Habían pasado 2 semanas desde lo sucedido en la cocina, Adrián seguía visitando mi casa después de la escuela como si nada hubiera pasado, me saludaba nos sentábamos a comer y al terminar se ponía a jugar video juegos con mi hijo, todo parecía cotidiano pero desde ese día cada vez que Adrián estaba en la casa se escapaba a la cocina para pedirme que lo volviéramos a repetir.
Intente detenerlo y negarme por completo pero me resultaba imposible ignorar las caricias de Adrián, estaba tan abandonada por mi esposo que un simple rose de Adrián estimulaba en mi un sentimiento de placer y excitación tan olvidado que no podía resistirme a ninguna de sus peticiones.
Me pedía que lo masturbara mientras chupaba mis pechos o que lo masturbara con ellos, en ocasiones solo quería que me quedara quieta mientras él se masturbaba mirándome las nalgas Y como de algún fetiche se tratara se terminaba corriendo en todas las partes de mi cuerpo manchándome con su semen y lo peor aún es que me encanta que lo haga.
Después de cada encuentro con Adrián me entraba un sentimiento de arrepentimiento por lo que había hecho, aunque no habíamos llegado a tener sexo con el me sentía culpable sobre todo por mi esposo, mi hijo y en lo que podría llegar a pasar si nos descubrían. Me prometí que no lo volvería a hacer y esa misma tarde hable con Adrián antes de que se fuera a su casa y le deje muy claro que nuestros encuentros en la cocina se habían acabado.
Pasaron 3 días con normalidad sin el acecho de Adrián en la cocina, el continuaba visitado a mi hijo como acostumbraba pero no tenía ninguna intercesión conmigo hasta que Adrián me sorprendió nuevamente en la cocina.
Yo estaba lavando los platos sucios cuando Adrián se acercó a mí y desde atrás me abrazo con fuera diciendo que no podía olvidar lo que habíamos hecho y que no podía sacar de su cabeza la imagen de mis pechos desnudos.
Comenzó a mover sus manos sobre mi blusa masajeando mis pechos, Le dije que se detuviera, que no podíamos seguir haciéndolo y que no podía traicionar a mi familia pero Adrián seguía insistiendo, sus manos recorrían todo mis pechos y comenzó a quitar los botones de mi blusa y a rogar nuevamente porque lo hiciéramos otra vez.
La verdad es que yo tampoco había olvidado lo que había pasado y me sentía tan sola por el poco interés que mi marido mostraba en mí, que la atención de Adrián me hacía sentir acalorada y receptiva a sus mimos, “por favor señora Isabel solo una vez más se lo prometo”.
Su contacto suave y cariñoso me comenzaba a provocar nuevamente, “Está bien pero solo una vez más y ya le dije”, lo lleve al fondo de mi cocina donde nadie pueda vernos y termine de desabrochar mi blusa sacando mis pechos, me coloque en mis rodillas y su pene quedo a la altura de mi cara, tengo que admitir que su pene se veía muy duro y más grande que el de mi esposo.
Ubique mi mano sobre su miembro para masturbarlo pero Adrián me pidió que me detuviera y esta vez por favor se lo chupara como regalo de despedida. Considerando que esta seria nuestra última vez y que no se volvería a repetir acepte.
Estando tan cerca su miembro me lo lleve a mi boca, nunca me imaginé que terminaría chupando otro pene que no fuera el de mi marido y menos del amigo de mi hijo, empecé a darle ligeros lengüetazos a su glande, automáticamente los ojos de Adrián se fijaron en mí, no dejaban de observarme “se siente magnifico señora Isabel, no se detenga” sus comentarios me hacían sentir un poco avergonzada y excitada.
Su pene se contaría a cada lamida que le daba, parecía que en cualquier momento estallaría en mi boca así que apreté con fuerza la base de su miembro con mi mano para que se contuviera y coloque mis labios sobre su glande atrapándolo y comencé a chuparlo con fuerza solo con mis labios.
La cara de Adrián se puso roja y su mirada estaba perdida de placer, comenzó a emitir pequeños gemidos por lo que le dije que no hiciera ruido porque mi hijo se iba a dar cuenta, temiendo que mi hijo escuchara algo aumenta la fuerza de mi succión metiéndome casi por completo su miembro para que se corriera rápido.
Seguí chupando su miembro y Adrián me dijo que estaba a punto de correrse, “quiero correrme en su cara señora Isabel por favor déjeme hacerlo “sin alcanzar a responderle Adrián termino eyaculando sobre mi cara cubriendo todo mi rostro con su semen.
Esta era la primera vez que alguien se corría en mi cara, su semen se sentía caliente y tenía un fuerte olor, nunca creía que alguien pudiera eyacular tanto como lo hizo Adrián “perdone señora Isabel dijo Adrián disculpándose”, pero no me había molestado todo lo contrario me había gustado sentir toda mi cara cubierta de esperma, estaba a punto de levantarme pero Adrián me pidió como último favor que le chupara nuevamente su miembro hasta quitar la última gota de semen y lo dejara limpio.
Gustosa acepte y por segunda vez se lo volvió a chupar, utilice mi lengua para dejar limpio sus glande y su tronco, quite todos los restos de semen y lo deje limpio .Terminando de chupar su pene me levante y busque una servilleta para limpiar mi cara, me volví a abotonar mi blusa le dije que regreso al segundo piso con mi hijo.
Limpie la cocina y me fui a duchar para quitarme el olor de Adrián, me lavaba mi rostro paro aun sentía el aroma del semen de Adrián impregnando en mí, tarde en quitar por completo su hedor. Estando bajo el agua volví a sentir culpa por mi familia pero no podía detenerme Adrián despertaba en mi un fuerte impulso que no podía controlar.