Julián está casado con Beatriz, tienen alrededor de 30 años y no tienen hijos, son felices y Julián se porta muy bien con ella. Pero el diablo mete su cola y a ese feliz hogar llegó Marianita, la hermanita menor de Beatriz que vive con sus padres pero, como les surgió un viaje de negocios dejaron a la nena con su hermana mayor para que no esté sola. Mary tiene 20 años y está en la facultad, como no podía abandonar sus estudios se perdió el viaje y ahora pasaría unos días con su hermana.
Las dos hermanas son muy lindas mujeres, Beatriz es más corpulenta, un buen par de tetas y una cola para mirarla pasar. Mary es más menudita, tiene un precioso par de tetitas redonditas y un culito chiquito y bien parado.
Pero en algo se diferencian las hermanas, Beatriz es dulce, cariñosa y tranquila, en cambio Mary es una polvorita, no para un segundo y es capaz de dar todo vuelta en un abrir y cerrar de ojos. Julián es un tipo fiel y tranquilo, su cuñada podía estar tranquila viviendo ahí que nunca se propasaría con ella… pero Julián no podía estar tranquilo con Mary, y ahora veremos porque.
Julián es pintón y a Mary le gusta. En sus cortos 20 años tiene una vasta experiencia sexual con jóvenes de su edad pero a ella le gustan los maduros y para ella, su cuñado estaba en ese rubro y encima, primero en la lista!!
En esos días de convivencia, Mary andaba de entre casa vestida muy sugestiva, alguna remera sin corpiño, algún shortcito apretadito, o una mini bien cortita.
El fiel esposo se empezó a alterar y estuvo a punto de sugerirle a su mujer que hable con su hermana para que esté un poco más recatada, pero después se arrepintió por miedo a ser tomado como un exagerado.
En su cerrada mente se iba anidando el bichito de la lujuria de ver a su cuñadita y desearla, aunque después reprimía esa posibilidad… y todos sabemos lo que ocurre cuando reprimimos esas cosas…
Mary estaba decidida a hacerle estallar la cabeza, las miradas pícaras, las risitas, alguna caricia al pasar, algún beso en la mejilla pero muy caliente iban preparando el camino.
Había logrado que Julián piense todo el tiempo en ella, pero se dijo que tenía que dar un paso más porque no le quedaban muchos días.
Esperó que Julián se fuera a bañar, calculó el tiempo que tardaba en desvestirse y abrió la puerta como si no supiera que él estaba ahí, y lo encontró desnudo como quería, y le salió tan bien que lo agarró de frente, en medio del baño, sin poder taparse. Julián tiene un cuerpo bastante cuidado en el gimnasio y porta un obús que siempre fue la envidia de sus amigos. Julián se quedó duro, parado en medio del baño y Mary riendo y regodeándose le dijo:
-Perdón, mientras lo miraba de arriba a abajo. Dicho esto salió del baño y se sentó en el sofá del living disfrutando el éxito obtenido.
Cuando Julián salió del baño y pasó al lado de Mary esta le dijo:
– Como envidio a mi hermana!!!
Julián, haciéndose el desentendido le dijo:
– por qué?
-Porque se come ese trozo que tenés cuñadito!
Él acercándose le dice:
– Callate que si te escucha tu hermana vamos a tener problemas.
-Problemas vas a tener si no me das a probar esta! Le dijo mientras, aprovechando la cercanía le acarició la verga por encima del pantalón.
-Sos muy atrevida!!! -dijo Julián dando un paso atrás- Esto está mal… sos la hermana de mi mujer… estás acá porque tus papás me tienen confianza…
-Mis papás están lejos, saben cómo soy y por eso no me dejaron sola, y yo no quiero irme sin probar esta.
Dicho esto se estiró para adelante y volvió a acariciar la pija de Julián que ya estaba bastante dura.
-Guauuu!!! -Dijo Mary- parece que mis caricias te gustaron!! -y sin soltarlo continuó- Upa!!! Esto sigue creciendo, se me hace agua la conchita!!!
– Y que querés, no soy de fierro -dijo mi amigo- y Beatriz está en la cocina y si nos ve cagamos!!!!
Y dicho esto volvió a correrse para atrás y se fue del living.
Beatriz, por suerte para Julián, no sospechaba nada, estaba en la más grande de las inocencias, preparaba la cena mientras Mary se bañaba y luego se sentaron a cenar.
Julián estaba incómodo y perturbado, Mary salió del baño con una musculosa larga, sin corpiño y con una tanguita que ante el menor movimiento quedaba al descubierto.
Toda la situación y esa imagen tenían a mi amigo súper excitado, cenaron y se fueron al living a ver un poco de televisión.
Al rato Mary se quedó dormida despatarrada en el sillón, sus tetitas casi escapaban de la musculosa, y como estaba tirada para atrás, su remera se levantó y dejaba ver el triangulito de la tanga justo encima de su conchita.
