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Flavia, mi preceptora
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Tiempo de lectura: 9 minutos

Mi nombre es Gabriel, 28 de enero estaba con mi familia disfrutando los últimos días de mis vacaciones en Pinamar con mi madre, su pareja y los hijos de ambos reponiendo energías para iniciar el último año de mi escuela industrial. Así que como tal estábamos disfrutando lo que iban a ser nuestros últimos días de playa.

Esa mañana, estábamos tomando sol, luego de haber estado en el mar, estábamos en ronda de tomar mate; fuimos a comprar bizcochos de grasa para acompañar los mates que pronto Andrea cebaría (la hija de la pareja de mi madre), al volver me sorprendí gratamente ya que mi madre estaba hablando con Flavia.

Flavia, fue mi preceptora en 5° y lo sería también en 6°, creí desfallecer al verla, yo estaba enamorado de ella, imagínense lo que sería para mi verla con una pequeña bikini color amarillo patito, que mostraba parte de sus excelentes senos y una muy diminuta bombacha que mostraba el resto de ese dotado cuerpo.

Ella estaba divorciada hacía 6 años tenía dos hijas de 20 y 18 años, Lorena y Rocío, ellas habían heredado el aspecto buen físico de su madre… pero yo no tenía ojos más que para mí “prece”. Se quedaron con nosotros, ya que mi madre y Flavia se habían hecho muy amigas durante el año escolar: Pero para mí solo existía Flavia, ella me volvía loco, la amaba en todo no solo físicamente, su manera de ser, su dulzura, su sonrisa, era la mujer perfecta.

Por la noche salimos con mis hermanos postizos y las hijas de Flavia, a bailar pero terminamos tomando algo y caminando. Al día siguiente y a pesar de haber dormido poco fui a la playa solo por verla, estaba solo con mis viejos y Flavia, era hermoso poder estar casi a solas con ella, almorzamos en la playa como queriendo disfrutar al máximo. Después no nos vimos hasta el día siguiente, nuestro último día en las playas.

Y esa jornada de playa fue maravillosa, cuando Flavia llegó a la playa creí desfallecer llevaba una más pequeña bikini negra, con vivos dorados, que dejaba más al descubierto sus senos, y su bombacha con dos triángulos, unidos por un cordón, cabello recogido, atado por detrás, haciendo gala de su hermosa y estructural figura, verla así hizo que la desee con todas mis fuerzas. Me volvía loco, desde mi posición ver una buena parte de sus senos erguidos, redondos y aterciopelados.

Ese fue el final de nuestras mini vacaciones juntos, y esos pocos días que pasamos juntos fueron, al menos para mí maravillosos, comprendí fehacientemente que era amor lo que sentía por ella, no era solo deseos, había mucho más, ella era el amor de mi vida, me encantaba verla sonreír, escuchar su voz suave, ver sus ojitos marrones ese hoyuelo que se le formaba cuando sonreía y esos celos que brotaban cuando alguien la miraba, estaba perdidamente enamorado de una mujer de 42 años, aunque parecía de 30 o menos, pero tenía la misma edad de mi madre

Volví a Bs As, ella lo haría 2 días después, ya que su ex marido pasaba a buscar a sus hijas que seguirían de vacaciones con él 10 días más.

Yo, después de esos días que pasamos juntos tenía en mente solo lugar para Flavia, pero sabía que sería casi imposible, por un lado estaba la relación escolar que nos unía, segundo ella podría ser por edad mi madre, pero estaba decidido no podía seguir así estos días juntos no admitía otra cosa, debía buscar el momento para decirle lo que sentía por ella.

Ella vivía a la vuelta de la casa de mi madrina y trate de encontrarla “casualmente”, mis 2 primeros días no conseguí nada. Nuestro encuentro fue casi de casualidad al 3 día, ella salía de su casa y yo casi me la lleve por delante. Nos dimos un beso y ella se mostraba alegre de verme. Charlamos un rato ella ya sabía que había ido a visitar a mi madrina y dijo:

F- Me podrías acompañar, compro un par de cosas en el supermercado y después podemos tomar unos mates, ¿sí?

