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Tiempo de lectura: 3 minutos

Para Ana. Dedicado y escrito por y para ella. Una deliciosa y encantadora mujer.

-Ven Julio- Te pedí que te tumbaras. Me puse un poco de aceite en las manos y empecé a darte un rico masaje… lento, pasaba mis manos por tu cuello, los hombros, por tus brazos, hasta llegar a tus palmas y dedos y subir nuevamente, acariciando tu pecho, tus pectorales, acariciando tu tórax, deslizándose mis manos por tus abdominales… hasta tus caderas…

Pasaba mis dedos cerca, muy cerca de tu pelvis pero no tocaba nada que no debiera tocar… aún no…

Bajé por tus muslos y me puse un poco más de aceite. Continuaba bajando por tus piernas, hasta tus rodillas y llegando a la punta de tus dedos…

Luego lo hice de nuevo de tus pies hasta la cabeza… masajeando todo tu cuerpo.

-Puedo hacer esto todo el día amor… Hasta que duermas o te excites…

Subo y ahora masajeo la parte interna de tus muslos más cerca de lo que no debo pero quiero tocar… paso mis dedos y te acaricio. Ya no lo puedo evitar… Pero te pido dar la vuelta antes de que algo me pase y termine sobre ti… Masajeo y acaricio con calma tu espalda…

– Me gusta Ana… – me dices

– Será excitante, morboso, te encantará, te lo juro te tocare despacito, con dulzura… Hasta que te pongas muy duro… – Te digo en un susurro al oído.

– Te voy a poner boca arriba una vez que termine con tu espalda, la cadera, tus glúteos y las piernas…

Tu cuerpo está más que relajado, tienes los ojos cerrados y una sonrisa bella en los labios… Te doy un pequeño beso sobre ellos, sacándote un poco del trance… Mis manos te siguen acariciando ahora el pecho… Necesito una mejor posición para el masaje así que me monto encima de ti. Abro mis piernas y las pongo sobre las tuyas… Paso mis manos por tu pecho y bajan por tu abdomen. Llego a tu pelvis está vez si te toco y te estremeces. Abres los ojos y levantas la cabeza.

-No, mi vida acuéstate y cierra los ojos, sólo déjate sentir… Te gustará, lo prometo… Te lo digo y me haces caso. Mis manos bajan… Y me aplico sólo un poquito más de aceite. Te acaricio los testículos… Tu cuerpo reacciona… Mis manos van resbalando hasta tomar tu pene… Con calma lo voy acariciando, se va poniendo duro al tacto.

Mi mano va de arriba abajo de forma perezosa. Sigo sin presionar, el aceite hace buen efecto. Se mueve un poco más rápido mi mano, pero aun así es lento. Jadeas un poco sin querer, esta dura ahora, más dura entre mis manos… Estas sintiendo placer… Mucho placer.

Mi mano sigue… Quiero verte disfrutar. Me encanta tu cuerpo. Como responde a las caricias que le doy. Aumento sólo un poco el ritmo y presiono, ahora sí. Gimes cuando sientes que el ritmo cambia… Tus ojos siguen cerrados pero la sonrisa cambia, es más perversa ahora…

-Dime que quieres Julio… Y te lo doy… Pídeme… – te digo.

Mi mano sigue un vaivén de caricias. Te doy placer con mi mano. Tu cuerpo se tensa, lo siento en tus piernas, las venas se marcan de manera deliciosa, muevo mi mano con más rapidez, te tengo en éxtasis a punto de estallar…

-¡Me encantas!… – Me gusta tenerte así, destilando placer, sintiendo mis caricias… Sigo masturbándote y mi vagina se contrae mientras voy acariciándote. Mis braguitas dejan percibir lo mojada que estoy por el masaje… Por las caricias que te doy… Por verte así como te tengo…

Pides más, y claro que te lo doy… – Todo cuanto pidas amor… – te digo.

Me pides que me ponga sobre ti para darme tú también placer.

Me subo y colocó mis caderas justo sobre tu rostro. Abres los ojos, subes las manos y deslizas mis bragas que caen hasta mis rodillas… Me las quitas. Estamos en un 69, pero aún no me tocas… Mi mano sigue. Te tengo muy excitado… Me he detenido un momento… Quiero que dure un poco más…

Empiezas a saborear mi vulva y vas acariciando con tu lengua mi clítoris.

-Ahhhh! – Jadeo cuando tú boca me devora…

Te acarició con fervor. Me encanta. Cuanto más te complace más rápido me comes… Pienso que llegaremos juntos al final amor…

Tu lengua me enloquece, no lo puedo evitar. Mis caderas van contra tu boca y la mía se abre para dar un chillido y… comerte entero… Suspiras entre mi vulva… cuando sientes mi boca. Te lamo ahora y masturbo a la vez que me comes y paladeas mi clítoris…

Siento como me comes. Como mis jugos son recogidos por tu lengua y tu polla ahoga un grito de placer cuando me lames con tu lengua… Te como con gusto, ahora más excitada por tus caricias…

Sigo recorriendo con mi lengua, abrazando tu tronco con mis labios, chupando cada centímetro de tu polla. Está muy hinchada y rica… Muy rica, tiene un sabor delicioso…

Entra y sale de mi boca y mi mano sigue masturbándote… Se siente la tensión dentro de ella… Llegarás en cualquier instante y yo lo espero ansiosa.

– Quiero que te corras mi amor… Anda dame ese regalo hoy y…

Siento cómo me lames y yo hago lo mismo te la mamo hasta que estas apunto de…

Y llega mi momento. Me tenso. Tiemblo de placer. Ahogo mi grito de gozo chupándote más. Pero me la saco de la boca y gimo. Jadeo y grito del gusto que me das. Llega también tu corrida. Tu leche mana como en un volcán. Sale disparada. De golpe. En varias veces. Te tensas. Arqueas tu espalda. Gritas mi nombre. Te agarras a mí…

Me quito de encima de ti y me tumbo a tu lado. Te abrazo y te beso. Nos besamos, notando y saboreando nuestros sabores.

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