la polla a tope, así que me acerco por detrás a mama García, le levanto la falda y ella al notarlo, levanta su culo sin dejar de mirar a su hija con la lengua fuera. Cojo su culazo con ambas manos y con toda la fuerza que puedo, le separo las nalgas abriendo su coñazo. Apoyo mi polla en la entrada y voy empujando lentamente, sin embargo, al ver que está completamente empapado, hundo mi polla sin piedad y empiezo a follarla con violencia.

-Tiene un coño acogedor la muy putona, ¿verdad? – me dice la zorrita García relamiéndose.

-Pues si, y después, me va jalar la polla encima de tu asquerosa cara hasta que me corra, procurando darte con mi corrida en tus bellos ojos – le digo.

La puerca ante mis palabras, saca la lengua fuera y empieza a correrse, empapando el pantalón de lycra blanco que lleva con tanta fuerza, que la corrida empieza a salpicar.

-Serás hijo de puta – dice.

La mama al ver esto, también empieza a correrse pegando grandes gritos y gemidos. La hija entonces, vuelve a sorber mas corrida de coño y acercándose a su mama, le escupe en el ojo derecho.

-Puta asquerosa – dice la mama con los dos ojos llenos de jugos vaginales, babeando por la boca y corriéndose como una cerda, mientras se la follan.

-Bueno, creo que el resto de corrida es para tu permanente de 200 dólares mama – dice su hija acercándose y dejando caer lo que le quedaba en las manos, en el pelo de su lasciva madre.

-¡arrrg! , que haces cacho de guarra – dice la mama, volviendo a correrse con grandes convulsiones y grandes dosis de saliva, en su ofrecida lengua.

Mi queridísima novia, la cual tenía los ojos llenos de lagrimas, gracias a los pollazos que estaba recibiendo en la boca de manos de un desconocido, volvió a correrse como una cerda, soltando grandes chorros de corrida por su coño, al ver lo que la hijita del desconocido, le acababa de hacer a su madre.

-Ven aquí asquerosa – le digo a zorrita García, mientras sigo follando a su mama.

Se pone a mi lado con la lengua fuera mientras me mira a los ojos. Yo, agarro la camiseta que lleva y sin más, la desgarro dejando a la vista sus tetones. La muy puta ni se inmuta y sigue mirándome, mientras le cae la saliva de su lengua. Empiezo a estrujarle sus tetones, mientras sigo follándome a su mama, la cual, sigue con la lengua fuera, los ojos llenos de jugo de puta y su preciosa permanente, jodida por la guarra de su hija. Acto seguido, le desgarro el pantalón de lycra, dejando al descubierto su culazo.

-¿Cuántos dedos? – le digo enseñándole mi mano.

-¡Por favor!, la duda ofende. Soy la puerca hija de mi padre, méteme la puta mano entera joder – me dice, babeando saliva.

La mama al oírlo, volvió a correrse de nuevo, y mi novia, al ver correrse a la mama ante la perspectiva de que iban a reventarle el coño a su hija, se corrió también, como la cerda que es. La hija se inclinó, poniendo su culo al alcance de mi mano y yo, le metí la mano entera en su coño de guarra. Joder, empezó a correrse inmediatamente.

-¡arrrrg!, cabrón, puto cabrón ¡arrrrg! , me estás reventando sin piedad, como puedes ser tan cerdo – dijo babeando sin parar.

Ante esto…, la mama se volvió a correr a lo bestia, mi novia como una putísima, y la bella hija sin parar. Fue demasiado para el señor García. Sacó el pollón de la boca de mi novia y empezó a correrse.

-Hijas de putaaa… – grito, mientras soltaba unos grandes chorretones de corrida.

El muy cabrón, estuvo corriéndose una eternidad. Le echo un chorro en la mitad del pelo, otro en el ojo derecho, el siguiente en la nariz taponándola de corrida, otro más en su lengua de putón, otro en la frente, otro en el ojo izquierdo. En fin, le dejo la cara y el pelo lleno de cuajarones.

Por supuesto, su mujer y su hija a verlo, siguieron corriéndose como locas, y entre jadeos babeantes le animaban.