Por supuesto que acepté su propuesta, quería verla y salvo alguna sorpresa iba a estar a solas con ella. Como siempre estaba hermosa, con esa ropa se la veía, atractiva, elegante y sexy, ya que su ropa ajustadita marcaba sobremanera los atributos de su curvilíneo cuerpo

Flavia media 1,63 m., su cabello era largo hasta la altura de sus senos, generalmente lo usaba suelto, ondulado de color castaño claro con mezcla de mechitas rubias y con un corte desordenado y salvaje, de piel levemente trigueña cejas finas, ojos eran marrones delineados y sus párpados en un tono de beige, sus labios eran finos en un excitante color rosa pálido, su cara es de rasgos delicados, que le daban un toque de dulzura, aunque así maquillada le agregaba una inusitada sensualidad, el día se presentaba caluroso y húmedo y Flavia estaba vestida para la ocasión y llevaba aros tipo argolla dorados, llevaba una blusa abotonada en su frente, de fondo blanco con un estampado tipo zig – zag de color negro y gris y una pollera corta, color azul marino ajustada que marcaba su pequeña cintura, sus caderas e insinuaba los cachetes de su cola, su falda mostraba sus buenas piernas unos 10 cm por sobre las rodillas y unos zapatos altos, con taco tipo aguja que insinuaban más las dotes de su cuerpo.

Luego de preparar el mate, fuimos al living. Yo no sabía hacia que parte de su cuerpo dirigir mi vista, sus senos se notaban imponentes, a pesar que su blusa era levemente holgada, sus caderas, su cola su carita angelical sus torneadas piernas…

Charlamos un rato largo, hablamos de lo bien que la pasamos en esos días que estuvimos juntos, de mi madre, de sus hijas de “mis hermanos” y de lo bien que nos llevábamos a pesar de no tener la misma madre.

Salimos al bacón yo iba detrás de ella deleitándome con el movimiento de sus caderas y cola admirando sus movimientos insinuantes. Ella vivía en el décimo piso por lo cual era imponente la vista de la ciudad, mientras ella me mostraba y me explicaba la magnífica vista de la ciudad y yo pensaba en la vista magnifica que ella me estaba ofreciendo con su hermoso cuerpo.

Después de un rato tome mi celular y le dije si quería ver las fotos que nos sacamos en la playa había fotos de todos nosotros como en familia, pero las dos últimas eran un tanto hot, una era con su bikini negra y vivos dorados, como fue una selfie estábamos muy juntitos y los dos tomándonos por la cintura, en la otra ella estaba sola semi acostada en la playa, pero por la posición el corpiño de su bikini mostraba mucho de su seno derecho al verlas dijo:

F- Estoy demasiado sexy en ambas fotos… bah en realidad estoy insinuando mucho en ambas fotos prométeme que nadie más las va a ver si en el colegio las llegan a ver, mi carrera docente se puede terminar, por más que digamos que fueron fotos inocentes nadie me va a creer.

G- Por supuesto que no las va a ver nadie más, soy muy egoísta para que los demás vean la hermosa preceptora que tengo.

F- Hey, gracias por el comentario, pero no corresponde que un alumno le diga esas cosas a su preceptora.

G- Bueno tal vez no, pero todavía no empezaron las clases así que todavía no sos mi preceptora, en todo caso sos mi ex preceptora.

F- En eso tienes razón, pero siempre vas a ser mi alumno, y siempre vas a ser mi alumno preferido, porque debo confesar que siempre te sentí distinto a los demás, y el otro día cuando nos sacamos esa selfie y tu mano me tomó por la cintura sentí que me estremecía el roce de tu piel.

Hubo un silencio nuestras miradas se cruzaron, nuestros dedos se entrelazaron y dijo:

F- Nunca pensé que algo así podría pasarme, jamás pensé que podría enamorarme de alguien que podría ser mi hijo y menos que fuese mi alumno, sé que es una locura, pero no me puedo controlar, sos algo especial y espero que lo manejemos con cuidado y en el más absoluto secreto.

Nos miramos a los ojos, la tomé por la cintura, ella se puso en puntas de pie tomo mi cuello y un beso muy suave y dulce sello ese primer contacto tan deseado. Nuestras bocas se separaron y ella dijo:

F- Este es el beso más tierno, el más deseado y el más hermoso, te amo con locura.

G- Yo también te amo sos lo más hermoso, lo desee desde el primer día que te vi, pero nunca pensé que ese deseo si hiciese realidad

Ella me tomo por la cintura yo hice lo mismo y comenzamos a besarnos a desearnos a enloquecernos durante varios minutos.