Ante ese espectáculo la pija de Julián palpitaba por salir de sus pantalones, y para disimular, beso y acarició a su mujer como para que crea que la excitación venía por ella.
Lo creyó porque le dijo al oído: – Como te pusiste con mis besos! quedate tranquilo que esta noche te lo calmo.
Terminó la peli que estaban mirando y Beatriz intentó despertar a Mary pero esta dormía profundamente.
-Porque no la llevas a la habitación. Dijo su mujer.
-Dejala que cuando se despierte se va a ir sola -dijo mi amigo que quería estar lejos de la tentación.
– No seas descortés, llevala que no te cuesta nada.
Julián alzó a Mary, la mano derecha, debajo de sus piernas rozaba la parte baja de la cola, la mano izquierda, por debajo de sus brazos, corrió un poco la remera dejando una tetita afuera. La pija le explotaba dentro del pantalón y un frio sudor recorría su cuerpo. La llevó a su habitación, la acomodó en su cama y al instante Mary dio un salto y se colgó del cuello partiéndole la boca de un beso. La muy turrita se hacía la dormida para tener la oportunidad de atacar a su cuñado.
-Mirá que sos turra! -dijo mi amigo
-Turra no, putita y me quiero comer ese ganso -dijo Mary volviéndole a manotear la pija- Y ahora abrazame porque si no grito!
Julián rendido se tiro en la cama y Mary se subió encima y mientras lo besaba refregaba su concha contra la dura pija de mi amigo, que para esta altura ya era de acero.
Mary le dijo: -Quedate tranquilo que lo del grito era un chiste, jamás haría una cosa así, lo único que quiero es coger con vos y ahora andá con mi hermana antes de que sospeche.
Julián salió de esa pieza a punto de estallar, su mujer estaba desvistiéndose para dormir y él la tomó de la cintura y la tiró a la cama y sacándole lo que le quedaba de ropa le hizo el amor como hacía mucho tiempo no hacían, claro, en su cabeza solo estaba Marianita, mientras lamía la concha de su mujer pensaba si la conchita de Mary tendría el mismo sabor, Beatriz gemía de placer y él subió y se la enterró en la concha, mientras su gran pija entraba en esa concha acostumbrada a recibir semejante pedazo, él besaba la grandes tetas de su mujer. Como sería el sabor de las tetitas de Mary?, serían tan dulces?
Beatriz estaba muy caliente y después de acabar entre gritos y espasmos le pidió que le haga la cola
-Amor, partime el culo que hace mucho que no entras por ahí! meteme todo ese mástil quiero que me cojas hasta que pierda el sentido!
Julián agarró el aceite lubricante de la mesita de luz y dilató bien el culo de su mujer… se la puso despacio, era consciente de la poronga que tenía y sabía cómo hacérsela entrar toda.
Su mujer gritaba en cada embestida y cuando la empezó a bombear sus gritos y jadeos se fueron convirtiendo en una especie de clamor y cuando sintió que el chorro de leche de Julián le llenaba el culo, tuvo un orgasmo descomunal como hacía mucho tiempo no tenía. Se quedaron dormidos abrazados y rendidos. Ella flotando en el paraíso y él pensando en Mary.
A la mañana siguiente los tres se levantaron temprano, Mary tenía facultad y Julián y Beatriz a sus respectivos trabajos.
Beatriz desayunó rápido y fue a retocar su maquillaje mientras mi amigo y su cuñadita terminaban de desayunar.
Mary le dijo a Julián:
– Le diste duro a mi hermanita anoche eh?
– Que, nos escuchaste? -contestó él.
-Obvio, por como gritaba Bea seguro que la partiste! y puedo asegurarte que te la cogías pensando en mí.
– Y para que te voy a engañar -dijo Julián- sí, estaba pensando en vos.
– Bueno, te voy a confesar algo -dijo Mary- mientras los escuchaba me hice una paja imaginándome que me estabas partiendo al medio con tu pijaza. Una de las mejores pajas que recuerde, porque yo también quedé muy caliente de sentir tu verga entre mi conchita y había empezado a tocarme cuando sentí los gritos de ustedes y te digo que fue una paja grandiosa!
Salió Beatriz de maquillarse y Mary le dijo:
– Vayan tranquilos que yo tengo un ratito más y levanto la mesa.
Al atardecer volvieron y todo fue tranquilo, cenaron y se fueron a dormir "sin incidentes".
Al otro día era sábado, Beatriz trabajaba hasta el mediodía y Julián no. Normalmente se quedaba un rato más en la cama y ese sábado no fue la excepción. Se durmió nuevamente y soñó que estaba en un colectivo, sentado del lado de la ventanilla, al lado de él estaba sentado una mujer con vestido azul y un antifaz, no podía ver su cara.