-Así papi, así, empapa a esa puta. Que se joda y vaya todo el puto día con tu corrida en la cara – dijo la hijita, mientras su coño reventado por mi mano, no paraba de echar chorretones.

-Serás cabrón Emilio, como has puesto a esa cerda – decía la mama, corriéndose sin parar con mi polla en su coño.

-Aaaaah!, que bien me he quedado – dice el señor García, guardándose la polla en el pantalón y pasando olímpicamente ya de mi novia.

Mi futura esposa, siguiendo el protocolo se pone de pie con la falda en la cintura y sus tetonas bamboleantes a la vista estando la camisa abierta. Se dirige a mi lado con su cara completamente llena de semen. Mientras me mira a los ojos teniendo los suyos llenos de corrida, se pone a cuatro patas con el culazo en pompa, a la espera de órdenes.

-Vaya…, oye Andrés, ¿por qué hace eso tu futura esposa? – me pregunta el señor García.

-Porque mientras tenga mi polla a la vista, hasta que sea requerida, debe ponerse así – le digo al cabrón, que se ha corrido en la cara de mi novia.

-Joder…, tiene un culazo tremendo, la muy asquerosa – dice y sin mas, le hunde el puño en el coño y empieza a empujar.

La muy cerda, con la cara perdida de semen, vuelve a sacar la lengua. El señor García, consigue hundir el puño en el chochazo de mi putona futura esposa casi hasta el codo, consiguiendo que ella saque más la lengua y se vuelva a correr como una fuente.

-Si señor Andrés, te felicito. Esta chica realmente disfruta siendo usada y tiene un cuerpo perfecto. Nunca he visto un culazo tan tremendo – dice el cabrón, sacando el puño de golpe de su coño.

A continuación, se acerca a su hija a la cual yo seguía follando con mi puño, y empieza a limpiarse el brazo que había metido en el coño de mi mujer, utilizando el pelo de su hija. A la vez se agacha y escupe a su hijita en la cara, con un lapo potente y viscoso.

-Estúpida zorra – dice.

– Que me haces papi, guarro viejo cabrón – dice, volviendo a correrse y babeando con la lengua fuera.

-Bueno, es mi turno. Mami, ya sabes lo que tienes que hacer – digo, mientras miro a mi novia, la cual encorva aún más su enorme culo, ya que sabe, que me caliente mucho contemplar su gigantesco trasero.

La guarra de la señora García, se mueve sacando mi polla de su coño y agarrando a su hija del pelo con violencia, la pone de rodillas enfrente de mi polla. Enseguida empieza a jalar mi polla con energía, al tiempo que acerca la cara de su hija a mi polla.

-¿En que ojo de mi hija quieres correrte puto degenerado? – me dice, al tiempo que saca su lengua.

-Elígelo tu puerca – le digo.

La muy asquerosa, acerca la cara de su hija a mi polla y empieza a masturbarme con fuerza sobre el ojo derecho. La bellísima chica, con la lengua fuera me mira a los ojos. La mama, con la lengua fuera encorva su enorme trasero.

Mi novia me mira a los ojos, corriéndose sin parar con su culazo empinado de manera imposible y el precioso rostro lleno de semen. Es más de lo que puedo soportar. Me corro de manera tremenda y la jodida mami, consigue que el primer chorretón dé de lleno en el ojo de su hija. La mama vuelve a correrse al verlo y sin embargo, consigue que el segundo chorretón vuelva a dar en el ojo de su bellísima hija. La chica también se corre y babea con la lengua fuera todo lo que puede. El tercer chorretón, el cuarto, el quinto, el sexto, el séptimo y por fin el octavo, todos dan en el ojo de la putilla.

Tras correrme me guardo la polla. La mama empieza a limpiar el semen de la cara de su hija con la lengua. La hija limpia con la lengua la cara de su madre. Ambas meten el puño en el coño de la otra, mientras realizan la operación.

Vístete cariño, hemos terminado – le digo a mi novia.

Esta se pone de pie, se baja la falda y se abrocha la camisa, la cual es de corchetes. Sin embargo, tiene semen en los ojos, la boca, la nariz y el pelo.

