Hola mis queridos y queridas, desde hace mucho que no paso por acá, no le he dedicado el tiempo que se merece, he estado ocupada y distraída y ademes me fui de vacaciones y deje mi compu acá en Santiago, bueno paso a contarles bien resumido como fue que vi a mi madre acariciar delicioso a mi padre en mis vacaciones.
Fui con mi familia a una playa del litoral central, mis padres, mi hermana, mi cuñado y yo, mis padres rentaron una casa cerca de la playa con todas las comodidades, una habitación para mi sola, otra para mi hermana y Jorge y la principal para mis papás.
Los primeros días no paso mucho, paseos a la playa, mi bikini pequeño se perdía entre mis nalgas y el sostén apenas cubría mis pezones, lo que atraía las miradas de los hombres y uno que otro piropo, y también el enojo y desprecio de las mujeres, Jorge aprovechaba cada ocasión para manosearme el culo o los pechos, estaba desesperado porque se lo chupe o poder cogerme, pero no tengo muchas ganas de estar con él.
Una noche salimos a la plaza mayor, solo mi hermana, Jorge y yo, bebimos algo en un pub y luego me devolví sola a la casa, me sentía cansada y quería dormir. Entre muy despacio y en la sala no había nadie, me fui directo al baño para prepararme para dormir, ,luego salí y antes de entrar a mi habitación escuche un ruido en la habitación de mis padres, me acerque de curiosa y pude ver que la luz estaba encendida, me fije que sobre la mesa del comedor había una botella de vino vacía, me acerque más y pude oír a mi madre reír y decirle algo a papá que no pude entender, en la puerta de la habitación quedaba una gran rendija por la cual se podía ver directo a la cama, en ella estaban mamá y papá, el sentado sobre la cama con el torso desnudo y mi madre recostada sobre la cama vestida con una camisola semi transparente al lado de papá, él le acariciaba los pechos, que son más grandes que los míos, mi madre es delgada y tiene un buen culo y grandes pechos y demás está decir que se roba las miradas de los hombres mayores y también de los de mi edad, papá se levantó de la cama y se quitó el bañador, el que no podía esconder su excitación, mamá lo miro sonriendo le dijo –Tienes algo para mi ahí -mientras se acercaba a la orilla de la cama, papá se acercó diciendo –Ya sabes cómo me gusta que te la tragues, a esa altura mi entrepiernas ya pedía a gritos a mis dedos y mis pezones ya estaban duros de lo caliente que estaba, mamá sin usar las manos metió la verga, o lo que cabía de ella en su boca, suavemente se la metía y sacaba de la boca, luego papá se recostó y mi madre siguió saboreando el miembro erecto de su marido, el gemía y movía sus caderas cogiéndose la boca de su mujer –No pares que ya acabo -le dijo el entre gemidos, mamá siguió succionando su miembro y por los gemidos de papá pude deducir que estaba acabando, ella seguía con la verga en la boca -¡Te lo tragaste? -Pregunto el, ella asintió sin dejar de saborear el duro miembro de papá –Me encanta que te vengas en mi boca -le contesto para luego volver a meterse el ya un poco flácido miembro de papa en la boca, (ya se de quien herede mi gusto por el semen) mi mano derecha ya estaba en mi mojada vagina, acariciando mi clítoris cuando escuche el ruido de la puerta de calle, rápidamente corrí a mi habitación para que no me sorprendiera mi hermana y cuñado espiando a mis padres, estaba tan caliente y necesitaba que mi cuñadito me quitara la calentura, desnuda y masturbándome sobre la cama pude oír a mi hermana como disfrutaba de la rica verga de Jorge, tuve que conformarme con masturbarme y me quede con las ganas, las que me sacaría unos días después, pero eso es otra historia que en los próximos día les contare.
Espero que les guste, pronto volveré a escribir, les mando un besote húmedo y caliente donde ustedes quieran, como siempre suya,
Carolina.