Ha pasado un mes desde la primera vez que tuve sexo con Adrián y desde aquella primera vez no hemos parado, la cocina se ha convertido en nuestra recamara amatoria. Pero últimamente note algo insatisfecho a Adrián, preguntándole por su malestar me respondió que no le gustaba estar escondiéndose y que le gustaría hacerlo sin tener que reprimirnos.
Lamentablemente con mi hijo y el juntos todo el día era imposible estar solos nosotros dos, hasta que Adrián me propuso la idea de espéralo en mi puerta después de que mi hijo y marido se fueran a la escuela y el trabajo. Ideando el plan me dijo que buscaría una forma de faltar ese día a la escuela y vendría directo a mi casa.
Me sentía muy excitada de solo escuchar lo que Adrián estaba tramando, terminamos de planear todo pero antes de irse me pidió dos favores muy especiales, el primero era que lo recibiera con ropa sexy y el segundo que me depilara mi vagina. Yo siempre esperaba a Adrián vistiendo faldas para facilitar nuestros encuentros y con la poca o nula atención de mi marido había descuidado mi área intima.
Sin poder negarle nada acepte, esa noche mientras me bañaba me sentía más caliente de lo usual y como Adrián me lo pidió me rasure mi vagina, aunque no era la primera vez recortando mi vello púbico nunca me había rasurado por completo, al terminar y verme al espejo parecía la vagina de una adolescente.
Pensando en que prendas usaría para recibirlo no se me ocurrió mejor opción que el baby doll negro de encaje que había comprado hace un año, lo adquirí con la intención de renovar la pasión con mi marido pero resultó inútil. Esa noche no pude dormir de la emoción como dije antes estaba más caliente de lo normal.
A la mañana siguiente me levante muy temprano, prepare el desayuno para mi marido y mi hijo y dándole un beso a ambos los despedí. Al estar solo recibo un mensaje de Adrián avisándome que una hora llegaría, con tiempo para prepararme me fui a duchar, me vestí con mi babydoll negro, me peine y hasta me maquille un poco.
Estaba irreconocible cuando me mire en el espejo, me fui a sentar en el sofá esperando su llegada, escucho que tocan la puerta y rápidamente me volví a poner mi bata del baño para evitar que alguien me viera, fui a abrirle la puerta rápidamente para que los vecinos lo no vieran.
Estando en privacidad me quito la bata e inmediatamente se lanzó sobre mí besando apasionadamente diciendo lo hermosa y sexy que me veía, “se ve fantástica señora Isabel”, dijo devorándome por completo con su mirada, me pidió que me diera una vuelta para verme mejor.
Me di varias vueltas modelándole, Adrián se me acerco nuevamente besándome de forma brusca pero apasionada, me levanto entre sus brazos y entre besos me llevo hasta mi recamara que comparto con mi esposo, Adrián traía puesto el uniforme de la escuela pero al llegar a la cama se había quitado todo
Era la primera vez que lo veía completamente desnudo, tenía un cuerpo esbelto y atlético, todo lo opuesto a mi marido, estaba a punto de desnudarme pero Adrián me dijo que me dejara el baby doll puesto
Me acostó sobre la cama abriendo mis piernas y metiendo su cara en medio de ellas oliendo mi vagina. “Que rico olor tiene señora Isabel” sujeto mis bragas con sus manos y lentamente las bajo dejando expuesta mi vagina ante su mirada.
Sus ojos brillaron al ver mi vagina sin ningún vello “Me encanta señora Isabel“, mencionó al momento de acercarse nuevamente a mi vagina besándola “Se ve preciosa sin ningún vello” dijo dándome otra vez un beso, al sentir sus labios rosando mi clítoris solté un fuerte gemido que rápidamente ahogue.
Adrián al verme sonrió y me dijo que estaba vez no hay nadie que nos moleste y que lo disfrute sin contenerme, apenas termino de hablar me volvió a dar otro beso en mi vagina muy suave y gentilmente. Eran pocas las veces que mi marido me llego a hacerme sexo oral, lo hacía de mala gana y muy breve pero Adrián me estaba devorando.
Al ver mis reacciones Adrián comenzó a besar y acariciar con ternura mi abdomen, muslos y el área circundante de mi vagina, su aliento generaba una sensación placentera sin llegar a tocarme, mi vagina estaba toda mojada y temblorosa.
Abrió mis labios vaginales y empezó a darme suaves lengüetazos, lentos apenas tocando mi clítoris, yo me sentía desmayar cerré mis ojos y me deje llevar por su lengua, lentamente fue aumentado la intensidad de su lengua, lamio todo mi interior atrapando mi clítoris entre sus labios y chuparlo suavemente pero con fuerza.
