Me subí al carro mientras me acomodaba la blusa y el peinado… No quería parecer tan zorra llegando a mi casa… Emilio se subió al auto y acelero con rapidez.
-Tengo que ir a recoger arriendo antes de que ese guevon se duerma -me dijo y paso su mano por mis muslos… De una manera suave y dominante.
Yo seguía calientica, trataba de disimularlo pero la realidad es que quería más…
Sentía como me chorreaba la vagina y eso me arrechaba… Mis tetas y mi boca olían a verga, mis manos tenían ese aroma a sus partes íntimas… Me acomodaba para ventilar mi entrepierna y que mi olor le llegara a él… Empezaba acomodarme la blusa y empezaba a tirar cara de buscona.
-bueno a ver si me llevas a mi casa pronto también -le dije mirándolo como con ganas de todo menos de llegar a casa.
-tranquila muñeca, yo no me demoro acá y salimos para tu casita -lo dijo en tono encantador… Y me acaricio el muslo con fuerza. Yo me ladee sacando mis pechos como entregándoselos a placer. El saborío con sus ojos pero enseguida siguió conduciendo.
En cuestión de unos minutos habíamos llegado a donde Emilio debía recoger la renta. Se bajó rápidamente ya que el señor lo esperaba afuera de la casa. Mi raja seguía escurriendo leche y estaba cada vez más inquieta y en la cara se me notaba.
Entre miradas vi como el señor inquilino me reconoció… Le hice familiar y el a mí también en alguna ocasión pasada le vi en alguna reunión con mi pareja. Era un señor no muy agraciado pero tenía algo… Emilio se interpuso entre nuestras miradas y recibió el dinero seguido de un estrechón de manos y volvió a subir al carro.
– ahora si vamos para tu casita -me dijo mientras prendía el carro- pero te toca consentirme mientras llegamos -y de nuevo deja ese paquetote al aire al borde del timón. Mientras yo me saboreo y me acerco de repente Emilio me agarra la cara con fuerza y me dice al oído -esto apenas empieza perrita… -Con brusquedad me acerca a su bulto y simplemente me dejo llevar, lo busco con mi boca y me engullo su verga una y otra vez.
– eso así me gusta, bien perrita -susurraba mientras mi lengua no podía dejar girar alrededor de su glande mientras lo sacaba y lo metía en mi boca. Sonaban mis chupadas y se intercalaban con sus gemidos. Su verga sabia agria y dulce, sucia y olorosa pero muy ancha, gruesota y me tenía ardiendo de nuevo, era jugosa y venosa, me hacía sentir perra y sucia.
De un momento a otro se orilla y parquea… Por la mamada que le estaba pegando no me había percatado que estábamos afuera de mi casa, mi sorpresa era tal porque pensé que me iba a meter a un motel a culearme. Pero no, me llevo a mi casa. Sin embargo yo seguí mamándole esa estaca que empezaba a lubricar ese saborcito que me pone cachonda…
-me vas hacer venir en tu boquita… Pero no quiero, quiero estallarte otra vez ese chochito.
Para ese momento ya llevábamos varios minutos parqueados afuera de la casa, yo seguía empedernida en lamer de arriba abajo mi trofeo, utilizaba mi lengua para deslizarla en su anchísima verga, hasta que ni me percate que mi madre me whasapeó… Le dio haber causado gracia que llegara en la caninita del tío de mi novio (no estábamos bien) y todavía no me bajaba…
De un momento a otro me agarra del cabello, me hunde y me mete toda su verga hasta mis amígdalas. Sentía su verga palpitar en mi garganta y me forzó aguantar con su cosota en mi boca, hasta que empiezo a toser y me libera dejándome un poco de su líquido seminal en mi boca. La maniobra me había hecho llorar y correr el maquillaje.
– bájate que vamos para tu cuarto -me ordeno, se bajó del carro y a duras penas me dio tiempo de organizarme.
– pero como se te ocurre… En mi casa no!, están todos -le dije un poco sorprendida.
Él no me paro bolas y se bajó del auto. Entramos a la casa y estaba mi madre con sus suculentos pechos y una blusa escotada. Me recibió con sorpresa pero al mismo tiempo cuando se dio cuenta que venía con el tío Emilio le causo mucha picardía, sin embargo con sus miradas y sonrisas dio aprobación a la situación. Que entre manoseos y el rostro de ambos era obvio lo que sucedía. Tengo la particularidad que cuando estoy arrecha se me nota en la cara. Al igual que mi mama.