De repente se da cuenta de que estaba desnudo, su pija estaba bien parada y la enigmática señora, al darse cuenta, se agacha y se la empieza a chupar, él la tomaba de la cabeza y acompañaba el movimiento…en ese momento se despierta y ve que es Mary la que está prendida a su verga lamiéndola y tragándola de una manera más que golosa. Imposible negarse a esa altura. Mary está totalmente desnuda y él la trae hasta poner su cara entre sus piernas y le empieza a lamer su coñito muy lentamente, juega con su clítoris lamiéndolo en círculos haciendo gemir a Mary, que ahora acariciaba sus huevos y luego comienza a tragarse esa pijota con mucha maestría.
Julián lame muy bien su concha y con dos dedos masajea su muy mojado agujero, en círculos, excitando cada centímetro de su vagina y haciéndola estallar en un orgasmo prolongado.
Mary le empezó a decir: -Dame toda tu leche en la boca!
Y así, mientras él se devoraba todos sus jugos, le llenó la boca de tibia leche que Mary se tomó íntegramente. Después de ese 69 quedaron abrazados y en silencio. Muy calientes los dos.
-Tenés el pedazo más espectacular que me haya comido jamás, además sos un maestro con tu lengua. Los amigos con que cojo no saben otra cosa que meterla, acabar y listo, vos sos un capo!
-Vos sos muy dulce también, y la chupas como nadie -dijo él- y lo de la maestría te lo da la experiencia de los años.
La pija de Julián estaba más blanda y todavía escapaba un poco de leche que al darse cuenta, Mary empezó a lamer y con sus lamidas la despertó nuevamente y cuando la tuvo bien dura le dijo.
-Ahora la quiero adentro de mi concha y se le montó arriba, la calzó en la entrada de su cuevita y se dejó caer, provocando que se le enterrara todo el pedazo hasta los huevos. Pegó una exhalación y se le caían lágrimas de los ojos, y luego se empezó a mover rítmicamente, gozando de semejante tronco.
Volviendo a Beatriz, llegó a su trabajo y se encontró que por un inconveniente del dueño, ese día no abrirían, así que se dijo:- Bien! me voy a pasar un tranquilo sábado con mi maridito y mi hermanita. Lo llamo y le aviso… mejor no, llego sin avisar y los sorprendo!
Nunca se imaginó cuanta sería la sorpresa para todos… llegó a su casa, entró sin hacer ruido y le pareció sentir voces en su habitación… se acercó sigilosamente y al entrar se encontró con el espectáculo… su marido tendido en la cama y su hermanita cabalgándolo salvajemente.
-Nooo!!! Pedazos de hijos de puta!!! Como me pueden cagar así!!! -Y el llanto ahogó el resto.
Julián intento hablarle pero Mary le dijo:
-Esperá, dejame a mi. Vos quedate acá.
Se llevó a su hermana a la cocina y tardaron más de media hora.
Nunca supo Julián de que hablaron pero volvieron a la habitación, Mary se recostó a su lado y Beatriz hizo otro tanto luego de desvestirse.
Una de cada lado lo empezó a besar desde su cuello y el lóbulo de sus orejas, hasta llegar a su pecho y mordisquear cada una un pezoncito.
Julián intentó que le explicaran a que se debía esto, que habían hablado pero las dos lo hicieron callar y nunca quisieron decirle de que habían hablado.
Ahora bajaban con sus besos y se dirigieron a la pija de Julián que después de tantas idas y vueltas, comenzaba a lucir todo su esplendor.
Jugaron con su pija un buen rato, lamiéndola y dejándola muy dura hasta que Beatriz se puso de espaldas para que su marido la empernara como era habitual. Mary, sentada al lado besaba en la boca a Julián y empezaba a tocarse cuando él con sus dedos se hacía cargo de la situación.
Cada una de las hermanitas tuvo un soberano orgasmo y entonces llegó el turno de la cola de Mary, que se puso en cuatro y su hermana se encargó de lubricarle bien el agujerito y colocar la punta de la verga de su marido para que la penetre. Consiente del arma que portaba, fue muy despacio, ese culo estaba acostumbrado a recibir visitas pero la herramienta de Julián era otra cosa.
Las lágrimas volvieron a salir de los ojos de Mary y los dolores pronto se fueron convirtiendo en gozo, y en cuanto se pudo acomodar comenzó a comerle la concha a su hermana, ella comenzó a gozar como loca y enseguida acabó. El espectáculo fue muy fuerte para Julián que también acabó dentro de Mary y luego Mary también estalló entre espasmos.
A partir de ese día, Beatriz fue propensa a los tríos. Cada tanto traía alguna amiga o algún amigo y era fiesta asegurada.
Que fue lo que se dijeron esa mañana, nunca lo supo, y si bien, la intriga lo volvía loco, con el tiempo prefirió no enterarse y seguir disfrutándolo.