Mis gemidos fueron aumentando mientras mi cuerpo se estremecía a cada lengüetazo que me daba y sin más termine explotando en la cara de Adrián, mi orgasmo fue tan fuerte que termine mojando hasta la cama, Adrián continuó lamiendo mi vagina hasta que deje de correrme.
Adrián se acostó a mi lado y con su miembro muy duro me dijo que me subiera arriba, me coloque sobre el guiando con mi mano su miembro a la entrada de mi vagina que ya estaba toda mojada, con solo sentir su glande mi vagina se sacudió, Adrián me tomo de mis caderas y sin dificultad su pene resbalo hasta lo más profundo de mi interior.
Estando dentro de mí se levantó para darme un beso y quitarme los tirantes del baby doll sacando mis pechos, se volvió a acostar sujetándome otra vez de mis caderas para comenzar a moverse frenéticamente en mi interior. Un nuevo gemido escapo de mi boca al momento de sentir como entraba y salía sin dificultad.
Esta vez no me contuve y le deje saber a Adrián el enorme placer que me estaba dando a través de mis gemidos, mis pechos no dejaban de rebotar mientras mi vagina era atacada por el duro miembro de Adrián, Mi cuerpo se sentía como si estuviera flotando, en ese momento de placer me olvide de todo, solo quería ser la mujer de Adrián.
Su miembro comenzó a palpitar y dándome un beso pasional y desesperado, su pene exploto dentro de mi llenadme cada rincón de mi vagina con su semen. Caí desplomada sobre su pecho, continuamos besándonos mientras acaricia su pecho.
Descansamos como 5 minutos cuando volví a sentir el pene duro de Adrián golpeando mi vientre, estando sobre él se dio media vuelta quedando ahora sobre mí y con manos fue masajeando mis pechos mientras me chupaba suavemente mis pezones duros.
Me empezó a dar besos diciendo que este era su máximo sueño jamás cumplido, cogerme en total libertad y en mi propia cama era su mayor fantasía, nos volvimos a besar y nuevamente coloco su miembro en la entrada de mi vagina que estaba gustosa por volver a recibirlo.
Subió mis piernas a sus hombros y metiéndomela de con fuerza comenzó a aumentar el ritmo de sus embestidas, todo mi cuerpo se estremeció al sentir nuevamente su miembro, con mi vagina depilada podía ver su vigoroso miembro entrañado y saliendo de mi interior, además de que no dejaba de halagarme por lo estrecha y húmeda que estaba.
Su cuerpo seguía chochando violentamente con el mío, se acercó a mí y susurrándome al oído empezó a decirme que dijera que era su mujer y que mi vagina era solo suya; Yo estaba tan excitada y entregada que con sus ojos fijos en los míos lo dije sin pudor “Soy tu mujer Adrián y mi vagina es solo tuya y de nadie más“, fueron las palabras que salieron de mi boca.
Al escuchar eso Adrián en un desenfreno moviendo sus caderas penetrándome, gemía de placer sin control, el decir que era solo suya lo excito tanto que se volvió loco embistiéndome con su miembro. Nunca en toda mi vida me habían penetrado con tanta lujuria como Adrián, mi vagina no dejaba de temblar por las embestidas de Adrián. Había algo en su salvajismo que me hacía perder la cabeza.
En ese momento mi vagina comenzó a tener contracciones como señal de un nuevo orgasmo “Señora Isabel que rico me está apretando“. Su miembro comenzó a palpitar nuevamente eyaculando en mi interior y al sentir como se corría dentro de mí, terminamos viniéndonos al mismo tiempo, cayó sobre mí sellando nuestros orgasmos con un beso y al paso de unos mínimos su pene estaba otra vez duro.
Después de eso perdí la noción del tiempo, habrá pasado cerca de una hora tal vez, pero Adrián seguía penetrándome sin parar, su vigor me dejo asombrada y exhausta, me desnudo por completo, me coloco en la posición que él quiso y termine sudada con mi vagina llena de su esperma. Dando su última corrida termino sin fuerzas cayendo a mi lado, nos dimos un beso y nos acurrucamos quedando dormidos, su semen emana con abundancia de mi interior.
Despertamos al cabo de una horas y nos metimos a bañar, con al agua caliente lavando nuestros cuerpos volvió a tener otra erección y me volvió a poseer ahora desde atrás, sin saber cuándo nos veríamos solo nosotros dos nuevamente aprovechamos al máximo.
Terminamos de bañarnos y de vestirnos, lo acompañe a la puerta y antes de irse volvió a preguntarme ¿Si era su mujer? Y con una gran sonrisa en mis labios le conteste que sí, que soy solo su mujer y despidiéndolo con un beso sin importarme quien nos viera se marchó. Ahora tengo claro mis sentimientos por Adrián y sé que no hay vuelta atrás, mientras mi hijo y mi esposo no se enteren seguiré siendo su mujer a sus espaldas.
FIN