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RELATO DESTACADO

Relatos Cortos - Pág. 1

El tío caliente

Me siento a su lado y él me pasa un brazo por encima de mis piernas. Yo tenía un pantaloncito corto y una camisa muy fina. Luego de un rato me dice que me recueste a su lado y me parece que está algo excitado, seguramente por la lectura que estaba llevando a cabo. Cuando me acuesto me invita a

¡Fóllame, joder!

Ella gimió, un sonido ronco que le puso la polla dura como piedra en dos segundos. El vestido cayó al suelo con un ruido sordo, y ahí estaban, ella empapada y él listo para reventarla. La agarró por el pelo, tirando hacia atrás mientras le lamía el cuello como un maldito animal, y ella se arqueó, empujando el culo contra

Noche de película súper hot

Después me tiró al suelo y me puso de espaldas, separó un tanto mis piernas y me la dejó ir con una fuerza increíble, grité de placer y le pedí que no parara, quería que acelerara y siguiera cogiéndome, él estaba muy excitado, me volteó y de igual forma me penetraba una y otra vez. Como pude lo tumbé sobre

Esa chica me abrió sus labios

La poseí por detrás, por el coño ya húmedo de los minutos anteriores de encontrarnos y desearnos. No mediamos palabras. No nos conocíamos. Enseguida nos deseamos. La poseí por detrás. Le bajé el pantalón de malla hasta abajo. Le acaricié el potorro desde su culo, metiendo mi mano grande y fuerte y llegando con mis dedos. Percibí su humedad. Me

Me masturbo por una vecina

Imaginaba besándole las tetas, metiéndole los dedos mientras tanto en su vagina, seguía tocándome imaginándome esta mujer teniendo sexo conmigo, mi pene estaba totalmente erecto y no dejaba de tocármelo fantaseando con esta mujer. Dure más o menos 10 minutos moviendo la mano de arriba abajo mirando más y más fotos imaginando como sería penetrarla en cuatro y en otras

Té caliente

No podía aguantar más las ganas de tenerla así que la tomé de la cintura y la besé con tanta pasión, la despojé de la ropa y ella hizo lo mismo conmigo. Estábamos piel con piel... yo muy excitado de tenerla... mi verga estaba a reventar... ella la tomaba entre sus manos y la masajeaba con movimientos expertos... Esa fue

Un alma vagabunda

Ese aliento del mar es mi sábana, mi único aderezo. Me arropa con palabras heréticas que llegan de tierra ignota. Un purasangre galopa sin descanso por mis venas. Los lozanos montes de mi pecho son ya volcanes al borde del cataclismo. Serán jugosa fruta fresca para quien la merezca. Y me turbo. Me estremezco. Porque ya no deseo estar sola

Robé tu foto

Sonreías a cámara. Me sonreías a mí. Mirada limpia, intensa. Tan viril y relajado. Esa atrayente despreocupación de quien se sabe un hombre de verdad. Sentí que tu jugosa boca me hablaba. Tu voz resonaba en mi cabeza. Me tiranizaba. “Maya... Deseo follarte, Maya... Quiero ver tu cuerpo salvaje en un mar de placer”. Y el fuego de Vulcano se

Mi compañero de trabajo… Rogelio

Me quitó la blusa y yo le desabotonaba su camisa, y me dice: “tócame, ¿lo sientes?”. Era maravilloso, y así me dirigió a la cama y se tumbó encima de mí. Recorrió mi cuerpo desnudo con su lengua, lamió los pliegues detrás de la rodilla, mi ombligo, detrás de mis orejas, y después descendió lentamente a mi sexo. Me dio

En un sauna, otra vez

Sentí lo más parecido a un aguijonazo de celos, pero montar una escena hubiera sido ridículo. Lo que pasa es que acercándose a mi oído Román me comentó en voz baja que quería echar un polvo conmigo y con mis amigas, con las tres, allí y en aquel preciso instante. Román es un encanto, ya lo he dicho, pero también

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