Luego me miró con dulzura y dijo:

F- Vamos a mi habitación quiero ser tuya… hace mucho tiempo que no deseo a nadie como a vos

Cuando Flavia tomó mi mano y me llevó a su habitación mi cuerpo se estremeció, iba a tener lo más precioso y deseado

Nos acostamos aun vestidos en la cama, ella sobre mí besándonos y acariciándonos apasionadamente, y con mis manos sobre su pollera acariciando su cola, la pasión iba envolviéndonos en medio de besos de lengua. Ella no paraba de calentarme sus besos me enloquecían, sus manos casi con desesperación desprendieron el cinturón de mi pantalón bajo el cierre, y mientras continuábamos besando el dedo índice de su mano, jugo con mi pene totalmente erguido, un profundo gemido nació de su boca.

F- Siii, así mi amor, quiero que vibres en mis brazos y que este momento juntos sea inolvidable.

Su lengua con desesperación ingreso en mi boca, y la pasión de ese beso duró varios minutos.

Su mano seguía jugando con mi pene, mi pene, bajó mi slip besó y lengüeteo mi bajo vientre mientras su mano acarició mi pene y la habitación se llenó de gemidos, me miró y dijo:

F- Tenés un hermoso pene y ahora lo voy a saborear por completo.

Su boca se arrimó a la punta de mi pene, le dio un pequeño beso y deslizó su ardiente lengua por el contorno de mi glande, luego introdujo una parte en su boca y lo succionó un par de veces, saboreándolo y llevándome a una excitación increíble, sentía sus labios rodeando mi pene succionándolo muy suavemente. Segundos después su boca se apoderó de él totalmente, y ahí empezó a deglutirlo con su lengua lenta y suavemente como quien quiere prolongar al máximo ese momento, yo acariciaba su cabello, gemía y sentí que nunca había vivido nada igual, mi amor por Flavia era enloquecedor.

Ella me estaba transportando a un momento sublime, su boca recorría mi pene y volvía a tenerlo totalmente en su boca, jugueteando con su lengua, con sus labios, succionándolo cada vez más increíblemente, recorriéndolo por completo, sin sacarlo de su boca, sus labios lo saboreaban, llegaban hasta la punta y volvía su boca lentamente a tenerlo por completo, estaba viviendo una sensación increíble e inolvidable, su suavidad su dulzura, su pasión me estaban enloqueciendo, Flavia me transportaba a momentos increíbles por primera vez no quería acabar para seguir estando dentro de su boca disfrutando a pleno ese momento, luego de un par de minutos ella comenzó a succionarlo más aceleradamente pero con la misma suavidad rodeando mi pene con sus labios, su boca seguía recorriendo mi pene, entonces me di cuenta que por más que lo intentase no podía prolongar más ese momento, ella me incentivo para que acabase diciendo:

F- Dame toda tu lechita quiero y adoro sentir su sabor en mi boca.

Sus palabras fueron casi una orden para mí, un profundo gemido nació de mi boca sentí mi pene eyaculando en el interior de su boca invadiéndola, sus labios continuaban succionado y su garganta comenzó a saborear mi semen, volvió a introducirlo por completo en su boca lo succionó con desesperación un par de veces y comenzó lentamente a retirarlo de su boca, saboreando y deglutiendo hasta hacer suya hasta la última gota de semen, cuando ya mi pene se hizo flácido y no tenía ya vestigios de semen, lo retiro de su boca y mirándome dijo:

F- Fue hermoso tenerlo en mi boca

G- Fue sublime sentirme dentro de ti, sos una diosa

F- Voy a lavarme la boca, ya vengo mi amor

Volvió y se detuvo frente a la cama, movió sensual y provocativamente su cuerpos para que la desease más aun, llevó sus brazos a su cabello y jugueteó con ellos unos segundos, me miró dulce pero provocativa a la vez, luego llevó sus manos a la cintura y se quitó la blusa, y luego la pollera quedándose con un diminuto conjunto de corpiño y bombacha de color beige claro con ribetes blancos, luego de acariciar su cuerpo, retiro una a una esas prendas dejando su increíble y perfecto cuerpo desnudo ante mi vista y avanzó hacia mi acostándose sobre la cama a mi lado, yo la tome por la cintura y dije:

G- Sos increíble Flavia… hermosa, perfecta por donde te mire… te deseo desde ese primer día que entraste al aula.

F- Yo también te deseo, me gustas mucho, nunca pensé sentir algo así por un alumno pero estoy disfrutando este momento y cuando más estoy con vos más caliente me pones…

Volvimos a besarnos, a acariciarnos, recorriendo nuestros ardientes cuerpos, su piel era tersa… suave, besé sus labios, lamí sus pezones, los que poco a poco se irguieron dentro de mi boca, luego de ello ella se instaló sobre mí no cabía duda que ella quería manejar la situación, yo no opuse ninguna resistencia después de lo vivido hace instantes la deje hacer… la calentura existente entre los dos era mucho más que evidente.