-¿Quieres que mis guarrillas limpien mi lechada de la cara de tu novia Andrés? – pregunta el señor García.

-No gracias, en la mansión ya la adecentarán y hasta que lleguemos, que la gente vea lo guarra que es – le digo, y al oírlo mi novia vuelva a sacar la lengua.

Me dirijo entonces hacia la calle acompañado de mi futura esposa, la cual tiene un cuerpazo increíble y una cara bellísima cubierta de semen.

El señor García saca su teléfono móvil y llama a su mayordomo, para que traigan ropa para su mujer y su hija.

-Adiós Emilio, ha sido un placer como siempre – le digo al señor García.

-Hasta la próxima Andrés.

Tras salir del almacén del bar, el camarero se queda embobado mirando a mi novia. Me vuelvo a mirarla y veo como tiene un espeso cuajarón de corrida colgando de su nariz.

Al andar, el semen que le cuelga va bamboleándose, al ritmo del movimiento de su gigantesco trasero.

-La leche, ¡que putona! – exclama el camarero.

-Adiós y gracias – le digo al estupefacto.

Por fin salimos a la calle y nos dirigimos al deportivo italiano que tenemos aparcado a unos metros. Cuando nos encontramos con los García, salíamos de una sesión de peluquería para mi novia. Quería que estuviera perfecta para la entrevista con mis padres. Vuelvo a mirarla y veo que la lechada que tiene en el pelo es mínima, por lo que no hay problema.

Lo que son las casualidades, nada más pisar la calle nos encontramos de frente con doña

Fátima, la cual es una de las socias más veteranas de nuestro club. Debe tener unos 70 años. Ella me mira, verifica mi anillo en mi mano y yo verifico que ella lleva el suyo.

Veréis, como es natural las personas no siempre tenemos ganas de cachondeo (véase sexo). Las familias del club cuando no tienen ganas de acción, simplemente no llevan el anillo identificador. Aunque conozcas al socio/a si este no lleva el anillo, es una persona anónima y no debe ni saludarse.

-Hola Fátima, vieja putona, hace algún tiempo ya desde la última vez que nos hemos saludado – le digo.

-Bueno verás, los años no pasan en balde – me dice sacando la lengua.

Como todas las socias, Fátima también utiliza todas las técnicas modernas y aún tiene un cuerpazo. Lleva el pelo sin teñir, completamente canoso, pero con un peinado precioso. Sigue siendo muy guapa, a pesar de las naturales arrugas y observo como empieza a babear saliva de su lengua colgante, hasta la fresca blusa que lleva. Sus gigantescos tetones se pueden observar en parte, ya que lleva la blusa algo desabotonada. Una falda de traje de ejecutivo y tacones, completan su vestimenta. Muchas socias eligen esa combinación, ya que resalta sus cuerpazos y es válida para casi cualquier situación social.

-Mira vieja cerda, te presento a mi prometida. Se llama Norma – le digo a Fátima a la vez que agarro sus tetones por encima de la blusa.

-Te felicito, es muy guapa. Aunque es difícil verlo a través de esos cuajarones de lechada que tiene en la cara – me dice mientras me acaricia el paquete.

-No seas maleducada, saluda a la señora Norma – le digo a mi novia, mientras saco un gigantesco tetón de la blusa de la vieja putona y agarrándolo con fuerza, lo estiro hacia fuera.

Siguiendo el protocolo al pie de la letra, mi queridísima novia se saca ambos tetones por el escote de su camisa, saca la lengua y acerca su cara a la cara de Fátima. Cuando empieza a babear saliva cierra la boca y de forma violenta, lanza un escupitajo directamente en la cara del viejo putón.

-Encantada cariño – dice la vieja putona, escupiendo a continuación en la cara a mi novia.

Mi polla vuelve a hincharse ante el espectáculo y el masaje que me está dando la bella madura. La vieja cerda, después del saludo de rigor entre socias, observa el cuajo de lechada bamboleante, que mi queridísima novia tiene colgando de la nariz.