Después de saludar Emilio le pidió prestado el baño a mi mama. Mi mama le indico el camino al baño social que estaba enseguida a la sala y al cuarto de mi hermana. Emilio fue hacia baño y mi madre se desentendió de la situación. Lo voltee a mirar y me hacía señas con el dedo de que fuera. Me estaba desafiando, quería comerme al frente de todos en el baño de mi casa y macarme como su perra, hacia lo que se le diera la gana conmigo, ante su poder y estatus social solo me atraía más y cedía a sus bajos deseos. Por un momento me resistí pensando en lo que me podía decir mi madre o que mi hermana se diera cuenta. Sin embargo estaba arrechísima y hasta mi ano palpitaba con esa vergisima de Emilio. Sin que mi madre se diera cuenta me metí en el baño con el.
Era pequeño el baño y encerrado. Emilio no perdió el tiempo y me puso de frente al espejo y se puso a mis espaldas. Y me dijo al oído…
-Te voy partir ese culito -decía mientras me subía la falda y buscaba mi tanga.
-Aquí no porque no puedo gritar –conteste, le respondí con voz de sedienta de verga e inicie a mover mi culo buscando su erección.
-Está bien, hoy no me quedo con tu culito pero igual todos se van a dar cuenta de la culeada que te voy a pegar -me dijo mientras desabrochaba su pantalón y salía esa vergisima apestosa y mojada. Enseguida Emilio me empezó a lamer el cuello mientras me despojaba la blusa dejando al aire mis abultados pechos que terminaron encajándose en sus manos… Con sus dedos apretaba mis pezones y me excitaba tanto que me esforzaba por no gemir… Con su penesote delicioso empezaba a rozar mi vulva y mi culito con paquetote…
-Por mi te rompo ese culito ya mismo -me decía al oído mientras hacía presión sobre mi ano para que tremendo pene entrara. Sin embargo me incline un poco y entro húmedamente en mi vagina. Estaba inundada y conservaba un poco de su rica leche en mi vulva. No había pasado más de dos horas desde que me cogió en el parque.
Sentía su pene más grande que todas las veces, la posición me encantaba porque me llenaba hasta al fondo, su pene grueso y tieso empezó a entrar y salir suavemente mientras disfrutaba de la textura de miembro… Le veía su cara de placer mientras jugaba con mis senos y me respiraba agitadamente en mi oído…
– mira te como en el baño de tu casa como si fueras mi putita -me empezó a decir mientras lo empezó meter y sacar con más fuerza… Mis tetas empezaron a moverse y empecé a gemir suavemente ante la sensación de su pene que se empezaba a hinchar y me estremecía por dentro.
– dame más -le susurraba con piedad y le miraba por el espejo a su cara lujuriosa y perversa…
Inmediatamente empezó aumentar el ritmo de su cogida y me empezó a detallar y tocar los pechos de nuevo ante el movimiento tan delicioso que hacían. El espejo se empezaba a empañar con mi aliento mientras Emilio se descaraba y empezaba a darme de una manera muy fuerte, incluyendo nalgueadas y jalones del pelo. Era una armonía absoluta y había que ser muy ingenuo para no darse cuenta de lo que estaba sucediendo en ese baño.
– estas preparada para firmar el contrato? -me decía con seriedad mientras lo interrumpía el sonido del mete y saque húmedo- ¿aceptas ser mi zorrita de tiempo completo? -me preguntaba mientras aumentaba el ritmo empezaba a escucharse palmadas húmedas producto de las embestidas que recibía…
El ritmo seguía aumentando, la fricción era más fuerte, hacía mucho más ruido… El vidrio se empañaba por completo y olor de nuestros sexos se apodero del baño, nuestro cuerpos aumentaban de temperatura y empecé a sentir sus gotas de sudor al igual que las mías…
– uhmm, uhmmmm -gemía envuelta en placer y le seguía su jueguito excitante- encantada de ser tu perrita de tiempo completo… Ay que rico… No pares uhmmmm -decía cada vez más duro mientras él me respondía con más energía y brusquedad… Me decía guarradas y me humillaba… Me hacía sentir entregada a su verga, a sus deseos y a su poder… Me excitaba que lo hiciéramos ahí… Intentando lo imposible: no hacer ruido. Me excitaba todo lo que me proponía… Me excitaba el aroma que se generó en ese lugar tan pequeño…. Me excitaba fallarle a mi novio… Me excitaba sentirme perra y sucia en mi propia casa…
-prepárate zorrita que te voy a dar de comer -me decía mientras soportaba sus embestidas salvajes, sentía su verga caliente e hinchada, llena de jalea para mí.
-don Emilio por favor lléneme de su lechita -le suplicaba mientras buscaba más ritmo de su parte hasta que su verga inmensa empezó a palpitar y disparar semen dentro de mí.
