Ahora que tenía a la señora Dora a mi merced siendo penetrada por mi dura verga en la cama de su hija, quién tantas veces me discrimino por no ser de su misma situación económica, estaba bien arrecha pidiendo por favor más verga…
– ¡Nooo pares… sigue por favor… ahhh…!
Gozaba viéndola como una perra caliente suplicaba seguir siendo cogida por mí, había entendido que hacer un escándalo no le convenía para nada y sólo le quedó disfrutar el momento, bien sujeta por mis manos en sus anchas caderas recibía las fuertes embestidas en sus grandes nalgas que saltaban cuando salía y entraba de sus entrañas el pedazo de carne dura que la volvía loca.
-¡Aggg… Ohhh… así así qué ricoo ahhh!
– ¡Así doña Dora gocé de una verga dura es toditita para ti!
Ya la llegada de mañana dejaba entrar los primeros rayos del sol por la ventana ahora la visión del cuerpo maduro de la mujer era mejor y ahí estaba ese culo tan apetitoso en medio de las nalgas que tenía que ser también mía
A su hija le pedí varias peces el culo pero hasta ahora no quiso, así que su mamá tendría que complacer ahora y lo fui preparando pasando mis dedos por el, metiendo inicialmente uno y luego otro aprovechando su propia lubricación.
– ¡Ahh con cuidadooo papitoo despaciooo… ayyyy!
El glande fue ingresando muy lentamente a la entrada del culo que lo apretó cuando se sintió invadido, fui empujando hasta que entró toda la cabeza y se fue abriendo a cada centímetro dentro del conducto anal hasta tener la mitad de la verga.
– Ufff… despacito papitoooo… Ufff… dueleee.
Dora valientemente soplaba aguantando el dolor inicial de su esfínter mientras dure a que el culo se le vaya acostumbrando a la nueva presencia del invasor dentro de ella.
– Siii… despacito va entrando marmita no te preocupes… Qué rico culo tienes mamacita bien apretadito y calientito…
Entonces como el torero cuando tiene ya con la mitad de la espada incrustado en el lomo del toro di un último empujón. Zass hasta el final y soltó un leve grito que luego calló mordiendo la almohada.
– ¡Ayyyy… Desgraciadooo Hum hum
Le di un beso como señal de disculpa en la nuca y empezó el mete y saca, estaba bien ajustado el esfínter luego de unos segundos fue dilatando hasta ya no sentir dolor ella y dar los primeros gemidos de placer, esa hermosa mujer de 52 años de tetas enormes que saltaban a cada embestida y culazo grande bien formado y duro por sus varias horas en el gimnasio que los hombres se la comían con los ojos en la fiesta ahora era mía, atrás quedó la señora de la alta sociedad que trataba con desdén a las personas a su servicio estaba totalmente poseída por un muchacho de 25 años humilde pero con una buena verga.
– ¡Aggg… por dios que ricooo … Papitoooo!
Llegué a la fiesta y ella me abrió la puerta de su casa obligada para luego horas después terminar abriendo su culo feliz a esté humilde servidor, ironías de la vida que luego entendí porque Dora fue quien envió a Joanna prima de Liz a llevársela porque sospechaba de nuestros planes en su dormitorio y cuando ya no me vio en la fiesta creyó que me había ido entonces se fue a dormir borracha pero feliz al dormitorio de su hija por haberme malogrado la noche, y porque no fue a su dormitorio porque don Juan roncaba y ahora más que estaba borracho.
Cuando todo eso lo vio Juana la empleada de la casa, ella me hizo creer que ya había regresado Liz y cuando me vio y dijo que subiera al dormitorio luego esperando que pudiera pasar entre un hombre joven y caliente y una mujer borracha y no atendida sexualmente bien por su esposo lo demás ya cayó por su propio peso ahora ella tenía como controlar su malos tratos hacia ella.
No quería que termine este momento tan rico que me estaba cachando por el culo a la madre de mi enamorada pero como todo lo bueno tiene su final llegué al clímax del placer y llené con mi esperma sus entrañas llegando los dos a experimentar un orgasmo brutal.
– ¡Aggg… Doraaa que ricooo!
– ¡Ayyyy siii tiempo que no me sentía así… Delicioso… ayyyy!
Luego que paso el momento ella me dijo que ya no me haría problemas por ser enamorado de su hija pero no diga jamás a nadie lo que pasó en ese cuarto y tampoco se volverá a repetir aceptó y recogió sus ropas y se fue a su dormitorio cuando asomé la cabeza para ver por última vez como se iba ese rico culo que me había comido vi escondida a Juana nuestras miradas se cruzaron y me guiño el ojo y se fue ya eran las 10.30 de la mañana.
Ya era hora de irme me baño y cuando ya estaba listo bajé para retirarme y salió de nuevo Juana y me dijo que ya estaba listo en la cocina el desayuno, dije que no era necesario pero insistió.
-Joven si es necesario no se puede ir así sin probar alimentos después de tanto esfuerzo físico…
(Continuará…)