-Cariño, te importa que limpie la cara de tu putilla – me dice el viejo putón, al tiempo que estruja uno de los tetones de mi novia con la mano libre.

-No me importa cerda, pero luego se lo escupes en la boca y que se lo trague – le respondo y al momento mi novia empieza correrse. Como cada vez que se corre, es como una fuente, aunque estamos en plena calle, se sube la falda para no mancharla de corrida y se corre con un fuerte chorro, que alcanza a una estúpida zorrita en plena cara, la cual, se había parado a ver la escena alucinada.

La vieja cerda al ver a la adolescente con la cara empapada de corrida de mi novia, empieza a correrse también.

-Joder, como se corre tu cerda Andrés, ha empapado la cara de esa chica – me dice, mientras babea saliva de su lengua y se convulsiona sin parar.

Yo me giro y observo a una joven de unos 19 años, vestida con una ropa que parece un saco, un pelo bastante descuidado y unas gafas graduadas que no le favorecían nada. Sin embargo, no se había marchado, ni estaba dando gritos. Me sorprendió ver que estaba relamiéndose y recogiendo la corrida de mi novia de su cara con una mano, para luego lamerla.

– Jovencita ven aquí, quieres – le digo mientras mi novia vuelve a colocarse la falda tras haberse corrido.

La chica sale de su estupor y se acerca. Yo sigo estrujando los tetones de la vieja guarra, ella sigue magreándome la polla por encima del pantalón, y mi novia sigue con la lengua fuera esperando y mirando a la cara del putón de Fátima.

-Mira bonita, este putón que está aquí, va a lamer los cuajos de lechada que tiene esta otra chica en la cara, y luego se los va escupir en la boca para que se los coma. ¿Te gustaría que te los escupa a ti en la boca, en vez de a esta chica? Si quieres que lo haga, simplemente abre la boca y saca la lengua – le digo a la estupefacta chica.

La vieja cerda al oírlo, vuelve a correrse otra vez sacando de nuevo la lengua, mi novia vuelve a levantarse la falda y se corre con un chorro aun más largo que el anterior. La joven lentamente abre la boca y saca la lengua.

-Muy bien, es lo que me parecía – le digo, mientras mi novia se vuelve a colocar la falda.

La muy putona de la vieja, sorbe en primer lugar el cuajo bamboleante de la nariz de mi novia y tras saborearlo un momento, escupe con precisión en la boca de la niña.

-Bien, y ahora trágalo cerdita – le digo, mientras sigo disfrutando de los tremendos melones de Fátima, estrujándolos a tope.

La chica cierra la boca y tras unos segundos en que se ve claramente que está saboreando el cuajo, se lo traga de manera ostensible.

-Bien putilla, ahora vuelve a sacar la lengua y vas a hacer la misma operación, hasta que la cara de esta guarra este limpia – le digo a la desconocida joven.

A estas alturas, ya hay un corro de gente a nuestro alrededor completamente alucinada.

La vieja guarrona, realiza la operación de limpieza, escupiendo cada vez en la boca de la zorrita y esta cada vez se lo traga. Mientras tanto, yo me divierto estrujando enormes tetones, los de la putona de mi novia y los de Fátima.

-Gracias cariño. Mira, toma esta tarjeta y ve a la dirección que figura en ella. Relatas allí el servicio que me has prestado y tendrás un premio, ¿de acuerdo? – le digo a la joven, la cual se aleja relamiéndose.

-Norma cariño, tenemos que irnos – le digo a mi novia, la cual se vuelve a colocar los tetones dentro de la camisa y se recompone.

-Mira Fátima, tu compañía es muy grata, pero tenemos que irnos – le digo a la bella madura, a la vez que le doy un tremendo escupitajo en su cara, como despedida.

-De acuerdo Andrés, espero que volvamos a vernos pronto – me responde, mientras guarda las enormes tetas y se relame el escupitajo.

Por fin, consigo entrar con mi novia en nuestro deportivo y arranco a gran velocidad rumbo a la MANSIÓN. Detrás queda un alucinado grupo de gente cuchicheando y veo por el retrovisor como Fátima se aleja caminando, meneando su enorme culazo con indiferencia al gentío…

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