Yo quede sobre la cama, ella se colocó sobre mi abriendo sus piernas y quedando mi cuerpo entre ellas, flexionó sus piernas y quedo sentada sobre mi vientre, entonces comenzó a besarme y a chuponearme yo con mis manos rodeaba su cintura, luego de un par de minutos su cuerpo comenzó a moverse sobre mi vientre, movió un poco su cola abrió más sus piernas entonces mi pene erecto deseoso quedo entre sus nalgas, sus movimientos eran suaves, delicados, mi pene por sus movimientos empezó a deslizarse por la raya de su cola por su ano, mi boca gemía gozando ese momento y ella dijo:

F- Sabia que te iba a gustar… y a mí también, me enloquece tener tu pene entre mi nalgas, sentirlo así deseoso… vigoroso, me encanta sentirlo así, poder disfrutarlo y gozarlo gozándolo por completo.

No dejó que le respondiese su boca se hundió en la mía se detuvo unos segundos y continuo con sus movimientos haciendo que mi pene siguiese deslizándose por la raya de su cola, durante unos segundos movió su cuerpo lentamente haciendo que mi pene gozase las puertas de su ano.

Luego seguimos besándonos, sus movimientos continuaron, y mis manos tomaban su cintura, sus nalgas, luego levantó un poco su cuerpo de mi vientre haciendo más amplio el recorrido de mi pene en su cola, iba y venía desde la puerta de su concha a la puerta de su ano, la calentura que teníamos a esa altura era terrible, entonces se movió un poco sus piernas se separaron un tanto de mi cuerpo sintiendo como mi pene se colocaba a las puertas de su vagina que a esta altura de los acontecimientos estaba muy lubricada… ella movió su cuerpo y mi pene entro por completo en su vagina, los dos gemimos profundamente, ella se echó sobre mí y me beso casi con desesperación y dije

G- Es hermoso sentirte así

F- Ya lo creo que es hermoso, sentirlo así dentro de mí es inigualable

Volvimos a besarnos y entonces continuaron sus movimientos de vaivén haciendo que mi pene recorriese su vagina introduciéndose en ella desde la punta a la base, sus movimientos suaves y delicados se fueron acelerando lentamente, los gemidos los gritos de placer y de gozo comenzaron a hacerse continuos, mis manos sujetaban sus nalgas con firmeza y su voz entrecortada dijo:

F- Quiero que acabemos juntos, quiero que juntos disfrutemos ese momento

Entonces ella imprimió mayor velocidad a sus movimientos, su boca gemía constantemente, aferré con más fuerza sus nalgas, luego de unos segundos su boca gimió profundamente, su vagina comenzó a contraerse y un sinfín de orgasmos se apoderaron de su cuerpo al mismo tiempo que mi pene se contraía lanzando en su interior interminables torrentes de cálido semen, su cuerpo se movía lentamente como quien desea atrapar cada gota lanzada, nos besamos con desesperación, mi lengua recorría su boca, nos quedamos así besándonos disfrutándonos durante varios minutos. Luego se separó de mi cuerpo y dijo:

F- Lo mejor que hice fue aceptar que me gustabas, que quería estar con vos, que quería ser tuya y gozar en tus brazos… te amo.

G- yo también te amo, y este momento será inolvidable en nuestras vidas, te amo, te deseo y si este es un sueño no quiero despertar jamás.

F- Por suerte no es un sueño, te amo, sos lo mejor que me pasó en la vida.

Luego gozarnos nos fuimos a almorzar, ella se sentó sobre mí y en medio de besos caricias y abrazos, no dimos de comer uno a otro, por la tarde volvimos a tener sexo varias veces, y en complicidad con un amigo dije que pasaba el fin de semana en su casa cuando lo pasé con Flavia. Ese fin de semana fue inolvidable, mucho más cuando esa noche fue mía por completo, fue cuando en medio de un torrente pasional, me ofreció su cola.

Ella fue mi preceptora de lunes a viernes disimulando lo que vivíamos fuera del ámbito escolar y durante ocho meses fue mi novia, mi esposa, mi amante y cada encuentro lo vivimos tan pleno de pasión como este.

Lo nuestro finalizó cuando sentimos que la pasión y el deseo ya no eran lo mismo. Flavia y mi madre se hicieron amigas, razón por la cual ella y yo no veíamos varias veces. Y ese vernos hizo que la llama del deseo no se agotase, así que a pesar de tener otras parejas siempre revivimos esos instantes de pasión.

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