-Errrhhhmmm gemía como un animal mientras descargaba toda su miel en mi vulva que a su vez seguía bombeado y estremeciéndome…
-ay que rico tu lechita -Decía mientras seguía moviéndome mientras estallaba de sensaciones, mi vagina palpitaba por dentro mientras el saco lentamente su vergisima dejándome chorreando semen entre mis piernas… Enseguida Emilio acaricio mi vagina y con un dedo recogió un poquito de semen y lo llevo a mi boca… -para ti muñequita -me decía mientras saboreaba su jalea espesa… La verdad era un sabor muy particular.
– te voy a limpiar esa vergeta -le decía mientras terminaba de chuparle el dedo, que verga tan jugosa pensaba dentro de mi mientras me arrodillaba y daba media vuelta para quedar con ese bulto de carne al frente mío… Palpitaba como si rehusara a morir… Conservaba su tamaño a pesar de que ya estaba un poco flácido, estaba untado de fluidos, sus bellos crespos también estaban húmedos y sus guevas sudadas… Todo un manjar que empecé a deleitar con mi boca y lengua mientras su sabor a macho sucio me ponía a palpitar mi clítoris…
-yumm… Yummmi… -recorría desde sus testículos hasta su glande, mientras el gemía y hacia como un animal aullando -arrghh… Eso zorrita comételo todo, desde el primer día que te conocí sabía que ibas a terminar con mi verga en tu cara -(la verdad siempre fui coqueta con él, desde que lo conocí me llamo la atención porque se hablaba mucho de el en la familia, era el tío adinerado de mi novio, dueño de varias propiedades, y además un señor que a pesar de que no tiene un cuerpazo es simpático).
Seguía pegada a su glande y se empezó a hinchar de nuevo… Mi vagina estaba lista para recibir esa pollisima de nuevo… Empecé a mamar con más fuerza…
– quieres más verga, definitivamente sos tan puta como me lo imagine -inmediatamente me saco mi premio de mi boca y me puso la verga en mi cara… Era tan grande que sus guevas olorosas quedaron en mi mentón y todo su chimbo jugoso llegaba hasta mi frente, yo sonreía y sacaba mi lengua para seguir estimulando sus testículos que sabían más a sudor pero igualmente me encantaba.
– si aceptas ser mi esclava y estaba sometida a mis más sucios y bajos deseos, tienes que mamármela hasta llenarte de la boca de mi leche -me decía mientras me acariciaba el cuello mientras su verga recobraba vida- mi sobrino tiene una deuda conmigo que quedara saldada con vos, aquí en tu casa ya se dieron cuenta que ahora me perteneces -me decía mientras me agarraba el cuello y me ahorcaba pero sin brusquedad, mi lengua seguía haciendo de las suyas… Todo lo que él hacía me ponía cada vez más cachonda…
– acepto ser la puta más puta y más sucia para ti -le dije mientras mis manos agarraban ese mástil de carne y mi boca se esforzaba para metérselo de nuevo semejante polla. Emilio gimió de placer y enseguida me agarro más bruscamente mi cabeza y empezó a engullirme todo su penesote hasta mi garganta, aguante con verga unos segundos y enseguida empezó a follar mi boca con furia.
– glugh glugh glughh -sonaba mi boca mientras aumentaba el ritmo mi mamada, follada de mi boca, mi saliva salía desde mi boca bajaba por mi cuello y por mis tetas hasta encontrarse con el sudor que había en mi pecho…. Su verga empezaba a hincharse de nuevo y palpitar.
– eso así mamacita… Ya vas a firmar el contrato -me decía mientras me miraba mis ojos que lagrimeaban mientras aumentaba sus embestidas a mi boca… Me parecía un poco doloroso pero me encantaba complacer a mi nuevo dueño.
– arrrrghhhh -exclamo con furia mientras sentía como botaba jalea a borbotones dentro de mi garganta… Empezaba a tragar y seguía mamando… Estaba poseída por semejante semental mientras sus líquidos chorreaban de mi boca a mi cuerpo, mis pechos y mi vagina seguía llenita de él…
– eso tómatela toda… Es tu manjar zorrita y te alimentare de seguido -decía mientras apenas terminaba mi banquete asegurándome de dejar esa verga limpia bien limpia, mientras poco a poco perdía tamaño y rigidez, termine de chupar desde la cabeza hasta testículos de nuevo y me levante…
– yummmy papacito, sabes delicioso -apenas estaba recuperando el control de mi ser- me puedes llenar de tu lechita cuando se te antoje y donde se te antoje -le decía mientras acariciaba su pene que salía de mi mano por lo ancho.
Emilio me beso con lengua y me agarro del cuello y me separo…
– me tengo que ir -dijo mientras se arreglaba y recuperaba la compostura. Al cabo de un par de minutos salió y dejo un par de billetes de 100 en el comedor.
Yo bastante apenada, salí del baño y fui directamente a mi cuarto… No tenía cara para dar explicaciones…